A medida que el tren se acercaba a la estación, las enormes y majestuosas construcciones de Merilon iban haciendo su aparición ante los ojos de los visitantes que, las observaban con emoción ya que la mayoría al ser de pueblos campesinos nunca habían tenido la oportunidad siquiera de venir a la ciudad, a menos que fuera de extrema importancia, como visitar un pariente enfermo, para vender sus productos, entre otras. Las grandes edificaciones, algunas hechas de cristal, reflejaban los rayos del sol que ayudaban a formar arcoíris por todos lados; estas maravillas eran separadas por amplias calles en la que transitaban toda clase de vehículos, desde unos de 2 ruedas hasta los de 6 y en los andenes muchas personas caminaban de un lado a otro dirigiéndose a su destino.
En uno de los vagones del tren se encontraba Demian mirando en dirección a una gran edificación al otro lado de la ciudad, la cual era muy visible a pesar de la distancia.
-Aun no puedo creer que me este pasando esto- piensa mientras miraba hacia el horizonte. Demian comienza a recordar desde el momento que Orphen ingreso a su casa; luego el estar leyendo la carta; las muchas preguntas que le hacia al joven respecto al contenido de esa hoja de papel pero que eran contestadas con un "por ahora no puedo decirte nada"; la despedida a su abuelo y a Margot antes de salir a tomar el tren que lo llevaría a la ciudad de Merilon en donde se encontraba la prestigiosa academia Rosencreus, la cual a través de una beca lo estaba admitiendo como un estudiante mas.
El tren llega finalmente a la estación y Demian desciende cargando su muy sencillo equipaje.
-Disculpe, como puedo llegar a la academia Rosencreus- le pregunta a un oficial de la guardia real, que se encontraba en ese momento cuidando el orden en el lugar.
-Hacia el norte, pasando la ciudad; la encontrara fácilmente por que sus instalaciones son grandes y majestuosas, además que su territorio podría abarcar la mitad de Merilon- explica el guardia.
-entiendo, gracias por la información- le dice demian, quien inmediatamente se dirige hacia la salida. –Voy a coger un taxi- exclama para sí mismo. Al salir de la estación se da cuenta de que se le está haciendo tarde para llegar a Rosencreus, a la ceremonia de bienvenida que se hace cuando comienza un nuevo año. -¡taxi!- grita Demian, e inmediatamente uno de estos vehículos blancos se detiene enfrente de él.
-Dime muchacho en te que puedo servir- le pregunta el hombre con cara de pocos amigos.
-cuanto cuesta la carrera hasta la academia Rosencreus- exclama Demian intimidado por la cara del sujeto.
-cuesta 50 Zafiras, tenga en cuenta que está al otro lado de la ciudad- responde el chofer quien se incomodó un poco con la pregunta.
-Podría llevarme en 20 Zafiras, es que no tengo más dinero y además se me esta haciendo tarde- suplica el chico mostrándole una pequeña bolsa de monedas.
-¿Acaso te estas burlando de mi, mocoso?- Le reclama el sujeto con un grito que hiso llamar la atención de las personas que transitaban por ahí.
-Por que dice que me estoy burlando de usted, no entiendo- pregunta Demian apenado por la situación tan incómoda en que se encontraba.
-Mira riquillo, no me quieras ver la cara de estúpido; seguramente las otras monedas son de 100 Zafras, pero para no gastar ninguna me quieres pagar con 20 miserables Zafiras, pues sabes qué? Te jodiste. Adiós- dice el sujeto acelerando y perdiéndose al girar por una esquina.
-y ahora ¿Qué voy a hacer?, se supone que ya debería estar allá esperando a que comience la ceremonia, no puede ser que vaya a llegar tarde el primer día- piensa Demian sin percatarse que alguien se le acercaba por detrás.
-Disculpa, pero escuche la discusión que tenias con ese hombre y que necesitas llegar a Rosencreus, ¿quieres que te lleve?- le dice una voz a sus espaldas.
-Ehhh, si- responde saliendo de sus pensamientos y girándose para ver quien le había hablado; se trataba de un joven de cabello azulado, alto, de complexión fuerte.
-Yo te llevo, sígueme- le dice el joven a Demian invitándolo a que lo siguiera.
-Pero…no tengo mucho dinero- dice el apenado joven al ver un auto muy lujoso a unos centímetros de donde se encontraban.
