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Chapter 88 - Capítulo 2: Rosa Azul (Parte 1)

Mes de Fuego Bajo (9no Mes), Día 3, 08:02

Una armadura blanca de cuerpo completo y una espada sujeta a la cintura. Con su equipo en perfectas condiciones, Climb entró al Palacio de Valencia.

El Palacio de Valencia se dividía en tres edificios principales. El lugar al que Climb ingresó era al más grande y era en donde residía la familia real.

A diferencia de donde había estado hace unos momentos, el lugar estaba diseñado para dejar entrar tanta luz como sea posible, por lo que era deslumbrantemente brillante.

Caminó por un amplio pasillo tan limpio que no se podía encontrar ni un rastro de polvo, ni mucho menos algún desperdicio. Su armadura de cuerpo completo no hizo ningún ruido, la razón era que la armadura estaba templada con mithril y orichalcum y encantada con magia.

Los guardias del palacio— caballeros, que también llevaban armaduras de cuerpo completo, estaban de pie en posición de firmes en un pasillo amplio y limpio.

Los 'caballeros' del Imperio eran gente común que se alistaban al ejército regular del Imperio como soldados de tiempo completo. Por otro lado, los 'caballeros' del Reino eran aquellos a los que se les concedía un título nobiliario. A modo de ejemplo, había numerosas ocasiones en las que el tercer hijo de una familia noble se convertía en caballero, ya que eran incapaces de ser herederos de su casa. Sin embargo, ya que el Reino pagaba grandes sumas de dinero a los caballeros, sólo se aceptaban dentro de sus filas a los que eran hábiles con la espada. Sólo con conexiones, era algo imposible incluso para un noble.

Lo más apropiado sería llamarlos la guardia de élite del Rey.

Coincidentemente, 'Capitán Guerrero' era un título creado recientemente para Gazef ya que había mucha oposición para concederle el título de caballero.

Climb saludó brevemente a esos mismos caballeros. Como era de esperar, sólo unos pocos le respondieron el saludo, pero algunos sí respondieron e incluso le saludaron con sinceridad. Aunque eran nobles, estas personas habían jurado su servicio al Rey y tenían el corazón de un guerrero. No habían olvidado su lealtad, y tenían un gran respeto por aquellos con habilidad.

Por otro lado, entre la gente que miraba a Climb en el pasillo, estaban aquellas cuyo odio era evidente a simple vista.

Eran las sirvientas. La mayoría de ellas mostraban rostros de enfado cada vez que veían a Climb.

Las sirvientas que trabajaban dentro del palacio eran diferentes a las sirvientas normales, ellas eran las hijas de las casas nobles que venían a ganar experiencia. En cierto modo, las sirvientas tenían una posición más alta que la de Climb. Especialmente las que trabajaban cerca a la familia real, la mayoría de ellas eran hijas de nobles de alto rango. Su disgusto por el hecho de tener que agachar la cabeza hacia un hombre que era menos que un plebeyo, se mostraba a sí mismo como ira.

En términos de rango, era cierto que Climb estaba por debajo de ellas. Probablemente querían mostrar su disgusto mientras Renner no estaba cerca. Habiendo pensando esto, Climb no mostró ningún enojo por su comportamiento.

Pero lo que Climb no se daba cuenta era que su forma de pensar generaba un círculo vicioso en el que las sirvientas malinterpretaban su rostro inexpresivo como si él estuviera ignorándolas, y esto las enfurecía aún más. Por otro lado, si él fuese del tipo de persona que podría notar una cosa así entonces tal vez todo lo demás habría sido manejado con mayor suavidad.

También era cierto para Climb, que cada vez que estaba en el palacio, comenzaba a ponerse nervioso.

Naturalmente, Renner y Ranpossa III no eran las únicas personas que vivían en este palacio.

(¡¿Ugh ?!)

Hablando del diablo, Climb se movió a un lado del pasillo, enderezó la espalda y se puso en posición de firmes con la mano sobre el pecho.

Dos personas se acercaban. En la parte posterior se encontraba un hombre alto y delgado, con el cabello rubio peinado hacia atrás de la cabeza.

El Marqués Raeven, el líder de una de las seis grandes familias nobles en el Reino.

El problema era el hombre bajo y gordo que caminaba delante de él. Su nombre era Zanack Valurean Igana Ryle Vaiself, era el segundo príncipe y segundo en la línea de sucesión al trono.

Zanack se detuvo; su rostro regordete frunció el ceño.

«Vaya, Climb. ¿Estás yendo a mostrar tu cara ante ese monstruo?»

Sólo había una persona a la que el Príncipe Zanack llamaría monstruo. Aunque sabía que era una falta de respeto, Climb no podía ignorarlo.

«Su Alteza, estoy agradecido por sus palabras pero Renner-sama no es un monstruo. Ella es amable y hermosa, algunos incluso la llaman el tesoro del Reino.»

