(En las Puertas de la Capital) [Santiago]
Snif Snif Snif, ¿Lo huelen? ES EL OLOR DE LA LIBERTAD
Dentro de un carruaje observando las murallas de la capital, Santiago estaba relajado comiendo manzanas sin nadie molestándolo, sin espíritus del cielo persiguiéndolo ni personas insoportables o desconocidas en su entorno, solo él y el conductor que no hablaba.
En 3 días iba a estar de vuelta en Gastora y en 4 días iban a reanudarse las clases pero se cancelarían antes de tiempo por el torneo colegial del Reino, probablemente sería una sesión de 2 meses y medio de clases y luego 3 semanas de torneo ya que habían muchos alumnos anotados este año.
Dentro de Gastora había una competencia entre estudiantes para cada categoría de cada año pero Roxana no tuvo piedad alguna y anoto a Santiago sin consultarle en todas en las que podía desde el primer año hasta el cuarto y si hubiese podido, lo hubiese anotado en las de quinto, sexto y séptimo pero era legalmente imposible.
Y aunque actualmente Santiago no tiene ni idea de eso, está feliz y relajado pensando en todo el tiempo libre que va a tener durante el torneo.
¿Cómo estarán todos? Seguro que me extrañan mucho, en especial cierta pelirroja... Haaaaaa, ¿Cómo debería de hacerla enojar cuando vuelva?
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(Capital de la Tribu Helada de Qi) [Hideo]
ALGUIEN... QUIEN SEAAA, QUE ME MATEEEE POR FAVOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOR
"¡¿QUE MIERDA ESTAS HACIENDO?! ¡MAS RAPIDO!" Una mujer que estaba parada como una militar gritaba furiosa sin parar mientras que Hideo entrenaba, la mujer media casi 20 cm más que Hideo y esta era musculosa, su cabello castaño y ojos verdes raros de ver en las tribus heladas llamaban un poco la atención pero siendo una rango A ahuyentaba a todo el mundo con su ferocidad.
Luego de ser "Secuestrado" por la Reina, Hideo sufrió mil infiernos desde la invasión de –Plaga- o al menos lo que fue una demostración de que –Plaga- solo es basura para la Reina y su dragón de 30 metros.
Con la excusa de que todavía era débil e indisciplinado, la Reina otorgo una entrenadora de elites solo para él y obligo que sufriese un entrenamiento para volverlo digno de ser un Nevado de verdad.
En solo 2 semanas y media, Hideo había pasado de ser rango G+ a ser rango F-, un salto enorme para hacer en tan poco tiempo, fue impresionante, tanto que incluso la entrenadora y la Reina se sorprendieron, ¿Podía ser que ese mocoso malcriado nunca había entrenado seriamente?
Cuando notaron eso, aumentaron más el entrenamiento haciendo a Hideo llorar sangre, ¿A dónde había ido su tranquila vida? ¡¡¿Dónde estaba la cerveza de mala calidad?!! En su mente solo estaba rogando por un descanso... Uno eterno.
"¡¡¡¡¡¡¿Qué mierda está haciendo tu lobo de mierda?!!!!!!, ¡¡Hazlo ATACAR!!"(Entrenadora)
AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
El joven lobo heraldo oscuro que se había transformado en un Lobo Sombrío por la desaparición de su corrupción, había mudado de pelaje a uno menos oscuro y sus ojos se volvieron blancos, como si fuese ciego.
Su agilidad había aumentado mientras que su fuerza disminuyo pero ahora podía usar –Salto de Sombra- para acelerar su paso y moverse mejor por sitios estrechos pero todavía no sabía usar la habilidad correctamente, dando como resultado que se golpease de hocico contra paredes.
Mientras que Hideo estaba siendo obligado a practicar técnicas con su espada abandonando por completo su magia, su compañero estaba quieto observando, al menos hasta recibir el reproche de la entrenadora.
Incluso el joven lobo sombrío sintió temor y corrió usando –Salto de Sombra- dándose contra todos los árboles y piedras del jardín, de vez en cuando esquivaba los obstáculos dando resultados de mejora pero para la entrenadora cualquier resultado parecía insatisfactorio o podía ser que cuanto mejor lo hicieses más te gritase.
"¡¡SUFICIENTE!! Pueden descansar"(Entrenadora)
Cuando Hideo escucho a la entrenadora, soltó la espada en mitad de un golpe haciéndola volar y se arrojó de cara al suelo con la esperanza de que se le partiese el cráneo con una piedra para no poder entrenar más durante un tiempo.
