"...WOaaaaaaaaa"(Santiago)
Bostezando con fuerza, Santiago se levanto y Elizabeth salto de su sitio, al verle activo y con su actitud igual a la de siempre, serio y agresivo, esta se movió de la puerta hasta donde estaba Santiago y le entrego 6 cartas.
3 de ellas eran importantes, siendo de Edgard, otra de Alfonso, y otra del rey, las otras 3 eran de apellidos que desconocía por completo y seguramente eran del Imperio.
Abriendo la de Edgard primero, vio una sola página en la que parecía un abuelo preocupado cerciorándose de que su nieto estuviese bien, al parecer había oído del resto del grupo que la situación por la que habían pasado era critica.
Luego, la de Alfonso era lo mismo en un lado, mientras que del otro lado, contó sobre cómo estaba el grupo y también sobre Nicolás y su grupo progresando a lo grande.
Ambas eran cartas lindas de leer, con una ligera sonrisa, Santiago las guardo en su anillo, y luego... La del rey.
Dejando de sonreír, luego abriéndola, la carta tampoco era muy larga, y aunque estaba escrita con el idioma de los nobles del Reino, Santiago podía entenderla bastante bien luego de haber tenido que estudiarla.
Lo que decía era simple, era que había logrado ganar un título nobiliario por sus logros, y cuando volviese al Reino los recibiría, nada más que eso.
Guardando esa carta también, las otras 3 eran de apellidos que luego de verlos durante unos segundos pudo medianamente recordar.
"Los Inmo... ¿No son una familia poderosa?"(Santiago)
"Los Inmo, los Teck, los Misu y los Ases son los 4 grandes clanes, luego están las grandes familias, pero ellas no son tan importantes ya que no poseen un poder militar muy alto"(Elizabeth)
"El poder de las 4 familias viene de lo económico y político, pero supongo que los 4 clanes no son pobres"(Santiago)
"En lo absoluto, el clan Teck es quien genera más ingresos gracias a su habilidad única hereditaria capaz de crear objetos, ellos son capaces de incluso adaptar o cambiar runas de un objeto a otro"(Elizabeth)
"Ya..."(Santiago)
Una carta de los Inmo y otra de los Misu, luego es de una tal familia Drag
"Por cierto, los Drag son la realeza de Valle Dragón"(Elizabeth)
Hmmm, para ultimo, esos tipos no sé porque pero no me interesan mucho, puede que sean fuertes pero la verdad no creo que hagan mucho.
Las cartas de ambos clanes eran concisas, estaban invitándole a fiestas por los logros de sus elites, al parecer querían presumir o que estos se relacionen con Santiago, da igual cual delas 2 fuese era un incordio.
Pero... Tal y como había pensado, si algo malo les sucediese a esos elites el podría revivirles como sus caballeros, aunque tendría desventajas y ventajas, claramente debía pensarlo con más detalle.
Tengo dos especializados en matar gente débil a montones, supongo que necesito 2 que sean luchadores impresionantes y un general, sería lo más equilibrado que se me ocurre.
"¿Estas fiestas no coinciden con nada?"(Santiago)
"No, en lo mas mínimo"(Elizabeth)
Con una respuesta inmediata y una sonrisa, Elizabeth respondió como si nada malo ocurriese.
Entonces si leyeron las cartas antes de que llegasen a mí... Me lo esperaba pero que no muestre el más mínimo remordimiento al respecto es irritante a cierto modo.
"No estoy interesado en fiestas, cualquier invitación, da igual que sea del emperador o de cualquiera, recházala sin hacerla llegar a mi"(Santiago)
Elizabeth aunque parecía un poco afectada y triste de eso, acepto bajando su cabeza.
Si van a espiar mis cartas, es mejor no obligarles a abstenerse, sino lo harían en secreto y seria más molesto, y además puedo darle uso a eso que están haciendo, rechazar cosas sin necesidad de leerlas una por una.
