La dolorosa vida de Ángel.
CAPÍTULO 6
Ver como Sonia trataba a Rem me hizo darme cuenta de la discriminación de este mundo hacia las personas que no tienen magia. Es algo injusto y molesto. Tendré que soportar ver muchas situaciones asquerosas en el futuro. Debo volverme fuerte para convertirme en alguien que sea capaz de proteger a los plebeyos.
—Las clases sociales en este mundo sí que dan asco... ¿Eh?
Malditos...
Veo a dos estudiantes intentando tocar los pechos de Rem... Acoso sexual... Uno de mis grandes odios.
—¡No, por favor!
—¡Vamos, solo un poco!
—¡Muestra tus pechos, sirvienta!
Me acerco a los estudiantes con una expresión de enojo en mi rostro. No solo las tratan mal, también se aprovechan de ellas.
—¡Oigan, déjenla en paz!
—¡Vete!
—¡Solo es una sirvienta!
¿Solo una sirvienta?
Ah... Me obligaron a actuar. Usaré magia.
Veo mi mano derecha con una expresión seria. Bien... Debo hacerlo.
—Tal vez pueda usar mi magia… Debo intentarlo.
Extiendo mi mano derecha apuntando a los estudiantes y pienso en uno de ellos.
—¡Forle levitation!
Levanto a un estudiante... Wow... Eso fue fácil.
—¡Déjalo!
Extiendo mi otra mano y pienso en el otro estudiante.
—¡Forle levitation!
Levanto al otro estudiante mientras intento pensar en los dos al mismo tiempo.
—¡¿La dejarán en paz?!- Digo enojado.
Los dos estudiantes me observan con miedo. Fufu. Esa reacción me gusta.
—¡¿Puedes usar el hechizo con dos personas?!
—¡Está bien, la dejaremos en paz!
Los bajo y bajo las manos.
—¡Corre!- Gritó un estudiante muerto de miedo.
Los dos se van corriendo rápidamente y Rem se acerca a mí.
—¡Muchas gracias, Ángel!
Ah... ¡Bien! Salvé a una persona. ¡Logré dar el primer paso!
—¿Eso te pasa seguido?
—Sí, pero siempre salgo corriendo.
Realmente estoy empezando a odiar a los malditos estudiantes de esta escuela.
—Realmente no entiendo este mundo.
Escucho un ruido raro.
—¿Qué fue eso?
Rem se sonroja... Oh, ya sé lo que pasa.
—L-lo siento, fue mi estómago.
—¿Tienes hambre?
—Un poco… Lo siento, tengo trabajo que hacer.
Bien, debo aprovechar la situación para ganarme su confianza. ¡Quiero ser amigo de los plebeyos!
—¿No quieres comer algo? Yo te invito.
—Lo siento, no puedo, tengo que terminar de lavar.
—Luego terminas. Vamos.
—Pero me pueden despedir, lo siento.
—Vamos, si vienes conmigo no te despedirán, te lo prometo.
Rem me observa sonrojada y acepta con una larga sonrisa... Espera... ¡¿Realmente se sonrojó?! Vaya, vaya... ¡Me puse nervioso! Es linda.
—¡Gracias, iré contigo!
S-solo quería ser su amigo, pero... Tengo magia poderosa, mi posición es casi legendaria y la salvé. Soy un candidato perfecto para convertirme en su esposo... ¡¿Acaso este es el inicio de un romance...?
Me di un golpe en la cara.
—¡¿Angel?!
No... No puedo ponerla en peligro. No tengo tiempo para proteger a las personas importantes para mí en el futuro. No puedo tener amigos importantes o una novia. Estar cerca se mí será peligroso... No puedo tener novia.
—Lo siento, fue un movimiento involuntario. Vamos a comer.
Solo quiero ser amigo de los plebeyos para no tener que soportar a los nobles molestos, pero no planeo tener amigos muy importantes o novia. Sus vidas estarían en peligro por el simple hecho de ser importantes para mí. Si algo les sucediera, no me lo perdonaría.
Rem y yo empezamos a caminar juntos.
—N-no te preocupes, no te despedirán. Si te dicen algo, diles que estabas conmigo, estoy seguro de que entenderán.
—¿Por qué estás tan seguro?
—El director quiere que estudie aquí. Si te despiden, amenazo al director con irme de la escuela.
Rem me observa con una gran sonrisa en su rostro.
—Eres el familiar que fue invocado por medio del muro celestial. Eres realmente alguien especial y muy bueno. Pensé que serías arrogante, presumido y pervertido, ¡pero eres demasiado amable!
Bueno, pervertido sí, un poco, como cualquier otro hombre.
—Vaya, mi popularidad está creciendo.- Digo con una pequeña risa.
—Aunque no te des cuenta, todos hablan de ti.
—Espero que hablen cosas buenas de mí, como, por ejemplo…
Empiezo a hablar como mujer, me pongo las manos en la cintura y empiezo a moverla.
—"Qué guapo es Ángel". "Qué fuerte es Ángel". "Qué bueno es Ángel". "Ángel es increíble". Fufu.
