"Montón de inútiles..."(Santiago)
Con su rostro ensombrecido, Santiago que estaba mirando el suelo estaba pálido y lleno de impotencia, en solo un parpadeo, la mitad de su energía corporal y mana habían desaparecido por completo.
¿Derrotar a –Plaga-? ¿Cómo mierda voy a hacer eso con la fuerza que me queda? Ya ni siquiera puedo pensar en luchar contra un rango A-, lo único que puedo hacer... ¿Qué mierda puedo hacer?
Apretando sus puños, Santiago se estaba tragando toda su ira, pero delante de él no solo Hernán Abigail, los generales de la Iglesia y Eric, sino que los generales del emperador estaban presentes, junto con el propio emperador y dos de sus hijos, Samuel y Sergio.
El silencio se extendió, pero al emperador no le importo romperlo de forma totalmente directa.
"¿Qué sucedió? No pareces tan fuerte como antes"(Juan)
Con su armadura rúnico mágica, una espada en su cintura y su corona de oro que eran ramas de oro puro mezcladas con joyas talladas como flores, el emperador camino y se paro delante de Santiago.
Este le miro, y luego de un segundo se levanto recto para hablar, todos le estaban viendo con atención, por lo que hablo con formalidad.
"El Árbol Eterno está asegurado por ahora, la posibilidad de que gran parte de la tierra del Imperio se vuelva infértil desapareció, solo queda solucionar –Plaga-"(Santiago)
"Esplendido, ¿Y respecto a lo segundo?"(Juan)
"A costa de poder proteger el Árbol, tuve que dar la mitad de mi energía corporal y mana a mi caballera de la muerte ya que al parecer, los Artistas Marciales se retrasaron"(Santiago)
La cara de Hernán y Abigail se torció hacia un lado con vergüenza, mientras que el emperador les fulminaba con la mirada, luego observo hacia Santiago, y analizándole, el emperador se cercioro de lo que Santiago decía.
"Eso es malo, ¿No se basaba el plan en que destruirías –Plaga-? ¿Puedes hacerlo con esa fuerza?"(Juan)
"... El Fuego Infernal no depende de mí fuerza, pero si muero antes de dañarle..."(Santiago)
"¿Crees que las bestias apuntarían a ti? ¿Acaso –Plaga- desarrollo inteligencia? Jamás me había enterado de algo así"(Juan)
"Al igual que la diosa me dio su poder, REY concedió el suyo a bestias o seres impuros con inteligencia, si ellos me viesen... No lo dudo, me intentarían matar por encima de todo"(Santiago)
"¡¿REY?! ¡¿La bestia REY?!"(Samuel)
"Bestia no, dios, REY es un dios corrupto"(Santiago)
"...Me habías dicho sobre ello en nuestra reunión, ¿Acaso hay algo mas para saber?"(Juan)
"Un ser impuro capaz de usar un poder similar al Fuego Infernal apareció en el Árbol, es probable que lo hagan en –Plaga- también, la advertencia es simple, rangos SS+ e inferiores no intenten bloquearle, van a morir como idiotas"(Santiago)
"¡Espera, Espera! ¡¿Acaso ese poder extraño puede bloquear el fuego infernal?! ¡Si lo hace..."
El general de la Iglesia hablo de forma efusiva y nerviosa, y cuando miro hacia Santiago mientras lo hacía, recibió su respuesta.
"Lo hace, por eso tiene que morir antes de pelear contra –Plaga- al alejarles del combate"(Santiago)
"Un enemigo al cual no se puede bloquear, alejarle es simplemente estúpido, se podría abrir paso cuando quisiese"(Ernesto)
Detrás del emperador, uno de los 2 Sabios que habían aceptado participar, Ernesto Cella hablo con un tono brusco y de burla.
El anciano que vestía una toga dorada con varios glifos, tenía un anillo rúnico en cada mano y un bastón que parecía hecho con madera quemada y una joya blanca en la parte superior, con su cabello blanco y corto, su cara llena de arrugas y sin cicatriz alguna.
"Si eres tan sabio entonces piénsalo tú mismo, muestra algo de inteligencia y deja de tocarme las pelotas, no estoy de humor"(Santiago)
Dándose la vuelta y caminando hasta un banco, Santiago hizo que todos quedasen en un silencio incomodo, estaba claro que Santiago no estaba dispuesto a pleitos con palabras, pero el anciano tampoco podía quedarse callado luego de ser insultado de esa forma.
"Puedes ser el rey de la muerte, pero si no respetas a los sabios ancianos, al final serás el rey que nos traerá la muerte"(Ernesto)
Habiéndose sentado en el banco, Santiago respiro profundo y exhalo, ni siquiera se molesto en volver a mirar al anciano, de hecho, en ningún momento lo hizo por lo que este apretó su bastón con rabia.