¿Cómo más podría llamarse a alguien que se deshizo del comercio de esclavos y propuso muchas políticas con el fin de ayudar a los ciudadanos? Aunque el número de las políticas aprobadas era pequeño debido a los obstáculos que presentaban los nobles, Climb sabía mejor que nadie lo mucho que Renner se preocupaba por la gente.

Cada vez que una propuesta política para ayudar a la gente era rechazada por razones tontas, como por ejemplo cuando los nobles trataban de guardar las apariencias, la chica de buen corazón derramaba lágrimas delante de él. Este hombre, Zanack, que ni siquiera se atrevía a levantar un dedo por los demás, no tenía derecho a decir nada.

Climb fue consumido por el deseo de gritar, y de dar un golpe con el puño.

Aun si eran sólo medios hermanos, estas no eran palabras que deberían decirse de alguien con quien se compartía la misma sangre. Sin embargo, no podía permitir que su ira se mostrara.

Renner le había dicho: «Mi hermano mayor tratará de enfadarte para así obtener un motivo para despreciarte. Lo más seguro es que está buscando una excusa para separarnos. Climb, nunca dejes que piense que eres débil.»

Esa triste expresión— su ama no era aceptada incluso por su propia familia. Climb recordó el día en que le juró que al menos él nunca la traicionaría.

«¿Pero acaso me refería específicamente a Renner? Eso debe ser lo que realmente piensas sobre ella… bueno, dejemos de hablar de lo obvio. ¿Pero 'Tesoro'…? ¿Es así? ¿Acaso ella realmente propone sus ideas pensando que van a funcionar? A mí me parece que ya sabe que no lo harán, pero aun así insiste en ellas.»

No había manera de que eso fuera cierto. ¿Cómo podría ser así? Simplemente era fea envidia de un hombre que sólo podía pensar en esos términos.

«No creo que ése sea el caso.»

«Fufufufufu. Como era de esperarse, parece que no la ves como un monstruo. ¿Es porque estás ciego? ¿O tal vez ella es muy inteligente…? ¿Debería sentir sospechas? »

«De ningún modo. Creo firmemente que Renner-sama es el tesoro del Reino».

Ya que él era el que la vigilaba más de cerca, Climb tenía la seguridad de que todo lo que ella hacía era justo.

«¿De veras?, qué interesante. Entonces ¿podrías entregarle un mensaje a ese monstruo por mí? … 'Aunque tu hermano sólo piensa en ti como en una herramienta política, si coperas conmigo, puedo deshacerme de tu derecho al trono y concederte algunos territorios'.»

Climb sintió que su enfado crecía.

«…Las bromas deben hacerse moderadamente. No esperaba escuchar esas palabras de usted. Voy a fingir que nunca las escuché.»

«Fufufufufufu. Una pena. Vamos, Marqués Raeven.»

El hombre que miraba inquisitivamente a los dos en silencio asintió con la cabeza.

No se sabía mucho sobre el Marqués Raeven. A pesar de que había trazado una clara línea divisoria entre Climb y él mismo, sus ojos eran diferentes a los de los otros nobles. Y Renner tampoco le había dado instrucciones específicas sobre cómo tratar con Raeven.

«Ah, casi lo olvido. El Marqués Raeven también comparte mi opinión y piensa en ella como en un monstruo. No, se podría decir que estamos totalmente de acuerdo en ese punto.»

«—Su Alteza.»

«Sólo una palabra más, Marqués Raeven. Escucha, Climb. Si fueras intolerante entonces ni me molestaría en decirte nada. Pero… Te estoy dando una advertencia ya que ella podría estar engañándote. Es un monstruo.»

«Su Alteza, aunque puede ser presuntuoso de mi parte, pero permítame una pregunta. ¿Qué parte de Renner-sama supone usted que es un monstruo? No hay nadie que se preocupe tanto como ella por el Reino y su gente.»

«…Casi todos sus esfuerzos terminan en fracaso. Sus acciones no tienen sentido. Al principio, pensé que tal vez era porque sus preparativos eran deficientes. Entonces, la idea surgió durante una conversación con el Marqués aquí presente. ¿Qué tal si ella hubiera calculado todo? Eso ataría todos los cabos sueltos. Si eso fuera cierto… significaría que una chica que ha vivido la mitad de su vida dentro de un palacio y que no tiene casi ninguna conexión con los nobles los está controlando como mejor le parece. …¿Cómo se llama eso si no es un monstruo?»

«Es un simple malentendido. Renner-sama no es ese tipo de persona».

Climb estaba seguro.

Esas lágrimas no eran falsas. La chica llamada Renner era desinteresada y amable. Él, cuya vida fue salvada por ella, estaba completamente seguro de eso.

Pero sus palabras no alcanzaron al príncipe. Éste mostró una sonrisa amarga y se alejó de Climb, con el Marqués Raeven siguiéndolo por detrás.

Climb murmuró en el pasillo vacío.

«Renner-sama es la persona más benévola del mundo. Mi existencia es una prueba de ello. Si… »

Se tragó esas últimas palabras. Aun así, continuaron en su corazón.

