8:50 a.m.
Se oyeron unos pajarillos haciendo sonar con sus picos la ventana de ella, el sol iluminaba la habitación.
Levantó de golpe la cabeza que tenía sumergida en las sábanas y almohadas, dio un gran bostezo estirando sus brazos, luego se levantó de la cama, caminó hacia el baño y lavó su cara, cepilló sus dientes aún con los ojos enrojecidos, arrastrando los pies regresó a la cama pero se detuvo cuando pasó en frente del espejo del tocador, algo llamó su atención.
Con una mirada confundida se vio de los pies a la cabeza, analizó su aspecto, algo no estaba bien.
La noche anterior estaba segura de que se había dormido en el auto de Drogo, pero recordaba haber sido cargada por él, incluso escuchó las voces de Nicolae y Lourie cuando llegaron a la mansión, y de lo que estaba segura es que cuando sintió la cómoda cama debajo de todo su cuerpo no se molestó en levantarse para cambiarse de ropa y ponerse la pijama la cual ahora, ante ella si llevaba puesta, pero no la que usualmente se ponía, sino una que le compraron los hermanos cuando la llevaron de compras, era un pequeño camisón de seda muy a la medida y corto.
-¿Pero que...? Yo no me he puesto esto... ¿O si?-
En ese momento Drogo entró por la puerta con una sonrisa encantadora.
-Buenos días, dormilona- Se acercó para darle un beso.
-Buenos días- Ella lo aceptó pero rápidamente se movió al centro de la habitación. Drogo se sentó en la cama con el ceño fruncido.
-¿Ocurre algo?-
-Am.. Drogo, anoche... no recuerdo haberme cambiado...-
-¿Ah no?- Cambió la expresión de su rostro y le evitó la mirada.
-No. Estoy segura de que me quedé muy bien dormida cuando me dejaste en la cama- Ella se movió de un lado a otro por la habitación.
-Ah.. Yo... Amor, no tienes hambre...? Nicolae está preparándote...-
-Drogo... ¿Tú me cambiaste?-
-¿Qué? Yo... No...-
-Dime la verdad...-
-Ah... si- Dijo rindiéndose. -Pero en mi defensa, solo quería que estuvieras cómoda-
-Ah, no puedo creerlo. Drogo, ni siquiera llevo... ropa interior- Susurró. -Que vergüenza- Cubrió su rostro con ambas manos y enseguida sintió las manos de él sobre las de ella.
-Yo.. Lo siento, pero de verdad quería que estuvieras cómoda-
-Jajaja, ¿De verdad te arrepientes?-
-Bueno... No- Hizo una sonrisa traviesa. Ella se mordió el labio. -De cualquier forma, tarde o temprano iba a pasar, ¿No?- Le acarició el contorno de los labios con sus pálidos dedos.
-Pues... No lo sé- Murmuró.
-Preciosa. Te quiero hacer una pregunta-
-Si...?-
-Yo... Cuando busque cierta información de ti en los pensamientos de Rocío vi ciertas cosas, pero tú... Me dijiste aquella vez que ella no lo sabía todo... ¿Que es lo que ella no sabe y por lo tanto yo tampoco?-
-Jeje, ah... eso...- Ella le dirigió una sonrisa divertida. -Mm.. Nada en especial-
-¿Segura?-
-Jejeje, si segura, solo lo dije porque quería ponerte en suspenso-
-No me lo creo- Dijo seriamente.
-En serio...- Ella lo tomó por el cuello. -Escucha, la verdad nunca he sido muy fiestera que digamos, la mayoría de veces me he "divertido" pero por qué Rocío me obligaba, y no es que no la pasara bien... Pero, ese no es mi fuerte-
-Y... ¿En cuánto a citas...?-
-Jeje, Bueno de eso no hay mucho que decir... nunca tuve un noviazgo... Tan largo. No lo se, yo... nunca estuve interesada en nadie- Negó con la cabeza, Drogo la cargó en sus brazos y la sentó en su regazo.
-Asi que...? Se podría decir que yo soy tú primera relación seria...?-
-Jeje, si. Así es. Y bueno sinceramente hasta ahorita solo... Me he dejado llevar por la situación. Y no puedo.. No puedo controlarme contigo pero.. Sinceramente, todo esto es.. lo estoy viviendo por primera vez-
Se miraron el uno al otro un par de segundos, ella escondió su rostro con sus manos.
Pero Drogo la levanto, la puso frente a él y con un suave movimiento le fue levantando el pequeño camisón, desnudandola poco a poco.
-Entonces yo soy el primero en poder verte, ¿Así?- Dijo pausadamente mientras la desvestia.
Alheli cerró sus ojos mientras la prenda pasaba por su cabeza, una vez quitada, puso sus manos detrás de su espalda con una mirada tímida, no tenía porqué estarlo, ella tenía un cuerpo por el cuál cualquier hombre sería capaz de pelear, pero de alguna manera se sentía intimidada cuando de Drogo se trataba.
-Eres.. Ni siquiera tengo palabras, ninguna puede describirte a la perfección- Él se saboreo los labios.
Con suavidad acarició sus piernas, pasó por sus caderas y una leve imperfección tallada en la suavidad de la piel de ella llamó su atención.
-¿Qué es esto?- No pudo quitar su sonrisa de su cara, pero miró aquella cicatriz con aparente ansiedad.
-Ah.. Es.. La única cicatriz que tengo. Yo.. La directora me dijo que cuando llegue ya la tenía, solo que mi pierna estaba vendada pero que ella me revisó y la herida ya estaba casi curada-
-Oh... Es extraño-
-Lo sé, pero imagino que quizás porque estaba muy pequeña no me pudo sanar bien-
-Quizás...- Subió más sus manos, tratando de no desconcentrarse, aunque sabía que era información que no debía olvidar.
Acto seguido, recorrió casi todo su cuerpo con sus manos, (exceptuando las partes sensibles) memorisandose cada centímetro de su piel, besando algunas partes, que provocaban en ella pequeños jadeos.
La volvió a poner sobre su regazo, ella le rodeó con sus piernas la cintura, sus labios chocaron ansiosos y deseosos, el uno por el otro, él la apretó más contra su cuerpo, ella sintió como su entrepierna chocó con algo que ya había sentido solo que con sus manos, y un pequeño gemido de placer salió de su boca, sus manos buscaron entrar por la camisa que él llevaba, pero antes de cualquier otro movimiento volvió a sentir otro golpe mucho más fuerte en su entrepierna y está vez no fue solo un pequeño gemido, fue un grito ahogado el que salió de su boca, su espalda se arqueó y perdió el aliento, Drogo buscó sus ojos y cuando los encontró con una sonrisa maliciosa le dijo.
-Y ese... Es tú primer orgasmo, mi amor- Le beso el cuello.
Con respiraciones pausadas intentó controlarse, se besaron de nuevo, y Drogo la volvió a vestir pero con una toalla.
-No quiero parar preciosa, pero no es el momento. Ve a prepararte, Nicolae nos espera abajo- Le dio un tierno beso y con una nalgada la envió al baño.