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Chapter 130 - Cap 130

"¿Cómo esta Santiago?"(Elizabeth)

"Le dimos una potente droga para dejarle inconsciente y que no sufra durante el trayecto, las sirvientas estarán bajo mi vigilancia mientras le tratan, así que puedes ir tranquila"(Eric)

"Bien, bien, fiuuuu... Estaba tensa, si despierta avisad y nos detendremos para que descanse y vuelva a consumirla"(Elizabeth)

"No creo que despierte hasta la noche del día siguiente"(Eric)

"Entonces, nos vemos dentro de un día cuando estemos en Trimple"(Elizabeth)

Levitando hacia el carruaje donde estaba la familia Ial, Elizabeth saludo a Eric y este disminuyo su presencia sobre el carruaje.

Por otra parte, en un carruaje delante de los otros, estaba el emperador, la emperatriz y todos los príncipes y princesas, excepto por Samuel, que estaba en el carruaje donde iba Agustín y junto con sus primas Diana y Cristina.

"Hace tiempo que no nos vemos, es un placer"(Agustín)

Sentándose delante de Diana la cual le miro varias veces de pies a cabeza, con su cabello medio largo y negro hasta por la mitad de su espalda, y su rostro dulce a pesar de su crueldad con su par de ojos celestes profundos y fríos.

"¿Tu rango?"(Diana)

"C+"(Agustín)

"Tch"(Diana)

Rechistando y mirando hacia otro lado, cristina que estaba a su lado, al contrario que su hermana menor, ella era bastante más alta, sacándole casi una cabeza, con su cabello negro corto por su nuca como Elizabeth, la chica tenía su cabello sedoso recogido con una pequeña cinta violeta.

"No te molestes tanto, solo te paso por un rango, además, es un caballero de la muerte, ¿Esperabas que fuese débil por siempre?"(Cristina)

"Yo soy rango C-, Julio C y el C+, lo que me molesta es la poca diferencia que le saca a ese bastardo"(Diana)

"Cierto, me había olvidado que te quería como una de sus esposas, ¿No quieres defenderla?"(Cristina)

"¿Puedo inmiscuirme?"(Agustín)

"¿Ha? ¿Quieres? ¿Por qué?"(Diana)

"Estoy seguro de que el rey se pondría de buen humor escuchando desgracias del primer príncipe, y más si yo las causo"(Agustín)

"...Suena bien, hazlo"(Diana)

Como si aun tuviese control sobre Agustín, Diana que tenía un ego y arrogancia enorme, le dio la orden y Agustín solo sonrió y le asintió.

"Como ordene"(Agustín)

"Por cierto... Yo aun estoy aquí escuchando el odio hacia mi hermano"(Samuel)

"¿No lo estas disfrutando?"(Agustín)

"...Mucho hahaha"(Samuel)

"hahahaha"(Agustín)

Riéndose ligeramente ambos mientras estaban recostados sobre sus asientos en el carruaje que acababa de arrancar, Samuel y Agustín que habían estado entrenando juntos y cazando un poco, se habían hecho ligeramente cercanos.

"Se llevan bastante bien ¿No?"(Cristina)

Sonriendo, Cristina solo los molesto y siguieron conversando, para ellos que estaban cómodos y relajados, el viaje que era una eternidad se sintió bastante ligero, en especial con los relatos de Agustín sobre la batalla contra –Plaga- que Diana y Cristina fueron incapaces de ver.

Y entonces, llego el momento, delante de las murallas de la ciudad de Trimple, miles de carruajes estaban entrando y luego cruzando por el campo de batalla como si ver los restos del mismo fuese parte de una excursión interesante.

Y no solo los carruajes de todas las familias Imperiales, sino las familias del Reino estaban cruzando, con los carruajes intercalados por un camino sinuoso y mal formado, a la distancia un enorme arco de piedra y mármol, lleno de adornos y plantas había sido erigido.

"Mi señor, estaremos en 20 minutos mas"(Eric)

Siendo ya por la noche, Santiago que se había despertado hace ya 20 minutos, estaba atontado por la droga y estaba vomitando por movimiento del carruaje y el mareo.

Santiago que estaba vomitando y mirando la puerta del carruaje en silencio y con la mirada perdida, hizo que Eric se apurase dentro nervioso para solo encontrarle en un estado lamentable en el suelo.

"E-el nos aparta"

La sirvienta, que hablo incluso antes de que Eric la reprochase, hizo que el asesino fuese el mismo hacia Santiago y tratase al menos sentarle, levantándole y apoyándolo, Santiago solo miraba de forma perdida y vaga su alrededor.

