Mes de Fuego Bajo (Mes 9), Día 4, 22:20
Después de asaltar la mansión, Entoma Vasilissa Zeta salió por la puerta.
Tomó un papel que tenía adherido a la pierna, lo arrugó en una bola y lo arrojó hacia la mansión.
El plan original era acabar con todos los humanos en la mansión y luego recoger los libros y objetos valiosos antes de retirarse. Como aves fugases, tenían que evitar dejar cualquier rastro de haber estado allí, y ya que el tiempo apremiaba, sólo se llevarían lo que pudieran. Sin embargo, al final habían dejado la casa completamente vacía, como si hubiera sido robada por ladrones.
De cualquier manera, esto era completamente aceptable ya que Demiurgo, el que había enviado a Entoma y a Mare a este lugar, había mencionado que podían hacerlo. Sin embargo, el tiempo total que habían invertido había excedido por mucho a sus estimaciones.
Junto a los otros demonios, Mare y la mujer habían partido mucho antes. Mare había tomado a la persona más importante en esta mansión y se había adelantado hacia el punto de encuentro. Los demonios de bajo nivel ya se habían marchado del lugar con montañas de cosas que habían provocado que se excedieran del tiempo.
Su error de cálculo se había producido porque, durante su retirada, habían descubierto un almacén subterráneo repleto por completo de bienes robados y drogas ilegales.
Las tareas de apropiación, por lo tanto, se habían ralentizado.
En primer lugar, el área subterránea estaba dividida en muchos cuartos, con objetos valiosos y muchos objetos sin valor apilados juntos, haciendo increíblemente difícil diferenciarlos. Básicamente, era como buscar un árbol en específico en medio de un bosque. Incluso tratándose de Entoma y los demonios, no les era posible transportar todos los objetos, por lo que era necesario encontrar el árbol deseado en medio del bosque.
Si la mujer que Mare se había llevado hubiera seguido allí, este problema podría haberse resuelto antes, pero era demasiado tarde para eso.
Entoma y los demonios decidieron apilar los objetos que les parecían ser basura en una esquina del cuarto. Este trabajo era tedioso incluso para los demonios, que poseían mucha más fuerza que los humanos. Pero gracias a este método y a sus esfuerzos, fueron capaces de tomar todos los objetos de valor.
Como la persona responsable, Entoma, que se quedó hasta el final, tenía la expresión renovada de alguien que había terminado con la labor que le había sido asignada. Miró al cielo nocturno, usando su mano para limpiarse el sudor. Y aunque no había secretado una sola gota, así era como se sentía.
«Ahh. Todos, lleven los objetos entonces~»
Obedeciendo las órdenes de Entoma, unos insectos gigantescos del tamaño de un hombre, volaron por el cielo nocturno. Había invocado a todos estos escarabajos gigantes con su habilidad de entomomante.
Sus alas produjeron un sonido fuerte y grave, y a continuación, los insectos volaron hacia su destino formados uno detrás del otro.
Después de enviar personalmente a los insectos que transportaban los bienes, Entoma se acordó del objeto que tenía en la mano.
«Ah, debo resistir comerlo. Debo hacerlo, debo hacerlo.»
Con el sonido de un «bop», se golpeó suavemente en la cabeza, y llevó el brazo arrancado de un hombre hacia el área bajo su barbilla. La mano del hombre desapareció con el sonido de un «chomp chomp chomp» al mismo tiempo que la garganta de Entoma se movía continuamente. Su expresión era extremadamente adorable, pero el olor de la sangre había empezado a esparcirse también.
«La grasa de las mujeres es suave y la carne sabe delicioso. La grasa de los niños es fina y la carne sabe muy bien también. Pero, ah, lo mejor, por supuesto, es la carne llena de textura de los hombres.»
Evitó hábilmente los huesos mientras comía, y luego arrojó el resto del brazo hacia la mansión.
«Estuvo delicioso~»
Hizo una reverencia en dirección a la mansión, y para no retrasarse, empezó a dirigirse a su destino, de acuerdo a las órdenes que había recibido. Sin embargo, no había dados muchos pasos cuando un sonido cercano hizo que se detuviera.
«Oye. Es una noche hermosa, ¿no?»
«…En efecto, es una noche hermosa, pero supongo que no es tan maravillosa para ti ¿no?»
No estaba claro si la persona que se acercaba lentamente era hombre o mujer. Aunque se sentía como si fuera mujer, su cuerpo era el de un hombre.
«¿Qué estás haciendo aquí?»
«Dando un paseo~.»
«… ¿Qué era eso que comías con tantas ganas hace poco?»
«Carne~.»
«… ¿Humana?»
«Así es~. Carne humana.»
La voz de la mujer-hombre era fría como el hielo, pero Entoma no se inmutaba en lo absoluto. A ella no le importaba qué tipo de emociones eran las que sentían los humanos en su contra. Si se atrevían a interferir, serían aplastados; si no lo hacían, serían ignorados. Si estaba hambrienta, serían atrapados para servirle de comida. Esto era todo lo que sus vidas significaban para ella.
«Ya veo. ¿Un monstruo entonces? No esperaba que los Ocho Dedos criaran monstruos. Aunque parece que no saben cuidar de ellos.»
Lentamente, la mujer-hombre levantó su pico de guerra. Al ver esto, Entoma habló algo preocupada por primera vez.
«Escucha~, ¿no podríamos hacer como si no nos hubiéramos visto?»
La mujer-hombre tenía una expresión de incredulidad. Probablemente no había esperado oír algo así.
«Además~, estoy aquí por trabajo. Tenerte como oponente podría ser molesto, y por otra parte, mi estomago ya está lleno~.»
«… Lo siento. Soy una de las aventureras de primera clase del Reino. Al encontrar a un monstruo devorador de hombres, no puedo permitir que escape. Tu continua existencia en el mundo humano es un problema.»
«Ah, qué molesto~. Pero eres fuerte. En ese caso te convertiré en conservas.»
Por primera vez Entoma miró de frente a la mujer-hombre.
No podía evitar pensar que se trataba de una guerrera poderosa.
(Mm, sí, definitivamente es muy fuerte.)
Entoma no era una guerrera pura, así que no tenía forma de determinar la fuerza de su oponente. Aun así, no creía que la otra parte fuera tan fuerte como lo era ella.