(Si Renner-sama gobernara el Reino, se convertiría en una gran nación que velaría por su gente.)

Por supuesto, teniendo en cuenta la línea de sucesión, era un deseo imposible.

En cualquier caso, Climb no podía renunciar a él.

♦ ♦ ♦

Mes de Fuego Bajo (9no Mes), Día 3, 08:11 am

Por fin, Climb llegó frente a la habitación del palacio que frecuentaba la mayoría de las veces.

Después de haber comprobado su entorno varias veces, giró el picaporte audazmente.

No tocar era absurdo, pero eso era lo que deseaba su ama. Ella se negó a escucharlo sin importar cuánto se oponía Climb.

Al final, fue Climb quien cedió. No se pudo evitar que las lágrimas de una chica le pusieran en desventaja. Aunque dicho esto, se las arregló para establecer algunas condiciones. No importa lo que ella dijera, él no podía entrar sin tocar en presencia del Rey.

También era cierto que entrar sin tocar era una fuente de gran estrés para Climb. Por supuesto, cada vez que abría la puerta, Climb sentía que no había manera de que algo así estuviera permitido.

Cuando estaba a punto de abrir por completo la puerta, sus manos se detuvieron ante el sonido de una acalorada discusión que fluía a través de la pequeña abertura.

Oyó dos voces, ambas eran de mujeres.

La razón por la que se había detenido era porque una de las voces estaba tan absorta en la discusión que no se percató de la presencia de Climb, aunque él estaba fuera del cuarto, no quería arrojar agua fría sobre la conversación. Climb se quedó quieto y aguzó sus oídos para escuchar las voces en la habitación. A pesar de que se sentía culpable por espiar, se sentiría incluso más culpable si interrumpía una charla tan acalorada.

«¿— dijiste antes? Los seres humanos sólo se centran en los beneficios que tienen frente a ellos.»

«Mmmm…»

«… Renner, sobre tu plan para cultivar diferentes cultivos en rotación… aunque realmente no creo que eso mejoraría el rendimiento… ¿cuánto tiempo tendría que esperar la gente para ver los resultados?»

«Según mis cálculos, al menos, debería tomar alrededor de seis años.»

«Entonces, ¿cuál es la pérdida proyectada de beneficios para esos seis años cuando cultivemos diferentes cultivos?»

«Eso dependería de la cosecha… pero si pusiéramos como cien el punto de referencia de la cosecha actual, entonces estaremos en alrededor de un ochenta por ciento. Así que es posible que tengamos una pérdida del veinte por ciento. Pero después de seis años tendríamos un aumento constante del treinta por ciento de la cosecha. Si cultivamos pastizales y eso nos permitiera criar más ganados entonces podríamos obtener aún mejores resultados.»

«… Si sólo se tratara de esa última parte del plan entonces todos estarían dispuestos a aceptarlo. ¿Pero la gente estará de acuerdo en tener perdidas constantes del veinte por ciento en esos seis años? »

«… El Reino podría dar préstamos sin intereses y sin pedir garantías para cubrir ese veinte por cierto, estableceremos un método de pago cuando la gente comiese a obtener algún beneficio. Si la cosecha no mejora… no se recolectará el dinero prestado y si la cosecha en realidad se incrementa, de acuerdo al plan, la gente será capaz de pagar todo de nuevo en cuatro años.

«Sería difícil.»

«¿Por qué?»

«Ya te lo dije. Las personas sólo se preocupan por los beneficios que están frente a sus ojos — y hay más gente que prefiere la estabilidad. Incluso si pudieras garantizar un aumento del treinta por ciento después de seis años, obviamente existirá gente que sentirá dudas.»

«Yo… no lo entiendo. Los resultados del campo donde los probé fueron favorables…»

«Incluso si la prueba sale bien, nadie asegura que el plan dará resultado.»

«… Bueno no lo he probado bajo todas las condiciones posibles, así que supongo que es así. Tomar en cuenta todas las características geológicas de la tierra o los climas requeriría de un experimento a gran escala.»

«Entonces va a ser difícil. Incluso el no saber si el incremento del treinta por ciento en el futuro es el porcentaje máximo estimado o sólo un promedio va a desbaratar tu argumento. Esto significa que tienes que ser capaz de prometer un beneficio significativo junto con a ganancias en el corto plazo.»

«¿Qué pasa si les ofrecemos el veinte por ciento gratis en esos seis años?»

«La facción de la nobleza estará feliz ya que el Rey estaría perdiendo poder.»

«Pero conseguimos la misma cantidad de bienes que la que les daremos en esos seis años, el poder del Reino se verá en aumento…»

«Entonces el poder de la nobleza rival también aumentará al mismo tiempo que el poder del Rey se reduce en ciento veinte por ciento. Los nobles de la facción del Rey nunca aprobarán ese plan.»

