Chereads / Con este poder, tendré una aventura en un mundo de cultivo / Chapter 70 - CAPITULO 69: SALIDA Y GIRO INESPERADO

Chapter 70 - CAPITULO 69: SALIDA Y GIRO INESPERADO

Abel se levantó temprano a la mañana siguiente, incluso antes de que los primeros rayos de sol aparecieran sobre el horizonte, se estiró un poco y se sentó de piernas cruzadas sobre su cama, mientras veía la pequeña bolsa que había dejado a un costado frente a él.

Sin pensarlo demasiado, Abel tomó la pequeña bolsa y la estudió, era de un color púrpura con algunos patrones extraños sobre ella y fácilmente cabía en su mano, además no pesaba mucho, por lo que empezó a lanzarla y recogerla con su mano de arriba abajo.

"Es bastante sorprendente que dentro de ésta cosa haya 3 metros cúbicos de almacenamiento."

La bolsa que sostenía Abel no era otra que la bolsa de almacenamiento que pidió el día de ayer a la dama de la secta sangre ardiente, además, parecía que fue bastante generosa, ya que le dio una con una gran capacidad de almacenamiento.

"De lo poco que leí y se sobre las bolsas de almacenamiento, en realidad, no son muy difíciles de crear, al parecer, usan como principal objeto cierto órgano de una bestia llamada serpiente del vacío, la cual tiene atributos espaciales, es solo que, después de tanta cacería, casi son extinguidas, por lo que su caza fue restringida, dejando pocos ejemplares para poder obtener dicho órgano y crear más bolsas de almacenamiento."

Pensando hasta aquí Abel no pudo evitar suspirar, a diferencia de los anillos de almacenamiento que había en Kunlun, que necesitaban las llamadas "piedras espaciales" que solo se encontraban en lugares donde había perturbaciones o gritas espaciales, aquí en el continente Azur usaban cierto órgano de dicha serpiente para lograr el mismo efecto, solo que, en un grado menor.

"Aunque comparado con los anillos espaciales que tenían un gran espacio en su interior las bolsas de almacenamiento quedan muy primitivas, éste espacio de 3 metros cúbicos es más que suficiente para mí por ahora."

Mientras pensaba esto, Abel usó un hilo de su sentido espiritual y se conectó con la bolsa de almacenamiento, pudiendo "ver" el contenido de ésta, por ahora, solo había colocado un jego de ropa y el núcleo de bestia de rango 3 en su interior, haciendo ver bastante vacío el espacio dentro de su bolsa de almacenamiento.

Poco después, Abel pensó en retirar el núcleo de rango 3, centrando su sentido espiritual en él, inmediatamente después, una pequeña esfera que cabía dentro de su mano apareció de la nada, además esta pequeña esfera era bastante particular, ya que era de un color rojo bermellón con chispas púrpuras, incluso dando pequeñas descargas sobre la palma de Abel.

Abel jugó con la esfera por un momento hasta que después, con un solo pensamiento, la esfera desapareció, dejando a Abel bastante fascinado por este hecho.

"Si llevara esto a mi mundo anterior, fácilmente podría pasar por un truco de magia."

Encontrando divertido este pensamiento, Abel se levantó y se dirigió a una zona algo apartada de la cabaña.

Poco después, llegó a una zona del bosque que no destacaba por nada, Abel miró a su alrededor, pronto, ubicó una roca no muy grande que estaba cerca de un árbol, Abel se acercó y con cuidado, movió la roca, al hacerlo, se pudo observar un agujero no muy ancho, pero sí bastante profundo, a lo cual Abel introdujo su mano y sacó un gran paquete, a primera vista, se podía decir que era la piel de un animal bastante grande, quizá por el lugar donde estuvo guardada, había adquirido un tono más negro, más que azul noche, ahora era casi de un color completamente negro.