«¡Oriyaaa!»
La mujer-hombre salió disparada e hizo caer su pico hacia abajo.
Entoma evadió elegantemente el ataque, pero de inmediato le siguió otro. El pico de guerra llevó a cabo un cambio brusco de dirección a mitad del golpe y se dirigió directamente hacia ella. Este movimiento no era un golpe fluido que estuviera dependiendo de la fuerza centrífuga, en su lugar se trataba de un movimiento que únicamente dependía de una cantidad absurda de fuerza bruta.
Una vez más Entoma se apartó del camino activando una de sus habilidades.
«¡¿Ah?! ¿Sólo sabes correr?»
El pico de guerra comenzó a girar creando un vórtice de viento que circulaba sobre la cabeza de la mujer-hombre agitando su cabello.
«Mm, ¿te gusta hacer girar las cosas haciendo 'woosh woosh'?»
La mujer-hombre chasqueó la legua en respuesta a la burla. El pico de guerra se precipitó hacia abajo, pero habiendo activado nuevamente su habilidad, Entoma logró esquivarlo sin dificultad, y el pico se enterró profundamente en el suelo después de fallar su objetivo.
Entoma se burlaba de ella por haber usado el mismo movimiento. Su expresión no cambiaba, pero los sentimientos de burla eran transmitidos fuertemente ya que eran oponentes en batalla.
La mujer-hombre se percató del descuido de la sobrecogedoramente poderosa Entoma.
«¡Muere aplastada!»
Con el pico de guerra como el epicentro, el área circundante comenzó a derrumbarse, o más bien, las rocas se dispersaron. Fue como si hubiera ocurrido un terremoto. Por primera vez, Entoma fue incapaz de mantener una actitud relajada, pero el efecto del objeto mágico de su oponente no lo había derrumbado todo.
Entoma vio a su oponente desenterrando el pico hundido.
No pudo evitar sentirse fastidiada.
Maldijo su propia falta de cuidado.
Esquivar el ataque anterior había sido muy fácil. Los humanos podrían encontrar difícil escapar de las devastadoras ondas de choque debido a que el derrumbe del suelo alrededor les haría perder el equilibrio. Sin embargo, Entoma era una Sirvienta de Batalla y todos los objetos mágicos que poseía eran de primera clase. Este grado de destrucción era insignificante para ella.
No obstante, había un problema.
Mientras estaba esquivando los escombros lanzados, su traje de sirvienta se había ensuciado.
¿Podía perdonar algo como esto? Estás eran las ropas de clase alta que los Seres Supremos le habían entregado.
Entonces— todo se acababa aquí.
La hostilidad oculta bajo la máscara del rostro de Entoma, emergió.
Éste era el final.
—Matar.
Luego de acoger con los brazos abiertos las ganas de matar que sentía, que no era el tipo de emociones que los humanos tendrían al jugar con los insectos, Entoma levantó la mano izquierda para bloquear el pico de guerra que venía hacia ella. Debido a que no estaba a la altura del de los Guardianes de Piso, era imposible que saliera ilesa si simplemente usaba su mano para hacerlo.
Entonces, al entrar en contacto, el sonido que se oyó no fue el del metal golpeando carne, sino el del metal chocando contra un objeto sólido.
Había un escudo aferrado a la mano izquierda de Entoma, y no era hablar en sentido figurado. Un insecto de ocho patas se había adherido a la muñeca de Entoma.
«¡¿Qu-qué es eso?!»
«Verás, soy una entomomante. Así que puedo invocar insectos y usarlos a mi antojo.»
Estiró la mano derecha, y un insecto salió volando de la oscuridad. Un insecto largo, parecido a un espadón se unió al dorso de la mano derecha de Entoma.
«Éste es un Insecto Espada y éste un Insecto Blindado. Originalmente no planeaba matarte, pero ya no puedo perdonarte.»
Entoma avanzó un paso y atacó con su espada.
La armadura de la mujer-hombre se agrietó y salió sangre, pero esto estaba lejos de ser una herida mortal. Aunque había sido por completo incapaz de esquivar un ataque serio de Entoma, sólo había sufrido una herida menor.
Ella acababa de declarar que era uno de los más grandes guerreros del Reino, y parecía que no era una exageración. En el nivel en el que estaba, sin embargo, no la podía considerar como un adversario.
Aunque Entoma no era puramente una guerrera como Yuri, seguía siendo una Sirvienta de Batalla y poseía una fuerza que se encontraba muy lejos del alcance de los humanos.
Atacó nuevamente, derramando más sangre y manchándole las mejillas.
Esta vez el ataque produjo una herida mucho más grande que el anterior, y ya no podía ser considerado una herida menor.
«¡Tus movimientos han cambiado! ¡¿Es éste tu verdadero yo?
La mujer-hombre rugió de nuevo, enviando el pico de guerra pesadamente hacia abajo. Sin embargo, el Escarabajo Blindado de Entoma repelió el golpe. El poderoso impacto recorrió el cuerpo entero de la mujer-hombre, incapacitándola para que, ni siquiera con todas sus fuerzas, pudiera dar un sólo paso más. Mientras se esforzaba por moverse, su orgullo desató la ira en su interior.
La mujer-hombre reunió la rabia ardiente en su interior, lanzando una fluida combinación de golpes que rugieron como un tornado violento. Lo aterrador de esto era que estaba siendo creado a través de la aplicación de las Artes Marciales únicas de este mundo. Sin embargo, Entoma blandía su Insecto Blindado y su Insecto Espada con destreza extrema, y fue capaz de escapar completamente ilesa de esta combinación de quince golpes.
Entoma ignoraba que el ataque anterior era el movimiento definitivo de Gagaran de Rosa Azul, el cuál hacía uso de muchos tipos de Artes Marciales al mismo tiempo, es decir, una Súper Combinación. Cada uno de los golpes tenía el peso de su fuerza completa. Incluso era capaz de atravesar el Arte Marcial «Fortaleza», y sólo un pequeño número de genios podían usar la habilidad defensiva «Fortaleza Invulnerable» que podía resistir el ataque. Sin embargo, Entoma lo había bloqueado únicamente haciendo uso de sus músculos desarrollados naturalmente.
Esto se debía a la brecha entre ambos individuos, y también a la disparidad absoluta entre las capacidades físicas de sus razas.
