[ Volumen Uno : Capítulo Tres. ]
Los días para Ruler ahora eran un poco solitarios y grises, desde que su pequeño hermanito había nacido, la atención de sus padres había estado en él.
Lilia había intentado animarlo e intentar jugar con él, pero aún así nunca había sido lo mismo para él, su padre estaba enfocado en entrenar con la espada, según él, tenía que hacerse más fuerte para poder proteger a la familia Greyrat.
Su madre por otra parte, siempre estaba atento a su hermanito llamado Ludeus Greyrat, según lo que Lilia le había contado, no había llorado cuando nació, por lo que su madre siempre estaba al tanto de su salud o de un posible problema.
Pero a los ojos de Ruler, su hermano era un poco raro, siempre mirará hacia los pechos de su madre o Lilia, incluso cuando lo cargaban y le ayudarán a eructar siempre hacia una expresión extraña.
Le daba escalofríos el solo recordar aquella expresión, aún recuerda que incluso vio a Lilia decir y hacer cosas extrañas dentro de su habitación.
El día de hoy, como es costumbre para él, estaba preparando sus cosas para poder ayudar a los niños más pequeños y grandes en el pueblo, era una actividad que se le había ocurrido y por consecuencia contado a sus padres, ambos le contaron a los varios padres de los niños y estuvieron de acuerdo con que sus hijos asistieran a las actividades.
Con sus varios libros en mano junto con un bolso en su espalda con sus plumas y varios utensilios que le ayudan en sus actividades, se acercó a su madre la cual estaba cargando a Rudeus.
-Madre, ya estoy listo para ir al pueblo.
Ruler tenía una gran sonrisa, sabía que su madre no podía perderse esta actividad, siempre lo había acompañado y apoyado.
-Lo siento Ruler, tu hermano está por comer y luego tengo que ayudarlo a digerir la comida, pero no te preocupes, Lilia te acompañará hoy en mi lugar.
La sonrisa de Ruler se desvaneció y la desgana se pudo ver en su rostro, aunque Zenith no se dio cuenta al estar de espaldas y dando pecho a Ludeus.
-Entiendo madre, por favor, sigue esforzándote en cuidar de Ludeus.
Con la cabeza gacha y su ánimo por los suelos, Ruler salió de la casa y vio a Lilia la cual lo estaba esperando.
-Saludos Joven maestro Ruler, espero no sea un inconveniente que sea yo la que lo lleve.
Ruler forzó una sonrisa mientras levantaba la cabeza con la barbilla en alto.
-Lilia no es una molestia, el día de hoy verás cómo Ruler dará sus clases.
Lilia miró detenidamente la expresión de Ruler, viendo como la sonrisa temblaba al estar forzandola, solo sonrió y asintió.
Mientras ambos caminaban por el sendero el cual los dirigía al pueblo, muchos aldeanos los cuales estaban cuidando sus cultivos saludaron a Ruler.
El mencionado sabía que Lilia tenía poco tiempo de haber llegado al pueblo, por lo que siempre se detenía para poder presentarla y que ambas partes pudieran conocerse.
Esto hizo que Ruler dejará de estar triste y pasó a hablar mientras le señalaba Lilia a las distintas personas que conocía y cuáles eran sus profesiones.
Cuando llegaron a la plaza del pueblo, Ruler se paró sobre unas cuantas cajas mientras miraba a los distintos niños sentados frente a él en sus respectivos asientos junto con varios libros y plumas.
-Lilia, ¿Puedes ayudarme con mis clases?.
Ruler viendo como habían más niños que la última vez, sabía que no podía estar al tanto de todos, por lo que le pidió ayuda a Lilia.
-Joven maestro Ruler, en que le ayudó.
Lilia miró con confusión como Ruler sacó una una gran tabla en blanco y la puso frente a todos.
-No es Joven maestro Lilia, es sensei, recordarlo.
Ruler levantó el dedo y lo movió mientras al mismo tiempo negaba con la cabeza.
-Necesito que repartes estas hojas a todos los niños mientras le das estos papelitos en los cuales están escritos varios números, yo me encargaré del resto.
-Como usted diga Sensei.
Lilia vio como Ruler se estremeció cuando lo llamó Sensei, sonrió con malicia al saber como podría molestarlo en el futuro.
Cuando terminó de repartir las hojas y los diferentes papelitos con los números escritos, se sentó junto al banco de Ruler en el cual observó con curiosidad la clase dada por Ruler.
Vio como escribía en la gran pizarra en blanco, nombrada por Ruler, en ella escribió varios problemas de matemáticas mientras pasaba al frente a los varios niños los cuales llamaba con el número escrito en el papelito.
El rostro serio de Ruler y los demás niños le hacían querer abrazarlos, pero también vio como un general daba su plan de guerra y sus caballeros prestaron suma atención.
