Érase una vez, una niña que llegó al mundo, un agosto a las 9:15 de la noche aproximadamente, en un pueblito en el cual no pretendía nacer pero por cosas de la vida así ocurrió. Esta niña se llama Dennise, tanto ella como su madre Lucía sobrevivieron al parto más horrible que te puedas imaginar después de pasar 4 días de parto, a cargo de parteras de campo que por poco y acaban con sus vidas hasta que llegó el médico al pueblo y logró sacarlas adelante. Después del parto primero atendió a la bebé, entablilló su manita izquierda, vendó su cabecita frágil con forma de cono de tanto maltrato que recibió por parte de aquellas parteras y aparentemente el resto lo tenía bien; enseguida se encargó de la madre, desmayándose... prácticamente agonizando, sus fuerzas después de tantos días se agotaban como cuando la llama de una vela está en sus últimos minutos, había perdido mucha sangre... pero la salvó también! Son un milagro de Dios, gracias a aquel médico y hasta hoy en día las 2 son inseparables!
Ella crece en la capital, linda, hermosa, con esos mofletes y piernitas rollizas que dan ganas de morder y de apachurrar todo el tiempo, hasta que empieza a caminar y su madre se da cuenta de que siempre se cae del mismo lado, la lleva al pediatra y sorpresa... hay que operar de urgencia, la bebé tiene luxación de caderas, es decir que el huesito de su pierna derecha está más adentro de lo normal en el hueso de la cadera. Su madre sin dinero, con un marido que sólo aparecía por casa cuando le daba la gana y con un olor tremendo a alcohol, violento, machista que no aporta ni para la comida de su propia hija, ella no sabe qué hacer, llora... sufre... y se desespera, pero Dios es grande y el pediatra le dice, unos médicos de Finlandia están en el país haciendo operaciones gratuitas a los niños del país, vaya al hospital infantil de la capital y pida ayuda. Ella, así lo hace y logra que operen a su hija, después de unos meses de rehabilitación salen del hospital, la bebé flaquita porque casi no quería comer con tanto yeso por todo aquel cuerpecito tan pequeño y la mamá prácticamente en los huesos, siempre al lado de la cuna de su hija, durmiendo en cartones en el suelo, apenas se alimentaba porque no podía separarse de su niña y tampoco tenía dinero para comprar en restaurantes, nadie las visitaba... pero llegó el día en que salieron y aunque tenía que usar férulas hasta los 5 añitos ya era diferente!
Lucía, una madre valiente, inteligente, emprendedora! aunque en un principio quiso hacer un curso de enfermería, cosas del destino no pudo ser. Cabizbaja, cruzando una calle levanta la mirada y mira un rótulo en el que dicen... -clases de estética y peluquería, certificado de maestra en el arte de la belleza-, aquella mujer cambia el semblante y decidida se dirige hacia aquel lugar pregunta y se inscribe en este curso, mientras tanto trabajaba en lo que podía, restaurantes, centros comerciales, tiendas.... siempre con su niña a cuestas, cobrando menos del mínimo con tal de que la acepten con su niña, hasta que un día se gradúa y comienza a trabajar en su nueva profesión y poco a poco consigue reunir dinero para que junto con un préstamo logra establecer su primer negocio! Un Centro de Estética y Peluquería Unisex. A partir de este punto todo es diferente! Pero Lucía no se conforma con eso y quiere seguir estudiando y se inscribe en un colegio para acabar su bachiller porque ella quería ir a la Universidad, así que trabaja por las mañanas en su salón de belleza y estudia por las noches, y con tanto sacrificio se gradúa de bachiller en contabilidad y en sociales! como digo... una madre ejemplar, única, valiente, emprendedora y muy inteligente.
Desde entonces su niña sigue estudiando y al igual que ella sacando siempre notas muy altas, no podría ser menos no? jeje , es una niña risueña, amigable, nada egoísta a pesar de ser hija única, juguetona, que cantaba en casa con el cepillo de la peluquería de su madre dando saltos en la cama mientras sonaba -la de la mochila azul de Pedrito Fernández- a todo pulmón jaja y la más vanidosa de todas las niñas, bueno... era de entender si creces en medio de tanto artilugio de belleza no? jaja entre tanto... Lucía quiere comprar una casa para vivir con su hija pero el gobierno del país es tan nefasto y corrupto que llegan incluso a robar el dinero que los ciudadanos tiene en distintas entidades bancarias, un caos nacional. La gente huye despavorida a otros países, por lo que ella decide hacer lo mismo ya que ahí no veía un futuro para ninguna de las dos.