"¿D-Da igual que tipo de fiesta?"(Elizabeth)
"Sin excepciones"(Santiago)
Saliendo de la sala, mientras leía la última carta, esta no era del rey de Valle Dragón sino que de las 2 princesas que estaban en el propio Templo, era una invitación a entrenar y un mini torneo que se estaba dando.
Claramente, Santiago lo rechazo al instante y ni se molesto en guardar esa carta sino que la tiro en una basura junto con las cartas de los Inmo y Misu, aunque podía parecer algo común para Santiago, Elizabeth lo vio como que no estaba interesando en esas 3 familias en lo más mínimo y se sintió preocupada.
"¿En 2 días es ese tal teatro?"(Santiago)
Actuando como si no supiese bien lo que es, Santiago trato de mostrar que no tenía mucho conocimiento, de esta manera entonces no le darían una toma de decisiones muy alta.
"La obra de teatro es mañana, ¿Sucedió algo?"(Elizabeth)
"No, solo quería saber cuánto tiempo había pasado"(Santiago)
"Ah, ya veo, ¿Esta de humor para entrenar? Si no es el caso podríamos organizar algunos juegos de mesa u otros de vuestro agrado"(Elizabeth)
"En la carta de la segunda princesa de Valle Dragón decía que habría un torneo, quiero verlo"(Santiago)
Quizás ver algunos combates me haga volver a tono para engancharme a pelear y entrenar de forma desquiciada.
"¡Claro!, los talentos estarán encantados"(Elizabeth)
Solo al mostrarse, todos en la zona dejaron de mostrar sus habilidades que antes estaban presumiendo, algunos hicieron reverencias profundas, en especial los adultos y ancianos que parecían conmovidos.
"¿Hay alguien destacable?"(Santiago)
"La familia Ases es muy cercana a la Iglesia, y unos elites suyos andaban cerca, ellos se unieron, y el joven Alejandro que le mencione antes esta con la Iglesia y participara"(Elizabeth)
Y mientras seguía a la sabia, Santiago termino en una especie de de mesa junto a dos ancianos que le saludaron con mucha cortesía y respeto.
"Soy Douglas Fear, maestro de la escuela –Terror Negro-, conocerle es un gusto, joven"
El anciano tenía su cabello blanco largo hasta la mitad de la espalda y atado como una cola de caballo, su rostro tenía muchas arrugas y además tenía alguna que otra cicatriz pequeña más que nada en su frente.
Con dos ojos marrones y entrecerrados, el anciano vestía una túnica negra bastante holgada y cómoda, sin armadura ni nada extra, además de su única espada de una mano.
"Y yo soy Rodrigo Aer, maestro de la escuela –Los 10 caminos-, ofrezco mis respetos"
El otro anciano, no era tan destartalado y flaco, sino que estaba inflado, su cabello era gris en vez de blanco y su cuerpo estaba sano y fuerte, sus ojos eran grandes y rebosaban de energía.
Su cabello cortó y sin forma, ambos ancianos estaban bastante calmados y contentos.
"El placer es mío, maestros"(Santiago)
Mostrando respeto de vuelta, Santiago se sentó en su sitio y estos dos se sentaron a sus lados, aunque con cierta distancia, detrás de él, estaba Elizabeth que parecía una garrapata que nunca se separaba.
Ambos maestros estaban orgullosos y contentos, Santiago podría ser bien como el primer príncipe y no mostrar respeto alguno hacia ellos, pero no lo hizo, sino que como alguien que sigue el arduo camino marcial, mostro respeto a aquellos que habían recorrido una gran parte del mismo.
"¿Cómo serán las reglas?"(Santiago)
"Es sencillo, no se puede matar pero se puede golpear, el que se rinda o caiga inconsciente pierde"(Elizabeth)
"Hm"(Santiago)
"El espacio de batalla será el rectángulo frente a nosotros, aquel que salga del área se contara como derrotado, en caso de ser un espadachín o usar armas, si la misma se rompe o quiebra, entonces contara como una derrota también"(Rodrigo)
Con una voz fuerte, el anciano explico con mejor detalle algunas reglas básicas ya que era lo que seguramente estaba pidiendo, asintiendo, Santiago observo a los participantes de todos lados.
