Antes de los eventos del día del Apocalipsis nunca había sostenido una espada en mis manos, por lo cual no puedo decir que posea alguna experiencia en lo que se llama el arte de ser un "espadachín".
Eso no me molestaba en lo absoluto, ya que la gran mayoría de mis oponentes han sido bestias con el puro instinto de matar lo que esté frente a ellos de la manera más rápida y efectiva. Fuera de ese invasor anormal en aquel lugar donde conocí a María, todos los demás cayeron rápidamente luego de probar el filo de mi espada.
Por otra parte, de los pocos humanos con los que me he enfrentado hasta el momento solo 2 enfrentamientos destacan en mis recuerdos.
Aquella pelea contra Victor la gané por un golpe de suerte, si no se hubiera acobardado y dependido de su escudo que supuestamente lo defendía de todo, otro podría haber sido el resultado.
Y en el caso de Lavos, no fui capaz de cortar la piel de Kurogane, por lo que decí desistir de intentarlo y tomar el enfoque evasivo de mi guante esperando lo mejor.
A pesar de que esas victorias fueron obra de la casualidad, no las tomé en consideración y continué con mi vida como si nada.
Pero ahora...
Tenemos la ventaja de ser 2 contra 1, no obstante Dimitri logra bloquear nuestros ataques con una agilidad sobrehumana.
No, eso no es correcto. Intento desesperadamente golpearlo aunque sea rasgar la túnica que lleva puesta, sin embargo por más que mueva mi katana no consigo siguiera tocarlo.
¿Así es cómo se siente enfrentarse a mi cuando tengo activa mi habilidad de destreza? ¿Acaso esos tatuajes en sus extremidades le han otorgado esa velocidad?
María por su parte realiza movimientos simples y precisos, pero cada uno es bloqueado por algún cuchillo u extraño objeto que saca debajo de su manga. Lo importante es que estos conectan, cosa que los míos no.
¿Cuando fue que ella se hizo tan fuerte? ¿Puede que al ser esa un manifestación de su alma pueda controlar su lanza naturalmente como una extensión de su cuerpo? ¿Fue gracias a nuestras cesiones de entrenamiento que haya ganado tal experiencia en combate, o realmente es fruto de sus dones innatos?
Lavos mencionó que nuestros poderes de Spiritist podrían evolucionar, nunca esperé contemplar eso tan pronto...
[¡Asriel cuidado!]
Al estar distraído, una de las gemas de Dimitri me golpea en el hombro y hace una leve explosión.
[Augh, ¡me descuidé!]
Con mi mano izquierda apago el fuego, por suerte no fue tan fuerte y solo me quemó un poco la piel.
María da un paso adelante e intenta enterrar su lanza en el pecho de nuestro enemigo, a lo que el retrocede esquivándolo. En vez de perseguirlo ella se acerca hacia mi.
[¿¡Estás bien?!] dice liberando una luz cálida desde la punta de su arma hasta mi herida, la cual se sana a los pocos segundos.
¿En qué estoy pensando? Este no es el momento para divagar en esas cosas, empiezo a sonar como si estuviera celoso de ella.
Mi incompetencia también está estorbando con sus hazañas, debo concentrarme en como ser de utilidad en esta pelea.
No queda de otra.
Decido guardar mi katana en la funda y hacerla desvanecer, después materializo mi guante.
[Sigue presionando de esa manera María. Yo te cubriré]
[E, ¡entendido!]
Voy corriendo adelante mientras ella me sigue por detrás.
[¿Abandonas tu arma? Me estás subestimando, ¿acaso crees que tendrás alguna oportunidad?] dijo Dimitri e inmediatamente aprovechó la oportunidad para atacarme con uno de sus raros utensilios.
A pesar del rango de ataque que he perdido la nueva destreza que poseo ahora lo compensa con creces. Fue extremadamente fácil esquivar el golpe y sujetar su mano.
[¿¡Pero qué-!?]
[¿Qué decías?]
María no perdió ni un segundo y con su lanza atravesó el brazo de Dimitri, rápidamente él se sacudió alejándose.
En su rostro se podía reflejar el asombro y confusión de no saber que acababa de suceder. A decir verdad yo también me encuentro algo sorprendido de lo rápido que ella fue capaz de reaccionar luego de mi acción.
En serio, esta chica es muy especial, necesito dar lo mejor de mi para no quedarme atrás.
[¿Creen que con eso me detendrán?]
Pese a que su herida era bastante severa, él consiguió mover su extremidad como si nada le hubiera pasado sacando otra nueva arma de su chaqueta.
[Eso es imposible...]
Estoy seguro que María le cortó los tendones, no debería poder usar ese brazo. ¿Acaso esos tatuajes en su piel tendrán algo que ver? Ciertamente ahora están iluminados... ¿cuantos trucos tendrá guardados?
Quizás Lavos no exageraba cuando mencionó que en nuestra pelea no fue con todo porque me había subestimado.
[¿Realmente sigue siendo humano...?] se preguntó ella.
[Ya no lo se]
[¿Crees que podremos detenerlo Asriel?]
[...]
Creía que si le rompíamos un brazo o pierna sería suficiente. El quedaría incapacitado de seguir combatiendo y María curaría sus heridas. Tal vez en calma podríamos conversar las cosas evitando que el conflicto escalase.
A este paso esa posibilidad se va alejando de convertirse en realidad a cada segundo que pasa...