-No te preocupes, el dinero no es problema- le responde el elegante joven subiéndose al auto.- sube- agrega invitándolo a que entrara.
Demian hace lo que le pide sintiéndose apenado ya que nunca en su vida se había imaginado montarse en un vehículo tan elegante, junto con otro joven que parecía pertenecer a una familia adinerada, pues sus ropas, a diferencia de las de él, parecían estar hechas con telas muy finas. Cuando ingresa al interior del auto observa que está equipado con un mini-bar, un teléfono inalámbrico y un pequeño televisor.
-A propósito, me llamo Erick Liechtenstein, pero puedes decirme Erick a secas- le dice el muchacho con una sonrisa y extendiéndole la mano.
-Mi nombre es Demian Wivern, me da mucho gusto conocerte- responde estrechándole la mano con una agradecida sonrisa. -Perdóname, no quisiera que te desviaras de tu camino simplemente para llevarme a Rosencreus- Añade soltándole la mano y mirando hacia otro lado para evitar que le viera sonrojado.
- Eso no es problema, ya que vamos para el mismo lugar-.
-¿Qué?, acaso tu también vas a estudiar allá?- le pregunta Demian con asombro.
-Se podría decir que pase al siguiente nivel, puesto que siempre he estado estudiando allí- responde Erick mientras tocaba la ventanilla que daba al frente - Alfred ya podemos irnos-.
-Como ordene joven- responde una voz desde el otro lado del vidrio.
-No entiendo, a que te refieres- le pregunta Demian.
-La aplicación para guerrero dura 6 niveles, es decir 6 años, yo he pasado 3 por lo que sigo al 4º, ha sido difícil llegar a donde estoy, pero eso demuestra que tengo muchas capacidades para convertirme en guardián del reino- explica Erick llenando dos vasos de cristal con un liquido amarillento proveniente de una botella verde cuasi forme.
-Qué casualidad, yo también ingresare a 4º, gracias a la beca que…- se detiene Demian al darse cuenta que hablo más de la cuenta.
-Vaya, vaya, vaya, así que tu eres el que todo mundo rumora se gano la beca de las academias; y lo más sorprendente es que pasas a un nivel superior sin ni siquiera ser evaluado en los otros… seguramente tú debes ser muy habilidoso en el uso de magia y de combate con armas- asegura Erick bebiendo de su vaso. – Veo que tu especialidad es la espada- agrega al notar un bulto que llevaba Demian en su regazo.
-Este… pues… claro que si. Jejeje- exclama Demian sintiéndose descubierto.
-entonces serás capaz de hacer esto- le pregunta mirando el bazo que tenía en su mano, el cual repentinamente empezaba a congelarse.
-¡Increíble!- exclama asombrado Demian.
-Esto es magia elemental, algo que te enseñan en el 2º nivel; pero claro tú ya debes ser capaz de hacer algo tan sencillo- afirma el peli azul pasándole el vaso a Demian.
-Por supuesto, es algo muy sencillo- dice observando el frio objeto.
-Demuéstrame alguno de tus hechizos, los que te ayudaron a ganar la beca- le pide Erick con expectativa.
-Este… ahora no… estoy un poco cansado por el viaje- responde Demian haciéndose el desentendido.
-¿En serio?, acaso vienes de muy lejos?, aun así puedes hacer algo muy elemental como hacer aparecer una esfera de fuego- dice Erick con perspicacia.
-Vengo del campo, de Walren… la verdad, yo soy…- exclama Demian bajando la cabeza.
-Ya veo, tu casa queda en el campo, será por eso que tu apellido no se me hace conocido- murmura Erick mirando de reojo al otro joven.
-La razón por la que no has escuchado mi apellido es porque pertenece a una familia de campesinos que trabajan la tierra para vivir; en cuanto a mis poderes mágicos son algo limitados, ya que un sujeto Orphen me los enseño en solo dos días para pasar desapercibido en la academia, por lo que no están perfeccionados… aun así todavía desconozco cuál es mi elemento regente, por lo que aprendí los hechizos más sencillo de los 4 elementos… para lo único que soy bueno es para manejar la espada, aunque mis movimientos son un poco torpes ya que no he tenido un maestro que me enseñe adecuadamente; lo de la beca fue el destino que vino a burlarse de mi, al principio no pensaba tomarla por las razones que ya acabo de decirte, pero alguien me hizo caer en cuenta que para lograr mi sueño era la mejor opción por eso decidí aceptar, a pesar de las consecuencias que esto podría traerme- explica Demian casi en un murmullo.
