Al ver que Abel estaba atento, la dama asintió con satisfacción antes de decir:
"Pues bien, antes de continuar con el tema de tu ingreso, quisiera saber si te uniste a nuestra secta para aprender sobre alquimia o forja."
Abel no se sorprendió al escuchar la pregunta que le hizo la dama, después de todo, si aún ignoró ambas ofertas que le hicieron las otras dos sectas, solo debería haber un motivo para ello, y eso era aprender sobre alguno de los dos oficios.
Por lo que, sin pensar demasiado, Abel respondió:
"Si mayor, mi motivo para unirme a la secta es que estoy interesado en uno de los dos oficios que su secta permite aprender."
Al oír la respuesta de Abel, la dama asintió, claramente ya había esperado que éste sea el caso, por lo que después de un breve silencio, continuó:
"Aunque hay discípulos que se dedican al aspecto marcial en nuestra secta, son muy pocos, y, para serte sincera, no son muy favorecidos por la secta, ya que su principal dedicación es a crear nuevos alquimistas y maestros forjadores."
Abel, escuchando esto, no se sorprendió, aunque había poca información en la biblioteca, había asumido desde un inicio que éste sería el caso, por lo que, con un simple asentimiento, indicó a la dama que continuara con lo que decía.
Al ver esto, la dama no demoró más y siguió con la conversación:
"Esto provocó que la secta esté dividida en 2 facciones, por lo que, en realidad, debido a que nuestro patriarca no está presente en la secta casi nunca, la secta está dividida entre los alquimistas y los maestros forjadores."
Al oír esto, Abel se sorprendió un poco, pero después de pesarlo un poco, se dio cuenta que tenía sentido, después de todo, al no estar el patriarca casi nunca y que era muy poco probable que una facción admita ser inferior a otra, las disputas entre ambos eran naturales.
Viendo que Abel no tenía ninguna pregunta, la dama decidió continuar:
"Ahora bien, si solo fueras a unirte como un discípulo marcial, tu entrada estaría más que asegurada, pero como quieres unirte a una facción en concreto, al llegar a la secta, tendrás que pasar por otra prueba para medir tu talento en cuanto a alquimia o forja se refiere."
Al escuchar esto, Abel no pudo evitar más profundamente sobre esto, no esperó que, si quería unirse como un discípulo "verdadero" de la secta, tendría que rendir otra prueba más.
"Esto se está volviendo cada vez más complicado, *suspiro*, de haberlo sabido, quizá no debería haberme esforzado tanto, ya que, por lo que me ha dicho, no les interesa el talento marcial, sino tu talento para convertirte en un gran alquimista o en maestro de forja."
Al pensar en esto, Abel se molestó un poco, debido a que no había mucha información en la biblioteca, pensó que para unirse a la secta fuego ardiente se necesitaba ser un genio destacado, al menos, así era como reclutaban discípulos las grandes sectas incluso en Kunlun, pero parecía que las cosas eran diferentes en esta secta de un reino inferior.
"Además, aunque no lo dijo, puedo asumir que aquellos "discípulos marciales", no son más que aquellos que querían unirse, pero fallaron porque no tenían un talento adecuado para alguno de los dos oficios, quedando en el ostracismo."
Aunque la dama no lo mencionó, por la expresión que mostró al momento de hablar sobre los "discípulos marciales" decía mucho, por lo que no había que ser un genio para notar eso, además, si incluías que no eran favorecidos por la secta, todo encajaba.
"Bueno, tampoco es que no tenga ninguna esperanza, de regreso a Kunlun, los criterios para que un maestro de forja reclute a un discípulo eran que, primero, tener una abundante y poderosa fuerza de alma, ya que solo así podría percibir el estado de los materiales cuando se estén fundiendo o mezclando entre ellos, y un gran control para manipular la llama que se use."
Pensando hasta aquí, aunque Abel no sabía que pruebas tendría en especial la secta para sus discípulos, no cambiaría el hecho de que era absolutamente necesario la fuerza de alma, por lo que deberían estar entre sus pruebas.
"Si ese es el caso, debería pasar tranquilamente, ya que mi fuerza de alma es bastante abundante, aunque mi control aún falta, debería bastar para poder aprobar."
Al llegar a esta conclusión, Abel rápidamente se giró en dirección de la dama, quien se encontraba mirándolo, claramente esperando que él preguntara al respecto.
"Entonces, para resumir, si quiero entrar oficialmente a la secta, tengo que escoger una facción, o alquimista o maestro de forja, y ser evaluado, ¿verdad?"
"Sí, en esencia, sí quieres aprender de uno de los 2 oficios, pasar por un examen es inevitable."
Abel asintió, pensó por un momento antes de preguntar:
"¿El examen para ambos oficios es el mismo?"
Escuchando esto, la dama no tardó en responder:
"No, pero antes de decirte algo más, tengo curiosidad, ¿A qué facción piensas unirte?"
Abel se sorprendió un poco por la repentina pregunta, pero como no tenía nada que ocultar, respondió sinceramente:
"Desde un inicio me he interesado por el arte fe la forja, por lo que la facción a la que quiero unirme es, naturalmente, la de maestro forjador."