Para buenas o malas no ocurrió pero aun así se quedó en el suelo respirando como perro cansando dejando su lengua en la nieve del suelo, sin querer nada con su vida Hideo se quedó observando la nieve hasta que llego su lobo para lamer su rostro.
"Te llamaría Hui Tai Lang pero no sé porque siento que sería mala idea, ¿Qué tal Komaji?"(Hideo)
El lobo pareció entender lo que su amo quería y con toda la velocidad del mundo rechazo, pero al parecer estaba decidido desde el comienzo y no tenía opinión al respecto.
"komaji, llévame hasta adentro"(Hideo)
La vagancia era excesiva, al punto en que Hideo hizo que komaji le mordiese la ropa hecha de pieles y lo arrastrase a un sitio donde no le cayese nieve encima y luego lo dejo libre, este salió corriendo a tomar agua y no parecía querer aparecer de vuelta mientras la entrenadora estuviese cerca.
¿De tal amo tal bestia? La pereza parecía una plaga que se extendía desde esos dos sujetos por lo que la entrenadora procuraba mantenerlos activos y que no se sentasen a sentir la nieve caer mientras miran el horizonte.
Este dúo tenía un potencial ilimitado, un lobo sombrío joven que estaba mostrando grandes avances en técnicas y el mocoso de Hideo el cual tenía el potencial de llegar a ser un Nevado en todo esplendor.
Mientras Hideo fantaseaba con una vida tranquila al borde de quedar inconsciente en el suelo, una mujer llego al jardín, era alta, bastante alta, media 1,89m y su cabello era también largo, llegaba hasta un poco más debajo de su trasero.
Sus ojos celestes y su cabello negro profundo daban cierta frialdad, además de que parecía mirar con la intención de matar hasta las plantas e insectos que se le pusiesen en medio, sin duda era una de las princesas de hielo.
Aunque su madre no era tan fría como parecía, sus hijas sin duda no parecían mostrar piedad ante nada ni nadie y los miraban como si fuesen insectos.
La princesa observaba a Hideo tirado en el suelo que le estaba bloqueando el paso pero este sabiendo que ella venia no hizo nada... Bueno, estornudar pero eso fue involuntario.
Notando esto la princesa solo le camino por encima dando duras pisadas que hicieron llorar a Hideo, ¿No podía esa mujer endiablada caminar por su costado?, ¿Qué necesidad había de molestarlo?
A pesar de su frustración y enojo, Hideo siguió en el suelo sin hacer un solo movimiento deseando que una chica amable y cariñosa lo llevase hasta su habitación y lo dejase dormir por 3 días seguidos junto a ella.
"¿Madre sigue insistiendo en entrenar esa basura?" Cuando la princesa hablo lo hizo con un volumen medio para que Hideo la escuchase, pero no hubo resultados en su provocación, el solo siguió tirado en el suelo y de hecho... Estaba roncando ¿Se había dormido después de ser pisoteado y provocado?
La que estaba hirviendo de ira en vez de Hideo era la princesa pero no lo demostró en ningún momento con su rostro gélido e imposible de predecir.
"Así es señorita Aiko"(Entrenadora)
Mientras asentía, la entrenadora cambio su rostro estricto a uno más amable y además hizo una breve reverencia con su cabeza, dejando que su pelo castaño se deslizase por detrás de sus orejas cayendo a su rostro.
"¿Qué tiene de especial?, para mí solo es una basura de rango F-"(Aiko)
Para alguien que nació siendo rango F- es fácil decir que es débil pero Hideo nació siendo rango H+ y se elevó hasta las filas rango F-, no solo eso, sino que nunca entreno de manera infernal o siquiera satisfactoria, ¡él había estado haciendo el flojo!
"Paso la diferencia entre G+ y F- en solo unas semanas de entrenamiento serio y actualmente, es probable que este por romper otra etapa de vuelta, su velocidad de crecimiento es totalmente anormal, si la princesa se descuida podría terminar siendo un rango menor que esa basura"(Entrenadora)
Aunque lo dijo sin intenciones de ofenderla, Aiko enseguida sintió un enorme enojo, ¿Esa peste mejor que ella? En sus sueños pasaría eso.
"Me voy, las vistas aquí son lamentables"(Aiko)
Mientras se iba la entrenadora vio a Hideo arrastrándose como una oruga para huir del campo de entrenamiento y con un salto lo agarró del cuello.