"¿Viejo?"(Santiago)

Alucinando y viendo una figura oscura delante de él Santiago que no entendía nada, hizo que Eric se mordiese el labio de frustración y solo acaricio la cabeza de Santiago mientras este caía de nuevo inconsciente.

"Si para cuando lleguemos sigue igual, la fiesta se hará sin él, infórmale al emperador"(Eric)

La sirvienta que había hablado antes, enseguida abrió la puerta y salto del carruaje para correr hacia delante, siendo una rango C+, fácilmente llego hasta el carruaje del emperador a informar.

Con el carruaje completamente cerrado, Eric se sentó en uno de los asientos de lujo y se quedo mirando el centro con sus ojos cerrados.

"¿Qué tan mal puede encontrarse? Ya han pasado 6 días desde que fue sanado, el dolor fantasma debería haber desaparecido"(Juan)

"E-e-el dolor fantasma aun pe-persiste y-y el rey de la muerte fue drogado para p-poder ser trasladado, p-pero incluso así... A-ahora mismo se encuentra alucinando"

La sirvienta que estaba bajo la mirada de la emperatriz, el emperador, y todos los príncipes y princesas excepto por Samuel, estaba temblando por las miradas, pero Juan solo hizo un mal gesto y contesto.

"Ve y haz que le revisen, debería de haber más de un Sabio, es un evento importante..."(Juan)

"¡PF! Hahaha Seguro esta fingiendo, ese imbécil siempre busca problemas con nosotros"(Julio)

Si solo le viese, dejaría de reírse y decir semejantes acusaciones...

"Entonces, me retiro, iré con los supremos sacerdotes"

"No, iras al carruaje de mi familia y le pedirás al Sabio Ernesto Cella que trate correctamente al rey de la muerte"(Alicia)

"Pe-"

"¡Es una orden! ¡Haz lo que se te ordena mujer!"(Alicia)

Desprendiendo una hostilidad y asco inconmensurable, Alicia que veía a la plebeya que se había atrevido a rechistarle estaba apretando su puño pero no dio ninguna orden de hacerle nada aun.

"S-s-si"

Saltando y cerrando la puerta, la sirvienta que estaba pálida y temblando, trastabillo y cayó de rodillas al suelo mientras respiraba nerviosa, viendo doble por la cantidad de nervios, persiguió los carruajes hasta el carruaje con el emblema de los Cella.

El dragón mordiendo su cola y tapando su torso con sus alas en rojo intenso le hizo apresurarse al carruaje y tocar la puerta, entrando, y colocándose de rodillas de inmediato, los lideres e integrantes principales de la familia Cella estaban en silencio observándola.

"Su majestad, la emperatriz Alicia Cella me envió para dar un mensaje para el estimado Sabio Ernesto Cella"

"Habla"(Ernesto)

Estando sentado a un lado de Lucas Cella, el anciano que estaba recostado con sus ojos cerrados, se acomodo mientras prestaba atención luego de oír el nombre de su sobrina.

"El rey de la muerte se encuentra en un estado lamentable y requiere que un Sabio revise sus heridas"

"Ese niño... ¿Qué hizo ahora?"(Lucas)

"E-el rey de la muerte... Aun sigue sufriendo del dolor fantasma, si no se soluciona, la Iglesia de la Muerte piensa cancelar su asistencia al evento"

"Iré"(Ernesto)

Asintiendo a Lucas, Ernesto salió y en un instante llego al carruaje de Santiago, y con solo un vistazo a su estado, suspiro y tomo la mano derecha de Santiago mientras usaba magia de sanación.

"No sé que le ocurrió, pero ya no debería de seguir sintiendo dolor, pero incluso así, entre la droga, el dolor y el estrés, no creo que sea capaz de andar por su cuenta, se sentirá débil"(Ernesto)

Pero cuando se giro, Ernesto que vio la mirada penetrante de Eric sintió un profundo escalofrió.

"Dile esto a Lucas... Van a pagar 100 veces más caro por esto"(Eric)

Quitándose su capucha y tela de la cara, Eric que golpeo la frente del anciano con la suya estaba desprendiendo una sed de sangre completamente demencial y estaba apretando sus dos dagas rúnico mágicas que desprendían sombras desde las puntas del filo y el pomo.

