—Piénsalo, Jimin.
Dijo Yoongi sentándose arriba del escritorio observándolo con seriedad. Jimin trago saliva.
—Tengo curiosidad, pero no sé si pueda soportarlo.
Yoongi sonrió ladeadamente causando terror en Jimin.
—Puedo mostrarte, pero no ahora.
Dijo levantándose para comenzar a caminar parándose detrás de él.
—Cada lunes, durante cuatro horas hay una reunión donde se mantienen relaciones sexuales, sin tanto rodeo, todos tendrán sexo anal contigo.
Dijo. Jimin bajo un momento su mirada, pero sabía que la curiosidad lo invadía y no podía olvidar aquella escena que lo hacía desearlo.
—Si.
Dijo finalmente alzando su mirada. Yoongi colocó una sonrisa ladeada y tomo su mentón.
—Ahora, ve a trabajar que hay muchas cosas que hacer.
Dijo finalmente indicándole que se levantará.
Jimin lo hizo, pero antes de salir con inseguridad hablo.
—Quiero una demostración primero.
Yoongi se detuvo y giro a verlo.
—Entonces espérame a la salida y te lo demostraré.
Dijo, Jimin salió del lugar recargándose en la pared aterrado por lo que había hecho, había aceptado ser el objeto sexual de Yoongi y otros cuatro hombres.
—¿Qué paso?.
Pregunto Jackson.
—¿Aceptaste?
Jimin asintió. Jackson y BamBam se vieron a la cara sorprendidos, para luego volver su mirada a su compañero, que ahora parecía un tomate con ojos.
—Tranquilo... Dicen que el jefe no la tiene tan grande.
El comentario de Jackson fue seguido por su carcajada.
—Otro como ese y le diré al jefe que te envíe al bar en donde necesiten ayuda.
La seriedad de BamBam tranquilizó un poco al menor, el cual ahora se encontraba guardando los vasos.