Una rara pero adecuada comparación si se le miraba desde un punto de vista diferente.
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Las horas pasaron y las clases de Ruler habían terminado, ahora ambos se dirigían de regreso a la residencia Greyrat.
Lilia miraba como Ruler asentía en algunas ocasiones mientras murmuraba algo como
"esto será para la próxima" "esto es muy avanzado" cosas similares con su mirada sería pero a la vez bonita
Lilia sonrío al ver esto pensó para sí misma
-No es tan mala una vida en el campo.
[ Volumen Uno : Capítulo 4 ]
Tres años habían pasado desde aquel momento.
Lilia seguía acompañando a Ruler a sus clases mientras lo ayudaba cuando le pedía su ayuda, esto hizo que su relación fuera más cercana.
La poca atención que Ruler recibía de sus padres se había esfumado cuando Ludeus aprendió a gatear, siempre estaban buscándolo o cuidando que no intentará subir al segundo nivel de la casa.
Pensó que no debería ponerse a pensar en eso, comprendía que cuidar de un bebé podría ser complicado, Lilia le había contado cuán agotador o estresante puede ser tal tarea.
Se preguntaba si le había causado demasiados dolores de cabeza a sus padres cuando eran un bebé, o si había sido un bebé tranquilo.
El día de hoy, Ruler estaba sonriendo en todo momento, era una fecha muy importante para él y no podía estar triste pensando en esas cosas.
El día de hoy era su cumpleaños número cinco y como era costumbre, se tenía que celebrar.
Ruler y sus padres estaban comiendo en la mesa, Lilia estaba caminando por la casa mientras limpiaba los muebles con trapos.
Ruler estaba prácticamente tragándose su comida de lo impaciente que estaba, ya estaba pensando en los regalos y la deliciosa comida que harán en la noche por su fiesta de cumpleaños.
¡¡BOOOMM!!
Todos pudieron escuchar una explosión en el segundo nivel de la casa.
Paul y Zenith corrieron por las escaleras en dirección de la explosión mientras eran seguidos por Ruler y Lilia detrás de él.
Cuando llegaron al ático, vinieron un gran hoyo en donde debería estar la pared, y frente a él estaba Ludeus el cual lo miraba con estupidez.
-¿¡¡Qué ha ocurrido!!?...Guah…
Paul el cual fue el primero en entrar gritó al ver el gran hoyo en la pared
-Esto...Oye, que.... Ludy, ¿estás bien...?
Paul preguntó por el estado de su hijo cuando se recuperó de su shock inicial
Pocos segundos después, entró Zenith al cobertizo y miró con detenimiento toda la escena, no parecía asustada o alterada como en el caso de Paul el cual estaba murmurando cuánto tendría que gastar en reparar el gran agujero.
-Eh…?
La mirada de Zenith se dirigió al libro frente a Ludeus, o mejor dicho a la página en dicho libro la cual estaba mojada.
Su mirada cambiaba entre el libro y Ludeus unas cuantas veces hasta que hizo su pregunta.
-Ludy, ¿Seguiste las instrucciones escritas en el libro y las leíste en voz alta?.
Ludeus sabía que estaba en problemas, por lo que agachó la mirada y…
-Lo siento.
Una disculpa salió de sus labios, sin embargo, Zenith no puso mucha atención, su vista seguía cambiando entre Ludeus y el libro.
Paul, por su parte, se acercó para mirar lo que estaba mirando Zenith, cuando lo vio, sus ojos se abrieron abrieron estado de Shock.
-Eh, Zenith, que eso no es de nivel Intermedio.
Su estúpida pregunta pareció sacar a Zenith de su aturdimiento y saltó mientras abrazaba a Paul.
-¡Kyaaa! ¡¡cariño, nuestro hijo es un verdadero genio!!.
Zenith estaba sonriendo de oreja a oreja mientras besaba la cara de Paul.
-¡¡Rápido!!, ¡¡Tenemos que ir a solicitar un tutor ahora mismo!!, ¡¡Este niño se convertirá en un excelente mago!!.
Paul todavía mostraba preocupación mientras que Zenith no cabía en sí de gozo, entusiasmada porque Ludeus podía usar magia.
-¡¡Vamos a Ranoa, publicaremos una solicitud de empleo!!, ¡¡El talento de Ludeus debe ser debidamente cultivado!!.
La emoción de Zenith mientras gritaba que su hijo era un genio no terminaba.
-¡Cálmate!, no habíamos decidido que dejaríamos que Ruler estudiara mientras que yo le enseñaría sobre el manejo de la espada a Ludeus.
-¡¡Pero ha conjurado hechizos de nivel Intermedio a su edad!! ¡¡Si empieza a entrenar desde ya se convertirá en un mago importante y con renombre!!.
