Fue absolutamente fácil saber que tras de ésto se encontraba Gerome, el único idiota que podría empezar a esclavizar de una forma tan evidente ciudades. Aunque la ausencia de alguien fuerte en la ciudad a modo de defensa me dió también la idea de que aquellos que antes logró dominar ahora mismo eran más resistentes ante él. Tenía un objetivo claro y muy obvio, encontrarlo, torturarlo, sacarle información y después... Quizá matarlo, probablemente eso sería la mejor forma. Necesitaba también una forma de absorber el pecado de los lujuria, e incluso eso iba a ser se lo más necesario. Con ello podría obtener el uso de una habilidad de manipulación, creación de ilusiones y ponerme un poco más arriba en una escala de poder totalmente imaginaria y que por ahora era el más débil.
Aún con una misión puesta y con una meta por delante, tenía al grupo de cabeza hueca y amigas calientes conmigo y les debía una explicación, solamente por ello fui sin mi disfraz. Incluso mi pequeño fénix estaba sin su "trajecito" de pájaro normal.
"Muy bien..."
Antes de siquiera poder dar una palabra más armas, hechizos, flechas y dagas eran apuntadas en mi dirección, hasta era tierno. Me recordaba a una partida de rol a punto de atacar algo que los superaba por mucho. De todos modos no desesperé. Respiré hondo antes de deformar sus armas, cancelar sus hechizos e incluso inmovilizarlos con mi sola presencia y mi aura. Sus manos temblaban y mientras más me acercaba ellos más recordaban que existía una "bestia" que se decía era un humano con cabello negro largo y que era el rey rojo del orgullo.
Obvio que para mí era una tontería, cerré mis ojos y aclaré mi garganta.
"Soy su compañero elfo, o bueno, lo era... Sólo usaba un disfraz, mi misión era buscar y encontrar a aquel que maneja a las personas de esa ciudad. Ahora. Ustedes me van a ayudar."
C: "P-pero"
"Y como recompensa... Los dejaré vivir."
C: "Nos negamos! usted tiene el aura de un tirano y hasta la oscuridad es más bondadosa qué-"
"Y les daré el título de la misma, bla bla bla"
Entre todos ellos se vieron. ¡Pasar de ser aventureros a dueños de una ciudad no podía ser una mejor oferta! Aunque algunos me verían como un demonio. Era obvio que todos sucumben ante el gran poder de... Un buen pago.
Mi sonrisa apareció junto con mi aura. Lo que iba a necesitar era una distracción, por lo que ellos eran perfectos para hacer el trabajo principal mientras que me iba a enfrentar a todos los luchadores, guardias y mercenarios con el cerebro lavado.
Estábamos en un círculo sentados, con un palito había hecho un bosquejo de la ciudad o por lo menos la parte en la que estuvimos. Seguramente todo iba a estar cerrado aunque fuese por uno o dos días. También tendrían obviamente grupos de expedición aunque seguramente no habría nada tan peligroso como las cuatro líderes de gremios, reyes rojos o incluso campeones.
"Bien, será importante que ustedes hagan todo el trabajo, busquen al rey y lo asesinen, probablemente tendrá un poder superior al de ustedes. La verdad no lo sé, pero sí puedo imaginar que ésto funciona a gran escala como si fuesen ciudades."
C: "Entonces... ¿Nosotros peleamos contra el más fuerte y tú contra muchos débiles?"
D: "Eso no suena justo, nosotros tenemos hechizos y varias habilidades también para esa tarea. Además, solo hacemos ésto por el castillo... ¿No es más honor luchar contra un ejército que contra una sola persona?"
A: "¡Exacto! Nosotros iremos de distracción. Tú derrota a su líder."
Me iba a oponer, era una idea estúpida hacer que un grupo de aventureros de apenas 5 personas luchen contra dios sabe cuántas de un nivel similar. Pero si querían morir, hasta podía quedarme con el castillo y empezar una nueva etapa e intentar expandir un país para luchar las guerras que seguramente vendrían contra Gerome.
"Muy bien. ¿Alguno tiene un papel?"
M: "C-claro. ¿para qu... oh!"
Mordí suavemente mi dedo, un poquito de mi sangre salió y con ello hice un círculo lo mejor que pude. Esto era más fácil en las películas. De todos modos, era un hechizo de séptimo nivel. Llamemos le "Revelación natural". Cosa de que la druida pueda activarlo. Después tomé el bastón de la maga y le hice otro pequeño regalo. Un hechizo de sexto nivel. Por su aura. Ella tenía preferencia por hechizos de agua.
"Bien, revelación natural y... mmm... ¡Abrazo de tritón! Buenos nombres."
Tanto a la asesina, como a Chad les di una palmada en la espalda a cada uno. Ni me iba a preocupar más por su supervivencia.
Puse mi mano en uno de los árboles, así agarrarlo con fuerza de la emoción. Sí, aunque viví en el olvido y en el limbo demasiado tiempo, todavía una pequeña parte nerd se emocionó por ser mi primera conquista y ataque a un castillo. Lo que iba a ser mi legado.
Mi nacimiento como algo más que una bestia.