Chapter 71 - 70

70

Luigi solo observó como Daito comenzó a embestir salvajemente a los prisioneros los cuales fueron convertidos en papilla rápidamente por la fuerza de los impactos, pero justo antes de que pudiera ser atacado por Daito escucho Shameless, de pronto desapareció y en su lugar apareció una gran roca. 

El impacto del tronco de madera con la piedra convirtió la piedra en polvo, de pronto "¡sching!" Resonó por la habitación al momento que law comenzó a desenvainar a kikoku. —jejejeje, ¿así que aún puedes luchar?— dijo arrogantemente Daito antes de girarse y observar a law herido y sosteniendo la katana con una sola mano. 

La sangre ya no goteaba por su herida debido a que había aumentado su factor de recuperación gracias a su fruta del diablo, pero eso no significaba que su brazo recuperara su fuerza inmediatamente, al ver esto Daito se relajó un poco y arrogantemente dijo. — debiste huir cuando tuviste oportunidad, ahora vas a morir.—

Sin esperar respuesta Daito ignoro a Luigi y cargo directo a atacar Law, al ver esto Law dijo. —Luigi encuéntrate con los demas y continúa cazando a los marines, los refuerzos llegarán pronto, yo me encargaré de este idiota.—

—¡Jajaja! Déjame ver cómo te encargas de mí, bastardo arrogante—, rugió Daito antes de lanzarse nuevamente hacia Law, sus movimientos rápidos y brutales eran anormales para su complexión enorme y pesada, pero aún así su fuerza y agilidad llevaron a que la sala retumbe con el sonido de los impactos mientras la figura de Daito embestía una y otra vez, atacando frenéticamente con una furia descontrolada.

Law se mantenía sereno, esquivando cada golpe con precisión, sus ojos fríos calculando cada movimiento, pero se veía forzado a retroceder una y otra vez. A pesar de su destreza, no lograba encontrar un espacio para contraatacar. Cada vez que intentaba alzar a Kikoku para golpear, Daito ya estaba encima, cerrando cualquier posibilidad de ofensiva con una agresividad implacable y no podía utilizar a yamaoroshi con su mano izquierda debido a la herida en el hombro. 

Los pocos cortes que Law había logrado conectar apenas habían hecho rasguños a la piel de Daito, y no habían sido lo suficientemente profundos para causar daño. La defensa de su oponente parecía impenetrable, y el tiempo jugaba en su contra. Daito, confiado en su ventaja, comenzó a burlarse entre ataques. —¿Esto es lo mejor que tienes?, lucías más intimidante cuando golpeabas a los reos en el patio ¿No tienes ninguna operación para salvarte ahora?— gritó, lanzando una patada que Law esquivó por los pelos.

A pesar de la presión, Law mantenía la calma. Su mente trabajaba a toda velocidad, analizando cada movimiento, mientras pensaba al observar la destrucción  a su alrededor.—"si no hubiera desarrollado Haki de observación seguramente ya estuviera muerto."— 

Analizando su alrededor y buscando cualquier debilidad en la guardia de Daito y esperando que este se agotara, en medio del frenesí, Law notó algo los ataques de Daito, aunque poderosos, seguían un patrón predecible. El pie izquierdo de Daito se retrasaba un milisegundo antes de cada embestida, y su brazo derecho siempre quedaba ligeramente expuesto al final de cada golpe.

Fue un detalle pequeño, pero suficiente. 

Con un destello en los ojos, Law tomó una decisión. En el siguiente intercambio, en lugar de continuar esquivando, se inclinó hacia adelante, enfrentando de frente a Daito. Cuando el enorme brazo de su oponente descendió para golpearlo, Law activó su habilidad.

—¡Room!— dijo con voz baja pero decidida.

El espacio a su alrededor cambió de inmediato. Daito no alcanzó a reaccionar. En un abrir y cerrar de ojos, la figura de Law se desplazó detrás de él. Con un giro fluido y certero, Law bajó a Kikoku, cortando profundamente el costado de Daito.

Un grito de dolor y sorpresa escapó de Daito cuando cayó de rodillas. —¡¿Qué…?! ¿Cómo…?— jadeó, incapaz de comprender lo que acababa de suceder, a lo que law respondió. — Yo también soy usuario de fruta del diablo bastardo.—

Law, jadeando pero sin perder su compostura, se colocó en guardia nuevamente, su mirada fría como el acero. —yo lo dije… me encargaré de ti.—

La sangre salía del costado derecho de Daito mientras el estaba arrodillado en una pierna.— debo decir que te subestimé un poco, pero aún así no lograrás mucho, la muerte te espera.— 

Mientras la intensa batalla entre Law y Daito continuaba, Luigi seguía avanzando con rapidez por los oscuros y estrechos pasillos de la prisión, a su lado, cinco prisioneros recién liberados lo seguían de cerca, todos con la determinación grabada en sus rostros, cada uno llevaba consigo heridas de las torturas sufridas, pero ahora, con las cadenas rotas, la sed de venganza los impulsaba hacia adelante.