Los ojos de su oponente se llenaron de desesperación, pero Entoma no sintió nada. Lo único que deseaba era matarla.
«—Fuuuu~» La mujer-hombre jadeó en busca de aire, como si acabara de salir de debajo del agua, y detuvo su ráfaga de ataques. Entoma retrajo al Insecto Espada en su mano derecha como con un arco y éste voló hacia el pecho de la mujer-hombre como si fuera una flecha.
El objetivo era el pecho de Gagaran. El pico de guerra se elevó en el aire, pero era lento como una tortuga. El ataque de Entoma atravesó el pecho de Gagaran antes de que ella pudiera responder…
…O eso fue lo que debió pasar.
La espada atravesó el aire. Habiendo fallado su objetivo, el Insecto Espada voló, perdiéndose en la noche.
Con un «fuu», Entoma volvió la mirada en busca del intruso que había generado la interrupción.
A lo lejos, había una mujer vestida de negro. Detrás de ella se encontraba la mujer-hombre, respirando con dificultad.
«Lo siento, Tia. Pensé que todo había terminado para mí.»
«Sorprendente, parece que la sangre que fluye a través de Gagaran realmente es roja~»
«¡Oye, de qué te sorprendes! ¡Ya me has visto herida muchas veces antes!»
«Incluso llegué a pensar que tu sangre sería verde. ¡Incrementa tu poder!»
«¡En lugar de un incremento de poder tendría que ser más un cambio de raza!»
«Cambia de clase entonces.»
Mientras oía su relajada conversación, Entoma no pudo evitar sentirse irritada. Siendo ella misma una poderosa adversaria, era necesario demostrar claramente la diferencia entre sus fuerzas, dejando rápidamente en claro su propia posición.
«—Bueno~, es momento de acabar con esto. ¿Ya se despidieron?»
Por primera vez, Entoma asumió una postura de combate. La mujer-hombre —Gagaran— no era un adversario aterrador; el problema era la recién llegada — Tia. Si su ropa no era la de un asesino, entonces era la de un ninja. El prerrequisito para esa profesión era estar en el nivel sesenta.
Entonces, la teletransportación que había salvado a Gagaran del golpe de Entoma, era un ninjutsu.
Si realmente era una ninja, incluso Entoma sería incapaz de obtener una victoria fácil. Ella quería ponerle fin conservando su poder, pero ahora no era el momento de estar diciendo cosas como esas.
«「Talismán de Araña」.»
Antes de que sus oponentes pudieran moverse, Entoma arrojó los cuatro talismanes que sostenía en su mano derecha.
En el momento en que los talismanes cayeron al suelo, se transformaron en arañas enormes.
Las criaturas invocadas no eran poderosas, ya que eran equivalentes a lo invocado por un hechizo de Invocar Monstruo de 3er nivel, pero serían de gran ayuda para poner a prueba la verdadera fuerza de su oponente. Por otra parte, le permitirían ganar algo de tiempo para prepararse para el combate, ya que, aunque las armas insecto de un entomomante eran poderosas, tenían algunas debilidades. Una de ellas era que la invocación del arma consumía una gran cantidad de tiempo.
«「Clon de Sombra」.»
En el momento en el que el ninjutsu de Tia se activó, su sombra se estremeció y otra Tia apareció en el lugar.
A Entoma no le importó. El clon creado por la técnica Clon de Sombra tenía aproximadamente un cuarto del poder de batalla del cuerpo original, pero sólo su capacidad de evasión estaba determinada por la cantidad de poder mágico que el cuerpo principal le había concedido, nada más. Podría ser un enemigo poderoso para una Araña de Talismán, pero para Entoma era pan comido.
Sin embargo, el verdadero problema era qué tan bien era capaz de luchar el cuerpo original. Entoma invocó a su carta del triunfo — los Insectos Proyectiles de Acero. Al mismo tiempo, colocó un talismán sobre sí misma y comenzó a reforzar sus habilidades.
Los Insectos Proyectiles de Acero salieron volando de un lugar desconocido y cubrieron tupidamente su muñeca izquierda.
Estos eran insectos de tres centímetros de largo, de un brillo metálico y con un cuerpo de forma triangular que terminaba en una punta muy afilada. Su apariencia era muy parecida a la de una bala. No, era natural que fueran similares, ya que la forma en la que se usaban era exactamente la misma.
El clon de sombra tenía que usar toda su habilidad para poder esquivar los ataques de una de las Arañas de Talismán, mientras que el cuerpo original estaba luchando contra otras dos. Después de todo este tiempo, lo único que habían logrado era matar a una de las arañas, así que parecía que su nivel no era más alto que el de Entoma. Si ése era el caso, incluso si se añadía la habilidad de Gagaran, la victoria estaba asegurada.
(—¿Qué?, parece que no es como pensaba)
Obtendría una victoria rápida y sin piedad usando fuerza abrumadora.
Entoma sintió satisfacción al sentir el peso en su mano izquierda y la apuntó directamente hacia Tia.
La muñeca izquierda de Entoma era varias veces más gruesa de lo normal debido a los insectos que la cubrían. Siguiendo sus movimientos, los insectos comenzaron a alejarse al unísono de su muñeca, precipitándose al cielo. Al avanzar, el sonido que producían sus alas era parecido al de un arma automática. Incluso las Arañas de Talismán aliadas que se encontraban dentro del rango de fuego fueron acribilladas despiadadamente, y en cuestión de segundos, un total de ciento cincuenta insectos se abrieron paso hacia Tia.
Un solo insecto era suficiente para atravesar el acero, y estos ciento cincuenta incluso podían arrasar con árboles gigantes. Frente a esta descarga mortal de balas, Tia activó un ninjutsu.
«「Escudo Inamovible de Adamantita」»
Un gran escudo resplandeciendo con siete colores apareció frente a Tia. Los insectos colisionaron contra el hexágono enorme que brillaba como una fisura en la oscuridad. En un instante, el escudo se hizo pedazos con el sonido nítido del vidrio, pero al mismo tiempo, la tormenta de balas se detuvo también, y Tia, que se encontraba detrás, resultó ilesa.
