Un 19 de Marzo, a sus 9 años llega una niña a la tierra de la gastronomía mediterránea más completa del mundo desde un país latinoamericano de habla hispana. Ella es tímida, callada ... quiere hacer amig@s, pero se siente que nadie le entiende a pesar de que su idioma natal es muy parecido al nuevo país, siente que apenas les entiende cuando se dirigen a ella; dicen que porque eres aún pequeña haces amig@s fácilmente, y perdóname pero no es así, el simple hecho de cuando te cambian de colegio o de ciudad te cuesta hacerte de amig@s, imagínate cambiando de país, es literalmente una tortura! A esto le sumas que eres prácticamente un palillo andante, con el cabello que te pasa de la cintura, tez canelita y la única personita extranjera de toooodo el colegio, uy no! eres una mezcla genial para los más y menos habilidosos en el arte de poner apodos y hacer sentir menos que una hormiguita.
Dicen que entre niños todos se llevan bien, de eso nada monada, los niños son muy crueles en cualquier parte del mundo y como te muestres débil, chao! Lo que llaman hoy Bullying ya existía desde hace tiempos inmemorables pero aún no le habían puesto un nombre específico, básicamente se trata de que te pisan como a una mosca, te multiplican por 0 cuando les da la gana y cuando no también, te tiran los libros, te encierran en una clase porque sí y te quedas sin comer por la "bromita" y 30 mil historias más que te ocurre y que en realidad no sabes porqué ese ensañamiento contigo. Dennise llora, se quejas ante las autoridades del cole, se deprimes, no quiere ir a clase, sufre por tener que ir obligada a un sitio en donde todo el tiempo la tratan mal, su madre hace lo imposible ante esta situación pero por ser extranjera también es ignorada como a su hija.
Todos los días la misma rutina, su madre la llama por teléfono desde el trabajo para despertarla, desayuna y se va al cole, siempre por la misma calle y ni se le ocurre cambiar de ruta porque si se pierde, ¿a quién llama? a las amigas que no tiene? o a su madre que está trabajando muy lejos de casa? ¡No, imposible cambiar de ruta! Luego comes en el cole, haces lo imposible por sobrevivir ese día hasta que se acaban las clases y eres libre! Regresas a casa, calientas la comida que le ha dejado preparada su madre, hace deberes, estudia, habla con su madre antes de dormir, le cuenta la tortura de día que tuvo y le ruega que la lleve de nuevo a esa tierra en donde nació y tiene a sus amigas de la infancia, pero su madre le hace entender con mucho amor y rompiéndosele también el alma por lo que su hija le cuenta, le dice que no es posible, que hubo mucho sacrificio previo para estar en un país que promete ser su salvación económica y académica, ella pequeña y todo pero lo entiende y comprende que tiene que seguir soportando aquellos días tan duros y solo reza para que Dios le de fuerzas y pasar lo más desapercibida posible en aquel lugar que parece un campo de concentración como mínimo.
Cada día es igual, y Denisse empieza a caer en un estado de depresión, la comida que su madre le deja preparando para cada día deja de comerla, la esconde, la tira, porque cada día tiene menos ganas de comer. Cada día más triste, con menos fuerzas para seguir adelante, pero un día una niña se le acerca sin malas intenciones, Claudia.
Claudia la trata con amor, la defiende de aquellos monstruos del cole, la acompaña a casa a la salida del cole, hasta que un día planean que Dennise vaya a pasar el finde en su casa. Dennise pide permiso a su madre, ella conoce a la niña, a sus padres y el paradero de su casa. Tranquila con todos estos datos le concede el permiso. Dennise no se cree que por fin tiene una amiguita! Claudia le planea un día fenomenal en su casa y en las atracciones de la urbanización. Comen en el jardín, piscina toda la tarde, conoce y juegan con más amigos del mismo lugar. En la noche se quedan hablando hasta bien tarde contándose sus vidas la una a la otra. En otra ocasión Dennise la invita a su casa, no tiene piscina ni jardín pero su buen deseo de que Claudia también se divierta en su casa es increíble, prepara películas, juegos de mesa, maquillaje para divertirse con los looks que tiene preparado para el momento, y dormir juntas para hablar toda la noche de sus cosas. Fue un día genial para las dos. Desde entonces Dennise va a su casa a menudo y Claudia a la suya también, por lo se hacen inseparables!
Lucía feliz por su hija de que por fin tiene una amiga y de esta manera no ve el mundo tan color azabache. Por otro lado Dennise encantada con su nueva amiga, y ya no se siente tan sola.