-Esto tiene que ser mentira, es algo imposible- exclama Demian sorprendido al terminar de leer la carta.
-Vamos, cuéntanos que es lo que dice- le pide Margot ansiosa al ver la reacción del chico.
-Pues…aquí dice…dice que soy dueño de una beca para estudiar en la academia Rosencreus en el 4 nivel- responde el joven aun no pudiendo salir de su asombro.
-¡Felicitaciones!- grita Margot abrazándolo. – Es la mejor sorpresa que puedes recibir en tu cumpleaños- añade dándole un beso en la mejilla.
- Y vaya sorpresa, qué opinas de esto abuelo- le pregunta Demian al anciano que parecía estar perdido en sus pensamientos.
- Elena, pero que estabas pensando cuando tomaste esta decisión… si supieras que tu hijo no tiene completamente desarrollada su energía mágica, además nunca ha tenido contacto con ese mundo del que tu venias… aun sigo sin entender por qué te enamoraste de mi hijo… si supieras en lo que se convirtió después que moriste… ni siquiera en estos 16 años se ha preocupado por Demian…- piensa Garald mirando la foto de una pareja de jóvenes.
-Abuelo, tierra llamando al señor Garald, ¿me escucha?- le pregunta el chico acercándosele al oído.
-Eeeeeeh, que pasa hijo-.
-Te preguntaba qué opinas de todo esto- repite Demian mirando con desesperación a su abuelo.
-Yo estoy igual de sorprendido que tú, ¿recuerdas lo que te dije ayer?, "en el día de tu cumpleaños cualquier cosa puede pasar"- dice su abuelo sonriéndole.
- Entonces Demian que es lo que decides- exclama el joven visitante que había estado observando en silencio la situación.
-Pues… no lo sé- responde bajando la cara. – Es algo muy repentino… me gustaría pensarlo un poco- agrega mirando seriamente a Orphen.
-Tienes hasta el atardecer- dice cortante el joven.- Mientras tanto voy a conversar con tu abuelo, ya que hace mucho tiempo que no nos veíamos-.
-Por supuesto, tenemos "muchas cosas" de que hablar, así que podemos pasar a la cocina para seguir con la celebración- dice Garald invitando a Orphen que lo siguiera.
- Es cierto, el asado debe estar listo- dice Margot jalando a Demian en dirección a donde habían ingresado las otras 2 personas.
Después de una tranquila y suculento almuerzo, en la cual el único distraído fue el cumpleañero, todos deciden ir a una colina cercana a reposar.
-Voy a caminar un poco, ya regreso- exclama Demian levantándose de donde estaba recostado.
-Has lo que quieras, pero recuerda que tienes hasta el atardecer para darme tu respuesta- le dice Orphen recostado en el césped con los ojos cerrados.
-Ya lo se- responde sin mirar atrás, al tiempo que levantaba su espada.
-Espera, yo voy contigo- dice Margot acercándosele.
-Tienes que entenderlo, sigue siendo un muchacho y una noticia como esta es muy grande de asumir- exclama Garald mientras fuma de su pipa.
-Es igual de rebelde a su padre- dice Orphen sacando un cigarrillo del aire. –Solo espero que no se vuelva como el…- piensa Garald mirando en la dirección por donde se habían ido los jóvenes.
-Y qué piensas hacer, Demian-.
-Aun no lo sé Margot- responde el joven mirando hacia el cielo.-tal vez la rechace- añade.
-¿Acaso estás loco?, finalmente se esta presentando la oportunidad de hacer realidad tu sueño- le dice la peli roja colocándosele en frente.
-Pero, no creo que lo realice en un lugar donde seguramente van a mirarme como un bicho raro-.
-Pero que estás diciendo, el Demian que yo conozco jamás se dejaría intimidar por alguien, ni se daría por vencido con tal de cumplir sus metas- exclama Margot mirándolo a los ojos.
-Tienes razón, me jure a mi mismo que me convertiría en un guerrero y así proteger a todos los que son importantes para mí- dice el chico esbozando una sonrisa.
-Volviste a ser el mismo de antes, que alegría –dice la joven sonriéndole.
