Las murallas que protegían aquel enorme reino se alzaban sobre ellos y en la entrada se veía una enorme cruz invertida que solo se enderezaba cuando aquellas enormes puertas de madera se abrían dispuestas a dejar entrar o salir a las tropas, no teniendo tiempo siquiera para un asedio, Colt detuvo su caballo y se bajó del mismo dirigiéndose a ellas, sus tropas cubrían sus espaldas; pero nadie los estaba atacando, incluso dudaban de que las torres de vigilancia se encontraran ocupadas. Las banderas rojas con el rostro de la cabra también se encontraban en la entrada ondeando con el viento. Mirando con ira aquel rostro de cabra, Colt, golpeó la puerta tirándola hacia debajo de un solo movimiento.
- Toc, toc- se mofó Colt desenvainando su espada con sus tropas adentrándose a la ciudad bajo un ademan de su brazo
En ese momento se encontraban en el sector más pobre del Reino: la isla de los plebeyos, compuesta por enormes edificaciones con carros abandonados y fogatas en los interiores de barriles, que los más desafortunados habían encendido en plena calle para pasar las oscuras noches de invierno, no parecía haber ningún tipo de resistencia en ese sector. Las tropas avanzaron con cautela teniendo a Colt a la cabeza quien observaba de forma atenta aquellas abandonadas calles llenas de negocios cerrados, mas autos abandonados cerca de fogatas dentro de barriles y edificios rotosos con algunas ventanas tapadas con tablas de madera.
- Vayan con cautela- les ordenó Colt sosteniendo su espada con fuerzas- ustedes saben que esos monstruos son muy buenos a la hora de planear las emboscadas
Una fuerte música sonó por medio de los altavoces y una siniestra voz los saludó en ese momento.
- Hola- fue lo primero que dijo aquella voz cuyo tono era serio y a la vez cómico- sean bienvenidos a mi hermoso reino, es un gusto volverte a ver Silia
¿Silia? ¿Acaso ese era su verdadero nombre y por qué esa voz le sonaba tan siniestramente familiar? Lo único que podía recordar en aquel sueño fue murmurar:
- Tú- con un rugido antes que gritó le espetó- ¡Da la cara maldito Cabrictus cobarde!
¿Quién era él y por qué le llamo Cabrictus? ¿Qué era un Cabrictus? Por motivos que desconocía, en sus sueños recordaba que aquel monstruo era en parte responsable de sus heridas, aunque en muchas oportunidades recordaba a otras personas ser quienes la marcaron ¿Eran personas en realidad? Lo único que recordaba era que tenían cuerpos humanos; pero, por algún motivo, sus rostros parecían ser de criaturas tentaculares en lugar de rostros de personas humanas.
- Oh Silia, Silia- rió aquella voz en su sueño- ¿Acaso te encuentras ciega, pequeña? ¡Mi rostro se encuentra por todas partes! Je, je, deberías hacerte ver tus lindos ojos azules preciosa, ya saben lo que dicen los médicos sobre como la vista se deteriora con el exceso de masturbación
- ¡Insolente!- exclamó en voz baja uno de los hombres de Colt ¿o era Silia su verdadero nombre
- ¡Voy a arrancarte las alas del mismo modo que tú lo hiciste conmigo!- rugió Colt en el sueño
¿Alas? ¿Acaso ella tuvo alas en el pasado? Posiblemente aquello ya no fuese un recuerdo sino un sueño como tantos otros que solía tener; pero… si era un simple sueño ¿entonces por qué razón se sentía tan real y vivido como si hubiese pasado de verdad, hace siglos atrás?
Teniendo en cuenta lo irreal que era toda aquella situación donde tenía armas y armaduras medievales; pero se encontraba en reinos futuristas con tecnología imposible de lograr, Colt solo comprendió que aquello era un sueño y decidió que siguiera con naturalidad sin ya cuestionarse nada porque todo lo que sucedía en él sería de naturaleza ridícula.
- Oh vamos pequeña, no fui yo quien lo hizo sino uno de esos aburridos Desuellamentes- con un tono de fingido enojo, aquella voz añadió- sabes, eres muy grosera y malagradecida conmigo, te dejo entrar a uno de mis reinos, te doy la bienvenida; pero tú me insultas y amenazas ni bien me vez, o escuchas en este caso, me cuesta mucho trabajo creer que seas alguien de la nobleza pequeñita
- ¡Al menos yo no me escondo detrás de tu hechicería, monarca cobarde!- lo confrontó Colt sintiéndose más furiosa que nunca- y cuando te encuentre me encargaré personalmente de terminar esta guerra ¡Al clavar mi espada en tu jodido corazón!
- Bueno, ya sabes lo que dicen de esta ciudad pequeña- rió el Rey Oscuro antes de terminar con su discurso de bienvenida- si puedes lograrlo aquí, entonces podrás lograrlo en todas partes
Sus carcajadas se oyeron a lo largo de todo el nuevo reino de York. Colt comprendió en ese momento que estaba gastando saliva, el Rey Oscuro no se encontraba en ese lugar; pero si él sabía que ella se encontraba allí entonces también sabría de su espía, las carcajadas se terminaron de forma abrupta y la música demoniaca que solía oír en sus reinos, algunos decían que sus súbditos lo llamaban Rock and Roll, se oyó con mayor fuerza. Bajando su cabeza, Colt, murmuró:
- Mierda
El sonido que emitían los pasos de las tropas enemigas le daba a entender que les superaban en números y aquello seria una masacre a menos que pensara en una rápida defensa lo más pronto posible.