Vio a las 2 princesas de Valle Dragón que estaban observando, pero al igual que él no parecían muy entretenidas con las personas presentes.
"Elizabeth, ¿Qué hacen las princesas de Valle Dragón en la Iglesia?"(Santiago)
El tono serio de Santiago hacia que pareciera no estar conforme con su presencia por lo que Elizabeth reacciono rápido y un poco nerviosa
"¿Sus presencias le molestan?"(Elizabeth)
"Nunca dije eso, quiero saber la razón por la que vinieron"(Santiago)
Sintiendo un poco de vergüenza por tergiversar por completo las palabras de Santiago la sabia se puso roja y contesto.
"Ellas no querían visitar la Federación, creen que es aburrida"(Elizabeth)
"Entonces están buscando encontrar algo entretenido aquí..."(Santiago)
"Supongo que sí, aunque creo que solo estaban siguiendo a vuestro caballero Agustín"(Elizabeth)
"¿Es por esa invitación de la que Diana hablo?"(Santiago)
"Supongo"(Elizabeth)
Entonces no hay nada claro... no me gusta... ¡AAAAAHHHHHH! ¡No me gusta! ¡No me gusta! ¡No me gusta!
Quiero hacer un pinchi berrinche, rodar y gritar pero... No frente a todos estos, quiero molestar a Olivia o Roxana.
"El joven Alejandro es bastante bueno, utiliza un estilo propio del que no hay mucha información, podría resultar al menos interesante"(Rodrigo)
"Esas princesas tienen un estándar alto, además de que su ego las nubla, claramente su primer príncipe es inferior al señor pero niegan a admitirlo"(Amelia)
Con su cabello ceniza largo y suave revoloteando de un lado a otro, un par de ojos rojizos grandes y hermosos, la hermana menor de Diana se paro junto con Elizabeth.
"Deben creer o esperar que mis técnicas sean malas, si supero el rango y energía corporal de ese príncipe, es porque me centre en eso y me olvide de otras cosas"(Santiago)
"¿Y? ¿Es eso cierto?"(Amelia)
"No creo, mis habilidades no son malas"(Santiago)
No quiero arriesgarme a decir nada de mas, mis técnicas y habilidades es en lo que mas confió, pero es mejor guardármelo
"Hhhmmmm, al príncipe de Valle Dragón le encantan los duelos, tuvo 2 o 3 con nuestro príncipe, aunque gano en todos, lo hizo por muy poco, puedo decirle que sus movimientos son aterradores"(Amelia)
"¿Hm? ¿Apenas le gano al príncipe del Imperio? Que aburrido pensé que en serio era interesante..."(Santiago)
Con una increíble decepción, Santiago suspiro y se acostó sobre la mesa, su rostro estaba lleno de aburrimiento, con solo ver esa reacción incluso los maestros se pusieron nerviosos
¡¿No considera fuerte al primer príncipe imperial?! ¡NO! ¡De hecho, ni siquiera le considera interesante!
Amelia que quería molestar y divertirse un rato, estaba en su sitio sin saber que decir, pensaba que si Santiago era fuerte se emocionaría y si era débil solo rechazaría, pero... Jamás pensó que estaría decepcionado de que ambos tuviesen un nivel demasiado bajo.
"E-El primer príncipe es verdaderamente fuerte, ¿Sabes?, es incluso capaz de luchar contra rangos B"(Amelia)
"Y yo puedo matar rangos A solo, ese chico moriría de un solo golpe mío"(Santiago)
"Soy testigo de ello, el poder del señorito es de otro mundo"(Elizabeth)
Cuando la sabia dio su parte y sonrió, los dos maestros sudaron, ¿Tan joven y tan poderoso? Si sus técnicas fuesen malas entonces no podría lograr tal impresionante logro, claramente estaba siendo humilde o no le gustaba decir cosas como esas en alto, es alguien reservado.
