Kurogane se nos adelantó y con su gran garra intentó arrancar la cabeza de Dimitri, pero a la sorpresa de todos este fue capaz de detener el ataque con su mano desnuda.
[¿¡Qué!? ¿Cómo lo hizo?]
[Est.. no es nad..]
Luego lo tomó del brazo y lanzó lejos como si fuera la cosa más liviana del mundo.
Su presencia es diferente... hasta su forma de hablar a cambiado. Su mirada está ida, ya no parece que fuera la misma persona con la que nos hemos estado enfrentado.
[A, Asriel, t, tengo miedo...]
María estiró una mano hacia mi, estaba temblando. Sus ojos estaban fijos en lo que sea que está frente a nosotros.
Intenté mantener la compostura y comencé a avanzar, sin embargo de un segundo a otro él desapareció sin dejar rastro.
[¿¡Eh!? ¿¡A dónde se fue!?]
Justo entonces sentí un fuerte dolor en mi pecho y el mundo comenzó a girar. Estaba volando por los aires hasta que finalmente caí al piso.
[¡Asriel!]
¿Qué pasó? ¿Se movió tan rápido que lo perdí de vista y me golpeó sin que me diera cuenta?
¿Cuanto poder a ganado? Ya no es el mismo hombre de antes... ¿puede si quiera considerarse humano? ¿Es por esto que fue expulsado de su tribu?
Siento el sabor de la sangre en mi boca.
[¡Ahhh!]
Levanté la cabeza al escuchar el grito y vi una silueta caer cerca mío a toda velocidad.
[¡María! ¿¡Estás bien!?]
[S, si... augh]
[¡No lo estás!]
[E, es solo un rasguño. Dame un momento y me curaré]
Ella concentró la luz de su arma en si misma y rápidamente sus heridas desaparecieron.
Realmente Dimitri fue tan veloz que no pude ver cuando cambió de posición y me golpeó. No solo eso, su aumento de fuerza es sorprendente.
Me levanté lentamente y di un paso adelante. Mis piernas me tiemblan, aunque debo intentar distraer su atención.
[Es inút..l resist..rs..]
Pero en ese instante una patada en mi cabeza me hizo perder el hilo de lo que estaba pensando. Parece que me lanzó contra una pared, el impacto fue tan fuerte que quedé estampado unos segundos hasta que la gravedad hizo que cayera de cabeza al suelo.
[¡Asriel resiste! ¡Ya voy!]
Ella vino corriendo hacia mi. El diamante en la punta de su arma se acercó a mi cara y un flujo de calor entró en mi ser. Lentamente los dolores abandonan mi cuerpo y empiezo a pensar con claridad otra vez.
En la lejanía escucho un rugido ensordecedor. Kurogane está peleando, pero no puedo ver con claridad todavía. Creo que intenta darnos tiempo para sanarnos.
[Maldi..a abominación... quédate qui..to par.. acabar contig..] escuché a Dimitri mientras continuaba la pelea.
Los fantasmas dentro de él siguen incrementando sus capacidades físicas, no se por cuanto más podrá contenerlo.
Maldición, a pesar de tener la ventaja numérica es capaz de enfrentarse a nosotros 3 sin problemas.
Si tan solo tuviera la defensa necesaria para aguantar sus golpes. Con mi destreza consigo esquivar sus ataques, mas mi cuerpo sigue siendo muy frágil, tan solo basta de un golpe mortal para acabar conmigo.
De no tener a María a mi lado para tratar mis heridas esto ya se hubiera acabado hace rato.
Repentinamente escucho un golpe, Kurogane está siendo golpeado por Dimitri, al mismo tiempo un sentimiento de frustración y dolor me invadió.
Una sensación parece llamarme, observo en su dirección y luego veo mi dedo meñique en mi guante. El brillo comienza a parpadear, es como si quisiera decirme algo.
Al concentrarme sentimientos afloran que no me pertenecen, vienen desde afuera.
¿Qué son estas emociones? ¿Acaso vienen de él? ¿El también se siente frustrado por no poder ganarle?
Jaja, somos iguales. Ambos nos lamentamos de lo que nos falta. El quiere mejorar y poder superar sus debilidades...
En ese instante lo vi.
Ahí estaba frente a mi, igual que las otras veces.
Mientras estaba desplomado en el suelo ahogándome en la desesperación, nuevamente un pequeño resplandecer me da las fuerzas para seguir.
Estiro mi mano hacia eso.
[¿Asriel? ¿Qué haces?]
María preguntó mientras seguía curándome, mas ignoro todos los sonidos que vienen y me concentro en alcanzarlo y sostenerlo fuerte.
El mundo se queda en silencio.
En mi mano ahora yace una piedrita de color familiar, un fragmento de esperanza. Este se desintegra lentamente y despierta algo en mi, esto es lo que necesitaba.
Al ponerme de pie Kurogane parece haberse dado cuenta, ya que eleva sus alas y se pone a volar.
[¿Y.. se rind..n?] exclama Dimitri.
No lo tomo en cuenta y contemplo como la sombra de mi dragón comienza a girar en círculos sobre mi.
[¿Asriel?] me pregunta ella preocupada.
[Retrocede María. Déjanos esto a nosotros]
[... ok]
Ella parece confundida, pero acepta y da unos pasos atrás.
Es el momento.
Levanto mi mano izquierda, este tiene ahora el dedo anular brillando.
[¡Union!]
Kurogane reacciona y desciende hasta mi. Este se transforma en un resplandor negro, una especie de polvo nebular que se apega a mi guante.
La oscuridad entra dentro de mi, empieza a expenderse rápidamente por mi cuerpo. A medida que lo hace una capa de negro va tiñendo cada parte de mi piel, se torna pesada y dura.
Siento como otra conciencia se solapa con la mía.
No puedo mantener el control... un poder desconocido se libera.
Da riendas sueltas devorando todo a su paso.