El plan era claro en la mente de Luigui debía unirse a los miembros de su mafia, la "Familia scarletta", quienes habían sido capturados junto a él durante una redada masiva meses atrás. Los scarletta, conocidos por su brutalidad y lealtad inquebrantable, eran temidos no solo por los marines, sino también por otros criminales, puesto que no eran una simple mafia, si no que son miembros de las 5 familias mafiosas del west blue, había sido capturado, y aunque había sido encerrado, su influencia seguía viva dentro de las paredes de la prisión, después de todo Luigi no era otro que el hijo del padrino. 

—No podemos perder más tiempo, —gruñó Luigi, ajustando la pistola que había logrado recuperar de un guardia caído—. Los marines no tardarán en traer refuerzos y tenemos que estar listos.

Uno de los prisioneros, un hombre alto y delgado con una cicatriz que cruzaba su ojo izquierdo, llamado Salvatore "el Tuerto", asintió con dureza. —Nuestros muchachos estarán listos, jefe.—

Mientras continuaban, los ecos de la prisión eran ensordecedores, el sonido de los golpes, gritos y disparos resonaban por doquier, mezclados con el crujido de escombros cayendo. La rebelión dentro de la prisión estaba en su punto álgido, y Luigi sabía que esta era su única oportunidad de recuperar el control.

Llegaron finalmente a una encrucijada, donde se encontraron con un grupo de cinco figuras encapuchadas, todos armados hasta los dientes. Al ver a Luigi, las figuras se descubrieron, revelando los rostros familiares de sus antiguos compañeros, Vittorio "el Colmillo" un joven pelirrojo y pecoso de complexión delgada, Rosetta "la araña" una mujer pelinegra , de tez clara y una increíble figura, Enzo "la Roca" un hombre moreno y musculoso, "Bruno "el Cazador" un joven de cabello castaño y un rostro endurecido por cicatrices y Luca "Manos Ligeras". Cada uno de ellos había sido parte vital para el equipo de Luigui, y ahora estaban listos para unirse a la lucha una vez más.

—Jefe, —dijo Vittorio, mostrando una sonrisa afilada como un cuchillo. —Pensé que te habían aplastado, pero veo que sigues tan duro como siempre.—

Luigi asintió con una mezcla de sentimientos  y urgencia. —No hay tiempo para charlas, Vittorio. Los marines están a punto de enviar refuerzos, y necesitamos reagrupamos con los otros. Ya sabes lo que hay que hacer.—

Rosetta, con su largo cabello negro atado en una trenza, afilaba un cuchillo mientras sonreía. —Siempre es un placer cortar algunos marines,—

Con una rápida señal, el grupo de Luigui se movió con precisión, distribuyéndose por los pasillos como si nunca hubieran dejado de trabajar juntos. Luigi lideraba el avance, manteniéndose alerta a cualquier señal de los guardias o enemigos.

Al cruzar una esquina, se encontraron con un pequeño grupo de marines que habían sido enviados para contener la revuelta. Sin mediar palabra, los Morozzo se lanzaron al ataque. Bruno "el Cazador" fue el primero en embestir, utilizando su habilidad con las armas de fuego para acabar con dos marines antes de que pudieran siquiera reaccionar. Enzo, con su fuerza abrumadora, rompió el cuello de un tercero con un movimiento rápido, mientras que Luca utilizaba su agilidad para desarmar a otro y dejarlo inconsciente.

—¡Vamos!— gritó Luigi, moviéndose con determinación hacia la siguiente sección de la prisión, donde sabían que más de sus aliados estarían esperando. Los prisioneros que lo seguían, inspirados por la brutal eficiencia de los Morozzo, comenzaron a luchar con más fiereza, derribando a cualquier marine que se interpusiera en su camino.

El plan era claro, debían asegurar los pasillos de la prisión y eliminar a los marines antes de que llegaran los refuerzos de shiki, Si lograban salir de allí, la Familia scarletta estará  de vuelta en la esfera de poder del west blue, volvería a ser una fuerza imparable en el mundo del crimen.

Luigi, observando la carnicería que dejaban a su paso, pensó por un momento en Law y su enfrentamiento con Daito. Sabía que Law era formidable, pero también conocía bien la peligrosidad de Daito. Sin embargo, no tenía tiempo para preocuparse por otros. Tenía una mafia que restaurar y una prisión que conquistar.

Luigui con una sonrisa feroz, continuó avanzando, sabiendo que la victoria estaba al alcance, hasta que se pronto una sombra azul se atravesó rápidamente en su camino y pateo su abdomen mandándolo a volar cerca de sus compañeros quiénes rápidamente lo atraparon evitando que sufriera más daños por la caída.

—tch, también tendré que tratar con todos ustedes.— frente a ellos un hombre extremadamente musculoso vestido de marine se imponía

El aire en la prisión se volvió denso mientras el eco de los impactos resonaba por los pasillos. Luigi se reincorporó rápidamente, con la ayuda de sus compañeros, y fijó la vista en la figura que lo había derribado. Frente a él, un marine de proporciones colosales se erguía imponente, con músculos que parecían esculpidos en piedra. Su piel bronceada brillaba bajo la tenue luz de la prisión, y su uniforme de marine apenas lograba contener su enorme complexión. 

