Miles de soldados quedaron temblorosos en su posición esperando las órdenes de su comandante.
Luego de varias horas de avanzar por el bosque de hierro, cientos de gritos hicieron eco en el cielo, congelando los pensamientos de todos los soldados. Sin perder ningún momento, Lian levantó su espada y usando un hechizo mágico amplio el sonido de su voz para ordenar a sus soldados.
— Escuderos, avanzad y levantad su defensa. Hechiceros preparad un hechizo de marcha veloz en caso de que necesitemos retroceder. Arqueros, estamos en sus manos, mantened a raya al enemigo.
Alzando la vista al cielo, cientos de criaturas gigantes de distintos colores volaban en círculo sobre el ejército.
— Señor, no reconozco a la mayoría de esos criaturas, pero la criatura del centro que parece ser el líder de ellos pertenece a una raza antigua.
Siguiendo las palabras de uno de sus capitanes, Lian observo a la criatura que parecía ser el líder. La criatura tenía dos piernas largas llenas de escamas, su cuerpo robusto cubierto de un pelaje marrón escondía la firmeza de sus músculos junto a unas alas de murciélago de cuatro metros de envergadura.
— La raza alada...
Con brillo siniestro en sus ojos al escuchar las palabras de Lian, la criatura con cabeza de halcón habló en una lengua antigua generando que todas los criaturas a su alrededor empezaran a gritar de euforia.
— Preparense para la batalla, no permitan que estas sucias criaturas manchen el nombre del ejército del reino de Asturias.
Uno de los capitanes, al ver que las criaturas en el cielo descendían en picada, aplicó un cristal de ficorita a su espada creando una barrera de viento a su alrededor esperando la llegada de los ataques.
— Ahora, ¡ataquen!
Con una orden, miles de flechas reforzadas con magia volaron cubriendo cada rincon en el cielo dañando en gran medida a las criaturas.
— No se detengan, vuelvan a cargar sus arcos.
Lian no permitió que el miedo invadiera los corazones de sus soldados, y con un movimiento veloz lanzó un haz de fuego que dividió en dos la presión que ejercían las criaturas en el cielo.
Un criatura en el cielo cubierta de huesos extendió sus alas y en un momento arrojó diez lanzas gigantes de hueso entre cientos de soldados generando un gran cráter en el suelo. Aquellos que tuvieron suerte mantuvieron sus cuerpos con pequeñas heridas, pero la onda de impacto sacudió los espíritus de los más debiles dejándolos incapaces de luchar por el momento.
Una gran diferencia entre los soldados bajo las órdenes de la princesa Eleine y los del comandante Lian, era que todos bajo las ordenes de Lian habían recuperado su nombre y tenían un estado mayor en el ejército.
Eleine nunca pudo mantener a aquellos soldados que pasaron varias misiones para recuperar su nombre debido a que los soldados eran llamados a la capital y nunca los volvió a ver.
— Galvez, reacciona hombre.
Un soldado golpeó el hombro de su compañero para sacarlo de su aturdimiento evitando ser aplastado por unas enormes garras.
La presión que ejercía cada una de las criaturas aladas provocaba que los soldados sintieran que les faltaba el aire y no pudieran reaccionar normalmente siendo presas fáciles para las criaturas más veloces.
Entre las criaturas en el cielo, cuatro águilas doradas se sumergieron entre el mar de gente causando que el grupo de soldados perdiera el orden por un momento. Las águilas aprovecharon la situación y abriendo sus garras se llevaron cuatro almas desafortunadas que fueron devoradas en el cielo.
— Hechiceros, formen un grupo para tratar a esas águilas con aquellos que dominen las magias de hielo y ralentización.
Siguiendo las órdenes de los superiores, un grupo de hechiceros realentizaron a las cuatro águilas cantando cientos de hechizos sobre ellas. Cada vez que un águila sostenía a un soldado entre sus garras, cientos de flechas atravesaron sus defensas obligándola a retirarse al cielo.
—No escaparán criaturas asquerosas.
Cinco de los mejores arqueros del ejército esperaron el momento en que las águilas fueran más vulnerables y liberando toda su energía cinco flechas especiales atravesaron el cielo.
Al sentir la fuerza que se dirigía a ellas, las aguilas intentaron evitar las flechas, pero la velocidad era superior a ellas y con un grito lastimoso fueron severamente lastimadas.
— No pierdan el tiempo, recarguen sus arcos.
Cuando el grupo de arqueros lanzó la segunda ronda de flechas, una sombra gigante atravesó el cielo y abriendo su boca se tragó todas las flechas sorprendiendo a los arqueros.
Aprovechando el momento, la águilas usaron lo poco de energía que les quedaba y escaparon del campo de batalla junto a una mantarraya voladora que las protegía.
