CAPÍTULO 1- El perdedor se vuelve ganador.
La academia "Crisfeik".
Es una de las escuelas más importantes del país.
Los estudiantes aprenden a controlar su magia, su control con la espada y sus habilidades.
Y yo, Dreiko, soy el peor estudiante que tiene esta academia.
Mi ex novia, Grey, es una de las mejores estudiantes que ha tenido esta escuela.
Me hice pasar por un estudiante perdedor para saber si ella me dejaría por ser débil.
Gracias a los rumores que inventé, las personas intentan humillarme. Fufu. Patéticos.
Mientras caminaba por los pasillos de la escuela, podía escuchar insultos. "¿Por qué no abandona la academia?" "Asqueroso". "Patético". Bla, bla, bla. Los clásicos insultos. Me dan igual.
Estoy usando magia de transformación para parecer un chico de 16 años, pues no podré conseguir el amor verdadero con mi verdadera forma. Pero esta forma es la que tendría si creciera. No estoy robando la identidad de otra persona.
Nadie conoce el verdadero rostro del Rey Demonio porque siempre uso una máscara negra. Es muy útil para salir y estar entre humanos.
Entré a mi salón de clases... ¿En serio? Intento no reírme... ¡Debo resistir, no te rías!
¡¿Es en serio?!
¿Creen que rayando mi mesa y escribiendo mensajes de odio me van a humillar? Qué adorables son.
—... ¡Oh, es cierto!
Me paré en medio de la pizarra.
—¡Escuchen, si quieren ganarse un buen dinero, apuesten por mí, yo derrotaré a Sebastián!
Todos comenzaron a reír y sonreí.
—¡Qué buen chiste!
—¡Solo eres un perdedor!
—¡Solo en tus sueños ganarás!
Fufu. Este es el resultado que quería obtener.
—Bueno, yo se los advertí.
Cada año, la academia organiza un torneo para mostrar las habilidades de los estudiantes. Sebastián es el mejor estudiante de la academia, y yo tuve la buena suerte de ser su primer enemigo.
Ya estoy esperando que llegue el día.
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Me senté bajo un árbol y comencé a comer la comida que me preparó Rose.
Mmm... Creo que la felicitaré.
[Delicioso como siempre, Rose.]
Habilidad: [Comunicación de pensamientos]. Es una habilidad que me permite hablar con personas por medio de pensamientos. Es como si tuviera un teléfono celular en mi mente.
[¡Ah! ¡Amo! ¡Sus palabras son más de lo que merezco!]
[... ¿De nada?]
[Por cierto, amo, Grey comenzó a salir con Sebastián.]
[Vaya... Eso fue demasiado rápido... Definitivamente no era mi alma gemela... Aunque tenía un bonito trasero.]
[A-amo, ¿y mi trasero no es bonito?]
[Si no fuera bonito, no lo estuviera viendo siempre.]
[¡Qué pervertido eres, amo! Pero me encanta tu sinceridad.]
[Soy incapaz de mentirte, Rose. Te prometí nunca mentirte.]
[Entonces... Como ya terminó con ella, ¿podemos salir?]
[Es cierto... Claro, pero recuerda, te prometí que saldríamos por un año y después terminaríamos, para comenzar de nuevo con mi misión. La última vez que terminamos, seguiste metiéndote a mi cama y casi terminaba violado.]
[¡Perdón por ser adicta a ti, amo!]
Bueno... Grey está saliendo con Sebastián... ¡Perfecto!
¿Por qué no me siento triste? Porque esto ya estaba planeado.
Sebastián siempre coqueteaba con Grey. Era obvio que aprovecharía esta ocasión... Pero no permitiré que se acueste con ella.
[Rose, vigila a Sebastián. Si intenta tener sexo con ella, le cortas el pene.]
[¡Claro, amo!]
Grey puede ser una idiota, pero es una chica buena. No permitiré que sea profanada por un idiota... Aunque yo, que soy un idiota, ya la profané... ¡Seré el único idiota que la profane!
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El día llegó... Ah... Por fin. Esperé esto por un mes... Tuve que ver a Grey coqueteando y besándose con su nuevo novio... Me miraba con asco y me ignoraba... Qué idiota.
Pero hoy tendré mi "venganza".
