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Chapter 93 - Cap 93: Encuentro, Reecuentros y el inicio de una gran tarea

"¿Q-que estás haciendo?"(Hideo)

Delante de ambos, un caminante estaba caminando sobre la nieve directo hacia ellos, gruñendo y gritando con furia, pero en vez de correr Hideo estaba parado viendo como Hono le tiraba piedras sin darle ni una.

"¡Y-Yo... ¡Perdón!"(Hono)

"..."(Hideo)

Sin decir nada, Hideo camino hacia delante, esquivo el predecible y simple golpe horizontal de la mano del caminante y dio un potente gancho en la mandíbula rompiéndola al momento.

Un segundo ataque vino con el otro brazo, intentando golpear la cabeza de Hideo, este de vuelta se agacho y se movió hacia el lado opuesto del golpe, se levanto y con un fuerte impulso, golpeo la cien del caminante.

Por la fuerza este cayó de rodillas y con un salto sobre la nieve, Hideo uso su colmillo de serpiente afilado para tratar de cortar el cuello del caminante.

Cuando lo hizo el colmillo no corto del todo y quedo atorado en la mitad trasera del cuello haciendo que la cabeza quedase colgando sobre el pecho, notándolo, Hideo dio otro salto hacia atrás y vio como este intento sujetar uno de sus pies arrastrándose en la nieve.

"No tener una arma eficaz se hace notar"(Hideo)

¿Debería afilar el colmillo más? ¿O quizás debería de conseguir algo más útil? Si no puedo cortar una cabeza con mi fuerza entonces el filo debe de ser demasiado malo

Mirando el colmillo, el filo que se molesto en crear estaba roto y fracturado, con una mirada escéptica Hideo miro hacia el caminante y no noto algo que fuese lo suficientemente duro como para ocasionar ese quiebre.

"Olvidarlo, siempre con cautela"(Hideo)

Creando una piedra de hielo gigante sobre el caminante que estaba en el suelo, Hideo hizo caer esta para aplastarle el cráneo colgando y casi separado del cuerpo.

Mirando el colmillo por segunda vez, Hideo seguía confundido, ¿Desde cuándo los caminantes eran tan duros y resistentes?

"...¿Podrías decirme... Porque putas le estabas tirando piedras en vez de matarle?"(Hideo)

"Y-Yo... ¡Perdón!"(Hono)

"No te disculpes, solo responde..."(Hideo)

"T-tenía miedo"(Hono)

"¿Cómo alguien de tu edad tiene miedo de eso?"(Hideo)

Cuando Hono volvió a posar su mirada sobre el cadáver putrefacto, lleno de pus y carne podrida, además de cómo sus dedos seguían moviéndose a pesar de que su cerebro estaba disperso hasta casi un metro a la redonda, hizo una arcada y se dio vuelta temblando.

¿Puede que en la federación todos sean así de sensibles y miedosos?... No, no, incluso esa Sadashi llego a hablar bien de ellos, decía que eran fuertes, pero, ¿Cómo estos son fuertes? Un solo vistazo es más que suficiente para decir que son debiluchos.

"Olvídalo, ahora da igual, piérdeles el miedo, los vas a ver todos los días si nos quedamos aquí"(Hideo)

"¡No!, ¡Por favor! No quiero..."(Hono)

Con lágrimas, Hono se hizo bolita y parecía una niña de 9 años, Hideo devuelta la miro sin decir nada y ojos fríos, suspiro y colocando su mano en la frente siguió pensando para sus adentros lo inútil que deberían haber sido sus padres y maestros.

"Entonces levántate, luego de esos gritos este sitio se va a llenar de caminantes, hay que irnos antes de que lleguen"(Hideo)

Escuchándole, Hono se levanto y reacia pero cuando vio que Hideo ya la estaba dejando atrás, le siguió corriendo como podía gritándole que esperase.

"Va... A ser un viaje largo..."(Hideo)

Con Hono llorándole a su derecha mientras caminaban, Hideo tenía una lagrimita en el ojo izquierdo y observando el cielo al avanzar, parecía estar rezando.