Con sus ojos azules profundo brillando y su cabello negro medio largo se balanceaba ligeramente mientras su energía corporal brotaba en sigilo, el hombre de casi 140 años, lucia de apenas 26 años y las venas que estaban rodeando su rostro hicieron que incluso un anciano de 190 años como Ernesto bajase la mirada pálido y con ligeras gotas de sudor.

"M-me retiro"(Ernesto)

Cuando el anciano entro al carruaje y todos vieron su rostro, luego de sentarse, Ernesto dijo una sola cosa.

"Que nadie moleste al rey de la muerte... Pásenle la noticia a Alicia, Lucas, dale una orden estricta, no creo que si molestan al chico los ancianos de la Iglesia tarden más de medio segundo en desenfundar todas sus armas"(Ernesto)

"Se los hare saber..."(Lucas)

Entonces esa pequeña rata estaba realmente en pésimo estado, ¿Qué demonios le ocurrió? La herida no debería de haber sido la causa.

"Luego debemos hablar, nosotros dos solos, hermano"(Ernesto)

"Ya lo comprendo, lo haremos"(Lucas)

Con sus brazos cruzados, Lucas arrugo el entrecejo y tembló ligeramente sin decir nada más y solo rezando porque nada terminase en el peor escenario.

40 minutos luego de que todos los nobles arribasen, los únicos carruajes restantes entre el enorme Arco de Victoria, hecho por el reino en el camino por donde se dio la victoria contra –Plaga- eran el de Santiago, el de la familia Imperial y la familia Real.

Bajándose los monarcas y sus familias con ellos, luego de un minuto, Evelyn camino hacia el carruaje de Santiago y espero a un lado de la puerta, pero quien salió no fue Santiago, sino Eric.

"Mi señor..."(Eric)

Saliendo de la puerta del carruaje, con su cabello negro corto de los lados y medio largo del centro hacia atrás, con sus ojos violetas llenos de cansancio, con su piel blanca y ojeras bajo sus ojos, Santiago que estaba recto bajo las escaleras por cuenta propia y sin mirar a Evelyn o hablarle siguió de largo.

Vestido con un pantalón largo de vestir de seda negro y una camisa blanca con el emblema de los 4 dioses en la espalda bordado en rojo y delante, botones de plata y el emblema de la diosa de la Muerte en hilo de oro.

Estando el emperador a su derecha a uno 6 metros y Augusto a su izquierda, Santiago miro el cielo y fue hacia donde estaba la familia Nodra, sin molestarse en siquiera mirar a la familia Imperial o a Evelyn.

"Cuanto tiempo"(Santiago)

"No tanto, quizás se te hizo largo por la guerra y las complicaciones de la misma"(Olivia)

Vestida con un vestido largo y que tapaba hasta sus tobillos, de color rojo intenso y el emblema de la casa Nodra, los 3 rayos dorados chocando contra el suelo, bordado en hilo de oro en os bordes inferiores y de las mangas anchas.

Además de tener una gran cantidad de maquillaje, y joyas hermosas, Olivia, tenía en el dedo índice de su mano derecha, un objeto rúnico-mágico que Santiago podría reconocer en cualquier sitio.

-El anillo de la Paz- que Santiago había conseguido en la prueba de la paz en las ruinas, un anillo plateado puro que parecía normal y corriente a la distancia, pero una vez observaban de cerca tenia runas escritas que apenas brillaban y además una especie de venas azul claro.

Olivia que vio la sonrisa ligera de Santiago al ver el anillo, solo le sonrió de vuelta mientras acomodaba su cabello enrulado y castaño oscuro.

"Puede ser, la guerra en verdad se me hizo eterna, ¿Cómo esta todo en el Reino?"(Santiago)

"Mejorando sin duda"(Olivia)

"Santiago, Santiago, gracias"(Lina)

Saltando delante de Santiago y abrazándolo, Lina que estaba usando el –Vestido de Nube-, estaba rodeada de nubes blandas y blancas puras, y encima de su pecho, una esfera azul profunda pulida y limpia estaba como si fuese una joya.

Las runas doradas que flotaban adornando y haciendo que las nubes no se escapasen, hacían que Lina que tenía su cabello largo y enrulado como Olivia, pero rojo oscuro y sus ojos celestes casi puros.

"¿Te gusta?"(Santiago)

"Siiii"(Lina)

"Pues me alegro"(Santiago)

Acariciando su cabeza y mientras se reía ligeramente, Santiago saludo a Emma, la cual estaba parada como una dama, perfectamente recta y con una expresión admirable de póker.

