"Ahora bien, ¿Qué debería pedirle?"
Abel nunca esperó tamaño regalo del cielo, y claramente no lo iba a desaprovechar, por lo que reflexionó profundamente sobre ello.
"Quizás debería pedirle una bolsa de almacenamiento, después de todo, sé que son bastante difíciles de obtener, y tener una me ahorraría problemas."
Abel pensó que sería una buena opción, ya que de esa manera no tendría que regresar en un futuro para buscar la piel del león de trueno y fuego que escondió cerca de la cabaña, ya que solo la pondría en su bolsa de almacenamiento y problema resuelto.
"Bueno, si no pienso en nada mejor, le pediré eso, entonces, ¿qué otras cosas necesito?"
Abel pensó profundamente en esto, en realidad, como si situación era bastante especial, lo que más necesitaban los cultivadores que eran recursos no eran necesarios para él, lo que necesitaba en sí eran solo un par de cosas:
"Primero, técnicas marciales, pero no cualquier técnica marcial, si bien puedo usar las de bajo nivel como referencia al momento de crear una propia, realmente en un combate de vida o muerte o enfrentamiento rápido, las técnicas marciales de bajo nivel son bastante inútiles, incluso si las lanzo quemarropa."
De su reciente combate, Abel comprendió por las malas esto, ya que al final, la única técnica que usó que había obtenido de la biblioteca fue la palma de rayos, y lo hizo simplemente para expulsar a Lyan de la arena, al final en su enfrentamiento contra Drake y su arte de cinco estrellas, técnicas como esas eran bastante inútiles.
"Bueno, quizá debería preguntarle si tiene algunas técnicas marciales, y, sobre todo, por alguna técnica de fortalecimiento del cuerpo."
Al pensar en esto, Abel dirigió su mirada haca la dama y preguntó:
"¿También cuentan técnicas marciales, o alguna técnica de fortalecimiento?"
Al escuchar esto, la dama se sorprendió, y le dirigió una mirada de extrañeza a Abel, pero luego respondió:
"Si bien nuestra secta tiene diferentes técnicas marciales y algunas de fortalecimiento para los maestros de forja, para aprenderlas debes al menos ser formalmente un alquimista o maestro forjador aprendiz, ya que esas técnicas están reservadas solo para nuestros discípulos."
Escuchando esto, Abel, en vez de lamentarse, se alegró bastante, si bien parecía que la dama no podía brindarle directamente esas técnicas, todo se solucionaría una vez que ingresara en la secta, además, lo que más lo conmovió fue el hecho de que sí tenían técnicas de fortalecimiento del cuerpo.
"Con esto, no tendré que preocuparme por si mi cuerpo no pueda seguir el paso de mi avance de cultivo, incluso si no es una técnica de fortalecimiento excelente como la de la familia Kur en Kunlun, aún podía evitar preocuparse por esto por un tiempo, aliviando su presión con respecto a este tema.
La dama se sorprendió al ver la expresión alegre de Abel, pero solo negó con la cabeza, abatida.
"Si valoras más las técnicas marciales y de fortalecimiento, ¿entonces por qué aún insiste en unirte a nuestra secta?, si bien nuestra colección es amplia, más le damos importancia a las técnicas y artes para poder crear artefactos o píldoras de manera más exitosa."
Abel no notó la expresión indefensa de la dama, mientras pensaba qué otras cosas podía necesitar y así pedir.
"Lo siguiente serían buenos artefactos, si bien estas dagas son bastante resistentes, éstos dos últimos usos del arte de la espada doble las ha dejado muy maltratadas, estimó que un par de usos más y se terminarán rompiendo."
Aunque Abel no sabía que tan buena era la daga que encontró, si se había percatado de que se encontraba en un muy mal estado, en cuanto a la daga que le dio el viejo Ben, estaba en mejores condiciones, pero no era muy buena daga, ya que fue la que más grietas mostró después del uso de su arte marcial.
