Todo estaba listo para el Sábado a las 8: 00pm, mi excusa estaba más que montada y confirmada, claramente mamá y papá no sospecharon nada, pero algunas veces mi hermano me hacía pensar que era adivino y sus palabras de *No te creo ni la hora* eran evidentes, aún así no dijo nada.
Luego de ir donde el restaurante y saludar a mis tías y a mi madrina Wendy, deje que tía Esther escuchara todo sobre dicha chica omitiendo el apodo de mini Gloria, eso sería llegar le el grito al cielo. Por curioso que fuera me recordó lo que mi maestro de Artes marciales dijo *ten cerca a tus amigos, pero más cerca a tus enemigos* claramente Estela me veía como enemiga y aunque yo dijera que no la veía así, para mi tía era evidente que no, ya que mientras me hacía un masaje dijo
Esther: nenita si así fuera ni te enojaría, aclaró que no hizo bien en opinar así de la novela, pero tu tampoco debiste tomarlo personal.
Eso me asombró y más cuando tía Esther señalaba mucho que tenía cosas de mamá y eso le preocupaba, le prometí que no haría nada tonto y que estaría bien, luego de ayudarme a entrenar decidí volver a casa y darme un baño.
Ya en la tarde tome mi bolso donde tenía doble cambio de ropa y la ropa de dormir, nuestra mentira no era del todo mentira, si estaríamos en casa de una amiga, pero antes iríamos a ver una película, claramente eso sí era mentira, tenía una ropa de más adulta y mi kit de maquillaje, luego de encontrarnos en el punto ya de reunión nos fuimos cerca del hotel del bar, cenariamos allí y de allí el cambio.
Ya cenadas y vestidas, parecíamos de más edad, la única que no se maquillo mucho fue Claudia, ya que su forma de ser era más madura y ya ella era adulta, habia cumplido sus 18 hace 3 meses atrás, así que no habría problema para ella, al entrar casi que pegamos un grito como niñas, la parte de arriba era todo de piscina, y algunos pilares podías ver a otras sirenas saludar y bailar, mi primer susto fue ver a quien estaba en la barra *Andrea, ¿Es una broma?* y la sorpresa no paraba, al ver como hermosa mujer llamaba a Marina y al verla sólo pude decir
Casandra: se parece a mi tía Esther.
Todas: ¿Qué? – casi gritado-
Mi risa fue de nervios y me hize la loca, pero mi sorpresa fue mayor al ver a mi padre en compañía de otro hombre que aún no conocía, fue cuando dije
Casandra: lo que falta es ver a mamá y están todas.
Como eso fuera un deseo, una hermosa sirena de aleta blanco con plateado y dorado nada cerca de nosotras, no me logró ver pero al verla dije para mi *¿Mamá?, oh gran buda.. este es mi fin*, sin darme cuenta Claudia tomaba fotos y Camila grababa todo, pero cuando estaba por sugerir retirada me topé con quien menos quería.
Al ver quien era para disculparme vi a mi tía Selene con los ojos tan amplios y su mirada de asombró fue más de enojo que de susto yo de los nervios sólo pude decir *Ups valla metida de pata*.
Mi tía con gentileza entregó su orden y se excusó, y me llevo a la puerta donde con una mirada que daba miedo dijo
Selene: estas en grandes problemas.
La vi irse y pedirle a nada más y nada menos que a mis 2 padrinos que me vigilarán con firmeza, Andrea al verme se llevó una mano a la cabeza y mi padrino Gabriel reía porque no sabía ni que decirme, pero… mi otro padrino me fulminaba.