Jimin estaba perdido en el placer, sintiendo a su jefe lamer y tragar todo su pene.
Los gemidos aumentaban con cada embestida y movimiento que hacía aquella boca, moviéndose tan gloriosamente.
No pasó mucho cuando Jimin se vino en la boca del mayor, este solo lamió sus labios, y bajo al pequeño.
—Ahora hazlo tu.
Hizo que se pusiera de rodillas enfrente de su pene, y lo llevo a su boca.
El pequeño lo recibió gustoso y comenzó a hacer el mismo trabajo que hizo su jefe anteriormente. Jimin lo hacía sin capricho alguno imitando los movimientos placenteros que hizo la boca de su jefe.
Yoongi lo observa atentamente, lo hace bien utilizando su lengua para brindar placer.
—Eso es...
Susurró Yoongi acariciando lentamente su cabello y su rostro, llegó el momento en el que Yoongi lo alejó.
—Levántate, te quiero contra el escritorio.
Jimin obedeció y se levantó caminado hasta el escritorio recargando su cuerpo en él. Yoongi tomo su cuerpo y lo subió al escritorio aún en esa posición.
Sonrió de lado abriendo su trasero observando su ano que no tardó en comenzar a devorarlo con su lengua causando gemidos escandalosos por parte Jimin
Después de eso se alejó y masturbo su pene deslizándolo lentamente por su ano causando un enorme temblor y temor por parte de Jimin.
Yoongi al notar que el menor estaba temblando se acercó a su espalda, dejando un beso en esta.
—No prometo que seré gentil, pero para que no duela necesito que te calmes.
Jimin asintió, mordiendo su labios inferior.
—Muy bien, así bonito.