Entoma no pudo evitar chasquear la lengua, figurativamente porque en realidad no poseía una. Sin embargo, forzar a su oponente a revelar una a una las cartas del triunfo que tenía ocultas, eventualmente iluminaría el camino hacia la victoria. Aunque los ataques que había utilizado habían sido ineficaces por ahora, en el momento en que sus ataques desbordaran a sus oponentes, el torrente lodoso de la represa rota arrasaría con todo.
Entoma usó a un Insecto Espada para desviar los kunais que se dirigían a ella y luego usó al Insecto Blindado para defenderse de un ataque de Gagaran que venía desde arriba. Fue un golpe excepcionalmente poderoso descendiendo desde lo alto que le provocó un daño considerable al Insecto Blindado que chilló de dolor.
Si sus ojos hubieran sido cegados por la deslumbrante luz emitida por el Escudo Inamovible de Adamantita, le habría sido imposible defenderse del ataque sorpresa de Gagaran. Sin embargo, los ojos de Entoma no fueron afectados por algo de semejante nivel. Su campo de visión era más amplio que el de los humanos, y fue capaz de cubrir la dirección de ese ataque.
Al mismo tiempo juzgó que continuar con el ataque sería peligroso, su cuerpo se alejó deslizándose como si se encontrara sobre un lago — aparentemente casi sin mover los pies, ya se había alejado a una distancia considerable de Gagaran. Aunque Gagaran poseía un cuerpo grande, sus movimientos eran ágiles y ya casi se había recuperado por completo de sus heridas. Colocándose al lado de Tia, Gagaran aplastó a los Insectos Proyectiles de Acero que se encontraban a sus pies, y con el sonido de los insectos estallando, dijo con voz fría:
«Esto no es bueno. No estoy segura de que podamos ganarle. ¿Qué fue lo de hace un instante? ¿No estuvimos perfectamente sincronizadas? Obviamente era incapaz de ver en esa dirección, y sin embargo logró bloquear mi ataque.»
«¿Tal vez tiene un campo amplio de visión?»
«En lugar de eso, parece más probable que haya otras razones. Tiene habilidades de insecto, así que es muy posible que haya usado algún tipo especial de magia sensorial. …Hablando de ello, posee una ventaja abrumadora. ¿Por qué no nos ataca mientras hablamos?»
«Un verdadero depredador da el golpe final luego de determinar la fuerza real de su oponente.»
«Entonces es eso. Está esperando ver el verdadero alcance de nuestra fuerza; es muy diferente a nuestra enana. Esta tipa cautelosa es ciertamente molesta.»
«Realmente es de mal gusto el grado de la ligereza con la que me toman unas simples humanas. Bueno, hay otras razones, pero… Vengan, acérquense. En tal caso, estos insectos ya no son necesarios.»
El insecto aferrado a la muñeca derecha de Entoma, cayó al suelo y desapareció en la oscuridad con un leve crujir.
«En su lugar… Ven.»
Un insecto largo como un ciempiés se adhirió lentamente alrededor de su muñeca. La longitud de su cuerpo era de más de diez metros, la parte frontal tenía unos dientes anormalmente afilados y sus ojos seguían cerrados.
Éste era el insecto más fuerte que una entomomante como ella podía invocar — el Insecto de Mil Látigos.
Entoma reunió fuerza en sus piernas. Ya conocía la velocidad de ataque, capacidad ofensiva, capacidad defensiva, capacidad evasiva y la velocidad del movimiento de las dos humanas frente a ella. Aunque no estaba segura del todo sobre la capacidad de adaptación a nuevas situaciones que tenía Tia, eso no era suficiente para asustarla.
«¿Ah?» Entoma usó su mano para tocarse la barbilla. Ésta se encontraba cubierta de un fluido pegajoso y transparente. «Hace poco mi estómago definitivamente estaba lleno. Luego de algo de ejercicio, me está volviendo a dar hambre.»
Su mano se encontraba cubierta de saliva. Ésta era la evidencia más clara del deseo que sentía por las presas humanas.
Los humanos eran su alimento favorito. Hasta ahora sólo había podido alimentarse con Galletas Verdes para satisfacer ese deseo, pero por supuesto, no sentía rencor contra el Ser Supremo. Es más, durante los experimentos de sanación había recibido permiso para comerse el brazo cortado de un hombre raptado de algún pueblo. Ella pensaba que esto era una muestra personal de aprecio.
Para Entoma, que había estado conteniéndose todo este tiempo, los humanos de élite frente a ella eran comida de la más alta calidad. Simplemente no podía descartarlos sin antes darles una probada.
Las dos personas bañadas por la hambrienta mirada de Entoma no pudieron evitar temblar. No era una reacción temerosa ante la sed de sangre de un enemigo poderoso, sino más bien, la aversión psicológica natural de los seres vivos al ser tomados como el blanco de un depredador.
«¡Kiaaaaaaahhhh!»
Su agudo grito fue tan estridente como el sonido al raspar espuma plástica. Ésta era la primera vez que Entoma había iniciado un ataque desde que comenzaron la batalla. Como un depredador capturando a su presa, atacó de frente y a una velocidad increíble.
Para cuando usó al Insecto Blindado para bloquear los seis kunais lanzados consecutivamente, la distancia hacia sus dos objetivos era ya casi nula.
Cuando vio a Gagaran moviendo su arma y adelantándose para actuar de vanguardia, Entoma ya había decidido a qué oponente privaría primero de su capacidad de combate, y blandió el látigo que sostenía en la mano derecha.
Mientras más largo fuera, la velocidad de su punta sería más lenta. Esto era natural incluso tratándose de Entoma, que poseía fuerza sobrehumana. Sin embargo, eso sólo sería así si lo que se blandía era un látigo ordinario.
El ser al que estaba usando era el insecto más poderoso que la entomomante Entoma podía invocar—
El látigo que originalmente se suponía que se acercaba en un arco, dobló en un ángulo inimaginable. El látigo era como una extensión de la mano de Entoma, y se dobló formando una S antes de lanzarse hacia Gagaran con la velocidad del trueno.
Era una criatura viva al mismo tiempo que un arma, y para ser una, la manera en la que golpeaba era impredecible. Ni siquiera los aventureros altamente experimentados habían oído jamás de algo así, ni que decir haberla enfrentado. Era natural no saber qué hacer al verla por primera vez.
Pero el hecho de poder esquivarla probaba que realmente eran aventureras de rango adamantita.