«Entonces se lo pedimos a los comerciantes y…»

«Te refieres a los comerciantes grandes, ¿cierto? Ellos tienen sus propios conflictos. Prestar ayuda descuidadamente a la facción del Rey podría afectar su capacidad de hacer negocios con la facción de los nobles.»

«Esto es demasiado difícil… Lakyus.»

«…No puedes adelantar demasiado al trabajo así que tus políticas terminan con un montón de puntos débiles. Bueno… estoy segura de que estas dos grandes facciones dificultan mucho más el trabajo. … ¿Qué tal si trabajas sólo en los temas que conciernen al palacio?»

«No creo que mis hermanos me lo permitan.»

«¡Ah, esos idio… personas que dejaron su honor en el vientre de su madre sólo para ti.»

«Ni siquiera compartimos la misma madre.»

«Ah, entonces son hermanos sólo del lado del Rey. De todas formas, pensar que incluso la familia real no está unida; es tan frustrante…»

Cuando la sala quedó en silencio, Climb se dio cuenta de que la discusión había terminado.

«Ah, ya puedes entrar. ¿Cierto, Renner? »

«¿Qué?»

Esa voz hizo que el corazón de Climb latiera fuertemente en su pecho. Estaba sorprendido de que ella supiera que él estaba allí y al mismo tiempo, sentía que era de esperarse. Climb abrió la puerta lentamente.

«—Discúlpenme.»

Una vista familiar llegó a los ojos de Climb.

Lujoso pero no tan llamativo— en la sala, dos mujeres rubias estaban sentadas en torno a una mesa junto a la ventana.

Una de ellas era, obviamente, la princesa del palacio, Renner.

Y la chica frente a ella, tenía las pupilas verdes y unos labios color rosa que mostraban un saludable brillo. Su belleza no se comparaba a la de Renner pero desbordaba con un encanto diferente. Si Renner era la brillantez de una joya, entonces ella era la brillantez de la vida.

Lakyus Alvein Dale Aindra.

Aunque nadie lo pensaría al ver su vestido de color rosa claro, ella era la líder de uno de los dos únicos equipos de aventureros de rango adamantita en el Reino, así como también la mejor amiga de Renner.

A los diecinueve años de edad, su desbordante talento fue lo que le permitió alcanzar los innumerables logros necesarios para elevarse a una posición tan difícil. Climb sintió un rastro minúsculo de envidia escapando de su corazón.

«Espero que se encuentren bien, Renner-sama, Aindra-sama.»

«Hola, Climb.»

«Hola.»

Cuando Climb terminó su saludo y estaba a punto de trasladarse a su lugar designado —que era a la derecha de Renner, justo detrás de ella— fue interrumpido.

«Climb, ahí no, es por aquí.»

El lugar que Renner estaba señalando era la silla a su derecha.

A Climb le pareció extraño. Había cinco sillas colocadas alrededor de la mesa circular, lo mismo de siempre. Pero en total había tres tazas de té.

Una frente a Renner, una frente Lakyus, y otra junto al sitio de Lakyus— en un lugar diferente de donde Renner estaba señalando. Miró a su alrededor, pero no pudo encontrar a la tercera persona por ningún lugar.

A pesar pensar que era extraño, volvió los ojos a la silla.

La descortesía de compartir una mesa con su ama, que era de la realeza, la orden para entrar a la habitación sin avisar —o, en palabras de Renner, una petición— casi la totalidad de las órdenes de Renner colocaban una carga sobre su conciencia.

«Pero… »

Climb volvió sus ojos a la otra chica en busca de ayuda. Su suplica silenciosa para que la otra chica intervenga y le pida que se retire fue inmediatamente aplastada.

«No me importa.»

«E-eso… Aindra-sama…»

«Como ya te he dicho, llámame Lakyus.» Lakyus miró ligeramente hacia Renner y continuó. «Climb es especial después de todo.»

«….Qué molesto»

El tono dulce de las palabras de Lakyus pareció haber terminado en un signo de corazón y Renner sonrió mientras hablaba. Aunque, era difícil de considerar su expresión como una sonrisa, ya que sólo se movieron sus labios mientras que sus ojos siguieron serios.

«Aindra-sama, por favor no bromee.»

«Bien bien. Climb realmente es testarudo. ¿Por qué no tratas de aprender de la princesa?»

«¿Eh? ¿Una broma?»

Al ver la sorpresa de Renner, Lakyus se detuvo abruptamente y dejó escapar un gran suspiro.

«¿No es obvio? Es cierto que Climb es especial, pero sólo porque 'te pertenece'.»

Renner se sonrojó ligeramente y se cubrió ambas mejillas con las manos. Climb torpemente apartó la mirada de ella e inmediatamente sus ojos se abrieron de par en par.

Como fundiéndose en la oscuridad en una esquina del cuarto, una persona se encontraba arrodillada sobre el suelo. Llevando un traje ceñido de color negro, era una mujer que no encajaba en la atmósfera del cuarto.

«¡¿Qué?!»