Si los dioses existen... Por favor, que se apiaden de mí

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"............Santiago está en la Iglesia de la Muerte"(Alfonso)

Edgard, Alfonso, Roxana, Olivia, Benjamín y Esteban, todos los actuales líderes, futuros líderes y además, las dos más cercanas a Santiago, todos reunidos y al oír las palabras de Alfonso todos guardaron silencio de forma nerviosa.

"Aham, hasta cierto punto... La Iglesia parece estar dándole libertades, logro escribirnos y comunicarse, además, en la carta incluso decía que volvería a vernos, aunque casi toda la carta se nota que no la escribió el mismo"(Edgard)

"Fuuuu"(Esteban)

Suspirando, el hijo de Edgard parecía levemente más calmado, si la Iglesia no lo tenía encarcelado, entonces estaba bastante bien, se lo estaban tomando el asunto con tranquilidad y solucionándolo de forma pacífica.

"¿Alguna noticia más?"(Olivia)

"Si, a mi me llego una carta también, Santiago olvido algo en Gastora y me pidió que se lo llevase a la frontera "(Roxana)

"¿A la frontera?"(Olivia)

"Eso no suena como algo que el haría, y tampoco suena como algo que haría la Iglesia"(Olivia)

"¿Llegaron a un acuerdo? Seguramente Santiago quería ir personalmente mientras que la Iglesia no le quería dejar salir del Imperio, el punto medio es que alguien de confianza de Santiago lo hiciese"(Alfonso)

"Es lo que más se adapta, pero sigue siendo sospechoso, ¿Por qué la Iglesia no se molesta en ocultar que lo tienen? ¿Qué están planeando?"(Benjamín)

"Santiago no es alguien fácil de tratar y puede que no lo quieran a él, sino que algo que él tiene, nunca sabes qué tipo de sorpresa tiene ese niño"(Edgard)

"Es un niño astuto, si no tiene cartas para jugar va a recurrir a nosotros y además no es nada débil, si le subestiman van a sufrir"(Alfonso)

Con ambos ancianos sonriendo, Santiago que parecía atado por la Iglesia de la Muerte era algo que ya se venía venir, por desgracia no habían tenido oportunidad de dar cara para retrasar ese problema, pero Santiago estaba demostrando ser capaz de manejarse solo.

"¿Qué es lo que Santiago quiere que le des?"(Olivia)

Dirigiéndose a Roxana, Olivia estaba curiosa pero Roxana suspiro y sonrío, se tardo unos segundos, pero entonces desde un bolso rúnico que era invisible, saco el pergamino rúnico mágico dorado.

"¿Cuando? ¿Cómo?"(Olivia)

"No lo sé, lo tenía escondido debajo de las baldosas del baño, el enano lo escondió tan bien que nadie sabía que existía haha"(Roxana)

"¿Qué hace? ¿Para qué lo necesita?"(Esteban)

"La carta decía que no se abriese el pergamino bajo ninguna condición y solo se lo llevase de vuelta"(Roxana)

"Entonces que así sea, objetos como esos pueden ser bendiciones o catástrofes, considerando eso, lo más probable es la segunda en esta situación"(Edgard)

"Míralo, queriendo quitarme el estoque –Trueno delgado- cuando ya tenía esto hahahaha"(Alfonso)

"Puede que el resto de jóvenes este viniendo al Reino ya... Deberíamos solo dejar que todo fluya solo, es mejor solo decir lo justo y necesario, Olivia, no menciones el pergamino"(Edgard)

"Pero... Como digas, padre"(Olivia)

Con solo una mirada seria, Edgard hizo desistir a Olivia de mencionar este asunto al rey, claramente esto era cosa de los De Luxe y Atlante, además, ese enano no solo estaba haciendo de las suya causando problemas.

