–Estas aquí–
Klaus pudo escuchar un poco de sorpresa en su voz, al parecer, ella no esperaba su ayuda, mucho menos su compañia. Y tenía razón al pensarlo, ya que en un principio tenía la intención de abandonarla.
Pero al escucharlo de ella, Klaus quedo aún más aturdido. Ella sabía que no podía confiar en el, pero aún así decidió ayudarlo.
Simplemente no tenía sentido...
Por un momento, Klaus no supo que decir. Y el silencio se prolongó en la habitación, al final, Klaus solo pudo romper el silencio por si mismo.
–¿Por que?–
–¿Huh?–
–¿Por que me salvaste?–
La habitación cayó en silencio nuevamente, esta vez, Klaus espero pacientemente su respuesta. Estaba seguro de que ella sabía lo que quería decir.
–Porque...no tengo a donde ir–
No paso mucho tiempo para que escuchará su respuesta. Pero cuando la oyó, quedó momentáneamente sorprendido. sin embargo, no siguió con el tema, en vez de eso, pregunto.
–Ese poder que usaste, ¿Que era?–
–No lo se–
Klaus solo pudo rendirse con ella, no había forma de comunicarse. Originalmente no era bueno en las conversaciones, pero ella rompía todos los límites.
Levantándose, Klaus camino hacia la puerta mientras decía. –Descansa, hay comida en el refrigerador si tienes hambre, y evita abrír la otra habitación–
Estaba a punto de salir, pero se detuvo antes de hacerlo. Miro hacia atrás, y se encontró que Alexa ya se había levantado.
–¿Que haces?–
–Voy contigo–
–Esta vez no, es muy peligroso. No te preocupes, volveré por ti cuando acabe–
Klaus estuvo a punto de darse la vuelta, pero entonces, vió la mirada en el rostro de Alexa, esa mirada determinada. Sabía que lo seguiría sin importar que. Sintiéndose indefenso, Klaus solo pudo explicarle el por qué.
–Luego de lo que sucedió en la pelea con legión, puedo sentir muchas cosas. Si hay algo vivo a no más de veinte metros de mi, puedo sentirlo. Pero desde hace un tiempo, e empezado a sentir algo maligno en dirección oeste.
Sospecho que...en esa dirección se encuentra Dantalian, la presión que siento es tan aterradora que, tengo la sensación de que voy a morir si me acerco ahí–
–No entiendo, por que vas a ir?– Alexa preguntó confundida.
Klaus solo suspiró. –Tengo que, no hay otra cosa que pueda hacer. No hay...otra forma de salir–
–Entonces voy contigo–
Sin ninguna intención de convencerla nuevamente, Klaus asintió. –Bien, puedes venir conmigo, pero no puedes hacerlo descalza, habrá que conseguirte algo–
. . .
Buscando por toda la casa, no encontraron mucho de todos modos, solo unas zapatillas deportivas de color blanco.
Zapatillas deportivas y un vestido negro no eran una buena combinación, pero a esta chica hace que todo se vea bien. Klaus no pudo evitar admirarla una vez más.
–Esa niña, ¿Que piensas hacer con ella?– Pregunto Alexa de repente, sacándolo de sus pensamientos.
Klaus miro a la niña, y lo meditó un momento antes de decidir. –Lo mejor sería dejarla aquí hasta que terminemos lo que debemos hacer, luego la buscaremos–
Sabía que era irresponsable hacerlo de esa manera, pero no tenía otra opción, no había forma de que la llevara con ellos.
. . . . . . . . . . . . . .
Dos patrullas se dirigían en dirección a la iglesia. Al frente, estaban Sander, Ethan y Bruce. En la patrulla de atrás, se encontraban dos policías, Abby y Allison. Al parecer, ellas querían encontrar a su familia.
Nadie tuvo el corazón para detenerla, por lo que Sander solo pudo dejarla acompañarlos. Allison ya a sufrido demasiado, talvez encontrar a su familia la ayudé.
En cuanto a Abby, cuando ella le pidió acompañarlo en secreto, dudo. Pero luego recordó lo que había hecho y la trajo sin dudarlo. Aunque su madre se moleste al descubrirlo, vale la pena si puede salvar una vida.
En este momento, Ethan ya se había dado cuenta de que las calles de la ciudad eran más silenciosas de lo normal, últimamente, era muy díficil encontrarse algún Caido. confundido, decidió compartir lo que descubrió.
–Ya a sido un tiempo desde que encontramos algún...–
¡Groaargh!
Las palabras de Ethan fueron interrumpidas por un fuerte rugido proveniente del cielo. al siguiente momento, un demonio cayó del cielo justo frente a ellos.
Aterrado, Sander freno la patrulla, tanto como pudo, hasta que derrapó, La patrulla de atrás hizo lo mismo. Sander creyó que eran increíblemente desafortunados. De todos los lugares donde el demonio podría aparecer, tuvo que hacerlo justo frente a ellos.
Junto con Ethan y los policías, Sander bajo del auto llevando una Magnum a la mano, Ethan y los policías también llevaban armas de alto calibre. Sin embargo, cuando vieron hacia el frente quedaron estupefactos.
El imponente demonio que podía acabar una docena de policías, ahora tenía una espada sobresaliendo de su pecho, atravesando su corazón.
Cuando el demonio perdió todas sus fuerzas, cayó al suelo, revelando detrás de él, a una figura encapuchada.
Esa figura era como un espectro, estába parada a pocos metros de distancia, Pero parecía tan fuera de lugar, como si no debiera de esta ahí.
Todos tenían este extraño sentimiento que los hacia sentir incomodos, la mayoría estaba aterrada, y uno de los policías no pudo aguantar y grito histérico.