Hacer reír a las mujeres te garantiza obtener puntos con ellas. Y quiero ganarme la amistad de ella.
Rem empieza a reír... ¡Funcionó!
—¡También eres muy divertido!
Ah... Realmente quiero tener una novia, pero no puedo... No debo tenerla.
Soy un inútil, no podría protegerla... No puedo.
•
•
Llegamos al comedor y observo las mesas... El comedor está algo lleno. ¿Cómo se pedirá la comida? No lo sé… Supongo que no es muy difícil.
—¿Me puedes acompañar? Yo no sé pedir la comida.
—Está bien.
Nos dirigimos a una cocinera, que tiene el cabello blanco, largo y suelto, ojos rojos, su piel es morena y usa un delantal negro. En este mundo parece que no existe la higiene en la cocina, pues no usa nada en el cabello, así que es probable encontrar cabello en la comida, pero bueno, da igual.
—Oye, Rem, ¿qué haces aquí? ¿No tienes trabajo que hacer?
—Ángel me invitó a comer.
—¿Ángel? Debes llamarlo amo.
Aquí vamos de nuevo. No es necesario llamar amo a los estudiantes, solo alimentarían su maldito ego.
¡Me niego a ser como ellos!
Nota mental: donar todo el dinero que obtenga y así evitar convertirme en rico.
¡Me mantendré en la clase media...! Aunque en este momento estoy en la pobreza extrema, soy un esclavo.
Al menos mi ama y el director me mantienen.
—Vamos, yo no soy como esos nobles, a mí no me gusta que me digan amo.
—¿En serio?
¿Es tan difícil de creer?
—Sí… Por cierto...
Saco las monedas que me dio Sonia.
—Quiero un plato de comida para llevar a la habitación de Sonia y dos platos para comer aquí. Rem, yo no conozco la comida de este mundo, ¿qué quieres comer?
—Lo que sea, por favor.
—Está bien. Queremos un plato de comida para llevar y dos para comer aquí. Lo que sea, por favor.
—Los platos te los puedes llevar y después una sirvienta irá por ellos.
Eso me ahorraría tiempo, aunque me siento mal hacer trabajar más a las sirvientas. Yo personalmente vendré a devolver el plato.
—Ya veo… ¿Cuánto será?
—Serían nueve monedas Izuk, por favor.
Izuk... Creo que eran las monedas con las espadas y sonrisas.
Ella solo me dio tres monedas. La tacaña no pensaba en invitarme un plato de comida.
—Qué tacaña es Sonia, ella me dio solo tres monedas.
Saco la bolsa con monedas de mi pantalón y saco seis monedas más.
—Tome.
Le doy las nueve monedas y guardo la bolsa en mi pantalón.
—Espere.
Mmm... Ah... Ahora que me doy cuenta, ¡¿Sonia no planea darme dinero?! ¡¿Trabajaré gratis...?! Ah, soy un esclavo. Mierda.
•
•
Después de esperar un minuto, la cocinera regresa con los platos con comida, que están llenos de carne... Se ve jugosa y deliciosa... Se me hace agua la boca con solo olerlo.
—Tome.
Nos entrega tres platos con comida.
—Muchas gracias.
Rem toma un plato y yo tomo dos.
—Vamos.
Nos sentamos y Rem empezó a comer. Se nota que se moría de hambre, pues está comiendo mientras pone una cara de felicidad y satisfacción.
—Sí que tenías hambre.- Digo sonriendo.
Rem se sonroja y se traga el pedazo de comida que aún tenía en la boca.
—L-lo siento.
—Lo dije de broma, no te preocupes.
Empiezo a comer. Esta comida sabe deliciosa, pero extraño la comida de mi mundo.
—La comida de este mundo es buena, pero la comida de mi mundo es más deliciosa.
La carne es deliciosa, pero me sabe un poco diferente.
—¿Qué clase de carne es esta? ¿De qué animal es? ¡¿Es carne de Minotauro, Orco o Duende?!
—Es carne de caballo.
Hay un silencio incómodo por unos segundos... ¿C-caballo?
¡¿C-caballos normales?! ¡¿No son caballos mágicos?!
—¿De caballo?
—Sí.
Me siento un poco raro, pero la carne está deliciosa. Tal vez los caballos de este mundo sean como las vacas de mi mundo.
—… Bueno, es deliciosa.
Ignoraré el hecho de que es carne de caballo y fingiré que no lo sé.
Sigo comiendo y el director nos observa.
Por favor, no se acerque, no arruine el ambiente.
Fingiré que no lo vi. ¡No se acerque a mí!
—¡Hola, Ángel! ¿Te la estás pasando bien en la escuela?
Mierda. Ver al director solo me recuerda que mi futuro será una mierda y posiblemente termine dos metros bajo tierra.
Volteo a verlo mientras tengo algo de carne en la boca.
—Un poco, la verdad es que los nobles de esta escuela me caen mal. Tratan a las lindas sirvientas muy mal.- Digo con comida en la boca.
Rem se sonroja. Fufu. Logré ver una linda reacción.