"Hace ya tiempo que no nos reuníamos, Alfonso... ¿Qué sabes de los Wulf?"(Edgard)

"Luego de que Martin Wulf se convirtiese en –Artista Marcial- nuestra relación con ellos es casi inigualable, se que ustedes no soy muy apegados a la Iglesia y por ello incluso les han ayudado en sus pequeñas guerrillas contra los Haries, pero nosotros solo hemos mantenido comercio, tanto ellos como nosotros están siendo grandemente beneficiados y últimamente, la economía de los Wulf va en ascenso"(Alfonso)

"Lo que uno llamaría su momento de oro..."(Benjamín)

"Hahaha, es bueno que estén tan unidos, aunque es extraño, estoy seguro de que siendo los Wulf no harán nada extraño o ruin"(Edgard)

"¿Y la Iglesia? ¿Que ha estado pasando entre ellos y ustedes? Oí que ha habido algunos roces"(Alfonso)

"Si, si, el supremo sacerdote se ha metido más de la cuenta en asuntos familiares y una gran cantidad de jóvenes elites de ellos han estado insistiendo en hacer equipo con los nuestros"(Edgard)

"¿No es bueno lo segundo? Digo, están buscando una forma de llevarse mejor con ustedes"(Alfonso)

"Insisten demasiado, algunos de nuestros jóvenes ya están hartos"(Edgard)

"Incluso mi hijo ya se la pasa criticando y enojándose con la Iglesia, lo único que están haciendo es enfurecer mas a nuestra gente"(Esteban)

"Hmmm, sería bueno decírselo al supremo sacerdote"(Benjamín)

"Ya lo hicimos, dijo que solo querían unir a sus elites y los nuestros para tener una mejor relación y luego solo se dedico a criticar que no acepten a jóvenes talentosos"(Esteban)

"Ya..."(Benjamín)

"La Iglesia esta mordiendo más de lo que puede tragar, lo único que va a conseguir es ahogarse"(Edgard)

"Están molestos por los jóvenes, ya sabes, dando tantos buenos resultados y eso, ahora que se fueron por tanto tiempo y están entrenando tan duro, cuando vuelvan seguro serán un montón de pequeños monstruos"(Roxana)

"Hija..."(Alfonso)

"No, no, es verdad, el que Santiago y su grupo no acepten a gente de la Iglesia entre ellos, les está poniendo nerviosos, de hecho, incluso el rey seguro que lo esta"(Edgard)

"...El que no invitasen a ninguna princesa, le amargo bastante y dice que quizás esos jóvenes no están muy interesados en los Nodra"(Olivia)

Con un aire de tristeza, Olivia parecía afectada por esas palabras pero Edgard solo asintió con su cabeza, como si fuese algo que ya esperaba que sucediese.

"Deberíamos insistirles a que incluyan al menos una princesa, Trista y su grupo por ejemplo, se por Santiago que se llevan bien entre todos"(Alfonso)

"Trista Nodra no va a aceptar ir... No, mejor dicho, el rey no la va a dejar ir"(Edgard)

"...¿Lo... Sabes?"(Olivia)

"Santiago me lo conto"(Edgard)

"¡¿El lo sabe?!"(Olivia)

Recordando como Santiago hablaba de que Trista le agradaba, Olivia solo sintió su pecho apretado.

"¿Y las otras princesas?"(Alfonso)

"Como mucho aceptarían a Lina o Emma, solo por estar familiarizadas con Santiago y este mostro aprecio hacia ellas, de Camila y las hijas de María... Es imposible y las hijas de Isabel, de igual forma seria difícil, ni siquiera se les conoce bien, no les gusta salir del palacio y entrenan tan poco que ninguna querría realmente ir"(Edgard)

"Eso es... Malo, supongo, el rey no debe de solo querer que Lina o Emma que son en parte De Luxe se relacionen"(Alfonso)

"Rumores saltarían diciendo que a los jóvenes no les interesan Nodra sino los De Luxe por la familiaridad de Santiago, es entendible"(Edgard)

"aahh, olvídalo, ¿Por qué nosotros somos los que deben preocuparse por eso?"(Esteban)

"El rey y el supremo sacerdote quieren están con ustedes, acercarse y tener una buena relación, claro que deben preocuparse"(Benjamín)

"Lo único que hacen es meterse en medio, la Iglesia incluso a estado molestando en nuestra relación con los Wulf y el rey no ha hecho nada sino que solo dio sus intenciones, si se quieren llevar bien con nosotros ellos deberían moverse y no nosotros"(Esteban)

"¡Suficiente!"(Alfonso)

Deteniendo a su hijo Benjamín a dar otra respuesta, el anciano puso una mano en medio de estos dos jóvenes, tenían puntos de vista diferentes y nunca iban a llegar a un acuerdo, gritarse solo irritaría a todos.