El insecto látigo estaba por golpear un lado del rostro de Gagaran, sin embargo lo esquivó por los pelos.
«¡Cuidado!»
—Acompañando al grito de Tia, Gagaran salió volando. Era un ninjutsu de Tia — Columna de Fuego Explosiva. Mientras la explosión y las llamas autoinfligidas las envolvían a ambas, el Insecto de Mil Látigos dio un giro de 180 grados por detrás y atravesó el lugar en el que se habría encontrado la cabeza de Gagaran. Sin lugar a dudas, de no ser por este movimiento casi suicida, su cabeza habría sido atravesada por el Insecto de Mil Látigos.
Fue un gran esquive. Sin embargo, el ataque de Entoma no había terminado. Como si estuviera siendo controlado por hilos, el Insecto de Mil Látigos cambió bruscamente de dirección y se dirigió hacia una Gagaran cubierta de polvo negro.
Al mismo tiempo, Entoma le arrojó un talismán a Tia — un Talismán de Ave de Trueno.
A mitad del aire, el talismán se transformó en un ave que emitía electricidad de color blanco azulada, y salió disparada hacia Tia.
Si hay dos oponentes, deja que los insectos se encarguen de uno. Era en esto donde yacía la fuerza de los entomomantes.
Hubo una explosión de electricidad, y el resplandor blanco azulado se propagó en todas direcciones. Lo que emergió luego fue Tia, soportando el dolor, y Gagaran, que estaba teniendo problemas para defenderse del Insecto de Mil Látigos.
«¡Maldición! ¡Este insecto es realmente molesto!»
La cabeza de Gagaran fue empujada hacia su pico de guerra, y el insecto de diez metros se enrolló alrededor de su cuerpo de forma que fue incapaz de moverse.
Tia dio un paso al frente y arrojó una daga. El ataque golpeó contra el insecto escudo de Entoma, emitiendo un sonido metálico.
«「Torbellino de Talismanes de Aves de Trueno」»
Entoma arrojó múltiples talismanes con su mano izquierda. Los talismanes se transformaron en una gran cantidad de Aves de Trueno ligeramente más pequeñas que la anterior. Se abalanzaron hacia Tia, pero ella desapareció. Incapaces de localizar a su objetivo, las aves volaron pasando el lugar en el que había estado.
De pronto, saliendo de una sombra fuera de su campo de visión, Tia apareció detrás de Entoma. Ésta era una habilidad que utilizaba las sombras para recorrer distancias cortas. Sin embargo, Entoma ya se había percatado de esto ya que las antenas de algunos insectos podían sentir el flujo del aire circundante. Ésta era una poderosa habilidad sensorial que poseía.
Entoma arrojó los pocos Insectos Proyectiles de Acero que le quedaban hacia Tia, que estaba emergiendo de las sombras.
«¡Ku…!»
Un gemido de dolor vino desde las sombras acompañado del olor a sangre fresca. Entoma consideró que Tia aún conservaba la voluntad de luchar y dio inicio a su siguiente ataque.
«¡「Talismán Explosivo」!»
Una explosión incluso más poderosa que la anterior iluminó la noche estallando frente a Tia. Frente a Tia que había sido arrojada por la explosión y se encontraba tendida en el suelo, Entoma lanzó más talismanes— un Talismán Cortante y un Talismán de Vendaval. Tia estaba cubierta de sangre y ni siquiera tuvo tiempo de ponerse de pie antes de ser cortada nuevamente y de salir volando, golpeando el suelo al caer.
«¡Tia! ¡Bastarda insecto!»
La increpación vino de Gagaran, que se encontraba comprimida en una bola por el insecto látigo.
El plan original que tenían era que mientras Gagaran usaba su fuerza bruta para contener al insecto látigo, Tia aprovecharía la oportunidad para lanzar un ataque sorpresa contra Entoma.
Entoma se burlo de esto bajo su máscara.
Qué seres tan tontos. Como Sirvienta de Batalla de la Gran Tumba Subterránea de Nazarick, era natural que triunfara sobre humanos de este nivel. La mejor opción para ellos debía haber sido ignorar el hecho de que estaba comiendo carne humana y escapar con todas sus fuerzas. Este resultado se debía únicamente a que habían tomado la decisión equivocada.
«… Aunque no es el orden que preví, no importa, no hay nada que hacer. Bueno entonces, ¿a quién debería comerme primero? Los músculos desarrollados deben saber muy bien ¿no~?»
Entoma invocó a un insecto, pero no era de los del tipo que tenían una capacidad feroz de combate. Su largo cuerpo con forma de aguja contenía sedativos.
Entoma sostuvo al insecto y caminó rápidamente hacia Tia.
Al parecer podría llevarse a casa algunas especialidades locales como recuerdo. Había muchos en la Gran Tumba Subterránea de Nazarick que disfrutaban al capturar humanos para comer. Ellos ciertamente gustarían mucho de este obsequio.
«¿Eh? ¿Qué?»
La intuición superior que poseía le advirtió de un objeto alargado y frío acercándose hacia ella desde arriba, y Entoma se alejó de un salto. Al mismo tiempo, un arma larga atravesó el lugar en el que había estado.
Era una lanza de cristal que un caballero usaría, pero no era un objeto ordinario. No había ningún rastro de la más ligera grieta en el cristal de la lanza que había logrado atravesar rocas.
«Eso es… ¿magia?»
Entoma, una lanzadora de magia espiritual, sintió algo en esta lanza.
«Así es. Es el hechizo de 4to nivel, 「Lanza de Cristal」.»
La que respondió a la pregunta de Entoma fue la persona que descendía lentamente sobre las rocas destrozadas por la lanza. Era una niña con voz juvenil. Su cuerpo era pequeño y usaba una máscara y una túnica.
Otro enemigo más, Entoma no pudo evitar murmurar. Otro intruso que aparecía mientras capturaba presas deliciosas. Realmente era cruel que tuviera que seguir soportando las tentaciones de una deliciosa comida.
«¿Terminamos esto aquí?»
«… ¿Quién eres tú? Puedo perdonaré si te marchas de inmediato de este lugar. Los niños son suaves, y eso me gusta, pero nunca tienen la carne suficiente. Jugaré contigo la próxima vez, después de comerme a estas dos.»
