Finalmente abrí la puerta que llevaba cerrada demasiado tiempo.
[No ha cambiado nada desde la última vez, que nostalgia] dejé salir esas palabras en un suspiro avanzando unos pasos adentro. [Adelante, puedes sentirte como en casa] dije dándome la vuelta al darme cuenta que ella aun se encontraba en la entrada.
[Con permiso] dijo despacio.
[Puede que no sea mucho, y ni siquiera es tan linda como la cabaña en la que vivías. Aun así, bienvenida]
[Muchas gracias Asriel]
Lentamente entró mirando con detalle cada rincón. Le indiqué a María la pieza para invitados donde se estaría quedando y mientras se acomodaba limpié un poco el polvo en el living y me instalé en el sofá.
[Ufff, hogar dulce hogar, ¿eh?]
En mis mente repasé los momentos antes de llegar aquí. He recorrido un largo viaje que no rindió frutos. Si, fui capaz de obtener el verdadero poder de mi katana y hacerme un Seeker, además de ganar a una importante compañera.
Aunque por otro lado no conseguí ninguna respuesta de lo que pasó en el mundo, me doy cuenta que aun tengo mucho por delante. Por sobre todo, debo ser lo suficientemente poderoso para protegerla de lo que sea que pueda venir.
[¿Asriel? ¿Estás bien? Tienes la cara pálida] preguntó ella con mucha preocupación y colocando su tierna palma en mi frente.
Estaba tan concentrado en mis pensamientos que ni me percaté cuando se acercó.
Alcé la mirada y vi que tenía puesto un hermoso pijama rosado con un gorrito que le hacía juego. Que adorable se ve...
[Ejem, no es nada] respondí tomando su pequeña mano de vuelta con las mías y retomando seriedad. [Sólo estaba pensado]
[¿En qué cosa?]
[Mi viaje hasta conocerte, mi pelea en la capital, y sobretodo nuestro futuro. Me preocupa que haya otra persona que quiera aprovecharse de tu bondad. Tenemos que ir con cuidado, para eso debes prometerme una cosa María]
[¿Es sobre mis poderes?]
[Si, definitivamente creo que sería bueno que no los muestres en frente de otros a menos que sea estrictamente necesario. No sabemos si existirá otro Victor ahí afuera]
[Ok, te lo prometo] dijo finalmente y se sentó a mi lado apoyando suavemente su cabeza en mi hombro. [Cambiando de tema un poco... si pudieras Asriel, me gustaría saber sobre tu pasado]
[¿Mi pasado? ¿Por qué tan de repente?]
[No me has contado sobre tu vida antes de que nos conociéramos. Justo pasé frente a una habitación que tenía una cama grande y unas cuantas fotos de 4 personas, me imaginé que serían tus padres y tu hermano. Como no me has hablado de tu familia me entró la curiosidad, aunque si no quieres decirme lo entiendo]
[No, no hay problema. Es sólo que hace tiempo que no pensaba en eso]
Si, tantas cosas han sucedido desde el día del Apocalipsis que me han mantenido ocupado y he evitado pensar en el tema.
[¿Te molesta?]
[Para nada. Bien María, solo por ti y aprovechando la ocasión te contaré sobre mi]
Coloqué mi brazo sobre sus pequeños hombros y ambos nos relajamos mientras yo abría el baúl de los recuerdos. Poco a poco las memorias empiezan a fluir a medida que las revivo.