"Joven, usted piensa bien de la Iglesia, nosotros no... Nosotros no los deseamos cerca y ustedes si, incluso si se gritan entre ustedes, nunca llegaran a hacer cambiar al otro"(Edgard)

"Pero, ¿Por qué? ¿Por qué piensan así de la Iglesia?"(Benjamín)

"En el pasado nos han hecho sufrir mil y una calamidades junto a los Haries, no tenemos intenciones de solo dejarles ser nuestros amigos sin que se disculpen públicamente por lo que hicieron"(Esteban)

Callándose, benjamín noto que esteban estaba mucho mas furioso y enojado con la Iglesia que lo que estaba su padre, el anciano pensaba igual, pero lo llevaba de forma calmada y sin prisa.

"Joven... No, jóvenes, nuestras familias se llevan bien, intenten mantenerlo así y eviten discutir de cosas inútiles, somos como somos y actuamos como lo hacemos, no fuercen sus pensamientos entre ustedes"(Edgard)

"Si, padre"(Esteban)

Avergonzado de que se les tratase a ambos como niños, ambos solo se callaron y ambos ancianos que estaban con sonrisas viendo el pleito de dos niños dejaron el asunto de lado.

"Nosotros seguiremos rechazando a la Iglesia hasta que se disculpen por sus actos, pero una vez lo hagan, podemos aceptar que se acerquen, si de alguna forma pudieses dejarles saber eso, seria genial"(Edgard)

"Dudo que el supremo sacerdote haga tal cosa, pero, se lo hare saber de la forma más disimulada posible"(Alfonso)

"Al menos nos hemos puesto al día, supongo que debería de irme retirando a menos de que quieran hablar de otra cosa, claro"(Edgard)

"No es muy relevante pero, quizás os gustaría oír sobre Casimiro Estradee y el grupo de Nicolás"(Roxana)

"OH, no sería malo, los Estradee han estado dando un sinfín de agradecimientos, ¿Cómo le va a esos jóvenes?"(Edgard)

"A pesar de que el joven Casimiro apenas cumplió sus 16 años, ya es rango E-, mientras que Nicolás Nodra y Darío Atlante son rango F+ y F respectivamente, una jovencita de la tropa floral entro en su equipo como maga soporte y al parecer están buscando a otros guerreros competentes"(Roxana)

"Oí que el joven Nicolás rechazo una propuesta del Supremo Sacerdote para que una sanadora se uniese a ellos, ¿Solo fueron rumores?"(Esteban)

"No, es verídico, el Supremo Sacerdote insistió mucho pero el joven termino escuchando que tendrían que ir con guardias de la Iglesia y sirvientes a cazar madrigueras, todos en el equipo terminaron rechazándole de inmediato, aunque causo varias disputas entre Sebastián Nodra y el Supremo Sacerdote, el general como siempre no le importaron las palabras de la Iglesia y les ignoro por completo"(Olivia)

"Supongo que termino teniendo los malos hábitos de Santiago..."(Roxana)

"HAhahahaha"(Edgard)

Edgard se rio sin parar hasta que comenzó a toser, y luego de calmarse, entonces saludo con cortesía y se retiro, apoyado en un bastón y con pasos lentos.

"El tiempo no tiene misericordia... Nosotros también nos retiramos"(Alfonso)

Levantándose y viendo a su hijo Benjamín e hija Roxana, solo sonrió un poco y salieron de la habitación por otra puerta, todos presentes en el palacio, tardarían apenas una semana en llegar el grupo entero.

Luego de que la gran reunión terminase y la realeza e Iglesia se enterase de todo lo sucedido, hubo un pequeño banquete para celebrar el gran avance de todos, que pasaron de ser elites a ser una especie de súper elite.

Pero en cambio, Roxana partió hacia la frontera a entregar el pergamino a Santiago, tardo su tiempo, pero yendo con prisas, llego justo a tiempo para cuando Santiago llego también a la frontera.

