"Dingggg... Dingggg..." El inconfundible sonido de la campana había hecho que ambos volviéramos a la realidad, y siguiendo esa señal, yo me levanté y me estiré un poco antes de ver a Mary una vez más.
"Es la campana."
"Sí, lo sé…" Mary había agachado su cabeza mientras dejaba salir esas simples palabras y comenzaba a jugar un poco con su falda.
"¿Vas a venir a clases?" Me costó un poco hacer esa pregunta, principalmente porque podía imaginarme la respuesta, y aunque no fue exactamente a como pensé, la esencia en las palabras de Mary era la misma.
"Ve tú primero, tengo unas cosas que hacer..."
"Está bien… No vemos." A pesar de todo, era bastante obvio para mí que era difícil para Mary tomar esa decisión, había tantas preguntas e incógnitas en mi mente con respecto a ella que no me dejaban del todo tranquilo, pero a la vez, tenía como consuelo el hecho de que Mary me había aceptado como su amigo, por lo que, dejando esas palabras de despedida, comencé a moverme en dirección a la puerta de la azotea.
"Adiós, Dylan." Ese adiós me decía que tal vez no vería a Mary por el resto del día, y aunque no respondí directamente a sus palabras, alcé mi mano en alto mientras la movía en señal de despedida… Pero, aunque para mí había terminado todo relativamente bien, era totalmente inconsciente de lo que Mary experimentaría en ese mismo lugar.
...
…
"Se fue… Lo siento, Dylan… Realmente no estoy lista, y tengo tanto miedo… No quiero que tú también salgas lastimado, no quiero que nadie más sufra por mi culpa." Había pasado tiempo desde que había dejado la azotea, y Mary había abrazado nuevamente sus piernas y agachado su cabeza entre ellas mientras decía esas palabras que harían que me sintiera complicado si estuviera ahí para oírlas.
"Clap... Clap... Clap..." Mientras Mary estaba en esa posición, ella pudo escuchar claramente como la puerta de la azotea se abría una vez más a la vez que ese sonido de aplausos se hacía presente, y eso mismo hacía que Mary se sintiera horrible, pero en especial, la voz de alguien era lo que desembocaba ese sentimiento.
"Vaya, parece que tienes un nuevo "juguete", Mary, ¿debería invitarlo a jugar?" La voz de aquella persona llevaba consigo una burla inconfundible, y aunque Mary prefería guardar silencio, el hecho de que esa persona estuviera hablando de mí, había sido suficiente para que Mary alzara su vista y tratara de enfrentar las palabras de aquella persona.
"¡Dylan no es...!" Pero antes de que Mary pudiera seguir con lo que quería expresar, ella sintió como su cuello era tomado por esa persona evitando que dijera algo más, pero en especial, Mary no soportaba la mirada que estaba sobre ella en ese momento.
"Mary, Mary… Te di una última oportunidad, pero sigues aquí, creí que siendo amable entenderías, además, no pienses que puedes arreglar algo, nunca me olvidaré de lo que hiciste."
"¡Te equivocas, yo nunca...!" A pesar de la situación, Mary había tomado la mano que ahora estaba apretando ligeramente su cuello, y por sus palabras, parecía que estaba sacando fuerza de algún lugar que ella no sabía.
"¡¡CÁLLATE...!! ¡No entiendes que no tienes lugar aquí!, ¡fue tu culpa!, ¡todo estaba bien hasta que apareciste!"
"¡Agh!" Un simple sonido de dolor había escapado de Mary cuando aquella mano volvió a apretar su cuello una vez más, no le importaba escuchar las palabras que le estaban diciendo en ese momento, en realidad, si no fuera porque esa persona estaba hablando sobre mí, seguramente Mary hubiese permanecido en silencio durante todo ese tiempo.
"Todo lo que estoy haciendo es por él, me entiende y yo lo entiendo, si necesita que continúe, incluso si ese no es el caso... Lo haré... Me aseguraré de que nada más se interponga entre nosotros."
"¿Por qué, por qué haces todo esto?" Mary sintió cómo su cuello era liberado un segundo después, no pudo evitar dejar salir una pequeña tos, pero se recuperó lo suficientemente rápido y dejó salir esa simple pregunta.