Este hombre, que parecía más una bestia que un humano. —¿quien eres?— preguntó Luigui a lo que el hombre respondió.

— Mi nombre es "Yokozuna"— al responder  sonrió arrogante, mirando a Luigi y sus compañeros. —¿Pensabas que podrías salir de aquí tan fácilmente, pequeño insecto?— Su voz retumbaba como un trueno, llena de confianza y desprecio. Dio un paso hacia adelante, y el suelo bajo sus pies crujió. —Soy el subdirector de esta prisión, y aquí, yo decido quién vive y quién muere, y "ustedes morirán."—

Luigi apretó los dientes, aún sintiendo el dolor de la patada, pero no retrocedió. —"¡TODOS TENGAN CUIDADO!" Este tipo está loco, pero no es tan fácil detenernos, maldito perro de la marina. Pagarás por cada uno de nuestros compañeros que has torturado aquí."—

Yokozuna, el subdirector era famoso en la prisión por elegir un pabellón al mes, donde peleará contra cada prisionero solamente para mejorar sus técnicas de combate, un psicopata encantado de causar daño a los demás. 

Antes de que Luigi pudiera moverse, Vittorio "el Colmillo" se lanzó al ataque, su velocidad y destreza eran sorprendentes y por las cuales se le apodaba el colmillo, habilidades de asesinato tan escurridizas y mortales. Con su cuchillo afilado, trató de cortar la piel de Yokozuna, sin embargo, cuando el cuchillo impactó, el sonido fue como el de metal chocando contra una roca sólida. Vittorio retrocedió con una expresión de sorpresa mientras Yokozuna sonreía ampliamente y todos observaban como apenas y había logrado hacer un pequeño rasguño. 

—jejeje, puede que sean un poco habilidosos, pero yo tuve la oportunidad de practicar la mejor técnica de la marina y creo que puedo considerarme un experto en "Tekkai", una técnica derivada de los "Rokushiki", ustedes no pueden hacerme nada.— decía Yokozuna con los ojos exaltados y un tono lleno de emoción.

Es el subdirector de la prisión y bien conocido por su brutalidad implacable. Su cuerpo estaba entrenado al extremo, lo que le permitía soportar golpes duros y a la vez liberar un fuerte poder de ataque; el tekai hacía que su cuerpo se volviera tan duro como el acero, pero a diferencia de la técnica tradicional, Yokozuna podía moverse con gran velocidad y fluidez mientras mantenía esta resistencia.

—"No eres rival para mí, niño."—, gruñó el subdirector antes de lanzar un brutal golpe descendente con su puño derecho. El aire mismo pareció cortarse con el impacto. **Tekkai Kyodai Ken**. El puño de Yokozuna cayó como una maza gigante, rompiendo el suelo donde estaba Vittorio, quien apenas pudo esquivar a tiempo. La explosión de escombros dejó una marca profunda en el piso de la prisión.

En ese momento, Bruno "el Cazador" aprovechó la distracción para disparar una ráfaga de balas contra Yokozuna. Las balas, que en cualquier otro momento habrían hecho mella en su objetivo, rebotaron inofensivamente en la piel endurecida del subdirector, solo dejando un par de hematomas en la piel.

Yokozuna soltó una carcajada gutural. —"Nada de lo que hagáis funcionará. Soy invencible bajo mi Tekkai Avanzado. Les daré una muerte rápida, si se arrodillan ahora."—

Rosetta, con su mirada fría, susurró mientras afilaba su cuchillo —"Este tipo es un monstruo... pero todos los monstruos tienen una debilidad."—

**Luca "Manos Ligeras"** corrió hacia él, buscando una abertura, pero fue recibido por un rápido y devastador golpe de Yokozuna que lo arrojó contra la pared, dejándolo inconsciente de inmediato. El subdirector no solo era fuerte, sino también increíblemente rápido para su tamaño.

Luigi, evaluando la situación, comprendió que este no era un enemigo común. El subdirector tenía demasiada experiencia y poder, y sus compañeros estaban cayendo uno a uno. Si no encontraba una estrategia pronto, todos serían masacrados. 

Con una mirada decidida, Luigi ordenó a los suyos que retrocedieran mientras él intentaba ganar tiempo. —"Vamos a necesitar algo más que cuchillos y balas para derribar a este tipo."— murmuró entre dientes. Sabía que su única esperanza era coordinar un ataque sorpresa o encontrar algún punto débil en su técnica. Mientras tanto, tenía que enfrentarse a este coloso cara a cara.

Yokozuna, viendo la retirada estratégica de los Morozzo, sonrió con desprecio y comenzó a cargar hacia ellos. —"¡No pueden escapar!"—

Luigi miró a sus compañeros, sabiendo que la situación se había vuelto aún más desesperada. Ahora tenían que enfrentarse  a Yokozuna,  que parecía invencible. Pero en el rostro de Luigi se dibujó una sonrisa feroz.

—"Entonces, será una pelea hasta el final."—

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