Caminamos hasta una zona algo especial para entrenar, era apenas afuera de los muros, aunque suficiente como para tener libertades pero que los guardias nos vean. A diferencia de la mayoría de mis encuentros en estos lugares, por primera vez me sentía levemente superior a mis compañeros, aunque fuese una confianza basada en solo mi propia experiencia. Sabía que podía contra cosas relativamente fuertes, solo que por el momento serían mis rivales un grupo de aventureros cualquiera y además no sería una pelea a muerte. Mis ojos se cerraron, concentrando lo máximo posible mi aura para no liberarla sin querer. De una forma literal utilizaba la mitad de mi capacidad de pensar para restringirla.
C: "Bien jovencito, estamos aquí para poder practicar juntos para mañana. No nos cansemos mucho, también podrás ver la forma de actuar de mi equipo."
La mirada de chad era bastante distinta a la que tenía cuando estaba con sus chicas, siquiera me iba a molestar en preguntar sus nombres por no apegarme a nadie en especial. Ya tenía cuatro personas de este mundo para defender con mi vida. Duplicar esa cantidad solamente haría más difícil las cosas.
El equipo se podía dividir en dos, Chad, una asesina y una luchadora que eran la parte cuerpo a cuerpo. Una druida y una maga como parte de soporte y a distancia. Por mi posición no sabían exactamente a cual lugar mandarme, quería mejorar ambas partes, por lo que se me ocurrió una cosa.
"Y si hacemos un ejercicio 5 contra uno?"
La mirada de todos fue de estar sorprendidos, cómo alguien podría pensar no solo en luchar contra 5 aventureros de un rango medio, si no que sólo. Además, los equipos sirven para ayudar flaquezas y enfocarse en otras cosas.
C: "Bueno... mmm... Quieres empezar tú?"
La mirada de todos fue de una tremenda incredulidad, cómo alguien que teóricamente ni era un aventurero podía pensar en luchar contra ellos 5, al mismo tiempo.
Asentí para darles indicaciones de que era el inicio, coloqué mis manos tras mi espalda así tampoco pasarme y además practicar mis patadas y mis juegos de pies. Chad avanzó poco a poco hacia mi, al llegar a unos tres metros antes de que pudiera levantar su espada pudo ver cómo su pechera de hundió. Una abolladura causada por un golpe con el empeine de mi pie, y el se movió bastante hasta usando su fuerza para mantenerse.
El instante siguiente para ellos fue como ver un demonio frente a ellos, dejé salir por instantes mi aura. Eso me dijo al instante que estaba jodido. Pude sentir como los guardias y aquellos que recibieron una pequeña porción del control mental se 'activaron'.
"Magician. ¡RED!"
Solo fue para darle un nombre, me di la vuelta y levanté mis manos abiertas. Pude ver la lluvia de flechas en nuestra dirección, flechas, hechizos, armas incluso lanzadas desde los muros.
Un ankh de color rojo intenso formado por llamas se formaba creando una oleada de calor y fuego en todas direcciones, para proteger mi vista los lentes se oscurecieron en su totalidad, no podía ver, pero por los costados de mis ojos podía notar esos destellos anaranjados, podía verse cómo una exageración, pero desde simples birotes de fuego, esferas de maná sólido hasta tierra compresa en una lluvia de agujas. El efecto duró unos segundos, con mis manos cerrandose poco a poco. El calor había dejado una marca en la tierra. La visión volvió a la normalidad casi al instante, mientras que usaba mi control de la tierra para tapar la entrada más cerca de nuestro grupo.
"¡Corran!"
Mis movimientos eran similares a los de un monje, mis formas de esquivar eran similares a alguien esquivando bajo el agua. Las flechas que lograba agarrar eran lanzadas con fuerza hacia los arqueros o magos. Solo atacaban y yo me defendía mientras el grupo estaba escapando, eran lentos, Chad especialmente.
"Improvisar, improvisar. ¡Lo tengo!"
Mi sonrisa fue grande, mi mano bajó hasta el suelo empezando a mover las raíces del césped. Empecé a crear pequeñas criaturas de un color verde que tenían algunas motas marrones por la tierra, estás pequeñas criaturas corrían rápidamente bajo los pies de mis aliados, levantandolos y empezando a correr con ellos, eran rápidos como para que logren salir del rango de los arqueros.
Mi atención ahora sí fue a aquellos que salían de las murallas y se lanzaban de ellas. No quería matarlos, por lo que empecé a correr lejos de allí, buscaba lograr alejarme como para analizar la situación después. Era obvio que no podría volver a aquí... Pero... Algo en mi me dijo que debía liberarlos de su amo.