"¿Qué es interesante?", Aureus se esforzó por preguntar, la sensación de vacío ascendió a niveles locos en el momento en que poso sus ojos en esta goblin, casi no podía controlarse, ya estaba usando gran parte de sí voluntad para realizar esta sencilla pregunta.
[Nunca espere ver estas cosas en un sitio así, realmente tienes una flor en el culo]
Critus suspiro con resignación ante la maravillosa e indescriptible fortuna de su infantil anfitrión, incluso empezó a pensar que la fortuna es un poder de su raza, no es algo imposible considerando que es una raza eterna.
[No puedo creer que te hayas encontrado con un progenitor goblin]
"¿Uhmm?", un gruñido confuso provino del joven a medida que la sensación de vacío comenzó a abrumar su mente fuerte.
[Te lo explico luego, atrapa a la chica, vamos a recuperar lo que es tuyo por derecho]
"¡Artemis!", Aureus ni siquiera se meto en hablar, transmitío su intención espiritualmente en un instante, comunicándole al poderoso fénix hembra las órdenes de su todopoderoso maestro.
"¡BOOM!"
Un aura aterradora abrumadora la sucia cueva, congelando en sí lugar a todos los goblins que osaron salir de sus viviendas de piedra.
La reina goblin que había estada sentada en su trono con arrogancia prácticamente se paralizó mientras miraba al par de monstruos con forma humana, sintió el impulso de arrodillarse ante las fuertes criaturas, pero su seductor cuerpo ni siquiera podía moverse al enfrentar la supresión absoluta en su cuerpo y alma.
La visión de la reina se desdibujó, un segundo después, se encontraba inexplicablemente arrodillada frente al joven de cabello blanco.
No sabía por qué estaba así, ni como había llegado frente al joven, pero una cosa es segura, en el momento en el que se arrodilló, todo su cuerpo se relajó y se sintió inmensamente aliviada, incluso una ola de placer fugaz atravesó su cuerpo sexy, como si fuera motivo de orgullo tener el honor de arrodillarse frente al ser que la estaba mirando desde arriba.
[Acercate y extiende tu alma, el resto ocurrirá de forma automática]
Aureus obedeció, dio un paso hacia adelante extendió silenciosamente su alma fragmentada, ni siquiera sabía como lo hizo fue un acto automático, originario de sus instintos más primarios.
Segundos después, una pequeña bola de luz dorada salió lentamente de la cabeza de la reina, en el instante en que salió al exterior, salió disparada y entro al pecho de Aureus como un trozo de metal atraído por un imán.
"¡BOOM!"
¡Fue como si explotará una supernova, como si un agujero negro hubiera alcanzado su masa crítica y hubiera estallado con toda la fuerza que el universo podía reunir!
¡Con un ruido ensordecedor, Aureus volvió a su forma original, el majestuoso gigante dorado mostró su supremacía al mundo frente a todas las criaturas que tuvieron el honor de contemplarlo!
¡Con un sonido de husos rompiéndose, un segundo par de alas doradas brotaron majestuosamente de la espalda del gigante, volviéndolo aún más majestuosos y divino!
¡Al mismo tiempo, el Aura de Aureus se disparo, no hubo ninguna barrera cuando su energía se elevó instantáneamente al nivel 5, su aura cubrió toda la montaña e incluso más allá, obligando a todas criatura viva a arrodillarse frente al poder supremo!
Pero esto no era el final.
Para nada.
No estaba ni cerca de terminar.
El nivel de Aureus siguió subiendo a un ritmo explosivo, pasando del nivel cinco al nivel seis sin ninguna resistencia, del nivel seis al nivel siete con una facilidad aún más absurda, del nivel siete al ocho con una facilidad que dejaría a todos los supuestos genios del mundo en vergüenza.
Solo se detuvo cuando alcanzó la cima del nivel ocho, en este momento, la apariencia de Aureus es bastante distinta a la anterior, su pelo blanco puro creció un poco, su altura creció un total de dos metros y un nuevo par de alas adicionales crecieron en su espalda, el progenitor se había acercado un poco a su verdadera apariencia, la apariencia con la que barrera el mundo y masacrar a esas asquerosas e inmundas deidades lo que es sentirse inferior e impotente, ser visto desde arriba mientras una profunda inferioridad los invadía como una enfermedad incurable.
Al mismo tiempo, en el continente dorado...
En la cima de la montaña sagrada, el santuario en el que nunca ningún ser más que los señores deben poner un pie, estaba ocurriendo un evento monumental.
Los silenciosos vórtices dorados que flotaban en la cima de repente se hicieron mucho más rápidos, al mismo tiempo que la concentración de la energía en el ligar llegaba a niveles aún más locos y se hacía visible a simple vista, las pequeñas figuras en posición fetal se estremecieron de alegría al sentir el cambio en su entorno perpetuamente estático.
En lo que era una tierra libre de vegetación durante milenios, pequeños brotes de plantas doradas empezaron a emerger, convirtiendo el entorno en un paraíso, la energía en este inviolable lugar seguía aumentando de forma lenta y constante, lo cual obviamente alertó a los habitantes del enorme paraíso escondido de las maldades del mundo.
Ninguno cuestiono el repentino aumento en la concentración de la energía, simplemente giraron sus cuerpos en dirección a la montaña suprema y divina y se inclinaron.
Los habitantes del continente dorado jamás adoraron a ningún dios, no sentían que ningún dios fuera digno de sus oraciones, tampoco trataron a sus señores como si fueran dioses, sería una falta de respeto tratar a tan supremas criaturas como a las deidades a las que los habitantes del exterior se han rebajado a servir.
Lo que hicieron, fue simplemente inclinarse, mostrar su respeto y sumisión ante sus maestros y señores fue la mayor bendición que puede disfrutar un habitante del enorme paraíso.
Ellos estaban felices y extáticos, podían sentir la felicidad de sus señores, la felicidad de sus señores es su propia felicidad, desde el momento en que sintieron esa alegría, sus mentes se llevaron de relajación y paz, como si todas las preocupaciones no tuvieran sentido en este momento.
Ese día, desconocido para muchos, un ser había dado el primer paso en una búsqueda de salvación y venganza, que lo llevara a enfrentarse a un enemigo que muchos consideran sagrado en inviolable.
¿Los dioses vencerán y continuarán su reinado en lo alto de los cielos, o serán aplastados por el surgimiento imparable de una fuerza emergente que se revelará al mundo como un diablo que sale del abismo, destrozados y exterminados como consecuencia de su propia arrogancia y estupidez?
Nadie sabe como avanzará el destino, pero una cosa es segura, la paz se a retirado fuera del escenario, dando pie a la guerra y abriendo el telón de una nueva función.