"Nunca lo entenderás Mary. Nunca podrás hacerlo porque estás sola, a nadie le interesas, solo eres una inútil esperando a que cosas malas le sigan pasando... Te estaba dando una salida, pero veo que tomaste mis palabras como un juego… Así que, si quieres culpar a alguien, cúlpate a ti misma." Aquella persona acaba de darse la vuelta, por su actitud, ya no le importaba lo que hiciera Mary a continuación, ella parecía tener sus propias ideas y planes al respecto, y esas serían un completo misterio para alguien más. "En fin, qué tengas un buen día, Mary."
Dejando esas palabras, esa persona volvió a cruzar la puerta de la azotea antes de que su figura ya no pudiera verse más. Mary tenía una mirada complicada una vez más, un cumulo de sentimientos para nada agradables se estaba formando dentro de ella, incluso estaba tocando su cuello debido a la sensación que quedó en él, pero, sobre todo, Mary no dejaba de repetir en su cabeza las palabras de aquella persona y trataba de entender qué significaban realmente…
...
…
Me encontraba viendo por la ventana, no había nada espectacular que mencionar, solo podía ver las hojas de un par de árboles a lo lejos, así como un pequeño patio cerca del edificio a la vez que la luz de afuera estaba tomando un tono naranja poco a poco. Las clases habían terminado después de un par de horas, y desgraciadamente, Mary no apareció en todo lo que restó del día. El aula poco a poco se estaba vaciando ya que todos se ocupaban de sus propios asuntos, y siguiendo esa idea, me levanté con una simple idea en mente.
'Creo que iré a ver si sigue allá.' Sí, de nuevo iba a ver si Mary seguía en la azotea, en caso de que no estuviera, al menos me sentiría algo más tranquilo, pero si seguía ahí, eso me daría la excusa perfecta de acompañarla un poco más. Ya había entendido que al menos podría hacer algún avance con respecto a lo que le pasaba si estaba más tiempo con ella, pero antes de que siguiera con ese curso de acción, mis oídos captaron un sonido un tanto peculiar.
"Snif..."
"¿Por qué estás llorando?" Y a quién pertenecía esa clase de sollozos, en realidad se trataba de mi buen amigo Alex.
"Snif... Mi pizza... Mi deliciosa pizza... Se fue."
"¿A dónde se fue?, ¿le salieron piernas y se fue caminando?" Debido al estado de Alex, había tomado asiento una vez más, solo que cerca de él para acompañarlo en su sufrimiento.
"El demonio."
"¿El demonio?" Esa pregunta acompañaba mi clara confusión ya que no entendía a qué se refería Alex con ello, estaba seguro, al menos la mayor parte, que la realidad en la que estaba no tenía cosas mágicas como demonios, hadas o un dios espagueti volador, pero afortunadamente Alex explicaría de forma que pude entenderlo.
"Sí, el demonio de los impuestos vino y se llevó todo mi dinero." En realidad, no podía ver el rostro de Alex ya que tenía su cara entre sus brazos mientras se acostaba en el pupitre, pero su voz realmente llevaba un sentimiento de derrota y frustración.
"Oh, ¿hablas de Clara?"
"¡No digas ese nombre!... Podría oírte." Alex se había reincorporado para en ese mismo instante usar sus manos para tapar mi boca mientras una expresión de pánico se apoderaba de su rostro, pero yo me moví un segundo después para liberarme.
"Vamos, amigo, no creo que Clara aparezca cuando digas su nombre." Y justo cuando dije eso… Solo el silencio se hizo presente sirviendo aún más como evidencia de lo que había dicho antes.
"Sí, creo que tienes razón, tal vez estoy exagerando… Últimamente estoy más nervioso de lo normal, es que cada vez que escucho su voz se me ponen los pelos de punta, no sabes lo que me ha hecho tanto física como psicológicamente, pero un día verás, los papeles cambiarán, ya puedo imaginarme como se verá Clara en ese momento." Alex había recuperado el brillo de siempre, además de que estaba alzando su brazo y formando un puño en alto como si quisiera reafirmar aún más su declaración de un futuro incierto… Pero ese mismo impulso se perdería por lo que pasaría a continuación.