"Es placer verte de nuevo, primo"(Emma)

"El placer es todo mío, princesa"(Santiago)

Teniendo a Lina enganchada a un lado con sus ojos brillando, Santiago saludo con más formalidad a Emma que estaba actuando acorde a la situación, justo como Olivia.

"Realmente haces lo que quieres ¿Verdad, niño?"

El supremo sacerdote de lo Sagrado que estaba mirando a Santiago, suspiro tras ver las expresiones de la emperatriz y princesas.

Vestido todo de blanco, pero con una línea en su pecho celeste pura y con el emblema de la estrella de 7 puntas de la Iglesia de lo sagrado en oro, el sacerdote que seguía cubriendo su rostro con el velo estaba a la derecha de Augusto junto con María que estaba vestida de gala, con su cabello rubio y lacio hasta la cintura y su vestido ajustado en la cintura con gran falda que llegaba hasta sus tobillos y se le veían los tacones de cristal y oro.

"Soy el Rey de la Muerte, si no pudiese hacerlo, es porque no merezco el titulo"(Santiago)

"Aham, entiendo que puedas hacer lo que quieras, pero a veces hay cosas que aunque no te gusten deberías hacer primero"(Augusto)

Tratando de que Santiago, no hiciese una escena nada más entrar, Augusto observo a la familia Imperial, pero en su lugar, el rey vio como Santiago negó con su cabeza.

"No te preocupes, de todas formas se van a quejar de cosas más graves hahaha"(Santiago)

La cara de Olivia e la Reina Isabel se mostraron un poco tensas pero viendo que toda la Iglesia de la Muerte estaba firme detrás de Santiago, en especial los artistas marciales, ambas solo se mostraban tensas de que los problemas lastimasen al Reino.

"¿Qué hiciste ahora? ¿Cómo puedes nunca descansar? Tu vida son solo problemas"(Trista)

"Hahahahaha, tienes razón, y pienso sumar otro más"(Santiago)

Trista que escucho a Santiago y que tenía su típica mirada de que estaba buscando problemas, apretó sus manos y se aguanto mientras le miraba como si fuese a matarle.

"¿Eh? No es tan gracioso si no me intentas golpear"(Santiago)

Viendo a Trista apenas aguantándose el mantener los modales, hizo que para evitar molestar, solo la dejase en paz... Por ahora

"Haha"(Isabel)

Mientras la reina se reía de forma disimulada, María tenía una mirada vacía hacia Santiago y Trista.

"Oí que mataste un rango SSS-"(Isabel segunda)

Pasando a un lado de Camila, Isabel Segunda que estaba vestida con un vestido idéntico al de su madre pero con adornos ligeramente menos exagerados, se acerco a Santiago y puso sus manos delicadas sobre los hombros de Trista.

"Es cierto"(Santiago)

"Debe de haber sido difícil, ¿Cómo fue?"(Isabel Segunda)

"...Pase entre todos los sacerdotes impuros mientras los artistas marciales del Imperio, reino y Valle Dragón les entretenían, y cuando llegue a donde estaba el –Árbol de las Mil Pestes- el mismo estaba hundido dentro de un lago de corrupción, como mis ataques no funcionaban, me metí dentro del lago y nade-"(Santiago)

"Espera, espera... ¿Hablaste con el emperador antes de venir?"(Olivia)

"No, acabo de despertar, el dolor fantasma duro 4 días y llegaba hasta el corazón, así que estuve más que nada durmiendo o drogado"(Santiago)

"Eso explica porque todo suena tan diferente... ¿Quieres seguir?"(Isabel Segunda)

Isabel segunda que parecía interesada, hizo que Santiago sonriese ligeramente de vuelta y entonces, siguió hablando sin molestarse por nada.

"Mientras nadaba en el lago de corrupción, sentí como los dioses desaparecían, era realmente extraño, era como si sintiese que existir era insignificante e innecesario, lentamente mi cuerpo fue tomado y luego de algunas cosas tome el control del mismo y usando el –Fuego Infernal- queme todo a mi alrededor, y en el proceso, use mi alabarda para cortar el árbol apestoso"(Santiago)

"¿Alabarda? ¿No una guadaña sino que una alabarda?"(María)

Tapando su sonrisa, María levanto las cejas y miro hacia el supremo sacerdote de lo Sagrado, el cual se acerco a Santiago.

"¿Qué sucedió con Valle Dragón? ¿Por qué se fueron de nuevo a su capital?"