"Eso es asombroso, si usted posee tal poder siendo así de joven, seguramente llegara a superar el rango SSS- cuando sea adulto"(Douglas)
"No lo sé, cada vez es más difícil subir de rango, no parece algo tan sencillo"(Santiago)
El anciano vio a Santiago y no vio humildad ni nada parecido, era más una especie de preocupación, ¿Por qué ese joven se preocuparía por algo como eso? No había necesidad de alcanzar tal poder... ¿O sí?
"¿No crees que tiene sentido? Si fuese fácil llegar no habría una sola rango SSS- en el continente"(Douglas)
"...Supongo que sí, tienes razón"(Santiago)
"¡Mira! Parece que ya van a comenzar"(Rodrigo)
El otro anciano, busco que Santiago se despejase viendo algunos combates, el primero era siempre el que más importancia daba, y ahora mismo, lo era mucho más.
En vez de dejar a 2 jóvenes de grandes familias, los que entraron fueron el plebeyo Alejandro y un chico que también usaba sus puños, llamado John Creast, ambos lucían fuertes para sus edades.
Ambos tenían 18 años y eran de rango E, pero lo que llamo más la atención era sin duda, que ambos jóvenes usaban estilos propios creados por ellos mismos, para ambos ancianos estos dos jóvenes eran muy talentosos a la hora de usar y conseguir habilidades.
Aunque estaban en el rango E que era bastante bueno, no era demasiado sobresaliente para la elite del Imperio, solo el joven primer príncipe podría despreciarles y ahora, había otra persona a su lado que también podría hacerlo.
Colocándose recto, Santiago no se mostro irrespetuoso y eso hizo que ambos ancianos asintiesen, entonces no les despreciaría al menos hasta verles combatir, eso era sabio, mostrarse demasiado arrogante le haría más mal que bien.
"¡¡Empiecen!!"
Con ese grito, Alejandro que era más o menos de la altura de Santiago, en vez de hacer una pose, piso el suelo con sus pies desnudos y dejo las marcas de los mismos en las baldosas.
Y al instante salto hacia delante con una patada voladora, sus piernas se volvieron grandes y los músculos en las mismas eran enormes, aunque su cuerpo fue más que nada flaco sus piernas parecían las de un fisicoculturista.
Su cabello medio largo y enrulado de color marrón suave se alboroto y cuando con su pierna llego hasta su contrincante, John esquivo hacia la derecha, era un ataque muy obvio y directo, pero girando como un trompo en medio del aire, Alejandro rozo la cabeza de John con su rodilla opuesta a la de la patada.
El movimiento no era difícil de hacer, pero era salvaje y muy complicado de tomar el tempo, pero además, a quien sea que se le hiciese eso se sorprendería, casi conectando su primer golpe, Alejandro parecía sorprendido.
John que estaba arrodillado en el suelo se giro y trato de dar un poderoso gancho hacia las costillas de Alejandro, pero este dejo de girara de golpe y pateo el gancho desviándolo en medio del aire.
Cayendo de espalda y rodando, Alejandro se volvió a parar, a la vista de los nobles elites, parecía un movimiento estúpido, y aunque fue arriesgado, incluso logro integrarse en tan mal ángulo.
"Su tiempo de reacción es impresionante"(Santiago)
Incluso me supera... Aunque se centra en solo atacar con sus piernas por lo que parece, la fuerza en las mismas es muy alta y su velocidad no es baja, de hecho, es como si tuviese velocidad, fuerza, resistencia y todas las estadísticas altas pero solo en sus piernas, es casi absurdo.