Cruzando el rio en un barco cómodo y grande que se le otorgo en la ciudad de Frontier, nada más llegar a la orilla podía ver a Santiago sentado en la arena con un pantalón negro de vestir arremangado y sin camisa.

Con un cabello negro y largo, ojos morados, Roxana que ya le había visto así antes solo hizo un gesto preocupado y miro hacia todas partes.

Parecía estar solo y sin nadie persiguiéndole, por lo que Roxana estaba extrañada pero de todas formas saludo desde lejos, Santiago se levanto y cuando al fin se encontraron se abrazaron.

"Niño desquiciado, nos tenias preocupado"(Roxana)

"¿Y cuando no?"(Santiago)

"Pf hahaha, tienes razón, siempre haciendo locuras"(Roxana)

"¿Ya llegaron Leo, Darius, Fernando y todos?"(Santiago)

"Si, ya los están castigando por escaparse"(Roxana)

"...Hahahahaha, me encantaría poder ver eso pf ahaha"(Santiago)

"¿Tu...estas bien?"(Roxana)

"AH, ¿Esto? Está bien, no me paso nada malo"(Santiago)

"Bueno, fuuu, me alegro"(Roxana)

"¿Edgard y Alfonso? ¿Nicolás y los tarados? ¿Trista? ¿Lina y Emma?"(Santiago)

Preguntando todo seguido y con ojos emocionados, Santiago tenía una sonrisa enorme en la cara, Roxana que tenía un rostro preocupado solo termino sonriendo por la alegría pegajosa de Santiago y los terminaron sentados en la arena hablando durante un rato.

"Entonces todos están bien, me alegro hahaha"(Santiago)

"Aquí lo tienes, esto era lo que querías, ¿Cierto? ¿Desde cuándo lo tienes?"(Roxana)

Sacando el pergamino desde el bolso rúnico invisible, Roxana sorprendió a Santiago el cual solo se rio y respondió sacando el libro rúnico mágico que quedo flotando frente a él.

Además de mostrar el anillo y pendientes, casi como si los estuviese presumiendo.

"Haaaaa, George ya había dicho que tenias como 4 objetos rúnico mágicos, no me trates de sorprender hahahaha"(Roxana)

"Buuuuu BUUUu, diles a esos cerdos que no presuman mis cosas"(Santiago)

"Hahaha"(Roxana)

"Ah ya que, bueno, entonces solo lleva los regalos, no tengo muchos pero es lo que hay"(Santiago)

Sacando el –Anillo de Paz- Santiago lo señalo y explico que es lo que hacía.

"Este supongo que es para... ¿Lina? Si, Lina, este otro es para Olivia..."(Santiago)

Sacando la -estatua de la rendición- y luego el -vestido de nube- explico ambos y también le dio un destinatario.

"El vestido, supongo que para Emma, aunque si no les gustan pueden cambiarlos entre ellas, luego, luego, luego, claro, esto es para ti"(Santiago)

Sacando el pergamino de contratación que habían conseguido de aquel extraño guardia de la frontera de las Tribus Heladas, además de un par de anillos rúnicos y otro par de anillos mágicos.

Roxana solo podía ver como Santiago estaba realmente mostrando un arsenal parecido al de un rey desde la absolutamente nada, pero recordando las palabras de George sobre el anillo –Arca Dorada- esta se erizo, realmente Santiago estaba moviendo en su dedo índice derecho literalmente el Arca de una nación entera.

"Y por último, para mi Trista, esta la –Lanza Pura-"(Santiago)

La lanza dorada y llena de inscripciones rúnicas, además de las venas mágicas y el núcleo entre la punta y el mango de esta que era blanco puro, la lanza cuando Santiago la saco de vuelta luego de mucho tiempo, sintió otra vez un chispazo en sus manos como si fuese un rechazo contundente del arma hacia él y la dejo caer al suelo.

Roxana que vio esto intento tocar el arma y... No le sucedió nada, aunque el arma no reacciono, tampoco la rechazo, ella podría usarla aunque Santiago estaba siendo repelido.

"Devuélvele esto a Edgard y además dale estos regalos, además de claro, estos para Alfonso..."(Santiago)

Y cuando vio que Santiago seguía sacando cosas sin parar, Roxana ya se puso nerviosa, ¿Iba a cargar todo esto sola? Seguramente terminaría siendo atacado por algún idiota avaricioso.