"Aghhh... Muchas razones para querer irse y pocas para quedarse"(Santiago)

Dando una expresión compleja, Santiago se rasco la cabeza y vio como tanto Augusto como el resto camino hacia debajo del arco de entrada a la fiesta donde estaban todas las familias nobles esperando.

Las del reino a la izquierda y las del Imperio a la derecha, todos formados, con la mesa de ambas familias gobernantes delante del arco, y las de los nobles repartidas delante de esta.

Cuando ambos gobernantes, Juan y Augusto se pararon lado a lado, la tensión entre todos los nobles estaba explotando, ambos dieron un discurso sobre la guerra agradeciendo y luego se sentaron, después de ellos, sus familias se sentaron, y Hernán y el supremo sacerdote de lo Sagrado se quedaron parados.

Ellos dieron sus discursos, y se sentaron en las mesas en la misma mesa que la de los monarcas y sus familias, y cuando lo hicieron, la música comenzó a sonar, guitarras y coros, junto con tambores.

Todas las familias nobles que estaban en mesas separadas se pararon y comenzaron a hablar entre ellos, parados o sentados donde antes había otros miembros, esto fue más notable entre las personas del reino que las del Imperio que estaban reservadas en sus asientos.

"Esta guerra comenzó por tu pedido, me gustaría saber, ¿Por qué querías –Plaga- destruida?"(Alicia)

La primera en dar un tema de conversación fue la emperatriz, y fue directo hacia Santiago, con un tono firme y calmado, pero hablando alto y fuerte.

Pero en su lugar, Santiago que estaba masticando, miro a la emperatriz a los ojos y terminando de comer, cuando trago y se limpio la boca, se quedo en silencio un par de segundos más.

"Tenía ganas"(Santiago)

Y con solo esa frase, Santiago siguió comiendo, con Hernán y Abigail a su derecha, y a su izquierda a Evelyn que estaba en silencio mirando el plato de comida sin tocar.

Al lado de Evelyn, estaba el supremo sacerdote de lo sagrado, y más a la izquierda, en el ancho de la mesa rectangular extremadamente larga, estaba Augusto, todo el reino de un lado y todo del Imperio al otro.

"Tiene que haber más que solo eso, ¿No? Es imposible que solo por eso, apuntases a algo así"(Alicia)

"Eso es asunto mío"(Santiago)

Y cortando la conversación de nuevo, tras dejar varios segundos entre medio de cada respuesta, Santiago volvió a comer e ignorar a la emperatriz.

"Si eres tan reservado, es un problema, ¿Sabes? Eres uno de los que más aportaron a esta guerra"(Alicia)

"¿Un problema? ¿Para quién lo soy?"(Santiago)

Mirando con cierta fiereza hacia la emperatriz, Olivia que estaba justo a un lado de Augusto estaba observando pálida al igual que las otras reinas, ¿No estaba Santiago yendo de cara contra la emperatriz? ¡La mujer más influyente del Imperio! ¡La que estaba casi a cargo de la familia Cella y tenía el control de casi toda la familia Imperial!

"¿Quizás me exprese mal? Decía que ser humilde está bien, pero un rey debería no serlo, es quien más poder tiene ¿No?"(Alicia)

"Todo lo contrario, cuanto más poder, mas humildad se debe de tener para no perder la noción de ser tu mismo, dejarse llevar por el poder es la perdición del gobernante"

Y en medio de la conversación, el supremo sacerdote de lo Sagrado paro de comer y se puso en medio, la expresión de la emperatriz no cambio y siguió sonriendo como si nada, pero todos sabían que estaba explotando por dentro.

"No podría estar más de acuerdo, un imbécil arrogante al poder es incluso peor que un tirano, porque al menos el tirano controla bien a su nación"(Santiago)

"Aunque sería mejor que ninguno de los dos este al poder"

"No lo niego"(Santiago)

"Tengo curiosidad, Santiago, ¿Qué objeto rúnico-mágico elegiste?"(Isabel)

"¿Yo? Ni idea, solo quedaban dos objetos para magos así que le di a elegir a Elizabeth que es la Sabia más joven de la Iglesia y además una de las caballeras de la Muerte"(Santiago)

"¿Eh? ¿Ni siquiera lo elegiste?"(Isabel)

"No, es mejor que quien lo vaya a usar lo haga, ella más que nadie sabría cual le conviene más"(Santiago)

"Ya que nosotros tenemos el –Brazalete de 100 estrellas- y hablas del otro objeto mágico, en tu posesión debería de estar el –Bastón de Mago sin Nombre-"(Augusto)

"¿El Bastón? Curioso, creí que elegiría el brazalete"(Santiago)

Abriendo sus ojos, Santiago que estaba asombrado, hizo que Augusto le viese con una ligera sonrisa, ¿El enano bastardo no estaba mintiendo? Entonces ni se había molestado en elegirlo el mismo.

