[¡Cuidado Asriel!]
Aun sin poder observar con claridad comprendí que ella se había interpuesto entre Dimitri y yo.
[¡María!]
¿Recibió el golpe por mi? No puede ser, por mi culpa ella...
Aunque el siguiente sonido que se sintió fue uno metálico que comenzó a resonar por los alrededores, tal cual como si 2 objetos chocaran uno con el otro. El calor de una luz familiar me ayudó a recuperar la vista poco a poco.
[Pequeña, no te entrometas]
[¡No te dejaré hacerle daño!]
Lo primero que conseguí divisar era que María había detenido el ataque con su collar. Este estaba flotando frente a ella emanando el brillo más fuerte que haya demostrado. Lentamente a medida que el resplandor incrementaba, su forma también lo hacía, llegando a triplicar su tamaño. Un ruido como de quiebre marcó el comienzo de un cambio.
Desde este diamante se manifestó un pilar que tomó forma solida, ella estiró su mano izquierda y la sostuvo, girando la punta hacia nuestro enemigo. Este recibió un corte en donde había sido tocado por ella. Al verse sorprendido, el viejo saltó atrás tomando una gran distancia de nosotros.
Recién ahí entendí lo que había pasado, su accesorio había evolucionado transformándose en una lanza de metro y medio de un color cian que podría decir que me tiene acostumbrado. La hoja tiene forma de diamante, similar al que ya había visto incontables veces colgando de su pecho al usar sus poderes curativos. ¿Cómo consiguió hacer eso?
[Asriel, ¡quédate quieto!]
Ella apuntó la punta de su nueva arma hacia mi. De esta emanó esa cálida luz que siempre ha curado mis heridas, sanando los leves rasguños en mi cuerpo.
Al confirmar que estaba bien me puse de pie.
[Eso es...] dije mirando fijamente lo que tenía en sus manos.
[No lo se. Cuando temía que te pudiera pasar algo, no pude quedarme sin hacer nada. Entonces una sensación dentro de mi me hizo avanzar y resultó en esto]
[Esa explicación no me convence mucho que digamos. Bueno, no importa. Dejemos la charla para después, de momento ayúdame a acabar con este tipo]
[¡Por supuesto! Eso es lo que pretendía desde un principio]
Ella puso su lanza al lado de mi katana.
Se nota que María está feliz de poder estar de pie junto a mi, tal vez es esto lo que la llevó a desbloquear este nuevo potencial. Por primera vez pelearemos juntos para protegernos el uno al otro. Ahora podrá poner sus semanas de entrenamiento a prueba.
Se que lo hará bien, y en cualquier caso estoy yo para apoyarla.
[Ustedes... ¿osan resistirse a su inevitable destino?] nos preguntó Dimitri.
Los 2 nos miramos y asentimos con la cabeza al unisono.
[Veamos si puedes mantener el ritmo María]
[¡Esa es mi frase Asriel!]
Ya no se necesitan más palabras.
Ambos nos abalanzamos hacia él para dar comienzo a nuestra batalla.