"Se nota que el joven señor tiene una gran experiencia, no es tan fácil darse cuenta de esa característica"(Douglas)
"No hay muchos que puedan igualar la velocidad de reacción de ese joven, y hay pocos por no decir ningún elite que pudiera darse cuenta de ello en un solo vistazo"(Rodrigo)
Ambos ancianos estaban sudando, ni siquiera ellos se habían dado cuenta tan rápido de algo como eso, ¿Cómo este joven lo vio tan rápido? ¿No era demasiado talentoso?
"Su estilo es muy parecido al mío, solo que soy menos salvaje y no uso solo mis piernas"(Santiago)
Si ese era caso era normal que se diese cuenta de las diferencias personales con solo verle, pero... ¿Un estilo parecido? ¿Puede que el también crease su propio estilo?
Elizabeth que estaba detrás, cambio un poco su mirada y ya no parecía desinteresada, en cambio Amelia solo puso sus manos en su nuca y lucia bastante aburrida, ambos eran fuertes de hecho más fuertes que ella, pero acostumbrada a ver al primer príncipe, esto no era nada.
Mientras conversaban, el combate que estaba en un punto muerto con ambos separados, reanudo cuando Alejandro volvió a pisar el suelo de forma absurdamente poderosa, sus patadas eran altas y apuntaban hacia el torso y cabeza de John, pero este las bloqueaba con sus antebrazos.
La fuerza en las piernas de Alejandro era demasiada por lo que permanecer a la defensiva era estúpido, por ello dejo de bloquear y comenzó a esquivar y contraatacar de forma más audaz.
Golpes iban y venían, y luego de 4 minutos de un intercambio de golpes, una patada de Alejandro conecto en la mandíbula inferior, John cayó al suelo inconsciente y sin poder hacer nada más.
Muchos aplaudieron, de hecho, Santiago también lo hizo, para ambos ser de rango E habían dado un espectáculo interesante, ambos maestros también lo hicieron y otros maestros de otras escuelas también, solo los elites de la nobleza no daban nada de crédito.
"¿Por qué no usaron energía corporal?"(Santiago)
"La energía corporal solo la aprenden jóvenes de la nobleza y de gran calidad"(Elizabeth)
"Los maestros que enseñan energía corporal son demasiado caros"(Douglas)
"Hmmm, ¿Acaso los soldados del Imperio no pueden usarla?"(Santiago)
"N-No, ningún soldado raso sabe usarla"(Elizabeth)
...Pensé que el Imperio tendría una ventaja anormal sobre el Reino en sus soldados, pero me equivoque, puede que la única diferencia sean los altos mandos y la cantidad de soldados rasos que tienen
Si es el caso, los soldados rasos del Reino podrían superar a los del Imperio y los altos mandos podrían acercarse y asemejarse en fuerza con solo aprender energía corporal... Pero primero debería convencer a la Iglesia de lo Sagrado... Eso no es posible, ¿No hay otra forma?
Otra vez... ¿Por qué estoy pensando en cosas tan grandes? ¿Es problema mío que el Reino se caiga? Hmmmm, pero no quiero que mis amigos se vean envueltos... Haaaaaa, la dura vida de alguien talentoso, ¿Tengo que hacer todo en este mundo? Dioses, mis amores, envíen a alguien más.
(diosa) El rey de la vida está en las Tribus Heladas ahora mismo y Hono va hacia el
Sin saber cómo reaccionar, Santiago quedo en blanco mirando el centro de la arena, parecía estar por lagrimear.
¡Era broma! ¿Acaso yo no soy suficiente? ¿Cuántos más tiene que haber?
(diosa) ... ¿Por qué mierda elegí a un bipolar?
Puede que al principio te pareciese gracioso
(diosa) No importa, el actualmente no es la gran cosa y además tienen el mismo objetivo, de hecho, tu trabajo es darle el libro y el pergamino, el necesita entender todo también
......Diosita querida, diosa que amo con todo mi corazón... Me olvide del pergamino en el Reino
(diosa) Tienes 1 semana, encuéntralo o te juro que voy a marcar tu frente con un tatuaje que diga –Soy un inútil-
¡NOOOOOOOOOOOOO! ¡PIEDAD! ¡PIEDAD!