Esta no era otra que la piel del león de fuego y trueno púrpura que Abel había escondido en ese entonces, cómo ahora tenía su bolsa de almacenamiento, Abel no encontró más sentido dejarla en este lugar, por lo que, pensando que hoy partiría hacia la secta sangre ardiente, era mejor llevarse consigo esta piel, después de todo, era de una bestia mutada de rango 3, además era un buen material para hacerse prendas bastante resistentes.

Abel se sorprendió un poco al encontrar la piel de un tono más negro, así que la analizo y observó más a fondo, pero no encontró más anomalías que ese hecho, por lo que, indefenso, solo la guardó dentro de su bolsa de almacenamiento.

"Aunque no encontré nada raro, me parece bastante extraño que la piel se haya oscurecido más, en fin, ya debería ir hacia la aldea, después de todo, hoy nos llevarán a aquellos que pasaron las pruebas hacia nuestras respectivas sectas, aunque no me dijeron la hora exacta…"

Pensando en esto, Abel levantó la cabeza y miró al horizonte, parecía que en unos pocos minutos amanecería por completo, por lo que, para evitar problemas innecesarios y sin ninguna pertenencia o apego más a este lugar, decidió marcharse temprano a la aldea.

Así, Abel le echó una última mirada hacia la cabaña en la que estuvo estas últimas semanas antes de girarse en dirección a la aldea.

"¿Quién iba a pensar que los 2 años que estimaba en este lugar solo serían un par de semanas?, el destino es realmente imprevisible."

Mientras reflexionaba sobre ello, Abel llegó a la aldea, la cual se encontraba bastante bulliciosa, al parecer, casi toda la aldea vino a despedir a sus respectivos juniors que partían hoy.

Al ver esto, un extraño sentimiento creció dentro del corazón de Abel, el cual fue rápidamente sofocado por él, luego, usó su técnica de ocultación para pasar desapercibido por los aldeanos, no quería armar mucho alboroto.

"Bueno, ya que me marcho, supongo que al menos debería despedirme del anciano Grant y de Lucy, después de todo, son las personas con las que más me relacioné en la aldea."

Pensando en esto, Abel se movió como un fantasma entre la multitud, buscando a estas dos personas en particular, pronto, encontró a Lucy, y estaba a punto de acercarse cuando notó que se encontraba rodeada de varias personas, además estaba despidiendo a un par de niños, por lo que, con algo de tacto, decidió no molestarla y empezó a buscar al anciano Grant.

Abel buscó al anciano por toda la aldea, incluso buscó en la biblioteca, pero no lo encontró, por lo que, al final, algo abatido, regresó al lugar donde se habían reunido todos los niños, encontró un buen lugar algo apartado y decreto y esperó a que los enviados llegaran.

Abel no esperó mucho, pero lo que nunca esperó es que cada uno de los enviados apareciera montado sobre una especie de águila enorme, la cual intimidó a los niños presentes, haciéndolos retroceder unos cuantos pasos.

Los aldeanos no parecían demasiado alarmados por la vista, pero aun así retrocedieron unos cuántos pasos, dándoles espacio para que aterrizaran las águilas.

Una vez en el suelo, los enviados bajaron y empezaron a llamar a cada niño, haciéndoles gestos para que los acompañen.

Los niños, con algo de desconfianza, y mirando por última vez a sus familias, se acercaron a las águilas, quienes parecían bastante dóciles, pronto, uno a uno fueron subiendo al águila de su respectiva secta.

Entre éstos niños estaba Abel, quien al ver las águilas y después de pensar un momento, logró identificarlas:

"Esas águilas son bestias de rango 3, cuyo nombre completo es águila de cabeza coronada roja, había leído que son bastante dóciles y obedientes una vez domesticadas, pero es bastante raro, no siento la presencia o el aura de una bestia de rango 3, como la vez que me enfrenté al león de fuego y trueno azul."

Acercándose al ave, Abel le echó un vistazo más profundo, de repente, el águila que se encontraba calmada y con los ojos cerrados los abrió de golpe, mirando en dirección a Abel.

Éste cambio repentino alarmó a Abel y lo hizo alejarse rápidamente un par de pasos, observando con detenimiento a la bestia frente a él, la cual después de un momento, volvió a cerrar los ojos, aparentemente ignorando a Abel.