–¡QUIEN ERES! ¡QUÍTATE LA CAPUCHA Y LAS MANOS SOBRE LA CABEZA!–
–Mayor, Cálmate, déjame resolver esto, de acuerdo?–
Sander trato de calmar a su compañero, pero todavía tenía su arma apuntando a la sombra, de hecho, Ethan y todos los demás hacían lo mismo. Todos estaban nerviosos por lo que acababan de ver.
Luego de guardar la espada en su vaina, esa persona se quitó la capucha con relativa calma, y el rostro que se mostraba tras toda esa oscuridad, resulto ser Klaus.
Todos estaban sorprendidos, pero en diferentes niveles...
Al ver que la persona era Klaus, Abby no pensó en nada más, solo corrió hacia el, antes de darle un fuerte abrazo.
Solo cuando vieron esto, los demás bajaron sus armas algo aturdidos.
El más sorprendido de todos era Bruce, cuando vio a Klaus, lo reconoció de inmediato. Pero no podía creer que era el, anteriormente, nunca lo tomo en serio. Solo lo veía como el chico raro que le gustaba a la hermana de su novia.
. . .
Klaus también estaba sorprendido, no se habría imaginado que encontraría a Abby aquí, por lo que la abrazó con fuerza.
Luego de separarse de ella, siempre estuvo preocupado de que algo le pasará, ahora que estaba bien, podía relajarse.
–Klaus, ese es tu nombre, verdad?–
Escuchando a Sander que se le acercaba, Klaus soltó su abrazo de Abby, y lo miro con calma antes de asentir.
Sintiéndose aliviado, Sander lo miro con seriedad antes de preguntar. –Esa cosa, Uno de ellos había matado a más de una docena de policías bien armados antes de que pudiéramos acabar con ella. ¿Como un estudiante de instituto podría matarlo así sin más?–
–Me le acerque por detrás y apuñale su corazón. Apropósito, me di cuenta que van en dirección oeste. ¿Adonde se dirigen?–Evadiendo las partes complicadas de la pregunta, Klaus hizo la suya en su lugar.
Medio Dandose cuenta, Sander lo mira extraño antes de responder. –Vamos a la iglesia, es uno de los refugios seguros en caso de desastres. veremos cómo están las cosas por allá–
Al escucharlo, Klaus tuvo un severo cambio de expresión. –No deben ir ahí–
Bruce se enfureció en el momento en que lo escucho. –¿Solo porque tú lo digas?-–
Las expresiones de los demás también cambiaron. Pero Klaus no les presto atención, si no que continuó con calma.
–El causante de todo esto se encuentra en la iglesia. Actualmente es el lugar más peligroso en la ciudad–
Cuando escucho sus palabras, Sander sintió como su corazón se hundía. no pudo mantener la calma cuando pregunto.
–¿Como lo sabes?–
–Solo lo se, puedes elegir escucharme o ignorarme, es tu problema– Luego de responderle con indiferencia, Klaus miro a Abby y le dijo. –No vayas–
–¿Tu vas a ir también?– pregunto Sander.
–Claro–
–Bien, entonces sube al auto, te llevaremos– Sin esperar su respuesta, Sander se dió la vuelta y camino al auto.
–Cuidate, esta bien?– Después de una corta despedida con Abby, Klaus se dio la vuelta y se fue caminando, sin prestar atención a las palabras de Sander.
Tenía el presentimiento de que las cosas se iban a complicar más de lo que pensaba...
. . . . . . . . . . . . .
Luego de separarse del grupo de Sander, Klaus subió al techo de un edificio no muy lejos de ahí, encima del tachó, se encontraba Alexa, con una lanza en la mano, mirando a la distancia.
Ella llevaba puesto su hermoso vestido negro que hacia juego con su figura.
–¿Quien es ella?– Klaus no había comenzado a hablar, cuando Alexa le preguntó, sin siquiera darse la vuelta.
–Una amiga– Contesto Klaus, sin prestarle atención.
–Has estado cazando a los caídos por todas partes, ya tienes confianza para vencer a esa cosa?– Alexa decidió no seguir con el tema, y pregunto algo importante en su lugar.
–No te preocupes, el plan ya está en marcha, solo has lo que te dije y todo saldrá bien– Con eso dicho, Klaus salto del edificio y corrió, en dirección a la iglesia.
. . . . . . . . . . . .
El grupo de Sander no tardó mucho en llegar a la iglesia, solo algunos minutos. Pero al llegar a las inmediaciones, Ethan se dió cuenta de que algo andaba mal.
No importa si eran las calles, las casas, o cualquier otra cosa, todo en esta ciudad estaba en ruinas. Sin embargo, aquí en los alrededores de la iglesia, todo estaba limpió y ordenado, como si el apocalipsis no hubiera afectado este lugar.
Inconscientemente, Ethan apretó el agarre de la espada de color gris oscuro en su mano. Anteriormente, Ethan había perdido su hacha, por lo que decidió tomar la espada del demonio.
. . .
Al bajarse de la patrulla, Sander pudo ver a Klaus junto a los pequeños escalones que conducían a la iglesia, Extrañamente, había una chica con un vestido negro junto a él.
Después de acercarse a Klaus, Sander la miro y preguntó. –¿Quien es ella?–
–Una amiga– Le respondió Klaus sin elaborar demasiado. En su lugar lo miro con seriedad y cuestionó. –Aun no es tarde para cambiar de opinión–
–Nada en el mundo me impedirá entrar ahí– Respondía Sander con una mirada determinada.
La mirada de Klaus recorrió a todos, desde Abby hasta Ethan, no dijo nada, solo se dió la vuelta, y caminó hacia la iglesia.
Cuando las puertas de la iglesia se abran, ya no habra vuelta atrás...
El infierno se había desatado...