"¿A dónde crees que vas?, Todavía falta la sesión de magia"(Entrenadora)
"NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO"(Hideo)
Sus lágrimas explotaban y salían volando como balas mientras desesperado intentaba huir corriendo por los pasillos.
"¿Prefieres seguir con el entrenamiento físico? Genial, te voy hacer dar 300 vueltas al palacio"(Entrenadora)
"AAAAAAHHHHHHHH"(Hideo)
(Me pase de verga con el pobre ahahahahhahahahaha)
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(Zona exterior del Jardín Oscuro) [Agustín]
7 espadas de hierro, 8 dagas y 3 canastas de flechas, aunque hice una especie de carro para cargar todo sigue siendo complejo el trasladar todo, además muevo la leña conmigo para poder hacer las fogatas por las noches.
Ese grupo probablemente vino de la ciudad de Roudeo, la capital de la muerte, donde están todos los fanáticos de la muerte y donde está el templo más grande que existe en el continente.
Si es el caso, sería mejor irme hacia el Oeste en vez del Sur, podría entrar al gremio de aventureros de la ciudad de Realm y estacionarme allí por un tiempo, serian casi 3 días de viaje a pie con el carro cargado desde el Jardín Oscuro hasta Realm, pero a pie común entonces serian... Unos 2 días... puede que Uno y medio con suerte.
Mientras Agustín se alejaba del Jardín Oscuro podía ver como algunas bestias no-muertas eran eliminadas por un grupo, ya había llegado al borde donde Jardín Oscuro llegaba a su fin y giraba hacia el lado del Imperio y no la frontera.
Desde donde estaba hasta la ciudad de Realm había aproximadamente 2 días de viaje a pie y uno en carruaje.
Todo parecía estar yendo a la perfección, los carruajes iban por los caminos mientras que él iba por el lado derecho para no estorbar, algún que otro noble lo miraba hacia abajo pensando que era algún vagabundo pero Agustín ignoro ese tipo de miradas.
Cuando veía que el sol estaba por ocultarse, preparaba la fogata y entonces entrenaba golpeando el tronco de algún árbol con una de las espadas de hierro, luego sacaba sus dagas y las lanzaba de vuelta pero en vez de hacer de una en una, Agustín coloco varios objetivos y tiraba de a 2 dagas.
Luego de practicar el tiro de dagas múltiples, Agustín practicaba su técnica con espada haciendo fintas de ataques y tratando de pensar en combos útiles, además de que cuando tomaba su arco hacia milagros para su rango y nivel, haciendo tiros dobles a la perfección o incluso triples.
La maestría con el arco aun no la había perdido y con todos sus sentidos afilados de vuelta sentía una oleada de calor cuando tomaba un arco y recordaba sus viejos momentos.
Has adquirido -Disparo Doble- de arquero (Arco Corto)
La velocidad con la que adquiría habilidades de tipo arco era mucho más corta que las otras pero la velocidad con la que subía de nivel era opuesto, parecía ser más complejo.
Al llegar a Realm, lo primero que se podía ver era una muralla de 15 metros de alto que formaba una circunferencia de casi 20 km de diámetro y con una torre de vigilancia cada 500 metros, todo hecho con piedra de tal manera que parecía una fortaleza de guerra.
Y normal que lo pareciese, después del todo el anterior emperador la construyo para asentar la invasión al Reino incluso estando el rio por en medio del avance, luego de que el Reino lograse repeler tal invasión hubo un cambio de planes y se creó otra fortaleza similar pero del otro lado del rio, más al oeste.
A esa se le llamo Casa del Conquistador, pero al final, el Reino logro repeler el ataque y las fortalezas nunca fueron contraatacadas por lo que para muchos fue uno de los peores fallos del anterior emperador.
La fila para entrar no era muy larga ya que era cuádruple, una al lado de la otra, muchos mercaderes y muchos aventureros de rangos básicos que venían del Jardín Oscuro junto con algún que otro plebeyo pobre.
"Nombre, ocupación y rango"(Guardia)
La fila avanzo rápido ya que a los aventureros se les admite la entrada y salida con solo mostrar su tarjeta mientras que a los mercaderes se les controlaba en otra fila especial, las complicaciones eran más que nada para los plebeyos.
"Agustín, guerrero G-, vengo a inscribirme al gremio de aventureros"(Agustín)
Un hombre de 1,90m vestido con una armadura de placas de plata con adornos de oro se paró frente a Agustín y le miro con dureza pero al oír su rango e intenciones pareció ablandarse un poco... solo un poco.