"¿Hay información del Reino?"(Santiago)
"El ejercito completo del Reino está ya listo al igual que el nuestro, solo falta dar la orden"(Juan)
"Entonces que comience"(Santiago)
"¿Así nada mas? ¿No planeas dar un discurso a tus soldados? ¿Les harás marchar sin inspiración?"(Ernesto)
"Haaaaaaaaa"(Santiago)
Viejo asqueroso... Pero lo que más asco me da es que tiene razón
"Venga, lo que sea, ¿Dónde están reunidos?"(Santiago)
Los generales miraron a Santiago con dudas, y el anciano sonrió con malicie, ¿Acaso inspirar a 250.000 soldados era algo sencillo? ¡Obvio que no! ¿Qué podría hacer un joven que todavía ni siquiera la gente creía que fuese el hijo de la diosa?
"Señor, no creo que sea buena idea que vuestro primer discurso, sea aquí"(Hernán)
"Hm, si no salgo a dar la cara parecería un cobarde, lo dejare claro, voy a dar el discurso y voy a ir en la primera línea, solo alguien indigno de poder se esconde sin dar la cara"(Santiago)
Levantándose, Santiago tiro un golpe durísimo al primer príncipe Julio que había decidido quedarse en el palacio junto con su familia Cella, justo delante de Ernesto y del propio emperador.
"¿No estás subestimando una de las más importantes tareas de los generales? Niño, no creas que es sencillo inspirar a tantos hombres y mujeres"(Ernesto)
Ignorando al anciano, Santiago que estaba siguiendo a Hernán y Abigail, los cuales estaban nerviosos guiándole hasta donde los generales darían su discurso, era un balcón en el decimo piso del Templo.
Santiago que se paro en el medio, delante del todo en el balcón, vio como debajo suyo, las personas vestidas con sus armaduras de acero se extendían como un manto por el suelo, con su vista afilada, podía ver las miradas de terror, desesperación, emoción, salvajismo, nervios y expectativa.
Todas esas miradas se levantaron cuando apareció y fue una presión que jamás en toda su vida había sentido, era opresivo, pero mientras la sentía, Santiago sonrió y siguió observándoles sin temor.
El emperador apareció detrás de Santiago y luego se puso a su derecha, a la izquierda de el, Ernesto y Franco Cortazar, ambos Sabios que el emperador había traído consigo.
Samuel que era de la misma edad que Santiago, se quedo a la izquierda del todo junto con su hermano menor, Sergio de solo 10 años.
Todos los generales, junto con Hernán y Abigail, estaban a la izquierda de Santiago, parados rectos, incluso los generales estaban mirando la multitud como si sintiesen esa presión pero al contrario que Santiago, tenían expresiones duras y fuertes.
La sonrisa de Santiago parecía tan natural y pacífica, que Hernán que le estaba viendo de su lado, estaba confundido, parecía como si Santiago no tuviese presión alguna por la situación.
Levantando sus manos, Ernesto y Franco activaron magia de viento delante de Santiago, y este dudo de pronto de las intenciones de estos dos, pero al ver el círculo con su energía corporal activada, Santiago se dio cuenta de que era para que su voz se escuchase más clara para los soldados.
Supongo... Que debería ser un rey de la muerte digno... ¿Qué debería de decirles?... ¿Decirles...?
Levantando sus dos brazos hacia los lados, el fuego infernal surgió desde el suelo y comenzó a crecer, trepando por las paredes del Templo de la Muerte y lentamente tomando forma, las caras de todos los soldados, dejaron de sentir emoción o nervios, dejaron de sentirse salvajes...Y solo podían sentir una cosa, miedo del fuego infernal.
El sentimiento natural, de querer huir, de temer al fuego que podía quemar sus almas, les hizo perder por completo de sus mentes a –Plaga-
"La muerte no es el fin, sino es solo el comienzo... Aquellos caídos ante la corrupción en batalla, sacrificando sus cuerpos, son recibidos en las tierras de la muerte entre festejos y vida eterna, todos ustedes, todos aquí quienes lucharan solo les depara la fortuna, porque bajo la diosa declaro, frente a mí a la corrupción solo le deparara la derrota"(Santiago)
El Fuego Infernal que creció a través de las paredes del Templo de la Muerte, mientras Santiago hablaba, tomo la forma del emblema de la diosa de la Muerte, aquella calavera negra con ojos arremolinados, atravesada por una espada, paso de infundir un terror inimaginable a dejar el corazón de todos los soldados ardiendo.
