Julia finalmente pudo relajarse un poco, sus piernas estaban tan débiles que cayó de rodillas al suelo, se hiperventilaba y su corazón palpitaba a gran velocidad, Jake también cayó nuevamente al suelo aún más herido, Julia vio eso y sintió gran lástima por él, tanta que se levantó, rápidamente caminó hacia un tronco podrido, arrancó un trozo de corteza, y al tratar de correr en dirección al río Albert la detuvo, ella le trataba de explicar que no trataba de huir hasta que Jake le dijo que la dejara ir, Albert sorprendido se apartó de su camino, ella solo corrió.
Unos minutos después ella volvió con la corteza con un poco de agua en ella, Jake asombrado vio como ella tomaba con su mano un poco de agua y trataba de limpiar sus centenares de rasguños profundos, cuando estaba pasando por su cuello ella notó la mordida de Brandon totalmente cicatrizada, pero no le dio importancia, llegó hasta su rostro, tenía arañazos en la parte superior de su hocico, por encima de sus dientes, en sus colmillos, debajo de su párpado, era un saco de boxeo prehistórico.
Ella miró a su alrededor y vio una hoja bastante grande y con forma de estrella, la tomó, la limpió y la sumergió en agua para después pasarla por las heridas de Jake, él estaba un poco desconfiado al principio, pero al Julia frotar suavemente la hoja limpiando la sangre de si cara el solo cerró sus ojos calmadamente y dejó a Julia seguir con lo suyo.
Día 3
Julia despertó temprano, las aves cantaban, el sol empezaba a salir por el horizonte, sentía un poco de sed, así que fue al río y bebió un poco, mientras tanto Jake despertó, se estiró y se levantó, buscó a Julia y al no encontrarla olfateo el lugar en busca de su olor, al encontrarlo corrió en su dirección, la encontró bebiendo agua, se miraron mutuamente y Jake se le unió.
Al regresar, Jake llamó a Albert, él se posó en su cabeza, vio a Julia con pesar y empezaron a irse dejándola sola.
— ¡Esperen! — gritó ella. — ¿Adónde van?
— A resolver unos asuntos pendientes. — dijo Jake.
— ¿Me vas a dejar aquí?
— Si quieres volver a tu mundo, vete.
— Pero yo — dijo suplicando. —, no puedo ir sola.
— Y yo no puedo perder tiempo llevándote ahí para después regresar — dijo Jake molesto. —, perdería un día entero.
— Entonces llévame contigo.
— Si, claro. — dijo casi riendo. — Solo serías una carga y peso muerto.
— Te juro que no lo seré. — Entonces Julia miró desesperadamente a su alrededor hasta encontrar una rama aún en el árbol, la rama era larga y recta, pero se veía resistente. Julia se acercó al árbol, se preparó y saltó a la rama, intentó arrancarla del árbol, pero no pudo, entonces miró a Jake. — ¿Podrías? — dijo ella.
— ¿Por qué debería? — replicó Jake.
— Solo hazlo, porfi. — Jake se negó, pero finalmente cedió tras una mirada suplicante por parte de Julia, se acercó al árbol, se estiró y con sus dientes logró arrancar la rama, se la dio a Julia y ella lo empezó a mover en el aire, como un bastón de pelea. — ¡Mira! — dijo ella. — ¡Con esto podré defenderme por el camino!
— Humana. — dijo Jake con una mirada de decepción. — ¿Por qué no quieres regresar a tu mundo?
— Es solo que yo, no puedo ir sola hasta ahí.
— ¿Alguna razón?
— Me intentaron matar tres veces en dos días.
— Tus razones no tienen sentido.
— ¡Lo se! Pero yo…
— ¿Sabes qué? — interrumpió Jake. — Te llevaré conmigo, solo porque no quiero perder más tiempo.
Julia tomó su bastón y emprendió un viaje junto a Albert y Jake, ella no sabía a donde iría, pero algo le decía que tenía que ir con ellos.
Las horas pasaban los kilómetros también y Julia se empezaba a cansar, intentaba distraerse observando el paisaje. Caminando ella vio en frente suyo una hendidura en el suelo y por diversión la intentó saltar, pero no pudo controlar su fuerza haciéndola saltar a mas de cinco metros en el aire cayendo en la espalda de Jake, sus espinas no eran puntiagudas, era como sentarse en piedras, Jake se sorprendió e intentó quitársela de encima, de una sacudida la tiró al suelo, Jake la miró con poca energía, ella no había comido en días y apenas si se podía levantar, se le acercó, cuidadosamente la tomó con su boca y con ayuda de Albert la pusieron en su lomo, ella tomó una siesta y siguieron su camino.