-Vamos ahora mismo donde ese tal Orphen a decirle que tenga todo listo en Rosencreus para la llegada de Demian Wivern-.
-A mi no me importa que vengas del campo, me caíste bien y estoy seguro que llegaremos a ser grandes amigos. Además cuentas conmigo para lo que sea- le dice el joven Liechtenstein extendiéndole la mano.
-Gracias- responde Demian mostrando una sonrisa y respondiendo al gesto.
-Señor ya casi llegamos a Rosencreus- avisa el chofer.
Los 2 jóvenes se asoman por la ventana, para ver a medida que se acercaban un gran palacio de marfil con unas bóvedas tan azules como el cielo, bastos jardines se desplegaban por todas direcciones y varios caminos llevaban a otras casas un poco más pequeñas. La entrada era un gran arco de piedra caliza con runas talladas en su superficie.
Y bien, que te parece…no por nada la llaman la "Magna"- exclama el peli azul mirando con orgullo la edificación.
Es increíble, nunca había visto algo así- responde Demian embobado por lo que estaba frente a sus ojos.
El auto se detiene frente al arco, por el cual ya comenzaban a llegar otros estudiantes cargando sus equipajes, quienes miraban de reojo a los recién llegados en especial al peli café, el cual empezaba a sentirse incomodado.
-Tranquilízate, ya verás que te integraras muy pronto- le dice Erick apoyando su mano en el hombro de Demian.
Disculpe joven, aquí tienen sus equipajes- exclama el chofer colocándolos al lado de los chicos.
-Gracias Alfred, de aquí en adelante nos encargamos nosotros-.
-entonces me retiro, que le vaya bien este año, joven- el chofer hace una venia para después subirse al auto y regresar por donde habían llegado.
-Me siento muy emocionado- exclama Demian mirando a su amigo.
-Y eso que no has visto sus instalaciones, te vas a sorprender-.
-espero con ansias ver toda la academia-.
-Sera mejor que primero vayamos a nuestras habitaciones…a propósito que numero te tocó- le pregunta Erick mientras hacía flotar su equipaje.
-La número…477- responde al ver un papel que había sacado del bolsillo.
-Parece que seremos compañeros, esa es la mía, por lo que veo el destino quiere que tenga un compañero de cuarto, jejejeje- dice el peli azul dándole un golpe en la espalda.
-Vaya, vaya, vaya, y yo que pensé que me había librado de ti- dice una voz desde atrás de los jóvenes.
-Esa voz…no puede ser- exclama el peli azul agachando la cabeza.
-Parece que por fin encontraste alguien igual a ti, ya que para ser tu amigo hay que ser una copia tuya, jajajaja- dice un chico de cabello largo y ojos rosados.
-Ya basta Samuel Goldsmith, no molestes a Demian que es su primer día- le pide entre dientes.
-OH, perdóname, no sabía que eras nuevo- le dice el peli rosado extendiéndole la mano,- Mi nombre es Samuel Goldsmith, Sam para los más cercanos-.
-Yo me llamo Demian Wivern, mucho gusto- responde haciendo lo mismo.
-Veo que conoces a Erick, el es mi prometido- exclama el peli rosado.
-Cuantas veces tengo que decirte que eso fue idea de nuestros padres, y que nunca he estado de acuerdo con esto- le dice el peli azul sonrojándose.
-Yo tampoco estoy muy feliz, pero es la voluntad de nuestros padres- Le recuerda Sam con descontento.
No comprendo- dice Demian con una gota en la cabeza.
-Después te explico, por ahora será mejor que vayamos a dejar nuestras cosas en el cuarto antes de que comience la ceremonia de bienvenida- dice el peli azul mirando a su prometido, quien ya estaba alejándose de ellos.
Durante el trayecto hacia los dormitorios, Demian veía a otros chicos y chicas con sus maletas flotantes, las cuales parecían estar cubiertas de oro, plata y diamantes, a diferencia de la de el que no era más que una mochila de cuero opaco y roída.
-¿Sucede algo?- le pregunta Erick.
-No, nada- responde haciéndose el desentendido.
-Seguramente estas nervioso, ya que es tu primer día en la academia- exclama Sam mirando de reojo al peli azul.
-Amigo no te preocupes, ya verás que con nuestra ayuda te acoplaras muy pronto a aquí- le dice rodeándolo con el brazo por el cuello.
