Hace un par de días, Yang Kai había percibido que en un lugar había un precioso Tesoro con atributo Yang. Pero como era una de las áreas marcadas en el mapa, no se había atrevido a explorarlo. Pero dada la situación no tenía otra opción. Ya había recorrido toda la isla, era el único lugar que quedaba con energía de ese atributo. Si quería las cuatrocientas gotas debía ir allí. La única pregunta era qué tipo de Bestia Demoníaca lo aguardaba. Tenía que ser extremadamente cuidadoso, ya que si fuera similar a esas grandes águilas no podría escapar ni con sus Alas Llameantes.
Entonces llegó a la periferia de la zona de peligro. Lo había planeado todo a fondo ordenando a los insectos que hicieran todas las preparaciones de acuerdo a todas las posibles especulaciones que tuvo, para estar preparado frente a cualquier situación posible y tomar las contramedidas a tiempo. Solo una vez que concluyó con este trabajo decidió entrar. El Origen del Yang reaccionó desde su pecho frente al Tesoro que al parecer no era de un Grado Bajo. Confiaba en que podría crear las cien gotas que le faltaban con esto. Debía arriesgarse. Reunió su coraje y resolución y caminó sin miedo hacia el origen de la energía.
Se respiraba un olor a sangre en el aire y en todas partes habían restos de cadáveres de Bestias Demoníacas. Eran señales de un gran peligro. Cada vez que se adentraba, el olor era más espeso, hasta que fue capaz de ver débilmente una enorme roca roja oscura parada no muy lejos al frente. Definitivamente la Energía Yang era emitida desde esa piedra. Yang Kai estaba extasiado, sus esperanzas de llegar a casa estaban a su alcance. Una roca tan grande seguramente tenía mucha energía, si pudiese absorberla toda, entonces llegar a las cuatrocientas gotas sería fácil.
Continuó avanzando con cuidado, al acercarse más notó que detrás de la roca había una cueva poco profunda y dentro de ella había una Bestia Demoníaca impresionante mirándolo directamente con unos ojos morados. El corazón de Yang Kai dio un salto repentino, no esperaba ser expuesto tan fácilmente. Pero la criatura parecía no estar interesada en atacarlo, en lugar de eso solo lo miraba fijamente. Una vez que se acercó a unos veinte metros, la Bestia rugió advirtiéndole que se mantuviese alejado. Lentamente se levantó y salió de la cueva.
En ese momento Yang Kai pudo ver todo su cuerpo. Esta Bestia era similar a un lobo gigante. Su pelaje era color rojo oscuro y tenía tres metros de alto. Su boca estaba llena de dientes afilados como cuchillas y lo estaba mirando mientras le enseñaba los colmillos. Sintió una gigantesca presión en el aire que casi lo deja sin aliento. ¡Era una Bestia Demoníaca del Sexto Reino! Es igual de fuerte que esas dos águilas. Sabía que aunque lo diera todo en una batalla no podría vencer. Se inclinó lentamente sin dejar de mirar a la criatura, tomó una piedra. Inmediatamente se la arrojó.
Tal provocación flagrante enfureció por completo al lobo. A continuación lo único que vio Yang Kai fue un destello de luz roja y luego la Bestia estaba justo frente a él. Había recorrido los veinte metros en un parpadeo. "[¡Demasiado rápido!]" Se puso pálido, pero reaccionado al peligro activo su Técnica de Paso retirándose rápidamente. El sonido del viento siguió su escape, el lobo le seguía el ritmo lo que le hizo sentir un escalofrió en la espalda. Con este terrible miedo escapaba en parpadeos constantemente mientras era perseguido diligentemente.
"<¡Joven Maestro esto no es bueno!>" Gritó el Viejo Demonio también en pánico.
"<¡Necesito ayuda!>" No tenía tiempo de pensar en otra cosa, simplemente podía escapar.
Entonces el Viejo Demonio apresuradamente invocó al Punzón Rompe Almas y se transformó en un rayo de luz negro que volaba hacia la Bestia. La respuesta del lobo fue inmediata, abrió la boca y mordió el Tesoro Sagrado. Al ver esto se horrorizó. Afortunadamente el lobo no fue incapaz de masticar y romper el Punzón Rompe Almas. Sorprendido por la dureza de este objeto, lo escupió. Pero el Viejo Demonio no dejaba de temblar.
Con el tiempo que le había otorgado el Viejo Demonio, Yang Kai logró distanciarse de la Bestia. Después de estar a una distancia de trescientos metros miró al lobo. Este también lo estaba mirando y volvió a rugir mostrando su brutal dentadura. Su velocidad no era menor a la del Rey Insecto, en solo un momento lo había alcanzado. Yang Kai estaba bajo una inmensa presión, debía activar constantemente su Técnica de Paso para seguir huyendo. Mientras tanto, el Viejo Demonio atacaba a la Bestia atrayendo su atención momentáneamente librando un poco la agonía de su Joven Maestro.