«Así que eso eres; un monstruo devorador de hombres, ¿cierto? Aunque uses ese uniforme de sirvienta, ¿qué tipo de broma tratas de hacer? ¿Quién querría cerca a un monstruo pestilente a sangre como tú?»
«¡¿qUÉ esTÁS DiciENdO?! ¡PErRA!»
Sin pararse a pensarlo, Entoma dejó oír su verdadera voz e inmediatamente apretó su propia garganta.
El insulto había sido suficiente para hacerle perder la compostura y nunca podría perdonar las palabras de esta joven. No era debido a sus instintos básicos de depredador, sino a que en este momento se encontraba de tan mal humor, que quería hacer pedazos a la mujer frente a ella.
¿Qué había dicho esta mujer? ¿A ella? ¿A una Sirvienta de Batalla de la Gran Tumba Subterránea de Nazarick que servía a los Seres Supremos? Las llamas del infierno ardiendo en lo profundo de su corazón estallaron.
«¡tE maTaRÉ!»
No pudo evitar gritar con su voz real, pero se contuvo de no perder el control de su espalda.
«¡Evileye!»
Tia gritó el nombre de la joven enmascarada, el nombre del enemigo al que Entoma estaba decidida a exterminar con todo su poder.
«Me preguntaba qué estaban haciendo ustedes dos… vaya, vaya, recuerden la primera lección. Determinar la diferencia en fuerza entre tú y tus oponentes. Éste es más fuerte que ustedes dos… pero es más débil que yo.»
A continuación, Evileye gritó:
«¿Así que mis compañeras realmente estuvieron a tu 'cuidado', monstruo? Ven, permite que te muestre qué se siente que abusen de ti.»
Entoma no tenía idea de la cólera feroz que ardía bajo la máscara de su oponente y llevada por las ganas de matar, corrió hacia ella. En su mente dominada por el odio, las otras dos personas ya no eran más que simples molestias a la altura de piedrecillas al lado del camino.
(—¿Realmente dijo que nadie disfrutaría de mi compañía?) Las mismas palabras se repetían una y otra vez en su mente.
Al mismo tiempo, el Insecto de Mil Látigos comenzó a moverse. Entoma dejó alrededor de un metro, y con el resto formó una esfera. Por supuesto, la parte principal de la misma era Gagaran.
«¡Muere junto a tus compañeras, mujer desagradable!»
Blandió al Insecto de Mil Látigos hacia abajo como un martillo.
«Hmph. Qué ataque tan aburrido.» Evileye permaneció calmada. «「Inversión de Gravedad」»
Entoma resistió el hechizo, pero el insecto látigo perdió su peso gravitacional y flotó hacia arriba.
Si el usuario del equipo tenía éxito al resistir un hechizo, el equipo lo resistiría del mismo modo. Sin embargo, en el caso de las armas insecto, no era el usuario del equipo sino los insectos mismos los que tenían que resistirlo.
Ya que era así, incluso si Entoma no era afectada, de todas maneras afectaría a las armas insecto. Ésta era una de las desventajas que tenían al poder atacar independientemente.
Aun si se trataba de Entoma, tenía que descartar su plan original al enfrentarse contra magia como ésta.
Sintiendo las intenciones de Entoma, el Insecto de Mil Látigos se apartó de Gagaran. Con la velocidad de una cinta métrica retrayéndose, asumió la postura de un insecto látigo de 10 metros de largo. Mientras esto sucedía, Evileye le dio órdenes a Gagaran, que seguía dando tumbos en el suelo.
«¡Gagaran! ¡Apártate! ¡Ve y atiende las heridas de Tia! ¡Si ya usaste el poder de tus guanteletes, entonces usa una poción de recuperación!»
Los humanos heridos se recuperaban. Si sólo fuera eso, entonces no habría problemas. Sin embargo, teniendo en cuenta a la lanzadora de magia frente a ella, la situación era diferente.
Evileye y Entoma estaban al mismo nivel. Incluso si la otra recibía un poco de ayuda, la situación se volvería poco favorable.
Aunque Entoma estaba reacia a usarla, decidió hacer uso de su carta del triunfo definitiva.
Ya la había utilizado para eliminar a todos los enemigos al interior de la mansión con un solo soplo, lo que le dejaba dos usos más.
Se trataba de una exhalación que emanaba moscas carnívoras, el Aliento de Mosca.
Dicho aliento no era usado con el objetivo de preparar la carne para comérsela, sino que las moscas depositaban a sus retoños al interior del cuerpo, y estos gusanos continuarían infligiendo daño desde el interior de la víctima. Aun más terrorífico era lo que seguiría. Un gran enjambre de moscas emergería del cadáver y luego atacarían indiscriminadamente a otros seres dentro del área de efecto, exceptuando al usuario de la habilidad.
Entoma ensanchó su garganta. Su boca real, con la que hablaba, era de hecho la parte inferior de su mandíbula. Para los demás, era una visión aterradora; como si su mandíbula se hubiera separado de su cuello.
De allí escupió un enjambre de moscas.
«¡Tú! ¡¿Podría ser que ese poder está relacionado con los Dioses Demonio?! ¡En ese caso—!»
Contraatacando, Evileye lanzó una neblina blanca.
Aunque usar gas gélido para contrarrestar el ataque era una maniobra muy inteligente, sería difícil anular por completo sus efectos. El hechizo más apropiado a usar habría sido un hechizo explosivo para rostizar a todo el enjambre de moscas.
Su oponente había cometido un error. La mente de Entoma ya visualizaba un escenario en el que Evileye era devorada por los gusanos, sin embargo, el contraataque mágico superó por mucho sus expectativas.
Todas las moscas cubiertas por la neblina blanca se desplomaron, y entonces la neblina envolvió a Entoma. En ese momento, sintió un dolor absolutamente insoportable.
«¡Uwaaaaahhhh!»
La cara de la sirvienta entomomante humeaba como si hubieran derramado ácido sobre ella.
El objetivo inicial había sido anular su aliento, y no habían esperado que fuera a revelar el verdadero rostro de su enemigo…
«Oye, oye, ¿está podría ser nuestra oportunidad?»