Con el dolor del alma ella decide viajar a otro país en donde pueda progresar y su hija también, jamás da un paso sin pensar en su niña. Pide dinero, lo justo para lo que entonces se llama -bolsa de viaje- es decir dinero para presentar en el aeropuerto y con ello justificar que es turista y que va a gastar ese dinero en aquel país. No estaba segura si viajar a un país de habla inglesa o hispana y decide irse a aquel en donde piensa que por el idioma será más fácil para las dos. Este viaje le rompe el corazón porque obligada tiene que dejar a su niña de 9 años con aquel padre que nunca lo fue pero que pretende con esta unión que tanto padre e hija vuelvan a tener esa relación. Esta separación dura casi un año, Lucía soporta valientemente la estancia en este país nuevo, trabajando incesantemente para un día poder traer a su hija y tenerla de nuevo a su lado. Mientras tanto... Dennise vive la misma separación casi como un pesadilla, es tanto su dolor que apenas es consciente del nuevo cambio que da su vida, de hecho cuando ya está viviendo en la nueva casa con su padre y toda la familia de él, no recuerda ni cómo fue la mudanza, solo sabe que tiene que estudiar aunque sea en una nueva escuela, lejos de sus amigos y la gente que conocía cuando vivía con su madre porque está segura que será poco tiempo hasta que su madre venga a llevarla a su lado. Su padre sigue sin portarse como tal, no está pendiente de sus deberes, de su vestimenta... ella sola tiene que aprender a peinarse sola, a lavar su ropa, a planchar su uniforme y a ser responsable con sus estudios porque sigue los consejos que su madre le da día tras día por teléfono y aunque no la ve siente su amor perpetuo con la firme promesa de que un día volverá a por ella y la sacará de aquel lugar tan frío y hostil.
Por fin ese día llega y Dennise es la niña más feliz de la faz de la tierra porque sabe que ya va a reunirse con su madre y nada las separará, pero como todo es de color de rosa, este viaje de vuelta se trunca por culpa de él que no firma el permiso de salida del país de su hija, a lo que Lucía lucha y se desvive por sacarla del país con ella pero es imposible y su tiempo se le acaba porque tiene que regresar porque sino su trabajo lo puede perder, así que decide regresar pero antes deja tramitando la documentación necesaria para que su hija pueda ir más adelante, solo falta esa dichosa firma, ella como siempre le hace entender todo esto a su hija pero jamás poniendo a su ex-marido como el malo de la película, mas bien salvaguardando ese lazo de padre e hija que ella insiste en mantener. Dennise lo entiende, en su pequeña madurez es capaz de comprender la situación y sigue firme con sus responsabilidades. Lucía sigue persistente con la promesa que le hizo a Dennise y logra convencer a éste ser de que deje ir a su hija con ella, para que tenga un mejor futuro, una mejor vida y un bienestar. Y él dice SÍ, y firma aquel documento! En pocos días la niña embarca en un avión a cargo de una azafata hasta que llega a aquel país de tantas estaciones durante el año, en dónde cuando hace frío hace mucho frío y cuando hace calor hace demasiado calor, pero hay playa y esta será muy importante en su vida. Pasan 14 horas hasta que desembarcan todos los pasajeros y llegando a la salida ve desde lejos a su madre y quiere salir corriendo para abrazarla y que la abrace, sentir su cobijo que tanto le hizo falta pero... la azafata cumpliendo con su deber no la deja ni tocarla hasta que no se verifique toda la documentación, los minutos se hacen horas, Dennise llora porque no entiende el por qué no le dejan abrazar a su madre, hasta que por fin dan el visto bueno y pueden abrazarse la una a la otra con todas sus fuerzas, lloran, gritan, se besan y no se despegan en todo el trayecto que dura el transporte desde el aeropuerto hasta su nuevo hogar.