La palabras insistentes de Zenith hicieron suspirar a Paul pero antes de que pudieran hablar una tercera voz habló
-Dejadle que aprenda magia por la mañana y el uso de la espada después de comer así no habría problema, ¿qué os parece?.
Todos estuvieron de acuerdo y salieron del cuarto sin ver a un Ruler el cual estaba sollozando mientras tenía el libro que había escrito él mismo en sus manos, mojado.
Su primer libro había sido víctima de la magia de Ludeus y ahora se había arruinado
Mientras sollozaba se levantó de su lugar y se fue a su cuarto donde celebró su cumpleaños solo.
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Zenith y Paul acordaron contratar a un profesor particular el cual le enseñaría magia a Ludeus.
Ruler se encontraba en la cocina mientras ayudaba a Lilia y hablaban entre risas.
O eso fue hasta que Ruler hizo una pregunta que tomó por sorpresa a Lilia y al mismo tiempo la preocupó.
-Lilia, Crees que soy genial.
Lilia la cual estaba cortando las verduras se detuvo por unos segundos, se limpió las manos con un trapo y puso su mano en la mejilla de Ruler.
-Claro que lo eres, Ruler Greyrat es el más genial, ayuda a los niños, me ayuda, incluso ayudas a los demos, para mi, eres muy gentil y amable.
Ruler cerró los ojos mientras frotaba su mejilla con la palma de Lilia y sonrió cuando escuchó sus palabras pero un toque en su frente hizo que abriera los ojos viendo a Lilia preparando jugo.
-La maestra del Joven amo ya está aquí, será mejor que lleves esto al patio y se los des.
Frunciendo el ceño, Ruler resopló mostrando su enfado.
-No soy un mesero, además, madre los vendrá a traer.
Y como si sus palabras predijeran las cosas Zenith entró saludando a ambos y se llevó las bebidas.
Ruler miró a Lilia como si estuviera diciendo.
"Te lo dije".
Lilia hizo un puchero y volvió su mirada a otro lado.
Con sus pequeñas manos agarró ambas mejillas de Lilia y hablo.
-Lilia, quiero que cuando sea grande te cases conmigo ".
El puchero de Lilia desapareció mientras miraba a Ruler y sonrío.
-Entiendo, si no cambias de parecer dentro de 10 años, podemos volver a discutirlo.
-Pero es mucho tiempo.
Un puchero casi inexistente se formó en las mejillas de Ruler.
-Los hombres no hacen pucheros.
Fue su pensamiento pero el pensamiento de Lilia era otra cosa.
"¡¡Kyaa!! ¡¡Tan lindo!!"
A su forma de ver Ruler era lindo, muy lindo, por lo que lo abrazó contra su pecho mientras daba vueltas en el mismo lugar.
La relación entre Ruler y Lilia era sin duda fuerte, logrando que aquella sirvienta la cual siempre mantenía una Poker face actuará como una adolescente era un gran logro.
Ruler abrazo a Lilia con cariño mientras deja escapar sus pensamientos.
-Gracias por estar siempre conmigo Lilia.
Cuatro meses después.
En estos cuatro meses muchas cosas habían cambiado, la relación de Ruler con sus padres se rompió debido a que Ruler siempre peleaba con Ludeus y salía lastimado, eso hizo que una brecha se hiciera entre padres e hijo, Lilia al ver esto le pido a Ruler que durmiera con ella ya que siempre lo escuchaba llorando en la noche.
En cuanto a la relación de Ruler con la maestra de Ludeus la cual se llama.
Roxy Migurdia.
Su relación es buena, debido a que ambos pueden hablar de temas serios sin que uno la esté acosando sexualmente, también es su maestra en magia, aunque este último no es muy frecuente, su magia solo llegó al nivel intermedio.
Esto sin embargó no hizo que su relación fuera menos, debido a que su magia solo es nivel intermedio creó muchos hechizos diferentes y poder darle pelea a un mago clase avanzada.
Esto se ganó el respeto y admiración de Roxy.
Pero el día de hoy pasó algo.
Era tarde en la noche.
Ruler salió a caminar un rato como lo hace siempre que está aburrido.
Mientras caminaba sin poner atención llegó frente a una puerta la cual estaba levemente iluminada, con curiosidad se acercó abriendo la puerta y lo que vio dentro lo dejo sin habla.
Frente a él estaba Roxy desnuda,bañándose.
Los dos se miraron por unos segundos sin saber qué hacer.
Ruler comenzó a dar pasos hacia atrás y susurrando.
-Lo siento, no ví nada.
Cerró la puerta y vio que entre las sombras un par de ojos lo miraban.
Frunció el ceño y se fue.
Sabía bien quién era pero no le podía importar menos.
Llegó a su cuarto donde vio a Lilia durmiendo con baba cayendo por una de sus mejillas.
Sonrío al ver esto y se acostó a su lado donde un rato después sintió como Lilia lo abrazó en su cálido pecho.