"Protégela hasta que llegue al palacio"(Santiago)

Desde detrás de Santiago la figura de un hombre alto y flaco, totalmente vestido de negro y con dos dagas rúnicas en sus manos se mostro respondiendo, la sangre de Roxana se helo y su cara se volvió pálida.

"Comprendo, mi señor, ¿Desea algo más?"(??)

"No, eso está bien"(Santiago)

"En ese caso, Elizabeth estará cuidándole"(??)

"Bien"(Santiago)

Roxana que estaba viendo la escena, ya se había percatado hace rato que el que estaba detrás de Santiago no era un asesino cualquiera, ese hombre... era un –Artista Marcial- y la Elizabeth de la que hablaban podría... ¿Podría ser la Sacerdotisa del Rayo? Una de las –Sabias- más jóvenes de la historia

"No creo que nadie te haga daño, pero de todas formas, ve con cuidado ¿Si?"(Santiago)

"Ah, sí, claro"(Roxana)

Tras unos segundos de duda, Roxana se apronto colocando la mayoría de los objetos como el vestido, el anillo y los objetos pequeños en su bolso rúnico, luego, tapo la lanza con una tela que le dio Santiago y la estatua quedo totalmente descubierta ya que no había forma posible de cubrirla.

"Por cierto... ¿Qué relación tienes con la Iglesia de la Muerte?"(Roxana)

"¿Yo? Somos conocidos"(Santiago)

Bromeando Santiago solo desvió el tema, pero Elizabeth que apareció desde la mismísima nada en la espalda de Santiago respondió la pregunta con seriedad.

"El soberano de la muerte al que alabamos y adoramos, hijo de la diosa de la muerte"(Elizabeth)

Erizándose de golpe, Santiago miro con lentitud hacia atrás, a pesar de ya haber advertido que dejasen todos de aparecer desde la nada por su espalda, seguían haciéndolo a su antojo.

"Ignórala, es lo mismo"(Santiago)

"Si... Lo que digas, ¿Quieres que le diga algo a Trista o alguien?"(Roxana)

"Hmmm... ¿Qué entrene? No lo sé, preferiría solo molestarla la verdad"(Santiago)

Levantando sus hombros, Santiago no tenía idea de que decir, pero al menos sabia que en cuanto la viese la molestaría hasta que se le tire encima a matarlo a mordiscos.

"Si tu lo dices... Le diré eso"(Roxana)

Con un sentimiento ridículo, Roxana solo se rio un poco de Santiago sin ser capaz de expresarse correctamente y se termino yendo del sitio, al menos ya sabía que estaba bien protegido y tratado.

Pero... Contar con un –Artista Marcial- y una –Sabia- para protegerle, era tan excesivo como incomprensible, ni siquiera el emperador o el rey irían de un lado a otro con tanta protección, ¿Puede que Santiago estuviese en peligro?

Incluso si lo estaba no lo admitiría, y si lo hacía, ¿Qué podía hacer Roxana para ayudar? Con dos rangos SS ya a su lado, sus aportes serian migajas frente a un banquete.

"Mi señor... Darle... tanto"(Elizabeth)

"Todo es para mi familia"(Santiago)

"¿Y la -Lanza Pura-? ¿Qué relación familiar tiene con Trista Nodra?"(Elizabeth)

"Ah, ¿Ella?, ninguna, solo me gusta"(Santiago)

Sin despegar la mirada del bote y saludando desde lejos, Santiago sonrió hacia Roxana antes de verla desaparecer entre las olas del rio exageradamente agitado.

Elizabeth al oír las palabras de Santiago y verle con tanta tranquilidad solo mantuvo un rostro rígido y sin muchas emociones.

"No tienes que recordármelo, es molesto y desagradable"(Santiago)

Girándose, Santiago dejo de sonreír y puso un rostro frio, era casi como si hubiese estado fingiendo estar feliz hasta ahora y acabase de quitarse una máscara, el cambio emocional fue tan rápido que se notaba lo irritado que estaba de solo mencionar ese asunto.