-Querrás decir con tu ayuda, después de todo es tu amigo- le dice el peli rosa con arrogancia.- Nos vemos en la ceremonia- añade acelerando el paso.
-Ese chico…nunca va a cambiar- dice el peli azul mirando con furia en la dirección en que se había ido Samuel.
-El tiene razón, después de todo hace poco que los conozco…-
-No me compares con el- le interrumpe el peli azul.-Desde que te conocí te he empezado a considerar mi amigo y es por eso que voy a ayudarte en todo lo que pueda de aquí en adelante, juremos que a partir de hoy estaremos siempre unidos y nos ayudaremos cuando lo necesitemos – agrega sonriéndole mientras le extendía la mano, la cual es correspondida por Demian quien asiente también con una sonrisa.
Después de dejar su equipaje en la habitación, la cual gracias a su gran espacio constaba de dos camas con su respetivo nochero, dos armarios, dos escritorios con sus respectivas sillas y un baño; los jóvenes se dirigen a una gran construcción hecha de mármol tallado con una bóveda hecha de lapislázuli cubriendo el interior, en el cual habían cientos de sillas en madera de cedro y acojinadas con seda, enormes ventanales que dejaban filtrar los rayos del sol y un escenario también en madera en cual habían unas personas conversando y mirando que todos los estudiantes estuvieran tomando asiento.
-¡Increíble!, este lugar es impresionante- exclama Demian mirando hacia todos lados.
-Es conocido como el "tesoro del mar" por todos los de la academia- dice Erick mirando hacia el techo.-Se le conoce así porque todo el sitio desde el cielo parece que estuviera cubierto por las aguas del mar, gracias al lapislázuli que le da ese mágico efecto-.
-Es algo fantástico- dice Demian mirando hacia el techo también.
-Y esta es solo una de las maravillas que posee Rosencreous, mañana conocerás otras, ya lo veras- le dice el peli azul guiñándole el ojo.
-Oigan chicos, por aquí- les grita Samuel desde una de las sillas cercanas al escenario.-Les guarde unos puestos- añade sonriéndoles.
Los jóvenes se acercan a él para inmediatamente tomar asiento, Demian al lado de Sam y Erick al lado del peli café.
-Por qué haces esto, si hace un momento nos trataste como si no valiéramos nada- le recrimina el peli azul.
-Es solo una forma de disculparme por mi comportamiento, antes de venir para la academia tuve una discusión con mi padre y todavía me encontraba algo molesto, pero eso no significaba que debía desahogarme con ustedes, en especial contigo Demian que eres nuevo aquí- explica el peli rosa disculpándose.
-¡Oye!, no te preocupes, te entiendo- le responde con una sonrisa.
-No me digas que otra vez fue…-.
-Así es, y por favor Erick no quiero hablar más de eso- exclama mirándolo con reproche a los ojos.
-De que estarán hablando- se pregunta el peli café en su mente.
Después que todos los chicos y chicas tomaran asiento, una mujer se levanta de su silla sobre el escenario y se acerca al micrófono.
-Bienvenidos a un nuevo año, en el que espero siga prevaleciendo el alto nivel que caracteriza a la academia Rosencreus, y que su comportamiento sea impecable. Para los de primer año mi nombre es Zei Straus y soy la directora de esta institución, les deseo la mejor de las suertes a todos- dice la mujer de cabello negro recogido, piel blanca y ojos verdes oscuros.- Ahora el Presidente del consejo de estudiantes Alexander Longdsville dirá algunas palabras- agrega mirando hacia el lado izquierdo.
Gritos por parte de las chicas y silbidos por parte de los hombres comienzan a escucharse por todo el tesoro del mar, al aparecer un chico de largo cabello verde al igual que sus ojos, un rostro de facciones andróginas que era adornado con un pequeño lunar al lado de la boca.
-Quiero darles de nuevo la bienvenida a todos, es un placer para mí verlos otra vez y espero que este nuevo año sea…-
-Oye Demian qué opinas de nuestro presidente- le pregunta Erick volteando a mirar a su amigo.
-Me parece que es un chico común y corriente- le responde mirando detenidamente al peli verde.