—¡Los estudiantes están listos para pelear!
Estamos en un enorme coliseo y hay miles de personas aquí.
Las personas están apoyando a Sebastián y se burlan de mí... Fufu. Esto será divertido.
Sebastián también está hablando, aunque solo dice estupideces.
—¡Te arrepentirás por hacer sufrir a Grey!
Bla, bla, bla. Solo intenta verse como el bueno de la historia. El caballero que salvó a la princesa.
Conozco la verdadera naturaleza de Sebastián. Le encanta torturar a sus esclavos. En especial, le encanta escuchar los gritos de dolor de niñas pequeñas. Él solo las tortura, no las viola. Si las violaba, ya lo hubiera matado hace mucho. A él le dan asco los plebeyos... Me da asco.
—¡Perdedor!
—¡Enemigo de las mujeres!
—¡Acosador!
—¡Infiel!
—¡Solo muere, violador!
... Mierda. Creo que exageraron los rumores que inventé.
—¡¡Escuchen, idiotas!! ¡¡Yo nunca engañé a Grey!! ¡¡Yo nunca lastimaría a una mujer!!
Me quité la camisa y la lancé.
—¡¡Pero no importa lo que diga, solo seguirán creyendo rumores!! ¡¡Ya me cansé de ocultar mi verdadera fuerza!! ¡¡Yo mismo eliminaré esos rumores!! ¡¡Comencemos!!
Una campana sonó y dio inicio a la pelea.
Sebastián se apresuró a atacarme con su espada.
Intentó atacarme, pero atrapé sin problemas su espada con mi mano.
—¡¿Qué?!
Bostecé y destruí su espada con mi mano.
—¿Eso fue todo?
Le di un golpe en el estómago y tomé su cabeza con mi mano.
Su cabeza chocó contra el suelo, rompiéndose la nariz y algunos huesos extras.
Mmm... Debo humillarlo más.
Usando mis pies, le rompí los brazos y piernas.
Mmm... No es suficiente.
Levanté la mano y comencé a crear una gran esfera de fuego.
—¡E-este poder mágico...!
—¡Imposible!
—¡¿Por qué tiene ese poder mágico?!
—¡¿No se supone que es débil?!
¿Debería matarlo?
Creo que me expulsarían si lo hago.
Mmm... Lo dejaré vivo.
La esfera de fuego se volvió polvo y le di una patada al cuerpo de Sebastián.
—Ya se desmayó. Patético.
Comencé a flotar y me dirigí a las gradas.
—¡¿Magia de vuelo?!
—¡¿Puede controlar la magia de vuelo?!
Aterricé frente a Grey, que estaba asustada.
—¿Apostaste por mí, linda?
—¿Y-yo?
—¡Por supuesto! ¡Gané mucho dinero gracias a ti!
Le acaricié la cabeza a Rose.
—Perfecto. Vamos a comer algo.
Rose, que estaba sentada al lado de Grey, se levantó y me abrazó el brazo.
—¡Vamos!
Miré a Grey a los ojos.
—Lo repetiré de nuevo, yo nunca te engañé... Y perdón por casi matar a tu novio. No es mi culpa que sea tan débil... Y Rose es una chica que conocí después de terminar contigo. Adiós.
Me alejé de ella y sonreí.
Ah... Todo salió perfecto.
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Al día siguiente, entré a la academia y todos me estaban observando demasiado. Fufu. Era obvio.
Entré a mi salón de clases y me paré en medio de la pizarra.
—¿Me hicieron caso y apostaron por mí?- Dije sonriendo.
Una espada se dirigió hacia mí y la detuve con dos dedos.
—¡¿Qué?!
Se la lancé de nuevo y atravesó el pecho de un estudiante.
Su grito de dolor me emociona.
—Intentaste asesinarme. Ojo por ojo.
Me acerqué a él y le quité la espada.
Usé magia curativa para cerrar su herida.
—Listo. Deja de llorar.
—¡¿Magia curativa?!
—¡¿Cómo es posible que pueda usarla?!
—¡¿Quién eres?!
Sonreí y volteé a verlos.
—Soy Dreiko, el mismo de siempre.
Me encantan estas escenas, en donde el menospreciado es el más fuerte de todos.