En medio de la conversación, Santiago puso su cara contra la mesa y lagrimeando, quería salir corriendo del sitio pero no podía frente a tantas personas, luego de calmarse y ya no tener lagrimitas en sus ojos volvió a mirar al frente.
"Necesito volver al Reino, acabo de recordar algo que deje allí que nadie debe de ver"(Santiago)
"¿Desea que envié un –Artista Marcial- a buscarlo? No hay necesidad de que vaya personalmente"(Elizabeth)
La cara de la sabia era clara como el agua, no deseaba que Santiago toque ese sitio de vuelta en toda su vida, incluso su el Imperio destruía y conquistaba el sitio, seguía siendo impuro y asqueroso.
"Envía una carta a Roxana Atlante, ella lo llevara a la frontera y me lo dará a mi"(Santiago)
"¿Estás seguro de confiar en ella? Noso-"(Elizabeth)
La energía corporal de Santiago exploto de forma agresiva y cerró la boca de la sabia, en menos de un segundo entendió que se había propasado, ni siquiera llevaban 4 días con ellos así que exigir tanta confianza era torpe.
"Mi-mis disculpas"(Elizabeth)
Todos sudaron balas al sentir que Santiago estaba molesto, incluso soltando instinto asesino.
Si no freno sus estupideces me van a tomar como un juguete, hay que poner límites o podría terminar mal, además, que me molesten con que mi propia familia es desconfiable... ¡Es desagradable!
"Fiuu, alguien esta de mal humor hoy, ahhaha"(Ángela)
La princesa de Valle Dragón no dudo en ir hacia donde estaban casi todos reunidos, con su energía corporal circulando y calmada, la segunda princesa parecía no tener miedo alguno y en parte tenía sentido, nadie es tan estúpido como para poner un dedo encima de ella.
"Ni tanto"(Santiago)
Relajándose y lentamente distendiendo el ambiente, Santiago apago toda esa ira y siguió conversando.
"¿Eh? Hahaha, entonces no quisiera verte molesto de verdad"(Ángela)
"¿Estas de humor para luchar?"(Melissa)
"Si hubiese alguien fuerte al que quisiese golpear, no estaría perdiendo el tiempo sentado"(Santiago)
"...HAhahahahaha, ¿Y si lo quieres golpear pero no es fuerte?"(Ángela)
"Para eso tengo caballeros"(Santiago)
"¿Para eso los tienes?"(Ángela)
Mientras seguía riéndose, la princesa sentía que en cierta manera Santiago también estaba bromeando, o al menos nadie tendría caballeros para algo tan mundano, en especial uno tan fuerte.
"Eso y algunas cosas más, pero sobre todo eso"(Santiago)
"Pfff, pobre chico haha"(Ángela)
"Cuando sea más fuerte va a poder ser de utilidad, mientras que se las arregle para ayudar"(Santiago)
Viendo que Ángela parecía estar lidiando con Santiago, la sabía suspiro un poco en paz, nunca se espero ese tipo de reacción al dudar de si esa mujer fuese de fiar, sin duda tenía toda la confianza posible de él.
Tenía mucho más que la que tiene ahora mismo a la Iglesia, eso era problemático en muchos sentidos, pero habiendo estado casi 2 años en el Reino, es normal que ellos tuviesen su confianza o algunos de los miembros del Reino.
"¡Ah! ¿Y si encontrases a alguien fuerte de tu edad? ¿Lucharías contra él?"(Ángela)
"Hmm, seria entretenido, pero realmente no tiene porque tener mi edad"(Santiago)
"¿No?, ¿Solo tiene que ser fuerte?"(Ángela)
Sonriendo de forma astuta, la princesa estaba tratando de hacer que Santiago pelease en serio contra alguien y así al fin poder medir sus habilidades, y Santiago no estaba dando muchas vueltas o complicaciones así que era como darle pase libre a sus jugarretas.