Gagaran, que había asumido una postura defensiva con su pico de guerra, estaba buscando una oportunidad para terminar definitivamente la pelea. Si realmente había estimado de manera realista la fuerza de su oponente, era necesario terminar la pelea de un solo golpe y de inmediato.
Gagaran no continuó con su ataque porque el largo insecto látigo de diez metros de longitud comenzó a moverse violentamente, impidiéndole acercarse más. Sin embargo, estos no eran más que los espasmos de una persona derrotada.
«Qué demonios, ¿qué tipo de magia es?
Evileye respondió a la pregunta de Tia. «Magia Insecticida, 「Perdición de Plagas」. Doscientos años atrás, hubo un Dios Demonio insecto, y este hechizo fue desarrollado con el propósito de repeler a los insectos usados por ese individuo. Bueno, es magia original que yo inventé.»
«¡Oye! es inofensivo para nostras, ¿verdad?»
«Efectivamente, es inofensivo. Es particularmente eficaz contra los insectos, pero no hiere en lo más mínimo a otros organismos.»
«… Su cara se ha derretido.»
«Tia, ésa es su verdadera identidad… ¡ah! ¡No, esa no es su cara!»
Como esperando por el gritó de Evileye, el rostro entero de la sirvienta se desprendió, como en una escena en la que la piel facial había sido arrancada, y cayó al luego. Hubo una diferencia, sin embargo. La piel facial que cayó al suelo tenía muchas patas en la parte trasera.
«No puede ser… ¿es un insecto con forma de máscara…?»
"¡gAHoooOOoH!"
La garganta de la sirvienta fue visible. Una única grieta apareció en la aparentemente sólida garganta, y un gran trozo de material líquido cayó de ella. Parecía vómito, pero la mayor diferencia era que este objeto seguía arrastrándose por el suelo.
«Qué demo…»
Esto era realmente sorprendente, incluso Evileye se encontraba aturdida. Era la primera vez que en su larga vida veía tal cosa.
«—Insecto Labio,» Exclamó Tia hacia la criatura parecida a una sanguijuela y cubierta de mucosidad que había caído al camino empedrado. «Un insecto que consume las cuerdas vocales humanas e imita la voz de sus víctimas.»
La parte frontal de la sanguijuela de color piel, tenía una sección parecida a labios humanos. Con un «ah, ah», dejaba oír la adorable voz de la sirvienta.
Bajo la mirada de todas, las manos que cubrían la cara de la sirvienta bajaron lentamente, revelando que su aspecto era exactamente igual al de un insecto.
Su aterradora apariencia hizo que las integrantes de Rosa Azul retrocedieran involuntariamente. Aunque ya habían experimentado el horror cuando la máscara de la sirvienta se había caído debido a la magia insecticida, esta visión desató nuevamente su miedo.
Un monstruo de otro mundo las había invadido, y no pudieron evitar sentir una sombra sobre este mundo.
«REalMenTE, rEaLmeNTe sE atrEVierOn…»
Era una voz dura y difícil de entender.
«Su voz se ha vuelto bastante linda ¿no? ¡Personalmente, prefiero esta voz!»
La hostilidad de Gagaran estaba a punto de desbordarse. Ella era la integrante más humana de Rosa Azul. Se había llenado de emociones al rezar por el alma de la chica sacrificada para proveerle una voz al Insecto Labio, y sostuvo su arma incluso con más fuerza.
«¡S-sIMplEs hUmANoS AaAHhHh!»
En sus anteriores batallas, ella siempre había luchado con facilidad contra sus enemigos. Sin embargo, ahora no podía permitirse estar tan tranquila. Ya no había ninguna necesidad de seguir conteniéndose. Era momento de iniciar un ataque feroz.
«¡Ahora empieza la verdadera batalla! ¡No deben relajarse! ¡Prepárense para ataques incluso más violentos que antes!»
Evileye les advirtió esto a las otras dos, pero ellas ya lo habían previsto antes de que lo dijera. Incluso estaban preparadas para morir desde el inicio de la batalla.
La espalda de la sirvienta insecto estalló de pronto, y cuatro patas de araña se extendieron de debajo de su ropa. Parecía como si hubieran crecido de su espalda.
Con estas nuevas piernas, dio un saltó extremadamente alto. Cualquiera que estuviese viendo habría concluido que era el efecto de un hechizo de vuelo.
Desde arriba, el monstruo escupió moscas carnívoras hacia el grupo.
Chasqueando la lengua, Evileye lanzó «Perdición de Plagas» una vez más.
«¡SólO paRA uSTedEs! ¡Les mOsTRaré El sIGniFIcaDo dEl verDAdEro terROr! ¡LUegO dE MataRLas cOnvErtiré suS cadÁverEs En muÑEcaS!»
Tan pronto como llegaron al suelo, las moscas carnívoras fueron completamente aniquiladas, y la sirvienta insecto usó sus ojos compuestos para mirar con furia a Evileye. En efecto, sólo la fuerza de Evileye era comparable a la de este monstruo. Si Evileye fuera derrotada, no hacía falta decir que obtener la victoria sería imposible; Gagaran y Tia morirían. Sin embargo, era tonto enfocarse sólo en una cosa.
«¡Oh!»
El pico de guerra de Gagaran vino desde un lado.
Incluso si Evileye tenía la ventaja, ellas no podían permitirse desperdiciar oportunidades contra un oponente poderoso. Ella sabía que era muy probable que sufriera lesiones graves si era interceptada, pero había decidido luchar junto a sus compañeras. Evileye le sonrió bajo su máscara. Si fuera a perder la máscara, las otras seguramente se burlarían de su sonrisa.
El monstruo que estaba a punto de evadir el ataque de Gagaran, de pronto dejó de moverse. Eso debido al ninjutsu de Tia— «Parálisis de Inmovilidad». El monstruo tenía un alto grado de resistencia, más como una habilidad de anulación, así que era imposible sellar por completo sus movimientos. Sin embargo, crear una oportunidad, incluso por un instante, sería apoyo suficiente para Gagaran.
El monstruo escupió seda blanca reforzada con «Golpe Poderoso». La cantidad fue suficiente como para teñir de blanco la parte superior del cuerpo de Gagaran, que encontró difícil liberarse por sí misma de la rígida y pegajosa seda. Su ataque había sido interrumpido, y se tambaleó mientras retrocedía. En cambio, el monstruo vino hacia ella.