Las caras, no solo de los soldados, sino que de Hernán y Abigail eran de emoción, las palabras de Santiago no eran solo palabras, probando frente a 250.000 soldados que era el verdadero Rey de la Muerte, no solo les dio la seguridad de eso, sino que incluso hablo sobre algo a lo que todos en este mundo temían, la verdadera muerte.
"OOOHHHHHHHHHHH"
Los gritos de los cientos de miles de soldados comenzó a hacer temblar el suelo, Santiago que seguía sonriendo y en ningún momento alzo su voz, dejo de mirar hacia arriba y bajo sus manos, para luego mirar al emperador.
Desactivando la magia de viento, Ernesto y Franco solo quedaron satisfechos pero insatisfechos, el resultado era impresionante, y a la vez eso les molestaba.
"No está mal, ahora solo ordénales marchar"(Juan)
"¿Yo? Que flojera"(Santiago)
Suspirando Santiago dejo de actuar y se rasco la nuca, Samuel y los generales casi caen de cabeza al suelo del cambio drástico de personalidad, mientras que Abigail y Hernan sonrieron un poco tapando el asombro.
"¡Tu! Respeta a su majestad"(Ernesto)
Santiago le miro unos segundos y volvió a suspirar mientras negaba decepcionado con su cabeza.
"Da igual, no dejes que pierdan esa emoción"(Juan)
Con la magia de viento de vuelta activa, Santiago dio un paso hacia delante y sin el fuego infernal a sus espaldas, señalo hacia donde estaba –Plaga- y grito.
"¡Soldados!, ¡avancen!, ¡¡Por la gloria del Imperio y la diosa que no quede nada a vuestro paso!!"(Santiago)
"OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH"
Retumbando con una emoción inigualable, los soldados se dieron la vuelta y en orden, comenzaron a marchar con los generales de 1.000, 5.000 y 10.0000 hombres liderándoles e imponiendo el orden.
"No se noto que casi me trabo en la última frase ¿Verdad?"(Santiago)
Girándose hacia Hernán, Santiago hablo en tono bajo pero que de todas formas escucharon todos.
"PF hahahaha, no, no se noto"(Abigail)
"Genial, hubiese sido penoso, y ahora, al frente... Ah, no, ¿Dónde está Elizabeth?"(Santiago)
"Si hubiese despertado estaría aquí, se lo aseguro"(Abigail)
"Dejen las charlas ociosas, hay que ir con el ejercito"(Juan)
"Los carruajes ya están listos"(Hernán)
"Perfecto"(Juan)
Al entrar al carruaje y lentamente ir por los caminos junto con los soldados, Santiago estaba en uno junto con Abigail y Hernán, además de Elizabeth durmiendo a su lado, mientras que el emperador, Samuel, Sergio, Ernesto y Franco en otro aparte.
"¿Cuanto crees que tardaremos en llegar?"(Santiago)
"Un día completo"(Hernán)
"¿Esta todo yendo correcto?"(Santiago)
"Así es, al menos de nuestro lado"(Hernán)
...No creo que suceda algo, pero, si... Los Haries, si los Haries planean hacer algo, este es su momento ¿No? El problema es que es lo que desean hacer.
Hice todo lo que pude por el Reino, y advertí cuanto pude sobre los Haries, ya no hay mas que yo haga, todo depende de ellos.
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(En el Reino, proximidades de –Plaga- 10 horas antes)
"Su majestad, todo ya está listo, los soldados están justo un kilometro distante de la tierra contaminada por –Plaga-"(Sebastián)
Cuando Sebastián Nodra, se planto en medio del semi-circulo de sillas, hecho por los líderes del clan Bellian, Wulf, y las familias, Atlante, De Luxe, Rivon junto con sus afiliados, además de la casa Kasma y Herrera, todos los lideres estaban atentos a las palabras del rey y el supremo general.
"¿Cómo crees que deberíamos proceder?"(Augusto)
Detrás del rey, estaba el supremo sacerdote de lo Sagrado con su habitual velo que tapaba su rostro, pero esta vez, ni siquiera hablaba.
"Por lo que tengo entendido, el ejercito formado por la Iglesia de la Muerte y el emperador Juan llegara al campo en un día, deberíamos estar pendientes del movimiento de las bestias y además, enviar exploradores para ver el terreno mientras que hagamos un campamento protegido"(Sebastián)
"Que así sea, da la orden y prepara el campamento"(Augusto)
"Si, su majestad"(Sebastián)
Inclinándose, Sebastián levanto su mano dando la orden a su segundo al mando, este al instante asintió e hizo una inclinación hacia el rey antes de salir, la sala se mantuvo en un silencio largo, hasta que hablo Martin.