En el otro extremo del campo de batalla, Lion tenía uno de sus brazos cubiertos con sangre de un gran lagarto alado, luego de haberle cortado la cabeza.
— Zargo, ¿cual es la situación de la señorita Charlotte?
Limpiándo su espada, Lian espero la respuesta de un joven espadachín que mantenía bajo su cuidado desde que lo reclutó en los barrios pobres de Aleha.
— Mi señor, la señorita Charlotte fue escoltada por un equipo de caballería hacia el poblado de la decimosexta de avanzada.
— Bien, regresa a tu posición.
Sintiéndose más tranquilo, Lian llamó a dos hechiceros de edad avanzada y les pidió que realizaran hechizos de fortalecimiento en su cuerpo.
En el cielo, el miembro de la raza alada sintió una fuente de peligro superior en la dirección de Lian. Pensando en el plan que tenía preparado, la criatura negó con la cabeza y llamó un nombre ininteligible.
— "Parece que la información que te entregaron estaba equivocada, esto vale más que lo que me prometiste..."
Gowther, el miembro de la raza alada esperó una respuesta en el cielo, mientras miraba como la cantidad de energía en el cuerpo de Lian crecía exponencialmente.
— "No parece que estés sufriendo..."
La voz que llegó a los oídos de Gowther tenía un tono omnipotente y en un momento un vórtice apareció al lado de él.
— "Oh, parece que no me has dicho toda la verdad, las mascotas que has traído a tu lado son las más débiles que tienes, ¿o me equivoco?
Aunque la voz dentro del vórtice tenía razón, Gowther no se sintió contento con la forma que se refería a sus mascotas, pero pensando en el poder detrás de la voz decidió no provocarla.
— "Aún así, solo mantendré ocupado a este ejercito una hora más, la fuerza que posee este ejército sobrepasa a mis criaturas."
La voz dentro del vórtice se sintió complacida y no molesto al joven, solo dejo unas palabras antes de desaparecer.
— "No te olvides de trasmitir mi advertencia al líder de tu raza, sabes que no me quieren tener de enemigo"
Cuando el vórtice desapareció, Gowther no pudo evitar sentirse agraviado y mirando hacia el suelo decidió atacar a Lian antes que completara su transformacion.
— Que idiota, enserio espero a atacarme cuando he fortalecido mi cuerpo a su máxima capacidad.
Con un gran rio de energía recorriendo cada parte de su ser, Lian se sintió confiado y con el último canto de los hechiceros, dos alas transparentes aparecieron en su espalda.
Agitando sus nuevas alas, Lian enfrentó su espada contra el ataque de Gowther. En el cielo los dos ataques crearon una gran explosión de energía que los hizo retroceder a ambos.
— "Parece que no eres tan débil como pareces."
Aunque Lian sabia que la criatura frente a él le estaba hablando, el no pudo entender el lenguaje de la raza alada. Cubriendo su espada con energía, decidió responder a Gowther de la forma que sabía y envio un corte veloz a la cabeza de la criatura.
Mientras los líderes de cada bando se enfrentaban en el cielo, algunas de las mascotas de Gowther caían sin vida al suelo y los soldados, que no tenían ataques de distancia, dividían el cadáver para llevarlo a sus carretas.
Aunque las criaturas voladoras podían manejar a cientos de soldados a la vez, bajo el constante asedio de un ejército de diez mil soldados sus cuerpos no pudieron mantener el ritmo de la pelea y la mayoría de ellos se retiro con heridas por todo su cuerpo.
— "Retirense hacia el punto de reunión, ya hemos completado nuestra misión."
Una de las criaturas que escucho la orden de su maestro, se distrajo por un momento, y en un instante cientos de flechas destruyeron sus alas provocando que cayera al suelo.
Los soldados, no perdieron el tiempo y enterraron sus lanzas en el cuerpo robusto de la criatura quitándole la vida lentamente.
Aunque Gowther quería bajar y proteger a sus mascotas, Lian era lo suficientemente fuerte para bloquear sus movimientos dejándolo sin muchas opciones para actuar.
— No tiene caso seguir peleando con ustedes, la siguiente ocasión que nos encontremos no podrás mantener tu vida.
Al escuchar la voz distorsionada de Gowther, Lian se sintió conmocionado al entender las palabras de la criatura frente a él. Aunque se sintió alterado por un momento, calmo su mente y pregunto.
— ¿Quien te enseñó nuestro lenguaje maldita criatura?
— No es necesario que lo sepas, su nombre es algo que desapareció de la historia de este continente hace mucho tiempo. Además, las cosas que pasarán en Aios son inevitables, incluso si las descubres no cambiará nada.
Cuando todas las mascotas de Gowther volaron hacia el norte del bosque de hierro, Gowther invocó un portal caótico para escapar del lugar, no sin antes de mirar con precaución hacia el poblado de Eleine sintiendo que un peligro mayor se escondía en esa dirección.