"Supongo que si"(Santiago)
"Supongo que cuando dices fuerte... ¿Es alguien de rango A al menos?"(Ángela)
Cuando le escucho, la sabia quería reprocharle, de hecho incluso Amelia que estaba detrás sabía perfectamente lo que estaba tratando, quería que luchase contra uno de los guardias que tenía.
"¿A? Eso es débil, al menos S"(Santiago)
Pero en frente de todos, Santiago hizo que la propia princesa quedase sin palabras.
"¿Crees poder ganarle a un rango S?"(Melissa)
"Claro que no, seguramente pierda, pero una persona verdaderamente fuerte es como mínimo rango S"(Santiago)
"¿No te molesta perder?"(Melissa)
"¿Debería?"(Santiago)
"No pareces tener mucho orgullo..."(Melissa)
Ambas princesas no estaban muy a gusto, pero Santiago solo las ignoro ya que desde su punto de vista, el perder no dañaba su orgullo, de hecho, perder contra un rango S no era malo, pero sobretodo.
Valle Dragón estaba comportándose de forma torpe, dejándole ver las habilidades y técnicas de alguien tan fuertes y con tanta experiencia.
"Tengo un guardia de rango S, aunque no creo que vaya a ir suave en lo más mínimo"(Ángela)
Sonriendo e inclinando su silla hacia atrás, Santiago ya había conseguido lo que deseaba, si aguantaba por mas de5 minutos mientras leía y observaba con detenimiento las técnicas de esa persona podría tratar de robar sus habilidades más visibles.
"Bien por mí, al fin algo divertido"(Santiago)
Veamos, veamos, que tan fuertes son esos tales guerreros perfectos y orgullosos de Valle Dragón.
Ángela seguramente pediría que el fuese suave ya que deseaba medir y ver sus técnicas también, así que, luchar buscando que el otro mostrase y el mostrando lo mínimo posible.
Mientras estiraba sus brazos y se paraba, la princesa estaba hablando con sus sirvientas, el hombre estaba un poco lejos por lo que daba tiempo a un combate antes que ellos dos, pero en cuanto todos en la arena de entrenamiento escucharon del encuentro no podían evitar mirar hacia donde estaba Santiago.
¿Demasiado arrogante? ¿O puede que de verdad podría hacer frente a un rango S?
"Por cierto, ¿Quieres hacer una apuesta?"(Ángela)
"¿Apuesta? Me gusta, dila"(Santiago)
Ponerme un poco arrogante no me hace mucho daño, además, creo poder al menos aguantar contra un rango S dentro de la Iglesia donde tengo mi poder duplicado.
" 5 minutos de combate tranquilo y luego, si logras aguantar 5 minutos contra él, entonces te daré esto"(Ángela)
Mostrando un amuleto bastante grande con un diamante en medio, Santiago levanto una ceja pero realmente no era tan interesante, solo era un lindo y caro amuleto.
"Ese amuleto es bastante útil señorito, no es solo un adorno"(Elizabeth)
"¿Y si pierdo? No sería una apuesta si no puedo perder algo"(Santiago)
"Harás equipo junto al primer príncipe del Imperio y ayudaras en un asunto en Valle Dragón"(Ángela)
"...¿Qué tan útil es esa cosa?"(Santiago)
Hablando hacia Elizabeth, Santiago que estaba esperando por su respuesta, quedo bastante decepcionado, ¿Era realmente tan útil?
"El señorito podría incluso cambiar ese amuleto por un objeto rúnico mágico"(Elizabeth)
"Hm, ayudar Valle Dragón con ese tal asunto sí, pero hacer equipo no"(Santiago)
"... Si no está dispuesto a esa parte entonces no hay trato"(Ángela)
Sonriendo y manteniéndose firme, Santiago hice un gesto de desdén con su mano e ignoro por completo el amuleto, como si no fuese nada interesante o que desease.
Como si fuese a arriesgarme a quedar con ese simio en un equipo, ni aunque perdiera ambos brazos aceptaría tales términos.