En una habitación silenciosa, una doncella con una larga cabellera marron se movía cuidadosamente entre los muchos libreros mientras quitaba el polvo que se acumulaba.
Sin mirar a la única persona además de ella en la habitación, ella estaba pendiente por si él le daba una orden para no queriendo enfadarlo.
—"Han pasado varias horas desde que el consejero Dante no ha dejado ese libro, me pregunto de que tratara"—
Impulsada por su curiosidad, la doncella empezó a limpiar los libreros más cercanos a la espalda del consejero tratando de leer el contenido del libro.
— Leila, sabes que no me importa lo que hagas mientras cuides la biblioteca, pero debes evitar ser muy curiosa—
Sosteniendo firmemente su plumero, la doncella Leila quedo congelada en su lugar cuando escuchó las palabras del consejero.
— Señor, yo...—
—No te preocupes, no es necesario que te disculpes. Además parece que algo sucedió mientras me perdía en la lectura—
Lamentando no poder seguir leyendo el libro que le entrego el rey, Dante dejo el libro sobre una mesa y se dirigió hacia la salida de la biblioteca.
La doncella al ver que no la iban a castigar dio un gran suspiro mientras miraba el libro antiguo sobre la mesa.
— Creo que esta demás decirlo, pero debes cuidar bien ese libro Leila, no debes dejar que nadie lea su contenido— tomando una pequeña pausa continuo —incluida tú —
Cerrando las puertas de la biblioteca, un grupo de guardias se paró frente al consejero y le entregaron un pergamino real sellado con la imagen del reino de Lions.
— Señor, el rey nos ordenó quedar bajo sus ordenes—
Extendiendo el pergamino, Dante se sorprendió de su contenido y entendió porque el rey le asignó un grupo de guardias para su protección.
— A partir de ahora tienen diez minutos para prepararse, luego nos encontraremos en la salida del palacio—
Dando un paso al frente, un guardia que parecía ser el líder del grupo le informó unas palabras L consejero.
— Señor, ya hemos preparados todas nuestras pertenencias incluidas las suyas, solo necesitamos su orden y partiremos—
Mirando el rostro del guardia, Dante empezó a buscar en su memoria el nombre del guardia, quedando confundido al no poder encontrarlo.
— Desde cuando eres guardia de su majestad, necesito muestra tu prueba de lealtad antes de partir—
—Señor, llevamos doscientos años bajo las órdenes de su majestad—
Extendiendo sus manos, todos los guardias presentaron un amuleto esmeralda sellado con la marca del rey.
Sin dudar de la autenticidad de los amuletos, el consejero asintio y ordenó partir hacia Lions mientras miraba como el sol se levantaba sobre las montañas.
— "Que habrá pasado en el reino, para que incluso el rey use a su guardia secreta como precaución"—
...
En la biblioteca, Leila sostenía un libro entre sus manos mientras dudaba que hacer con él.
— Quizás debería leerlo un poco, no creo que alguien se entere—
Cuando la doncella estaba por abrir el libro, varios pasos sonaron en el pasillo exterior de la biblioteca asustando a la joven que guardó el libro entre sus prendas.
Al abrirse las puertas, dos señoritas con un aura noble seguidas por su escolta ingresaron a la biblioteca.
Sin aviso alguno, los guardias empezaron a revisar la biblioteca dejando un desastre por donde pasaban.
Cuando una de las jóvenes escuchó de sus guardias que no encontraron nada, ella se acercó a la única doncella en el lugar y le preguntó.
— El consejero Dante pasó toda la noche en este lugar, ¿sabes que libros leyó o si se llevo algo de la biblioteca?—
— No señorita, está doncella solo se mantuvo limpiando el lugar mientras el consejero estaba meditando toda la noche—
Al ver solo miedo en los ojos de la doncella, la señorita no creyó en sus palabras y se giró mirando a los guardias.
— Guardias, revisen a esta mujer y vean si tiene algo extraño entre sus ropas—
Sin darle oportunidad a protegerse, los guardias rodearon a Leila y la sostuvieron de los brazos mientras le quitaban la ropa.
Entre sus gritos desesperados, la joven recordó el libro que recibio y la orden del consejero. Mordiéndose los labios, uso la sangre que se acumulaba en su boca y canto un hechizo de transferencia desapareciendo del lugar.
— Guardias, deben encontrarla por cualquier medio antes que mis otros hermanos—
— A sus ordenes princesa Lilith—
Mientras observaba a los guardias retirarse del lugar, la princesa Lilith se giro para enfrentar a su hermana.