"¿Alguien sabe que paso en la ubicación del segundo árbol eterno?"(Martin)
"..."
"No parece que sea el caso, quizás deberíamos tomar precauciones si de verdad pierden allí"(Martin)
"Si pierden allí, el Imperio priorizaría destruir un segundo –Plaga- más débil y en una posición más riesgosa para ellos"(Pedro)
El líder de los Rivon hablo con un tono precavido al igual que Martin, mientras que Alfonso aclaro la situación.
"Puede que el emperador se retirase, pero no creo que el ejercito de la Iglesia de la Muerte lo haga, Santiago dijo que –Plaga- caería sin importar el riesgo"(Alfonso)
"Me encantaría saber porque le tomo tanta prioridad a –Plaga-..."
El supremo sacerdote de la Iglesia que estaba resignado, estaba sembrando la duda con sus palabras, porque ya era sabido por todos, que para el Imperio –Plaga- no era problemática.
"Se la respuesta"(Augusto)
"Si la sabe, ¿Qué tal si la cuenta?"(Pedro)
"Hmm, no creo que alguno de los presentes lo hiciese público... Pero es mejor solo guardarlo, es información peligrosa"(Augusto)
"Si es peligrosa, es mejor que su majestad la guarde correctamente, nuestro deber es seguirle sabiendo o no lo que desea"(Sebastián)
"El mocoso siempre se guardo la información, ¿Por qué me molestaría ahora que la compartió con alguien?"(Edgard)
Con su cara pálida y flaca, el anciano estaba sentado con su bastón con una sonrisa tranquila, Alfonso sonrió al oírle y asintió, mientras que los Bellian guardaban silencio y observaban.
"Quizás debería decirlo ahora..."(Leonor)
Con una expresión dolorosa, el líder de los Bellian bajo su mirada y entonces siguió hablando mientras todos le observaban.
"La comida que había en las caravanas se prendió fuego, además, muchos soldados están sintiendo malestares por agua contaminada..."(Leonor)
El silencio fue pesado, y además las expresiones eran oscuras, esta vez, estaba claro, el Imperio era poco probable de ser el culpable, entonces... ¿Quién demonios estaba haciendo esto?
"Los Haries, no tengo dudas, en nuestras batallas siempre sucedía lo mismo"(Martin)
"¿Cómo puedes sacar conclusiones tan rápido? Martin Wulf, aun no hay pruebas de que nadie del reino sea culpable, ¿No sería más lógico pensar que el Imperio desea debilitarnos?"
El supremo sacerdote de lo Sagrado se levanto rápido ofendido, en vez de ver enemigos fuera, los veían dentro, y no solo era Martin Wulf, sino que Pedro Rivon, Alfonso Atlante, Edgard De Luxe y los Bellian estaban igual que el.
"Su majestad... Tenemos que aumentar la vigilancia"(Sebastián)
"Es correcto, cuando atrapen a los culpables podrán interrogarles"(Augusto)
"No funciona, cuando sean capturados se mataran con objetos escondidos, tienen capsulas de veneno en sus dientes, es simplemente imposible sacarles información"(Leonor)
"Maldita sea, siempre dando problemas"(Pedro)
Refiriéndose a los Haries, Pedro suspiro mientras tapaba su cara con su mano derecha y con su dedo índice de la mano izquierda golpeaba el apoyo de su brazo.
"Quizás deberíamos tomar medidas drásticas"(Martin)
"¡¿Medidas drásticas?! ¿Qué quieres decir con eso? ¿Cuáles son tus intenciones?"
Levantando su mano derecha, Augusto calmo al Supremo Sacerdote de lo sagrado, y cuando este guardo silencio, Augusto miro hacia Martin este asintió y siguió hablando.
"Si le declarásemos la guerra a los Haries, podría hacerles centrar su atención sobre mi familia y nadie sospecharía nada, es normal que suceda, siempre lo hace de vez en cuando, si el hostigamiento decae... ¿Habría necesidad de un juicio desde allí?"(Martin)
"...Podría funcionar, pero para ello, tendrían que suponer una verdadera amenaza para ellos"(Pedro)
"Si, y para ello... Voy a capturar a uno de sus Artistas Marciales"(Martin)
Con un rostro serio, Martin hizo una declaración que hizo a todos quedarse helados en sus sitios.
"¿Cómo planeas hacer eso?"(Pedro)
Todos los Artistas Marciales de los Haries son de rango SS mientras que Martin era SS-, ¿Acaso les estaba subestimando?
"Tengo una forma para ganarle..."(Martin)