¿Tan poco le importaban? ¿O podría ser que realmente eran malos?

"Los objetos rúnico-mágicos de esta guerra son emblemas muy importantes de nuestra victoria, el rey de la muerte debe de solo estar bromeando"(Alicia)

"¿Ha? No, no lo hago, digo la verdad y además, ¿Emblemas? ¿Emblema de qué? Una guerra pequeño que solo obligo que esas cosas se replegaran no se le puede llamar victoria, ¿Te crees que se van a ir y no volver?"(Santiago)

"Nuestra Iglesia de lo Sagrado desea hablar en profundidad con la Iglesia de la Muerte sobre ese preciso asunto"

"Cuando el Supremo Sacerdote lo desee, puede ir a nuestro Templo, será bienvenido y bien tratado, yo aun tengo asuntos por saldar dentro del Imperio por lo que no creo poder salir"(Santiago)

"El Templo del Cielo ¿Verdad? ¿Allí se enseñaran tus habilidades? ¿El estilo de los -7 Cielos- y el de los -8 pilares-?"(Isabel)

Ah... Cierto, me había olvidado de seguir con los 8 pilares... Pero... ¡Que puta flojera que dan!

"Aham, si, pero en adición, el estilo del –Divino Celestial- está incluido, aunque aun soy incapaz de... Ahm, usarlo correctamente, confió en que voy a poder... Creo... Espero..."(Santiago)

Si no lo hago seguro que Aarón me corta los huevos y la cabeza...

"Valle Dragón piensa formar parte del mismo, ¿Podría el Reino hacerlo?"(Augusto)

"El acceso es abierto para todos sin importar la nación, lo único es la prueba de entrada y aceptar las reglas"(Santiago)

"¿Ya decidiste una prueba de entrada y reglas? ¿Por qué no las oímos todos?"(Alicia)

"Sencillo, la prueba de entrada es las escaleras celestiales, son un patrón rúnico que conozco, a medida que subes los escalones comenzaras a sentir como el cielo te presiona con su peso, si llegas al decimo escalón pasas, sino, estas fuera, no existe forma de hacer trampa ya que nadie puede llevarte hacia arriba sin matarte en el proceso"(Santiago)

"¿Entonces solo los dignos pueden pasar?"(Alicia)

"Si"(Santiago)

"¿Cuántos intentos hay?"(Alicia)

"Dos, solo dos está bien, si intentasen todos los días seria molesto"(Santiago)

"¿Ah? Eso suena muy difícil ¿No lo crees? Muchos quedaran fuera"(Alicia)

"El Cielo no aplasta el cuerpo, aplasta tu alma, si eres incapaz de subir al decimo escalón, hay dos razones, estas podrido por dentro y eres un corrupto, o eres débil y permanecerás débil por siempre, no quiero a ninguno de esos dos tipos de personas"(Santiago)

"¿Hay alguna forma de fortalecer el alma?"(María)

"La mayoría de las personas que rezan tienen un alma firme ya que se encuentran cerca de los dioses, los demás seguramente fracasen, pero es normal, si quieres las técnicas de los dioses no puedes adquirirlas sin alabarles y servirles, eso lleva a las reglas, las violencia, cualquier tipo dentro del Templo es condenada con la expulsión inmediata, aunque sea un pleito estúpido, estas fuera"(Santiago)

"Esa forma de pensar me agrada, estricta y directa, sin excepciones y con una buena razón respaldándola"

El supremo sacerdote de lo Sagrado que sabía perfectamente que el Imperio iba a estar molestando al Reino, y más que nada a los pertenecientes a su Iglesia, al oír a Santiago estaba encantado y tranquilo.

"Eso ya es absurdamente exagerado, ¿Quién iría conociendo esas reglas?"(Alicia)

"Simple, los que se merecen el poder"(Santiago)

"Supongo que habrá excepciones"(Juan)

"Ni una, no hay habrá advertencias ni avisos, el primero en causarlo, esta fuera y no me importa quien sea, sea rey, sea príncipe, sea noble o plebeyo"(Santiago)

Mirándose cara a cara con el emperador, Santiago que parecía estar casi enfrentándolo con la mirada noto como la tensión en toda la fiesta aumento en un instante del lado del Imperio.