"Pero me parece un desperdicio usar una petición para pedir unas buenas espadas, después de todo, a la secta a la que me voy a unir se destaca por sus creaciones de éstas, además dudo que tenga que volver a usar mis dagas cómo ahora en ese ambiente, bien podría esperar un poco y crear unas para mí."
La idea de Abel no era del todo loca, después de todo, tenía un núcleo de bestia mutada de rango 3, el cual podía servir como núcleo del arma que él cree en un futuro, además, al ser un núcleo de afinidad doble de fuego y trueno, era excelente para él, que tenía afinidad doble.
Así, después de unos buenos 10 minutos de reflexionar sobre el tema, Abel llegó a una conclusión:
"Estoy seguro que, además de técnicas de la secta, ella debe tener algunas propias, después de todo, no creo que alguien que tiene su base de cultivo sellada sea un don nadie sin técnicas propias, así que insistiré en ese tema, de lo contrario, pediré un par de espadas y la bolsa de almacenamiento espacial."
Habiéndose decidido, dirigió su mirada hacia la dama, quien se encontraba meditando en silencio, y le dijo.
"Mayor, estoy seguro que, si me dijo antes que las técnicas de la secta no se pueden mostrar a extraños, entonces debe significar que tiene algunas técnicas que no son de la secta ¿verdad?"
Al escuchar esto, la dama abrió sus ojos, y evaluó con curiosidad hacia Abel, antes de decirle con un tono juguetón:
"Veo que estás bastante interesado en las técnicas marciales, ¿se acabaron las que aparecían repentinamente en tu mente?"
Al escuchar esto, el rostro de Abel se puso algo rojo, y no pudo evitar bajar un poco la cabeza, evitando la mirada de la dama, claramente no esperó aquella burla por parte de ella.
Al ver la reacción de Abel, la dama sonrió ampliamente, parecía divertirle ver el estado avergonzado de Abel, fue solo después de un momento que su tono se volvió serio y le dijo:
"Es tal y como pensaste, si bien tengo algunas técnicas que no son de la secta, viendo que eres un espadachín con atributos dobles, no son de mucha utilidad para ti, pero si gustas, puedes echarles un vistazo, pero déjame advertirte, si llegas a escoger uno de estos, dependiendo del que elijas, tus 3 peticiones disminuirán."
Así, sin mucha vacilación, la dama sacó 5 libros y los colocó frente a Abel, quien rápidamente tomó uno y comenzó a evaluarlos, solo para sorprenderse después.
"¡Dios mío, todas estas técnicas son al menos de rango tierra medio en adelante!"
Anotar este detalle, Abel no pudo evitar echarle otro vistazo a la dama, pensando en quien realmente podría ser, después de todo, un Tom, Dick o Harry no podría tener en su poder 5 manuales de este nivel en su poder, y menos soltarlos como si nada.
La dama por su parte no dijo nada al notar la mirada de Abel, mientras le devolvía una mirada significativa hacia él.
Al darse cuenta que la dama no tenía intenciones de decir nada, Abel solo negó con la cabeza y se concentró en las 5 técnicas que se encontraban frente a él.
"Por lo que puedo notar, 2 son técnicas de ataque, el resto son respectivamente una de movimiento, una técnica defensiva y una de fortalecimiento del cuerpo."
Al notar que había una de fortalecimiento del cuerpo, Abel quiso gritar de alegría, pero se contuvo, después de todo, no era el momento para ello, por lo que primero se calmó antes de analizar con detenimiento cada una de ellas.
Ésta actuación asombró a la dama, reforzando su evaluación sobre él.
"Parece que es justo como pensaba, lo más aterrador de este niño no es su cultivo, sino su estado mental, le di a propósito esas técnicas marciales de alto rango para ver cómo reaccionaba, y fue justo como esperaba, aunque sus ojos delataron alegría, rápidamente volvieron a ser pozos profundos, sin ninguna perturbación en ellos."