"¿Imaginarte qué, Alex?"
"Hola, Clara. ¿Cuándo llegaste?" Sí, quién acababa de aparecer como por arte de magia se trataba de la viva imagen de Clara… Y eso mismo hizo que recordara lo que había dicho Alex anteriormente.
"Vine a ver si querían ir a comer conmigo, aunque creo que escuché algo que me llamó la atención." Dejando de prestarme atención, la mirada de Clara se dirigió a la figura congelada de Alex. Ella tenía sus ojos cerrados mientras una pequeña sonrisa se formaba en su rostro, pero era claro tanto para Alex como para mí que eso no significaba nada bueno.
"C-Clara yo..." Ni siquiera Alex sabía de dónde había sacado la fuerza para pronunciar esas palabras, pero de igual manera no podría seguir diciendo nada más ya que Clara acababa de levantar uno de sus dedos y acercarlo a la boca de Alex sin tocarla realmente.
"Shhhhhhh... Hablemos en la mesa, los negocios no pueden llevarse a cabo con el estómago vacío, ¿verdad?" Ahora los ojos de Clara se habían abierto y se podía notar un sentimiento peculiar en ellos, afortunadamente eso no iba dirigido a mí, pero por alguna razón, sentía la necesidad de rezar por Alex. "¿vienes, Dylan?"
El hecho de que la atención volviera a ser puesta sobre mí me hizo volver a la realidad y dejar de apreciar la sentencia de muerte que estaba recibiendo Alex, y entendiendo que Clara en realidad nos estaba invitando a comer algo, no tenía razón para rechazar, aunque una idea había aparecido en mi mente en ese mismo momento.
"Claro, es solo que… ¿Puedo invitar a alguien más?"
"¿Alguien más?" Como si mis palabras estuvieran algo fuera de lugar, Clara volvió a ser la misma de siempre y repitió mi pregunta como si tratara de confirmar si escuchó bien.
"Sí, estaba pensando en invitar a una amiga." Si me lo preguntaran, mis palabras no deberían tener nada extraño en ellas, tal vez podrían llevar algo de sorpresa, aunque eso no debería ser suficiente razón para que Clara se quedara en silencio por unos segundos mientras esperaba su respuesta. "¿Clara?"
"¿Qué?, ah, sí, sí, por supuesto, entre más, mejor, jaja…" Quedándome satisfecho con la respuesta de Clara, no lo pensé demasiado y simplemente les dije tanto a ella como a Alex que se fueran adelantando antes de que saliera del aula en dirección de la azotea… Y en el momento que estaba saliendo por la puerta, pude ver como un Alex moribundo volteó hacia mí con una cara de auxilio, lo cual me dio la oportunidad de desearle lo mejor.
'Espero que en tú próxima vida seas feliz.'
"¡Maldito, no te pongas a orar por mí!" Y dejando ese grito de fondo, dejé que mis piernas siguieran con la rutina de llevarme a aquel lugar que estaba frecuentando mucho últimamente.
...
…
Un silencio se había apoderado después de que saliera del aula, cualquier cosa que pasara en ese lugar ya no era de mi conocimiento, pero como esto se trataba de una historia, tenía la habilidad de imaginar todos esos escenarios, era como un superpoder, aunque de manera simple, todo esto era gracias al maldito autor.
En fin. En el aula Clara era la principal razón del silencio, además de que se había quedado parada sin moverse en el mismo lugar que estaba, aunque tal vez lo más importante es que no había dejado de ver la puerta por la que había salido antes, pero, a pesar de que él sabía perfectamente que lo que estaba a punto de decir empeoraría su condena, Alex no se guardó lo que había en su mente.
"Creo que alguien está celoso."
"¡Cállate, bolsa de huesos!" Fue un golpe limpio, uno que podría decirse llevaba la fuerza de una montaña detrás, pero, en resumen, el hecho de que Alex haya terminado en el suelo después de eso era bastante preocupante cuanto menos… Aunque, en realidad, él se lo tenía merecido.