-En primer lugar nosotros somos los corrientes comparados con él, su padre es uno de los hombres más poderosos y adinerados de Thinhallan, su belleza y atractivo son incomparables, es el mejor de la academia en el uso de armas de fuego y…-.
-No sigas, ya entendí- le interrumpe el peli café con una gota en la cabeza.
-A mi no me parece la gran cosa- dice Samuel con indiferencia.
-Eso lo dices por celos, pero bien sabes que el año pasado cuando estábamos en la clase de pociones y magia de apoyo, te ayudó con el ensayo sobre las plantas Kish- le recuerda esbozando una sonrisa.
-Eso fue porque…porque había olvidado mis apuntes en el cuarto- responde con un rubor en las mejillas.
-Sigue buscando una disculpa-.
-Esto…creo que mejor guardamos silencio chicos- exclama Demian al ver como todos en el auditorio los miraban con incomodidad.
-Ustedes 3 suban por favor inmediatamente al escenario- dice la directora por el micrófono.
Demian, Erick y Samuel totalmente sonrojados de la vergüenza caminan hacia donde estaban los profesores y la directora, mientras escuchaban a los otros chicos cuchichiar y burlarse de ellos.
Una vez que llegan son recibidos por Orphen, el cual mira a Demian con una sonrisa.
-¿Quienes son ustedes?- les pregunta Zei con dureza.
-Ellos son Erick Liechtenstein y Samuel Goldsmith estudiantes de 4 año- responde Orphen señalando a cada uno de los mencionados.
-¿Y este jovencito?- pregunta mirando de reojo al moreno, el cual deseaba que se lo tragara la tierra.
-Su nombre es Demian Wivern y es el estudiante que se gano una beca de Rosencreus- responde esbozando una sonrisa. En ese mismo momento nuevos cuchicheos por parte de los estudiantes y ahora de los profesores comienzan a escucharse, incomodando más a Demian.
-Así que tu eres el chico que se gano la beca, felicitaciones- exclama Alex sonriéndole, provocando que el joven se sonrojara un poco.
-Muchas gracias- responde totalmente apenado.
-Mi nombre es Alexander Longdsville y soy el presidente del consejo de estudiantes, pero puedes decirme solamente Alex-.
-Mucho gusto…Alex-.
-Así que el es el hijo de Wenson y Elena- exclama un hombre de largo cabello gris y mirada seria y autoritaria.
-Es igual a ella, aunque en personalidad se parece un poco a su padre cuando era joven, no crees Gwendall?- dice una mujer muy hermosa de largo cabello rubio vestida de una túnica roja y un pequeño lente de vidrio en el ojo izquierdo.
-No sabría decirte Katherina, aunque él fue mi amigo no me fijaba en esos detalles…solo espero que sea más serio y listo que su padre durante las clases-.
-Tienes razón, recuerdo que el profesor Kraden sufría de dolores de cabeza constantemente gracias a Wenson- dice la mujer esbozando una sonrisa, mientras contemplaba al joven que parecía de piedra.
-Elena era la única que lo hacía comportarse como debía…sigo sin entender cómo fue que cambiaron tan drásticamente las cosas-.
-Yo también me lo he preguntado, pero Elena nunca me lo dijo, y éramos las mejores amigas, casi hermanas- dice Katherina cambiando su semblante a uno melancólico.
-Muchachos, les molestaría compartir con los demás de lo que estaban hablando, que parecía ser más importante que escuchar el discurso del presidente de los estudiantes?-dice Zei mirando fijamente a Demian.
-Pues yo…-.
-Nosotros simplemente le estábamos hablando sobre la academia, ¿cierto Sam?- exclama Erick con una gran sonrisa.
-¿Qué?...a si, eso era directora- responde el peli rosa.
-Muy bien, pueden regresar a sus lugares pero no quiero que se repita- les advierte alzando la voz para que los demás estudiante no siguieran el ejemplo.
-Con permiso Directora, presidente- dicen los 2 chicos al unísono haciendo una reverencia.
-Con su permiso…directora, permiso Alex…quiero decir presidente- dice Demian sonrojado al ver de cerca el rostro del peli verde.
-Adiós Demian, espero volver a verte- dice Alex en un susurro mientras veía como el chico bajaba del escenario.
Ahora ya podemos continuar Alex-dice la directora sacando de sus pensamientos al peli verde.- Comienza a recitar el reglamento de la escuela-.