"Comprendo"(Elizabeth)

"Hay que ir a la frontera con las Tribus Heladas, ahí está el rey de la naturaleza esperando"(Santiago)

Abriendo sus ojos, Elizabeth levanto su cabeza con nerviosismo y confusión.

"¿No deberíamos ir primero a la Iglesia? Sería mejor que algui-"(Elizabeth)

"No quiero que le sigan el rastro, y mucho menos que le molesten, la única razón por la que vas conmigo es porque no podría quitarte de encima de mí"(Santiago)

Elizabeth se sintió triste de ver la terrible desconfianza que Santiago acaba de demostrar, pero si... esas eran las intenciones, si hubiese una segunda persona entonces podrían observar y rastrear el rey de la vida, manteniéndolo controlado y si fuese necesario...

"Entiendo, permaneceré a su lado"(Elizabeth)

Aunque el viaje fue medianamente largo, Santiago era capaz de correr en el aire y Elizabeth que volaba usando su mana puro, ambos llegaron realmente rápido, de hecho, se tardaron un día en llegar, encontrándose con Roxana por la mañana y ahora, por la noche y en la nieve del norte, con Hideo.

Al llegar, Santiago bajo rama por rama saltando como si nada mientras que Elizabeth esquivo las ramas y levito hacia abajo hasta tocar el suelo sin mover nada, en cambio Santiago cayó de forma pesada levantando nieve a pesar de que trato de hacerlo de forma sigilosa.

Sentada en la base del árbol en frente de ellos, estaba Hono, hecha una pelotita entre pieles y con una hoguera en frente de ella, estaba quieta observando a Santiago a los ojos, estos estaban lagrimeando de la emoción pero también se sentía con miedo.

Acercándose con confianza, Santiago puso su mano sobre la cabeza de Hono y la froto un poco con cariño, la chica termino de lagrimear y se puso a llorar saltando sobre Santiago para abrazarlo.

Todos los caballeros sentirán que son como mi familia, tendrán confianza y se sentirán seguros, es útil que sea así porque esta chica es bastante miedosa y desconfiada.

"Yo... Yo... UHHaaaaaa"(Hono)

"Ya, ya, tranquila"(Santiago)

Sentándose en frente de la fogata, Santiago que seguía con Hono prendida a él como una garrapata termino teniendo sentada sobre su falda como una niña pequeña, consolándola y dejándola llorar tranquila.

Claro, Elizabeth que estaba observando desde un lado, tenía un rostro que revelaba pura furia, era casi como un demonio conteniéndose por matar a alguien, pero como Santiago le estaba permitiendo hacer lo que quería no podía o mejor dicho, no quería poner una mano encima de ella.

"¿Tu eres ese rey de la muerte?"

Elizabeth que estaba perdida observando con enojo la situación se sorprendió al no sentir la presencia de Hideo, este no hablo estando en el suelo, sino que sobre una rama, escondido tan perfectamente gracias a su cabello y pieles tapadas con hojas.

"Lo soy, Hideo Nevado, tu eres el rey de la vida, ¿me equivoco?"(Santiago)

Bajando con un salto, por alguna razón se sentía confiado al estar frente a Santiago, era una sensación familiar, casi como si Komaji estuviese allí en frente.

"Soy Hideo"(Hideo)

"Y aun no te consideras rey de la vida, te entiendo, es difícil aceptarlo, te tomara tiempo entenderlo bien"(Santiago)

"... Tienes algo que darme, o eso dijo esa extraña voz en mi cabeza"(Hideo)

"Hahahaha, si, si, la diosa de la naturaleza, procura no llamarla así, terminaras haciéndola enojar"(Santiago)

(diosa de la naturaleza) ¡Ve y aprende! ¡Eso es un elegido! Niño descarado

"Ya lo esta... Creo"(Hideo)

"PF HAHAHA"(Santiago)

Con lágrimas de la risa, Santiago acaricio un poco más a Hono y la movió a un lado, esta parecía triste pero Santiago fue frente a Hideo y desde su anillo rúnico mágico, saco el pergamino del dios de lo sagrado.