Sorprendido, Climb agachó el cuerpo, tomó la espada en su cintura y se movió para proteger a Renner. Lakyus suspiró de nuevo.

«Climb se sorprendió porque te comportas de esa forma.»

Su voz tranquila no contenía ninguna precaución o sensación de crisis. Después de haber entendido lo que significaba, Climb sintió que la tensión abandonaba sus hombros.

«Entendido, jefa.»

La chica sentada en las sombras, en un instante, se puso de pie de un salto.

«Ah, Climb, no la conoces. Ella es una miembro de nuestro equipo—»

«—Tina-san.»

Renner terminó la oración de Lakyus'.

Hasta donde Climb sabía, el equipo de aventureras de rango adamantita, Rosa Azul, estaba compuesto de cinco mujeres: la líder —una lanzadora de magia basada en fe— Lakyus, la guerrera Gagaran, la lanzadora de magia Evileye, y Tia y Tina que estaban entrenadas en las técnicas de los ladrones.

Climb ya conocía a Lakyus, Gagaran y a Evileye pero no estaba familiarizado con las dos últimas.

(Esta persona es… Ya veo. Ella realmente es como dicen los rumores.)

De extremidades delgadas y cubiertas por la ropa que envolvía firmemente su cuerpo, ella realmente parecía alguien que se entrenaba en las habilidades de un ladrón.

«…Me disculpo por mi rudeza. Encantado de conocerla, mi nombre es Climb.»

Climb inclinó la cabeza hacia Tina.

«¿Hmm? No te preocupes por ello.»

La mujer respondió a la disculpa de Climb con un gesto de la mano y, en completo silencio, como un animal salvaje, se acercó a la mesa con movimientos suaves. Se sentó en la silla al lado de Lakyus, por lo que la taza de té de antes debía de haber sido suya.

Aunque el número de tazas de té sobre la mesa significaban que era imposible, Climb miró alrededor de la habitación una vez más, buscando cuidadosamente a la otra chica a la que aún no conocía.

Lakyus vio lo que Climb estaba haciendo y abrió la boca, como si lo hubiera entendido inmediatamente.

«Tia no vino. Gagaran y Evileye, ambas dijeron que odiaban las cosas formales. Esto no es nada formal, sin embargo. Me vestí así por si acaso, pero no es como si yo obligara a las otras a vestirse también.»

A pesar de lo que dijo Lakyus, su vestimenta era la adecuada según el protocolo para presentarse ante la princesa, pero Climb no tenía la intención de decirle eso a una persona que era a la vez amiga de Renner y una distinguida noble.

«Parece que ése es el caso. Pero estoy agradecido de conocer a la famosa Tina-sama. Espero con interés su orientación.»

«¿Por qué no continuas con tu charla después de sentarte, Climb?»

Renner sacó una taza nueva y sirvió el té mientras hablaba. El té del objeto mágico 'Botella Caliente'(Warm Bottle) despedía vapor como si acabara de ser preparado. Era una de las preciadas posesiones de Renner que tenía el efecto de mantener la temperatura y la calidad de la bebida en su interior por una hora. La usaba libremente al recibir invitados de especial de importancia y rara vez la usaba de otra manera.

Sin manera de rechazarla, Climb se resignó y se sentó en su asiento, bebiendo un sorbo de té.

«Es delicioso, Renner-sama.»

Renner sonrió con dulzura, pero hablando honestamente, Climb no tenía idea de si era bueno o no; únicamente estaba seguro de que algo preparado por Renner sólo podía ser delicioso.

Fue entonces cuando, de repente, oyó una voz sin emociones.

«—Tia debe estar recolectando información. Se suponía que nosotras tres visitaríamos el palacio hoy, pero nuestra malvada líder súbitamente les ordenó un trabajo. Todo es por culpa de nuestra malvada líder.»

No hacía falta decir que era la voz de Tina. Climb desvió la mirada lejos de la aterradora sonrisa de Lakyus y preguntó.

«Ya veo… Si hubiera oportunidad, la próxima vez, me gustaría conocerla.»

«Climb, Tina-san y Tia-san son gemelas; incluso el largo de su cabello es similar.»

«Así que no hay problema si vez sólo a una.»

Aunque el motivo no se debía a si había o no un problema, Climb indicó que lo entendía.

Sin embargo, se sintió avergonzado por la mirada sin reservas de Tina. Cuando estaba a punto de ignorarla, se le ocurrió que ella podría haber visto algo que le faltaba en su entrenamiento, y se animó a preguntar.

«¿Qué es?»

«Demasiado grande.»

«… ¿Qué?»

No sabía de qué estaba hablando. Mientras incontables signos de pregunta flotaban sobre la cabeza de Climb, Lakyus intervino disculpándose.

«No es nada. Ella sólo hablaba consigo misma. No le prestes atención, Climb. No, en serio, no te preocupes por eso. Lo digo en serio.»

«Sí…»

«… ¿Qué es lo que quería decir, Lakyus?»