-Si directora- responde suspirando para después seguir con la programación del evento.
-Finalmente termino la ceremonia, aun no puedo creer que los alumnos más antiguos tengamos que aguantarnos la misma charla cada año- dice Erick tirándose boca arriba sobre su cama.
-Pero supongo que estás acostumbrado- exclama Demian quitándose la chaqueta y luego sentándose en la suya.
Es verdad pero, a lo que no estoy acostumbrado es que me llamen la atención delante de toda la academia-.
-Yo…lo siento…fue mi culpa…muchas gracias por eso…-.
-¿De hacernos los responsables?, para eso son los amigos- dice el peli azul sonriéndole al otro chico.
-Erick, de ahora en adelante puedes contar conmigo para lo que sea, yo siempre estaré ahí para ayudarte- le dice Demian con determinación.
-Lo mismo va para ti- responde sentándose en la cama.- Prometámoslo- exclama alzando su antebrazo con el puño cerrado.
-Lo prometo- dice Demian haciendo lo mismo con el suyo. Los 2 chicos forman una x al juntar sus antebrazos en señal de amistad y lealtad.
-Yo también lo prometo…y ahora descansemos hasta la hora de la cena- dice acostándose de nuevo mientras que Demian veía su puño con una sonrisa.
El cuartel general de la guardia real de su majestad llamados los cruzados de la corona, se encontraba a 3 kilómetros del palacio de Tracia; es en ese lugar donde día a día se reúnen los altos rangos de la fuerza militar de thinhallan para tratar todo lo referente sobre la seguridad que se lleva en las ciudades, pueblos e incluso en el castillo; es allí donde las denuncias, de robos, asesinatos, secuestros, entre otros problemas que aquejan a la población, los cuales son reportados para que se les haga la debida investigación y posteriormente la solución.
El complejo está constituido por varios corredores adornados con cuadros de antiguos generales y con banderas rojas en las cuales se podía ver el escudo de armas, un dragón dorado de dos cabezas, este también se encontraba en las oficinas, los dormitorios para los soldados, la cafetería y los enormes hangares donde se guardaban las armas mágicas de largo alcance como pistolas, revólveres, escopetas; espadas muy filosas; grandes aeronaves y los NX, que son robots equipados con una fuerte armadura y armamento peligroso, estos solo eran utilizados cuando la situación lo ameritaba.
Un soldado que caminaba rápidamente por los corredores ve como un hombre salía de su oficina y se disponía a seguir su camino, por lo que el joven aumenta la velocidad para alcanzarlo.
-Comandante espere un momento- le grita el chico que lucía un uniforme de color verde, una boina del mismo color y un cinturón negro donde cargaba su revólver.
-Que sucede soldado- le pregunta el hombre que no parecía tener más de 23 años, cabello rubio corto, ojos amarillos, un rostro que mostraba autoridad y elegancia, y un cuerpo musculoso. Su uniforme era igual al del joven solo que de color rojo y lleno de medallas, en lugar de un arma llevaba una espada con empuñadura de marfil y decorada con esmeraldas y rubíes. – Parece que hubiera visto un fantasma-.
- Comandante Longdsville, lo que pasa es que tengo que darle esto- dice el soldado sacando de su bolsillo un sobre blanco. –La encontré mientras hacía mis rondas-.
-Buen trabajo soldado, puede regresar a su puesto- le dice Rider con tono autoritario mientras veía con detenimiento el sobre.
-Con su permiso, me retiro señor- dice el joven haciendo el saludo militar.
-Es muy extraño, quien podría haber dejado un sobre a estas horas de la noche sin que nadie se diera cuenta… como violaron la seguridad de la base que es una de las mas custodiadas del reino y además…- pensaba Rider, cuando abrió el sobre lo primero que vio en la hoja fue el dibujo de un cuervo negro sobre una corona, lo cual hiso que un escalofrió recorriera su columna.- Esto es…-mientras leía el contenido sus ojos mostraban consternación y sorpresa. –Necesito hablar con su majestad inmediatamente- exclama corriendo hacia la salida para luego montarse en una windreaper, la cual es una motocicleta que solo podía volar por los aires con ayuda de la magia de su piloto.
-Señor, a donde se dirige- le pregunta el soldado que le había dado el sobre.
-Lo siento soldado pero, esto es un asunto extra oficial- le responde perdiéndose entre las nubes