La dama siguió evaluando a Abel mientras éste revisaba cada técnica, intentando ver cuáles le llamaban más la atención, al final, ella notó que Abel se detuvo por más tiempo en los libros con la técnica defensiva y la de fortalecimiento del cuerpo.
Al darse cuenta de esto, la dama frunció un poco el ceño, pensando:
"Esas dos técnicas en especial deberían serle bastante inútiles, después de todo, la técnica defensiva es de atributo agua y la de fortalecimiento de cuerpo está hecha para mujeres, qué extraño."
Lo que no sabía era que Abel ya había notado esto, aunque algo decepcionado, aún decidió echarle un buen vistazo para almacenarlo en su memoria, después de todo, ¿quién sabe cuándo se necesitará una técnica en especial?"
"*suspiro*, los cielos deben estar burlándose de mí, la primera técnica de fortalecimiento del cuerpo que encuentro y en realidad es para mujeres, en cuanto a la técnica defensiva, es aún peor, solo es adecuada para aquellos con atributo agua o hielo, parece que hoy no es mi día de suerte."
Al final, resultó tal y cómo la dama le había mencionado, no eran de ayuda para él, en el mejor de los casos, le servirían como referencia si en un futuro creara su propia técnica marcial.
"Las 2 técnicas de ataque son para usuarios de lanza y látigo, la técnica de movimiento es sólo para aquellos que tienen atributo viento, ni que decir de las demás, *suspiro*, empiezo a creer que era mejor no preguntar."
Algo abatido, Abel dejó las técnicas marciales sobre la mesa, al final, el único consuelo que halló fue que le podrían inspirar en un futuro cuando creara su propia técnica marcial.
La dama notó que Abel se encontraba abatido, lo cual ella esperaba, ya había visto la actuación de Abel sobre el escenario, por lo que sabía que lio que tenía en su poder no era de mucha ayuda para él, pero para animarlo un poco, decidió decir:
"Veo que estás interesado en las técnicas de fortalecimiento del cuerpo y en las defensivas, si ese es el caso, te recomiendo que te unas a una facción lo más pronto posible, aunque no muchas, nuestra secta tiene algunas de la misma calidad e incluso de una mayor, pero como sabrás, están reservadas solo para los discípulos."
Al oír esto, Abel se animó, despejando su mente de cualquier pensamiento negativo.
"Así es, esto es la vida real, no soy un maldito protagonista de una novela que apenas necesita algo lo obtiene con suerte, por lo menos, no estoy tan perdido, en cuanto me una a la secta fuego ardiente y tenga los puntos de secta necesarios, podré obtener esas técnicas."
Así, animándose, al final, decidió pedir la bolsa de almacenamiento espacial, a lo cual la dama un tanto sorprendida, le dio una sin pensarlo dos veces, en cuanto a las dos últimas peticiones, decidió usarlas en un momento posterior, a lo que la dama asintió en acuerdo.
Poco después de que ese asunto quedara solucionado y al notar que ya era de noche, la dama se levantó y le dijo a Abel:
"Deberías alistar tus cosas y descansar bien, mañana partiremos hacia la secta fuego ardiente."
Al escuchar esto, Abel se emocionó, pero decidió controlarse y le ofreció a la dama quedarse a dormir, a lo que ella declinó, antes de salir por la puerta y desaparecer en medio de la oscuridad de la noche, dejando a Abel sumido en sus pensamientos:
"Mañana partiré hacia la secta fuego ardiente eh, hasta donde sé, está bastante lejos de aquí, después de todo, esta aldea se encuentra casi en la frontera del condado de Nill."
Así, con emoción en su mirada, Abel decidió meditar un poco antes de irse a dormir, si bien no obtuvo lo que quería, sabía dónde encontrarlo y cómo obtenerlo, por lo que gran anticipación, pronto se quedó dormido, soñando con su futuro en la secta fuego ardiente y en el continente Azur.