— Estas segura que nuestro padre saco ese libro de la bóveda real?—
— Dudas de mi? Si esto no fuera importante crees que te pediría ayuda para conseguir ese libro, además los guardias bajo mis órdenes me informaron que el consejero no llevo ningún libro con él—
Lilith era la segunda princesa del reino, desde su juventud fue especializada en las artes mágicas siendo altamente reconocida por los reinos vecinos y mantuvo un fuerte lazo con la academia mágica en el reino de Lions.
A su lado Margot, la cuarta princesa estaba relacionada a la investigación de la magia antigua, debido a eso casi nunca mantenía un contacto con sus hermanos y se mantenía viajando por los reinos.
— No importa, debemos obtener ese libro, si nuestro padre se lo entregó al consejero debe tener un alto valor—
— No te preocupes Lilith, aún si esa doncella conoce el hechizo de transferencia de corta distancia no podrá salir por la barrera del palacio—
...
Una mujer semidesnuda, sostenía un libro entre sus brazos mientras trataba de contener sus lágrimas.
— No debe estar lejos, revisen todas los rincones del palacio—
En el exterior, Leila podia escuchar como cientos de guardias recorrían cada rincón del palacio acercándose lentamente a ella.
— "Que puedo hacer, nunca pensé que podría perder mi vida solo por recibir este libro"—
Durante varias horas el palacio se mantuvo en un caos revisando a todos los sirvientes que podrían haber escondido a la doncella.
En el salón principal, el rey recibía los informes de sus espías de cada una de las acciones de las princesas y se sintió un poco decepcionado.
— Traed ante mi a las princesas Lilith y Margot—
El rey no estaba enojado con sus hijas por las acciones que tomaron en el palacio, estaba enojado por que no fueron capaces de atrapar a una simple doncella.
Esa noche, escondida entre unas vasijas vacias, Leila se escondió envolviendo su cuerpo en una manta desgastada mientras contenía su respiración cada vez que alguien pasaba cerca de ella.
A unos metros de ella, un grupo de sirvientes cargaban las cestas y vasijas usadas mientras descargaban otras llenas de alimentos para reponer el almacén del palacio.
Viendo que tenía una forma de escapar, Leila espero el momento en que la carreta quedó sin vigilancia y se escondió en su interior.
Al otro día, las princesas se subieron a su carruaje y fueron escoltadas hacia el bosque de hierro por sus guardias personales. Como castigo por el desorden que provocaron, el rey les ordenó que apoyaran a Lian en la campaña contra el señor goblin.
...
En el pueblo de la decimosexta avanzada, habían pasado cinco días desde que Crow había perdido la conciencia.
Durante ese tiempo, los grupos de exploración encontraron varios campamentos militares protegidos por bestias domesticadas no permitiendo ver su interior.
Aisha junto a sus subordinados realizaron ataques constantes a los campamentos militares matando a algunos de los guardias antes de retirarse al bosque.
— Capitana, nos han informado que el comandante Lian junto a diez mil soldados fueron enviados como apoyo—
Sorprendida, Aisha se despidió de su grupo y cantando un hechizo en sus piernas aumentó su velocidad en dirección del poblado.
Al mismo tiempo, en la habitación de Crow dos mujeres terminaban de limpiar su cuerpo mientras sentían algo raro en su piel.
Sin perder tiempo, las mujeres llevaron a la curandera del pueblo para que revisara a Crow mientras informaban a la princesa de su situación.
En el cuerpo de Crow, los flujos de energía que modificaban los músculos del joven perdían su fuerza por cada segundo que pasaba.
— No se preocupe mi señora, parece que el joven soldado se levantara pronto—
Después de unas horas, Aisha llegó al poblado para conversar con Eleine, pero una voz cansada se escuchó en el lugar dándole una sorpresa.
— Cuanto tiempo paso desde que me quedé dormido—
Antes de que el grupo empezara a realizarle preguntas, la curandera se puso delante de Crow y pidió que alimentarán con alimentos ligeros al joven para que se recuperara pronto.
Al salir de la habitación, Aisha le preguntó a Eleine sobre la llegada de Lian, no le gustaba la llegada del joven que persiguió a su princesa en el pasado.
— De todos los comandantes tuvieron que enviarlo a él—
— No te preocupes Aisha, aún si ahora él es un comandante no podrá poner una mano sobre nosotras—
— Aún así, no debes permitir estar sola junto a él, no sabes de lo que es capaz—
Viendo la preocupación de su amiga, Eleine la abrazó mientras trataba de calmarla, ella sabía que este tiempo iba a ser peligroso para ellas.
...
Mientra tanto, Crow terminando de comer se levantó de su cama y empezó a estudiar su cuerpo. Cada vez que el movia sus músculos, sentía que una extraña energia se movía por su cuerpo dándole una sensación extraña.
— Parece que algo innecesario a vuelto a pasar—
Si alguien hubiese visto los ojos de Crow podría haber notado los rayos, que por un tiempo, pasaron dentro de sus ojos.