Aunque Climb se estaba forzando a estar de acuerdo, una confundida Renner intervino. Lakyus observó a Renner con una expresión amarga.

«En serio, tú, siempre que se trate de Climb…»

«Ah, quise decir—»

«—Cállate, Tina. La razón por la que no traje a Tia fue porque ella le iba a decir algo extraño a Renner. ¿Puedes entender eso y dejar de hablar?»

«Entendido~ malvada jefa.»

«…Lakyus, ¿Qué es lo que ella me diría?»

El rostro de Lakyus se congeló ante la pregunta de Renner. Incluso parecía como si estuviera sufriendo.

Mientras Climb pensaba si debía intervenir, Lakyus volvió los ojos rápidamente hacia él.

«Eh… Climb, estás usando esa armadura.»

«Sí, es una armadura increíble. Gracias.»

Aunque era un cambio de tema forzado, para no avergonzar a la invitada, Climb respondió y movió su mano hacia la armadura blanca que había recibido de Renner. Forjada con una gran cantidad de mithril —con un poco de orichalcum— la armadura tenía varios encantamientos mágicos que la hacían sorprendentemente liviana, fuerte y que fuera fácil moverse con ella.

El mithril para forjar la espléndida armadura fue provisto por los miembros de Rosa Azul. Sin importar que tanto les diera las gracias, no sería suficiente.

Cuando Climb estaba por inclinar la cabeza, Lakyus lo detuvo.

«No tienes que preocuparte por eso. Sólo te dimos los restos de cuando forjamos nuestras propias armaduras de mithril.»

Incluso aunque fueran restos, el mithril era un metal muy costoso. Un aventurero sería capaz de pagar una armadura completa de mithril una vez que alcanzara el rango de orichalcum. Alguien de rango de mithril podría ser capaz de pagar un arma de mithril. Sólo un aventurero de rango adamantita podría simplemente regalarlo.

«No puedo decirle que no a Renner, después de todo.»

«—No aceptaste que te pagara en ese entonces. Había ahorrado mi mesada.»

«… ¿No es extraño que una princesa lo llame 'mesada'?»

«El dinero generado en nuestros dominios se cuenta por separado. Quería hacer la armadura de Climb usando mi propio dinero.»

«Por supuesto que sí~. Se trata de Climb así que estoy segura de que querías pagar por ella~.»

«…Si lo sabías entonces no tenías por qué dárselo gratis. Tonta Lakyus.»

«¿Tonta? ¡¿Qué?!…»

La malhumorada Renner y la sonriente Lakyus, las dos estaban bromeando alegremente.

Ante tal escena, Climb se concentró para que su expresión facial no se derrumbara.

Incluso el hecho de ser testigo de una escena tan tranquila y cálida era todo gracias a su ama que le había aceptado bajo su protección. Sin embargo, él no podía dejar que sus sentimientos se mostraran.

Aunque no había problema con el sentimiento de gratitud, no podía mostrar lo que estaba debajo; sus fuertes sentimientos por Renner.

Su amor.

Cogió sus sentimientos y los suprimió. En su lugar, dijo las palabras que había repetido incontables veces anteriormente.

«Gracias. Renner-sama.»

Su mensaje era claro. Había una línea firme entre ambos —la posición de un amo y la de un sirviente. Casi imperceptible, Climb lo vio —porque siempre había estado cuidando de ella, el pequeño rastro de tristeza en la sonrisa de Renner.

«No hay de qué. De todas formas, nos hemos alejado del tema. ¿Podemos regresar al tema central? »

«Es sobre los Ocho Dedos. Me detuve en la parte en la que nos infiltramos en tres de los pueblos que usan para cultivar drogas y les prendimos fuego a sus cultivos, ¿cierto?»

Oyendo aquel nombre, el rostro inexpresivo de Climb frunció el ceño ligeramente.

Los 'Ocho Dedos', una organización criminal que operaba en las sombras del Reino. Su respetada ama estaba actuando para hacer algo sobre esa organización.

Y sobre los campos que habían sido quemados, uno sólo podía imaginar el peor escenario para los pobladores que dependían del cultivo de la droga para vivir. Sin embargo, esas vidas eran un sacrificio necesario para lograr erradicar la droga que estaba devorando al Reino.

Si ella poseyera la autoridad suficiente, entonces se podría tomar cualquier medida. Pero aun siendo la princesa, no tenía respaldo. La única opción era tomar la fría decisión de salvar a los que se pudiera salvar y abandonar al resto.

Suponiendo que se lo pidiera a su padre, el Rey, entonces sería posible que ella pudiera atacar con el ejército o con poder político. Pero mientras hubiera la seguridad de que los Ocho Dedos estaban ligados a la nobleza, no había duda de que la información sería filtrada y que la evidencia sería destruida con antelación.

Era por eso que Renner escogió hacerle un pedido personal a Lakyus y a su equipo.