«¡「Lanza de Cristal」!»
Una lanza fue arrojada hacia el monstruo, y aunque se hundió profundamente en Entoma, ella no pareció experimentar mucho dolor. Por el contrario, incluso se permitió invocar insectos que aparecieron de la oscuridad y se reunieron formando una abultada masa en su muñeca.
«¡「Perdición de Plagas」!»
El gas blanco sopló hacia ellos y los insectos cayeron uno a uno. Involuntariamente, el monstruo dejó escapar un espantoso grito de dolor.
La boca, que se encontraba en el lugar equivalente al de una barbilla humana, escupió hacia Evileye el mismo tipo de seda blanca que había usado contra Gagaran.
(Si uso magia para bloquear esto, sólo sería un desperdicio de mana. Ya que puedo anular cualquier tipo de magia de inmovilización, probablemente puedo aguantar este— espera, no es el mis—)
Presa del pánico, Evileye activó su magia. Sí, efectivamente había escupido un material sedoso, pero a comparación del que usó contra Gagaran, estos hilos despedían un resplandor más fuerte.
«¡「Muro de Cristal」!»
La barrera de cristal frente a ella se partió a la mitad como si hubiera sido atravesada por una espada filosa, y desapareció haciéndose añicos.
«¡¿Es una telaraña cortante?!»
«¡Un regalo para ti!»
La malla de hilos negra que Tia arrojó se expandió a mitad del aire, pero no logró envolver al monstruo. Entoma simplemente la atravesó como un fantasma.
«¡Efectivamente, es inmune a cualquier técnica obstructiva!»
«¡Bah! ¡Hora de una formación de combate!»
Para conseguir mantener su distancia de la Sirvienta de Batalla que se acercaba a ella, Gagaran dio una patada con la intención de hacer retroceder a su oponente.
Su bota golpeó a la sirvienta, produciendo un sorprendente sonido metálico.
Gagaran retrocedió concentrándose en mantener la distancia mientras se unía al resto de las integrantes de Rosa Azul. Se reunieron prestando mucha atención ante cualquier ataque de área.
«ChIKu, cHIkU, esToS atAQuEs…. ¡¡SOn TaN moLEstOS!!»
Mientras observaba cómo la boca-mandíbula de la sirvienta murmuraba sin cesar, Gagaran le susurró a Evileye, «¿Oíste el sonido de hace un momento? Su uniforme de sirvienta es tan duro como mi armadura; es realmente increíble.
«Debe de haber sido tejido con hilos de metal resistentes. Teniendo en cuenta cuan delgado es, su dureza debe ser extremadamente superior.»
«Adamantita… aunque parece ser muy superior a eso también.»
«Oh, ¿así que no está sólo al mismo nivel? La calidad de su equipo es tan inimaginablemente alta que mi magia de elemento tierra no es muy efectiva. Seguramente también está usando objetos que reducen el daño mágico. Los ataques especializados probablemente no tendrán mucho efecto en ella…»
«¿Y eso significa?»
La duda de Tia hizo que Evileye sonriera bajo su máscara.
«Terminaremos esto de frente, usando un poder de fuego abrumador.»
«Eso es más fácil decirlo que hacerlo, ¿no? ¿Cómo lo lograremos? Estaremos acabadas si no actuamos pronto. También usa talismanes para reforzarse.»
«Ustedes dos usarán sus técnicas más poderosas. Yo usaré la magia insecticida.»
«… Eso es fácil de entender. Bueno, vayamos por el golpe final.»
Aunque habían dicho que usarían un poder de fuego abrumador en un único ataque, en realidad no era tan simple.
Por lo general Evileye usaría «Campo de Arena: Uno» o «Petrificar Región» para dificultar los movimientos del enemigo y servirle de apoyo a las guerreras, pero estos métodos no funcionarían contra la sirvienta.
Si querían infligir daño, lo mejor sería dejarle el daño físico a guerreros como Gagaran. Lo único que Evileye debía hacer era formular un plan de contingencia en caso esa estrategia no funcionara. Ella siempre había creído que enfocarse completamente en magia de ataque era un error, pero la situación requería de medidas desesperadas.
(Los lanzadores de magia que dependen completamente de la magia para atacar son de segunda. Esto es lo que creo personalmente, pero esta vez tendré que ceder.)
Evileye comenzó a prepararse para el hechizo que estaba por usar.
Aunque «Perdigones de Cristal» era el método de ataque más efectivo, sus compañeras también se verían atrapadas en el área de efecto. «Perdición de Plagas» consumía demasiada magia y era mejor reservarlo para cuando el oponente estaba a punto de invocar insectos. Esto significaba que en este momento el tipo de habilidad más apropiado a usar era la magia de tipo ácida que odiaba.
Las tres intercambiaron una rápida mirada, confirmando que sus preparativos estaban completos, y atacaron juntas.
Evileye usó «Salpicadura Ácida» como ataque principal mientras que Tia, que tenía un poder de ataque más débil, recurría principalmente en sus objetos de apoyo. Gagaran utilizó Artes Marciales en sucesión, ejecutando un aluvión interminable de ataques.
Con el tiempo, el curso de la batalla comenzó a cambiar.
El oponente era, en efecto, increíblemente fuerte. Muchos tipos de telarañas, ataques mágicos basados en talismanes, e insectos invocados fueron lanzados en sus ataques ofensivos. Sin mencionar que sus objetos mágicos eran más poderosos que los que poseían las integrantes de Rosa Azul.
Sin embargo, aunque el número de consumibles, como las pociones de recuperación, empezaba a agotarse, la sirvienta insecto comenzó a retroceder poco a poco.
Si alguien fuera a preguntar qué era lo que había provocado el cambio en el rumbo de la batalla a su favor, Evileye hincharía el pecho y respondería «¡Mis compañeras!»
Era indudable que Gagaran, Tia y Evileye eran de una raza inferior a la de este monstruo, pero aun así podían crear oportunidades. Ser capaces de atacar y recuperarse al mismo tiempo daba lugar a una situación favorable.
En particular, si no se contaba con medios propios para recuperarse, contar con la recuperación de apoyo de parte de los compañeros, era una ventaja enorme. Poco a poco, la situación dejó de generar dudas.
«¡Siempre y cuando no metamos la pata, podremos vencerla de esta manera!»