"Esto contiene toda la historia del continente y la voluntad de los 4 dioses sobre nosotros, tu misión está aquí escrita... No, nuestra misión"(Santiago)

Solo viendo el objeto Hideo tembló de forma instintiva, sabia a simple vista a pesar de no saber lo que era un objeto rúnico mágico que eso en frente suyo era extremadamente valioso.

Cuando lo tuvo en sus manos, lo vio por encima pero lo guardo al instante, casi como si tuviese miedo de que fuese visto por otros.

"Haces bien, nunca lo muestres a nadie, cualquier rango alto te mataría para tenerlo"(Santiago)

"Mierda, ¿Y qué tengo que hacer con esto?"(Hideo)

"Leerlo y entregárselo a quien la diosa te diga, lo mismo que yo estoy haciendo"(Santiago)

¿Qué es tan importante como para no decirlo con palabras? Digo, ¿No podría esta diosa solo decírmelo en vez de mover esta cosa peligrosa por la que me matarían en cualquier sitio?

"Luego, este es el -libro divino-, en este podrás encontrar el estilo que más se adapte a ti, yo por ejemplo, aprendí el estilo divino celestial y una vez entendido, ya no necesito del libro, procura leerlo a escondidas, al igual que el pergamino"(Santiago)

Cuando Santiago invoco el libro gigante, Hideo lo observo y esta vez si se dio cuenta de que Santiago estaba sacando objetos del aire, pero sin confianza para preguntar solo sujeto el libro y al instante la diosa de la naturaleza le volvió a hablar.

(diosa de la naturaleza) Pon tu sangre en la primera página y el libro se volverá tuyo, de esa forma podrás hacerlo aparecer y desaparecer a tu antojo

Cortándose el dedo con su daga maltrecha, Hideo dejo caer 3 gotas de sangre y el libro largo una cadena dorada y pura hacia su corazón, asustándose pero a la vez sintiendo bien, Hideo dejo hacer al libro lo que quisiese y al terminar este desapareció, sintiéndose como una extremidad fantasma capaz de aparecer y desaparecer a su gusto.

"Bien, perfecto... No pareces estar bien equipado, toma, no quiero que mi pajarita muera porque no tenias equipamiento para protegerla"(Santiago)

Dándole un apodo que hizo avergonzar a Hono, esta se escondió debajo de las pieles y Hideo solo extendió sus manos sin quejas, le dio 2 anillos magicos uno de sanacion y otro de barrera.

No solo eso, sino que también le enseño a usarlos y activarlos, luego saco ropas mas cómodas y abrigadas para Hono, le dio anillos mágicos de fuego y dos pergamino junto con un montón de píldoras para subir de rango y plantas mágicas.

Explicando a detalle cada cosa, Santiago estaba dando más de lo que se le había ordenado facilitando que Hideo complete lo que sea que tenía que hacer y que Hono sobreviviese con más seguridad.

"Esto es todo, no puedo ayudarles más, no sé qué clase de mision tengáis por parte de la diosa de la naturaleza, pero les deseos suerte y éxitos"(Santiago)

Sonriendo con confianza y una buena sensación, Santiago que había dado una gran cantidad de cosas a ambos se sentía como un padre despidiéndose de sus hijos viéndoles partir en una aventura.

Hono corrió y le abrazo de vuelta, era casi como una hija en vez de una mujer de su edad, pero considerando que su padre le trataba como un objeto para mantener la paz y preservar su especie, y que su madre nunca trato de ayudarla, Santiago que la cuidaba y que además, gracias a su habilidad le hacía sentir tan unida a él, era una figura paterna 10 veces más amable y querida que su propio padre.

"Supongo que... Gracias, por todo"(Hideo)

Un poco avergonzado de decirlo, la diosa de la naturaleza en su cabeza no paraba de alabarle y decir cuan buen elegido era Santiago, casi como si estuviese quejándose de lo inútil que era él, además, Santiago se sentía igual de incomodo ya que la diosa de la muerte estaba alabándole a el por ser tan buen niño.

"Ah, sí, es mejor si nos vamos ya"(Santiago)

"Si, tienes razon, nos vamos, chau"(Hideo)

¡PARA DE UNA VEZ POR FAVOR! ¡DA VERGÜENZA! (Pensamiento de Hideo y Santiago a la vez)