Este pequeño intercambio fue notado por los enviados, sobre todo por la dama de la secta sangre ardiente, quien miró a Abel con extrañeza.

"Interesante, el águila no reacciona a menos que haya sentido una amenaza a su vida, ¿quiere decir que éste niño tiene el poder para acabar con el águila?"

No solo ella tenía esa pregunta en sus mentes, los otros dos enviados Fred y Clark tenían el mismo pensamiento en sus mentes, observando una vez más al niño que ya había subido en la espalda del águila.

"Tengo que informar sobre esto al maestro de secta, ese niño es bastante especial y me incluso a mí una sensación de aprehensión, será mejor ir con cuidado con él."

Clark pensó sobre esto por un momento, antes de girarse y decirle a los niños detrás de él que se sujeten.

Una escena similar sucedió del lado de Fred, quien inmediatamente le hizo señas a la multitud para que se alejara un poco.

Por otro lado, la dama miró a Abel por un momento antes de dirigirse al águila, la cual, con un gesto de ella, alzó vuelo al mismo tiempo que las demás.

Así, ante los gritos, llantos, y vítores de la multitud, los 5 niños partieron montados sobre las respectivas águilas de sus sectas.

En el momento que las águilas se encontraban a cierta altura del suelo, Abel no pudo evitar pararse y extender sus brazos, casi recordando a cierta película, solo que no se encontraba en un barco, sino volando sobre un águila.

Sintiendo el viento que golpeaba su rostro, Abel no pudo evitar sentir una oleada de alegría y satisfacción sobre él, mientras un sentimiento indescriptible subía en su pecho.

"Aunque nunca viajé en un avión, estoy casi seguro que éste sentimiento es incomparable, quizá solo el que piloteo por primera vez un avión pueda sentir lo mismo."

La dama no dijo nada al ver el estado en el que se encontraba Abel, solo lo miró por un momento y esbozó una ligera sonrisa, mientras guiaba el águila en una dirección diferente de las demás.

Poco después, el estado mental de Abel se calmó, miró por un momento sobre la espalda del águila el paisaje que se desdibujaba debajo de él con tranquilidad, sabía que, tarde o temprano, él mismo podría conseguir lo mismo con su propia fuerza.

Pensando en esto, Abel recordó que no le había preguntado a la dama cuánto tiempo les tomaría llegar a la secta, por lo que, algo avergonzado, giró en dirección de ella, y preguntó:

"Emm, disculpe mayor, pero, ¿cuánto tiempo nos tomará llegar a la secta?"

Al escuchar esto, la dama se giró en dirección a Abel, y con un tono burlón, le respondió:

"¿solo ahora preguntas eso?, parece que ya te calmaste entonces."

Viendo la expresión avergonzada de Abel, la dama pareció divertirse, por lo que se burló un poco más de él, fue solo después de un tiempo que decidió responderle:

"Con la velocidad del águila, llegaremos antes del anochecer."

AL escuchar esto, Abel asintió, antes de sentarse de piernas cruzadas sobre el ave y meditar un poco, después de todo, apenas había amanecido, por lo que era casi un medio día de viaje.

La dama al ver esto, también se sentó de piernas cruzadas a cierta distancia, observando el lugar de vez en cuando para asegurarse de no perderse.

Así, pasó el tiempo y llegó el medio día, para entonces, Abel se percató que habían llegado a una zona de planicies, con un gran campo abierto, pero Abel notó que la velocidad del águila había comenzado a disminuir

Al ver en dirección de la dama para preguntarle al respecto, la encontró frunciendo profundamente el ceño, aparentemente perdida en sus pensamientos.

De repente, ella corrió hacia Abel, tomándolo y saltando del águila, la cual segundos después, fue impactada por un poderoso ataque, matándola en el acto.

Esta vista sorprendió a Abel, todo había pasado tan rápido, que apenas reaccionó.

"¿Qué diablos está pasando?"

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