Climb sabía bien que éste era un movimiento peligroso. Normalmente, un aventurero aceptaba pedidos a través del gremio y no reconocían los pedidos personales. Hacerlo era una violación de las reglas.

Por supuesto, el gremio no podía imponer un castigo o expulsar a las aventureras del rango más alto, adamantita. Sin embargo, su reputación dentro del gremio caería y podría haber consecuencias negativas en el futuro. La razón de que hubieran aceptado su pedido a pesar de todo esto era porque Rosa Azul amaba al Reino y consideraba a Renner como su amiga.

Climb sintió que su gratitud hacia Lakyus se incrementaba, la persona que había aceptado el pedido aun siendo riesgoso.

Lakyus decidió que era momento de traer a discusión cierto tema. Abrió el bolso que Tina había traído y sacó una sola hoja de pergamino.

Estaba escrito de forma que los miembros de Rosa Azul, incluyendo a Lakyus, no podían descifrarlo. Pero si se trataba de Renner, la más inteligente de todas las personas que Lakyus conocía, entonces tal vez se podría hacer algo sobre ello.

«Encontramos esto cuando estábamos quemando las drogas del pueblo. Parece contener algún tipo de ordenes escritas así que lo trajimos de vuelta… ¿sabes lo que es?»

El pergamino abierto contenía símbolos que no eran parte del leguaje escrito de ningún país.

Renner le dio un vistazo y respondió inmediatamente.

«… Es un cifrado de sustitución.»

Un cifrado de sustitución era un tipo de código en donde una o varias letras eran cambiadas por una letra o símbolo diferente. Si '1' indicaba 'a' y '2' era 'b', entonces '11221' sería 'aabba'.

«Eso fue lo que pensé también. Nos esforzamos tratando de encontrar la cartilla de sustitución pero desafortunadamente no pudimos. Existe la posibilidad de que hubiera sido memorizada así que capturamos a alguien que parecía estar a cargo. Nuestras opciones en este punto son preguntarle al prisionero usando un hechizo de encanto, pero como ya sabes, los hechizos de encanto pierden su efectividad si son usados repetidamente por la misma persona sobre el mismo objetivo. Tiene que funcionar la primera vez. No quise proceder sin consultar primero contigo.»

«Ya veo… la razón por la que dejaron este mensaje… es una trampa… ¿o hay otra razón? Entonces no deben haberlo hecho demasiado difícil. Sí, creo que puedo descifrar fácilmente este código.»

Los ojos de Lakyus se abrieron de par en par ante las palabras de Renner. Sin querer, sus ojos se cruzaron con los de Tina, que estaba sentada a su lado.

Ella no podía creerlo. Pero por otro lado, sentía que era de esperarse.

«Veamos. La primera letra del alfabeto del Reino es el artículo masculino o el artículo femenino; debería ser una de las sílabas así que… esperen un momento.»

Renner murmuró mientras se ponía de pie con el pergamino en las manos y luego regresó con lápiz y papel.

Comenzó a escribir.

«Este código intercambia una letra por símbolo así que es fácil. Y menos mal que usa el alfabeto del Reino. Si usara el del Imperio o si necesitáramos traducirlo primero entonces hubiera sido casi imposible. Esto es… primero, si averiguamos sólo una letra entonces podemos llenar el resto. Cualquiera podría hacerlo si lo intentara.»

«No no, sólo lo haces sonar fácil. ¿No sería imposible sin conocer decenas de miles de palabras?»

«Pero ésta es una orden escrita en código. Las instrucciones no debe estar escondidas detrás de una metáfora y la posibilidad de que usen palabras complejas es mínima. Los mensajes son probablemente escritos claramente para que incluso los niños puedan entenderlo. Es por eso que es fácil de deducir.»

Interiormente, Lakyus sudaba frío.

Aunque su amiga decía que era simple, ése de ningún modo era el caso.

(Si se trata de ella entonces es posible… en verdad, su habilidad llega a niveles ridículos.)

Cada vez que se encontraban, cada vez que hablaban, ella se sorprendía. Lakyus no conocía a nadie que se ajustara tanto al término 'genio'.

En contraste con Lakyus, que temblaba por dentro, Renner sostenía ligeramente el papel en las manos.

«Terminé. Sin embargo no se trata de órdenes.»

Varios lugares alrededor del Reino estaban listados en el papel. Siete se encontraban dentro de la capital del Reino.

«¿Podría ser que estos son los lugares en los que almacenan las drogas? ¿Tal vez son bases importantes?»

«Información importante como ésa no sería escrita y simplemente dejada en un lugar de producción. ¿No será carnada?»

«¿Carnada? ¿Quieres decir una trampa?»

«Mmm… No, no lo creo. Aunque los Ocho Dedos es una organización, ¿no será que los ocho grupos que la conforman son independientes y sólo están cooperando entre ellos?»

Lakyus asintió con la cabeza.

«Entonces probablemente ésta es información sobre los otros siete grupos. La organización a cargo de las drogas filtró esta información a propósito para poder sacar ventaja de la situación.»