Día 4
Julia había estado viajando en el lomo de Jake y jugando con Albert, entonces su estómago empezó a rugir, el hambre la estaba matando y sus quejidos le estaban dando más hambre a Jake, se detuvieron a la orilla de un río donde crecían varios árboles, uno de ellos llamó la atención de Julia, ella se le acercó y vio que era, de hecho, un árbol de mangos, emocionada tomó su bastón y logró alcanzar uno de ellos, lo golpeó botándolo de la rama, corrió hacia él, lo tomó y lo lavó al río.
Tras lavarlo le dio un buen mordisco, su sabor y blandura eran diferentes a los de la tierra, pero igual eran lo que necesitaba, con lágrimas de felicidad terminó su mango, tiró la semilla y se acercó al río para lavarse.
Jake apareció corriendo detrás de ella, la tomó con su boca con rapidez, ella estaba confundida, no sabía que pasaba, hasta que un cocodrilo salió del agua e intentó atacar a Julia, Jake se alejó de la orilla la bajó y le rugió al cocodrilo entrando este al agua marchándose.
— ¿Estás bien? — preguntó Jake.
— Si… — dijo ella aún digiriendo lo que acababa de suceder, pero un dolor en su costado la desconcertó. — ¿Qué es esto?
Se levantó un el lado derecho de su sudadera y su camiseta de centro, vio unan pequeña punzada en la parte su espalda baja, estaba sangrando un poco, pero eso bastó para asustarla, empezó a gritar y Jake se desesperó, miró a Albert y le rugió, él asintió con su cabeza y voló directo al bosque, tras un momento regresó con una fruta en su pico, aterrizó, le hizo un corte con sus garras y se la ofreció a Julia.
— Exprímela en tu herida. — dijo Jake.
— ¿S… seguro? — preguntó Julia tomando la fruta.
— La he tenido que utilizar varias veces en mi vida, sirve para curar heridas.
Julia un poco desconfiada la acercó a su herida y la exprimió esperando un ardor insoportable, pero en realidad el líquido que salió de la fruta era frío y se sentía muy cremoso, dio un vistazo y vio que ya había coagulado la sangre, aliviada le agradeció a Jake, pero unos árboles en el bosque de enfrente se movían, Julia volteó a ver al bosque de árboles enormes, Jake miró con desagrado los árboles, entonces apareció uno de los saurópodos de color verde oscuro con las bolsas de su cabeza de color amarillo, la enorme criatura los miró directamente.
— ¿Dough? — Preguntó Jake la criatura. — Vaya que has crecido.
— Jake. — Dijo Dough con su voz profunda. — Pensé que no vendrías.
— ¿A que viene todo esto? — preguntó Jake.
— Allison me lo contó todo. — dijo Dough. — vino hace poco.
— Rayos, no estarás enojado, ¿Verdad?
— Bueno, lo hecho, hecho está. — Dijo Dough bajando su cuello de 10 metros. — Pese a tu resignación a quedarte, no te puedo controlar.
— Me llamaste. — dijo Jake. — Dime para qué y volveré por mi camino.
— No te preocupes — dijo Dough. —, mejor ven al valle, anochecerá pronto. — Jake lo pensó un poco, pero al final aceptó su propuesta. — Por cierto. — dijo levantando su cuello. — Puedes traer al humano contigo. — Julia se había escondido detrás de Jake, pero al parecer lo que dijo Dough acerca de Allison era verdad
Cruzaron el río y se adentraron al bosque, caminaron sin decir una palabra, hasta llegar a un campo abierto con una inclinación hacia un valle por el cual el río anterior cruzaba entre dos grandes montañas verdes y una enorme agrupación de criaturas a las orillas del rio. Dough se detuvo, admiró las vistas, Jake y Julia hicieron lo mismo.
— Nunca pensé volver aquí. — dijo Jake.
— Desde que tú y Brandon se fueron la protección de este lugar ha sido muy complicada. — dijo Dough.
— ¡Hey! — dijo Jake. — Él me persiguió a mí durante tres años.
— Soy consciente de eso — añadió Dough. — y pudiste haberme dicho que su amistad había colapsado ¿No?
— Lo que haga con mis problemas no es asunto tuyo.
— Igual de obstinado, como siempre. Pero — dijo mirando a Albert y Julia en la cabeza y lomo de Jake respectivamente. —, lograste salvar una relación y crear otra.
— En primera: Lo de Albert es de mutuo beneficio. — dijo y al decir eso Albert dio un fuerte picotazo en su cabeza. — Y en segundo lugar: simplemente no me pude deshacer de esta humana.
— Claro… — dijo Dough de manera sarcástica. —, mejor vayamos al valle.
Siguieron caminando, antes de llegar al centro Jake le advirtió a Julia que este lugar puede ser impredecible debido a su reputación. Al llegar todos miraron con miedo a Jake y con confusión a Julia, ambos sabían que iba a ser una tarde muy larga.