Al escuchar esto, la dama se sorprendió un poco, pero rápidamente una sonrisa algo triste apareció sobre su rostro, aunque Abel no logró verla, su mirada se hizo un tanto perdida, fue después de un tiempo que la dama volvió a mirar a Abel y con algo de gentileza en su voz, dijo:
"Ya veo, entonces quieres convertirte en un maestro forjador eh, si ese es el caso, te diré cuál es la prueba que se realiza para los maestros forjadores."
"La primera es un examen escrito, en primera instancia, debes conocer los diferentes y principales metales, así como la diferencia en su antigüedad y aleaciones que tienen, los cuales son más o menos unos 10 000."
Al escuchar el número, Abel casi se desmaya, nunca esperó que hubiera tantos y diferentes metales en este reino inferior, pero al escuchar sobre el examen escrito, un pensamiento le vino a la mente.
"Espera, esta primera parte del examen es como los que realizan los alquimistas per con las diferentes hierbas medicinales para obtener el título de alquimista principiante, no me digas que…"
Mientras Abel reflexionaba sobre esto, una conclusión evidente le llegó, a lo que, al pensar en ello, no puedo evitar suspirar.
"Qué secta fuego ardiente, si no me equivoco, esta debe ser una sede de la asociación de alquimistas y maestros forjadores, quienes son los que oficialmente deciden si te conviertes en un alquimista o maestro forjador principiante, no es que tengan discípulos marciales, sino que, los llamados discípulos marciales no son más que cultivadores preparándose para afrontar el examen"
Al notar esto, Abel no pudo evitar asociar esto con su experiencia en su vida anterior, siendo la secta fuego ardiente una academia donde te preparas para afrontar el examen de admisión para la universidad, que sería la asociación de alquimistas y maestros forjadores.
La dama al ver que Abel se encontraba reflexionando profundamente, pensó que se había preocupado al escuchar esa cifra, por lo que rápidamente dijo:
"No deberías preocuparte por esa cifra, aún eres joven, toda la información al respecto la encontrarás en la secta, por lo que puedes permanecer ahí y estudiar junto con los demás discípulos marciales."
Al oír esto, Abel prácticamente confirmó que la situación era como pensaba, siendo la secta fuego ardiente una especie de academia que preparaba postulantes para las profesiones de alquimista o maestro forjador.
Pero para no molestar más a la dama, Abel asintió en señal de entendimiento, a lo que la dama solo suspiró y continuó diciendo:
"Ese se podría decir que es el examen teórico, luego viene el de reconocimiento, se te presentarán diferentes tipos de metales a los que deberás identificar, incluso puede haber aleaciones entre ellos, así que se debe tener mucho cuidado."
Cuando la dama terminó de decir esto, Abel suspiró, en su mente, ya sabía cuál sería el último examen, si iba de acuerdo a lo que había pensado en un principio.
Y tal como esperó Abel, el siguiente examen fue tal y como lo había pensado.
"Por último, la última prueba, que tiene que ver con tu capacidad de crear un artefacto con los materiales que se te proporcionará, pero no puede ser cualquier artefacto, todo aquello por debajo de rango humano avanzado no funcionará, para aprobar, necesitas crear un artefacto de rango humano avanzado en adelante."
Al escuchar esto, Abel asintió impotente, desde que escuchó la primera prueba, ya había esperado que las demás fueran así.
"Es justo como los exámenes que se utilizan en Kunlun, además, desde cierto pnto de vista, tanto el examen para alquimista como para el de maestro forjador son los mismos, es solo el material base el que cambia, para los alquimistas son las hierbas y frutos medicinales mientras que para los maestros forjadores son los metales y aleaciones."
Mientras Abel reflexionaba sobre ello, un pensamiento apareció en su mente, lo cual hizo que su ceño se frunciera.
"Pero entonces, si en realidad la llamada "secta sangre ardiente", no es más que una academia donde preparan a los futuros alquimistas y maestros de forja, ¿Por qué entonces se le coloca en pie de igualdad con las otras dos sectas?, técnicamente hablando, en realidad son 2 sectas y 1 academia."
Mientras Abel reflexionaba sobre esto, la dama se encontraba pensando en un tema diferente, pareció dudar, pero terminó suspirando profundamente para luego dirigir su mirada hacia Abel y decirle:
"En vista de que eres un gran talento en el aspecto marcial, y que, además rechazaste a las otras dos sectas para unirte a la nuestra, creo que no es justo que no te de una recompensa por ello, y ya que la secta no te lo dará, puedes pedirme 3 cosas que estén dentro de mi poder, pero ten cuidado, dependiendo de la rareza de tus peticiones, pueden valer más de una petición."
Escuchando esto, Abel se quedó atónito, toda su mente se quedó en blanco, nunca esperó que la dama le ofreciera una condición así, por lo que rápidamente puso su mente a trabajar.
"Ahora bien, ¿Qué debería pedirle?"