Un hombre, un demonio y una bestia continuaron bailando a este ritmo mortal varios cientos de metros. Varías veces Yang Kai estuvo a punto de ser comido, pudo escapar en el momento crucial, pero su cuerpo estaba empapado de sudor. Tratar con una Bestia del Sexto Reino estando en la Novena Etapa del Reino Transformación de Qi era una locura, no tenía sentido, el esfuerzo era en vano. Si no fuera por su excelente Técnica de Paso, ya abría muerto hace mucho tiempo. Pero si quería salir de esta isla debía correr el riesgo. Entonces Yang Kai miró a su alrededor y esbozó una sonrisa. Convocó sus Alas Llameantes y voló hacia el cielo.
"<¡Viejo Demonio, manténlo ocupado junto a los insectos, me voy!>" Gritó mientra volaba en dirección a la gran roca con atributo Yang.
"<¡Joven Maestro, por favor apúrate! Realmente temo que pueda comerme.>" Estaba consternado, aunque si se ocultaba en el Punzón Rompe Almas estaría seguro, aún así es aterrador.
El lobo miró a Yang Kai mientras volaba. Como si fuera consciente de que ese humano quería invadir su hogar, no pudo evitar dejar escapar un poderoso rugido y salió corriendo hacia esa dirección. Pero justo se encontró frente a una extraña niebla. Al entrar en ella gritó miserablemente y se hizo hacia atrás mientras sus ojos revelaban el miedo a esa cosa blanca frente a él. Realmente estaba a la altura de las expectativas. Incluso una Bestia del Sexto Reino no puede atravesarla, la fuerte corrosión es suficiente para detenerla en seco.
Pero la criatura era inteligente. Al entender lo letal que era la niebla rápidamente cambió la dirección intentando cruzar por otro lado, pero pronto descubrió que fue rodeada. El área en un radio de cien metros había sido cerrada sin dejar ninguna salida. Este había sido el plan de Yang Kai desde el inicio. Le ordenó crear esta barrera de niebla a los insectos gigantes con anticipación y deliberadamente huyó para que el lobo lo persiguiese hasta este lugar. Luego, usando sus Alas Llameantes él podría escapar. Desde el inicio no tenía ninguna intención de intentar matar a la Bestia del Sexto Reino, no tenía la habilidad ni la fuerza para hacerlo. Lo único que podía intentar era atraparla.
Desde debajo de los pies del lobo se oyeron arañazos, todo el suelo tembló y de repente innumerables insectos comenzaron a atacarlo sin miedo. La Bestia rugió llena de ira y su cuerpo se cubrió de llamas. Todos los insectos que lo atacaban eran incinerados al instante. El Viejo Demonio solo miraba, no se atrevía a acercarse. Solo flotaba sin parar de un lado a otro.
Por otro lado, Yang Kai ya había llegado a la gran roca. Extendió su mano sobre ella y activó su Arte Secreto consumiendo la Energía Yang. No era de extrañar que la Bestia decidiera cultivar aquí, esta piedra es un gran beneficio para ella. Siguiendo con el flujo, en un abrir y cerrar de ojos sus meridianos se hincharon. Se formó la primera gota en su Dantian. Luego la segunda, la tercera... Sintió que nunca había escuchado un sonido tan agradable como el goteo del agua dentro de su cuerpo. Aparentemente en cada segundo se formaba una nueva.
Después de menos de dos minutos ya había logrado su objetivo y eso que solo había tomado una ínfima parte de la Energía de la roca. Pero Yang Kai no se detuvo, siguió absorbiendo. Escuchó como la Bestia aullaba cada vez más fuerte, era un grito mezclado con intensión asesina. Después de todo era muy poderosa, no sabía cuanto tiempo más la niebla lo retrasaría. Si ignoraba sus propias heridas y cargaba a través de ella nada podría evitar que escapara. En poco tiempo ya había condensado quinientas gotas dentro de su Dantian, era más de lo que había calculado, de ese modo tendría un viaje seguro a la Ciudad del Mar.
En ese momento, un rayo negro voló hacia él. El Viejo Demonio le gritó ansioso. "<¡Joven Maestro debes escapar! ¡Decidió salir corriendo!>"
Antes de que terminara de hablar, Yang Kai vio una figura roja acercándose rápidamente. Había escapado. La Bestia utilizo una cubierta de llamas para resistir la corrosión de la barrera de niebla. Lo que le permitió solo sufrir heridas leves. Era rápida como el viento. Como estaba apunto de ser alcanzado, lanzó sus Alas Llameantes y voló hacia el cielo. Mirando hacia abajo vio sus ojos morados fijamente en los suyos. Luego le dio un poderoso rugido.
Yang Kai sonrió. "¡Muchas Gracias! Tomé una parte muy pequeña de tu piedra, no hay necesidad de que te molestes tanto, ¿verdad?"
Como si la Bestia lo entendiera le lanzó un rugido de enojo. Pero Yang Kai no se molestó con eso, agitó sus alas y se fue. El lobo no lo persiguió, sabía que era inútil seguir a un enemigo volador.
Se fue directamente a la montaña solitaria. Entró en la cueva y vació todos los estantes, uno por uno. No se atrevía a refinar los tesoros ahora, pero tampoco los dejaría aquí. Si en el futuro pudiese usarlos serían de gran ayuda. Ahora que tenía suficientes gotas en su Dantian, podía salir de esta isla.