—¡¿L-lindas?!
C-creo que debo dejar de hacer eso. La terminaré asustando e incomodando. Solo lo hice porque tengo la teoría de que las personas de este mundo se sienten atraídas por el poder mágico.
—Lo siento, los nobles están acostumbrados a tratarlas de esa forma. A mí también me parece muy mal lo que hacen.
—Por cierto, yo invité a comer a Rem, ella volverá a su trabajo cuando terminemos de comer.
—No hay problema, si tú la invitaste, entonces no hay problema.
Fufu. Ser un alumno becado tiene sus privilegios.
—Gracias.
Sigo comiendo y el director me observa con una mirada seria.
N-no, esa mirada no me gusta. Por favor, no me diga que tiene malas noticias para mí. ¡Déjeme disfrutar lo que me queda de vida!
—Por cierto, he recibido un mensaje del Rey. Mañana vendrá un caballero por ti y te llevará con el Rey. El Rey quiere conocerte.
Ah, una visita con el Rey. Un verdadero Rey, ¿eh? ¡No quiero! Pero Sonia me obligará a ir.
Rem se sorprende demasiado por la noticia, aunque a mí no me importa esa noticia.
—¡¿El Rey?!
Suspiro... Qué pereza... No quiero ir... Pero Sonia me obligará, así que no puedo negarme.
—Está bien, no hay problema.
—Te lo agradezco.
El director se aleja de nosotros y bajo la mirada.
—Otro noble presumido que debo conocer.
—¡Conocerás al Rey!- Dijo Rem emocionada.
—Sí, lo sé…
Sigo comiendo y Rem me observa con una mirada de confusión. Sí, sé que ustedes consideran que conocer al Rey es todo un honor, bla, bla, bla, pero para mí es simplemente conocer a un político. No me importa ni lo respeto. Y probablemente quiera obligarme a hacer algo que no quiero, como pelear en alguna guerra o algo por el estilo.
—¿No estás emocionado?
—La verdad, no.
—¿Por qué?
—No me gusta tratar a las personas como si fueran mejores que otros.
—Ya entiendo.
Qué flojera. Prefiero quedarme en la escuela y entrenar.
—Por cierto, Rem, ¿tienes hermanos?
—¡Síp! Tengos tres hermanas.
Hablar con Rem me tranquilizará. Dejaré de pensar en el Rey por ahora. Disfrutaré de una vida normal todo lo que pueda.
•
•
—Izuke...
En un lugar completamente negro y sin luz, se encuentra una pequeña niña, dormida profundamente, esperando que alguien la llame.
—Izuke...
Lágrimas comenzaron a salir de sus ojos y sonrió mientras sigue durmiendo.
—Volviste.
•
•
Termino de comer. Estoy satisfecho. ¡Mi estómago está lleno!
—¡Terminé!
Rem termina de comer.
—¡Yo igual!
Hablar con Rem mientras comíamos fue bastante relajante y divertido. ¡Me agrada mucho! Los plebeyos son más divertidos que los nobles. ¡Excepto Charlotte, ella es una Diosa para mí!
—Creo que debo llevarle la comida a Sonia. Nos vemos luego, adiós.
—Está bien. Adiós, Ángel.
Tomo el plato de comida y me levanto.
—Nos vemos.
Empiezo a caminar y me pongo a pensar. El Rey quiere conocerme… Supongo que es normal, después de todo, soy raro en este mundo.
—El Rey… ¿Realmente soy especial?
¿Yo... soy especial?
Alguien como yo es especial en considerado especial... Me consideran especial... No... Por favor, no pongan sus esperanzas en mí, no soy confiable.
—Solo soy un chico normal... No soy un héroe.
No confíen tanto en mí, por favor.
•
•
Entro en la habitación de Sonia.
—Espero que no me hayas extrañado, ya volví.
Le entrego el plato de comida y Sonia lo toma.
—¿Extrañarte? ¿Yo? No me hagas reír.
—¿Entonces no me extrañarás mañana?
—¿Mañana?
Sonrío y cruzo los brazos.
—Un caballero vendrá por mí mañana y me llevará con el Rey. El Rey quiere conocerme.
—¡¿El Rey?!- Dijo sorprendida.
—Sí, y si me dejas dormir en tu habitación, tal vez te deje venir conmigo.- Digo sonriendo.
—¡¿El Rey quiere conocerte?!- Dijo aún más sorprendida.
—Sí.
—¡¿El Rey?!- Dijo sorprendida.
Esto se volvió repetitivo.
—¡Qué sí!- Digo enojado.
—Está bien, dormirás en mi habitación, pero en el suelo.
Eso es mejor que dormir afuera como si fuera un perro.
—Con eso me conformo.
Sonia sale de la habitación.
—¿A dónde vas?
—Iré a bañarme.
—¿No me enseñarás más hechizos?
—Cuando vuelva lo haré.
—Está bien.
Sonia se va y extiendo mis brazos al aire.
—Creo que saldré a caminar.
Debo disfrutar el tiempo libre que tengo.