«Entonces prepararon información sobre todos los grupos excepto el suyo propio… Sabía que no eran muy cercanos, pero pensar que su relación era tan mala…»

Como aventurera, pensar en traicionar a sus aliados la llenaba de un sentimiento de rechazo.

«Como pensé, esto va a ser malo si no nos movemos con rapidez.»

Lakyus le hizo una pregunta a su amiga, que estaba asintiendo con la cabeza.

«¿Entonces qué deberíamos hacer sobre el burdel? Es un lugar muy vil así que supuestamente se puede experimentar cualquier cosa allí.»

Aunque lo había dicho ella misma, Lakyus sintió que su interior hervía de rabia.

(¡Maldita sea. Todas las basuras que sólo piensan en satisfacer su lujuria deberían morir!)

Recordando la información que había recibido sobre el burdel, aparte de su rol de hija de nobles, su lado de aventurera que soportó todo tipo de adversidades, rugía dentro de ella. No había necesidad de preguntarse qué era lo que ese 'cualquier cosa' significaba. No había duda de que incontables personas —sin importar el género— eran asesinadas allí por entretenimiento.

En el pasado cuando el comercio de esclavos aún existía, los burdeles como ése habían sido numerosos en el bajo mundo, pero gracias al rol activo de su amiga frente a ella, el comercio de esclavos había sido declarado ilegal y aquellos días se habían ido hace mucho. Probablemente éste era el último de aquellos burdeles en la capital, tal vez en el Reino.

Era por eso que eliminarlo no sería tan simple. Sin duda enfrentarían una fuerte oposición. Era el último paraíso depravado para aquellos con fetiches tan vulgares que nunca le dirían a otras personas sobre ellos.

«Dime Renner. Ya que no podemos confiar en el gobierno para una investigación, ¿qué tal si entramos allí a la fuerza y lo arrasamos? No habrá problemas mientras podamos encontrar evidencia, ¿no? Si el comercio de esclavos se da en el burdel, destruirlo será algo enorme. Y dependiendo de la evidencia que encontremos, podremos darle un gran golpe a los nobles involucrados.»

«Tal vez tengas razón, Lakyus. Pero si hacemos eso, podría dañar a tu familia, al nombre Alvein. Es por eso que es difícil. Sería lo mismo si usamos a los miembros de Rosa Azul… aunque dicho eso, es imposible que Climb se encargue solo de ello.»

«Me disculpo por mi falta de habilidad.»

Cuando agachó la cabeza, Renner extendió la mano y tomó la mano de Climb con una sonrisa amable.

«Perdóname, Climb. Eso no fue lo que quise decir. Se trata del último burdel en el Reino. Es imposible que alguien se encargue solo. Escucha Climb, eres en quien más confío. Sé lo duro que trabajas para mí, pero no hagas nada temerario. Ésta es una orden, no una petición, ¿entiendes? Si algo te fuera a ocurrir…»

Mirando desde un lado, incluso para Lakyus, que era del mismo sexo, había algo en los ojos de esa belleza llenándose de lágrimas que conmovió su corazón. ¿Entonces qué pasaba con Climb?

Aunque intentaba desesperadamente mantener un rostro impasible, sus mejillas rojas decían todo lo que había que decir.

Si un bardo fuera a darle un título, sería La Princesa y el Caballero. Frente a una escena tan emotiva, Lakyus sintió una ligera sensación de terror. Aunque era imposible, si todas las acciones de Renner estaban calculadas, ¿simplemente qué clase de manipuladora maestra era—?

(¿Qué estoy pensando acerca de mi buena amiga? Es obvio con sólo mirar todo lo que ha hecho hasta ahora que no tiene una personalidad así de mala. Ha trabajado para ayudar a otros. Si no puedo confiar en alguien que se ha ganado el sobrenombre de 'Dorada', ¿entonces en quién puedo confiar?)

Mientras intentaba alejar esos terribles pensamientos, Lakyus agitó la cabeza y habló.

«Ahora que lo recuerdo, Tina y sus amigas lograron descubrir los nombres de varios nobles involucrados con Coco Doll — el líder del comercio de esclavos. Pero no sabemos si la información es confiable así que actuar en base a ella sería sacar conclusiones apresuradas.»

Mientras Lakyus repetía los nombres uno a uno, tanto Renner como Climb reaccionaron a un nombre en particular.

«La hija de ese noble trabaja como mi sirvienta.»

«¿Qué? Dudo que él la haya enviado con el objetivo de espiarte pero… supongo que no hay garantía de que esté trabajando de sirvienta sólo para ganar experiencia.»

«Correcto. Debo ser más cuidadosa con la forma en que manejo la información. Climb, tú también tenlo en mente.»

«¿Entonces podemos discutir sobre cómo encargarnos de los lugares listados en el pergamino? Y Renner, ¿crees que pueda tomar prestado a Climb? Quiero enviarlo a decirle a Gagaran y a las otras que se preparen para movilizarse inmediatamente.»