Su casco era uno de estilo águila dejando solo su boca y ojos a la vista, tenía una espada de dos manos en su cintura y en vez de investigar su equipaje sobre el carro que traía Agustín, otros dos soldados lo hicieron por él.
"Espadas, flechas y dagas, todas desgastadas pero útiles"(Soldado)
¿Llevar todas esas cosas que parecían robadas, vestido con pieles y encapuchado? Sin duda daba la sensación de ser un ladrón muy estúpido por lo que los guardias parecían alertas.
Los otros soldados vestían una armadura de plata ligera y portaban espadas cortas en sus cinturas con escudos colgados en sus espaldas, sus cascos eran similares a los de su jefe solo que mostraban un poco más de su rostro y eran mucho más frágiles.
"Estuve en el Jardín Oscuro cazando y conseguí los objetos de los caminantes"(Agustín)
Agustín no se puso nervioso y hablo con claridad, era mejor evitar molestar a estos guardias, en especial al grande, no solo por ser grande, ancho y musculoso sino que su rango era como mínimo D-.
Eso ya lo hacia una existencia imposible de superar para Agustín en ese momento, mientras que los otros dos guardias rondaban por el rango E- y F+, sin duda eran las elites de la ciudad.
"Bien, puedes pasar"(Guardia)
"Muchas gracias"(Agustín)
Bajando su cabeza en agradecimiento Agustín solo pudo suspirar de alegría de haber podido pasar sin haberse tenido que quitar la capucha, su cabello blanco y celeste lo hubiese delatado al instante.
Incluso si no quería, las noticias de que un Teck estaba en Realm llegaría a la casa principal y vendrían a buscarlo, cuando viesen quien era podrían incluso intentar llevarlo a la horca por amenazar la posición de poder de su hermano Cristian.
Lo primero que debía hacer ahora era vender las armas que consiguió, todas y comprar tinte para cabello, luego podría completar misiones lamentables de conseguir plantas y hierbajos mientras entrenaba su técnica de luchador a mano desnuda y podría escalar misión por misión, rango por rango y así hasta alcanzar la meta de rango E- para volver a su casa y tomar su posición como líder.
Al entrar en la primera tienda de baja calidad de armas, sonó una campana y un viejo se movió detrás del escritorio, estaba lleno de arrugas en su cara pero su cabello seguía color negro intenso, sus manos que estaban apoyadas en el mostrador estaban llenas de cicatrices y sus ojos lavanda no parecían muy vividos.
"Bienvenido, ¿Qué se le ofrece?" El anciano hablo con un tono tosco y poco hospitalario, pero sin darle atención a eso, Agustín tiro sobre el mostrador todas las espadas de hierro, la mitad de las flechas y la mitad de las dagas haciendo que el anciano lo mirase con un poco de atención y sus ojos se pusieran más vivos.
"Quiero vender todo esto, 80 cobres"(Agustin)
Mientras el viejo inspeccionaba todo solo carraspeo su garganta y le extendió la mano como un trato hecho, desde debajo de su mostrador saco una bolsa y conto las monedas una por una, se las pasó a Agustín y este también las conto una por una.
La tienda en realidad no vendía malos artículos, dentro había muy buenas espadas de hierro y acero pero el exterior la hacía parecer una tienda para gente de muy bajo rango.
"Si consigues más, tráemelas a mí, te hare un buen precio, mi nombre es Luis" Cuando el viejo se presentó Agustín ya estaba por irse, con la puerta abierta por la mitad se giró y le respondió.
"El mío Agustín, un gusto"(Agustín)
Y se tan pronto como entro, se fue, para él era mejor no relacionarse con nadie ya que podría ser descubierto y si es descubierto... Podría ser manipulado u extorsionado, ¿un chico de una familia noble que se intenta hacer pasar por plebeyo? Era obvio lo que sucedía y sacar ganancias era muy fácil de esa situación.
Mientras iba por las calles, el olor a mierda de caballo y basura era asqueroso, esto solo se daba en la zona urbana de los plebeyos ya que las casas estaban acumuladas y apretadas, sin sistema sanitario y con carruajes pasando todo el tiempo, la pestilencia era imposible de evitar generando un malestar y mal ambiente.
Agustín paso de tienda en tienda preguntando por tintes de cabello pero siempre terminaba en negativa, si bien no era un material raro, era molesto de fabricar para los alquimistas por lo que solo los que eran expertos los hacían y sus precios... Digamos que exceden los 80 cobres.
"¿Tintes para cabello?... Ahggg, los puedo hacer por encargo pero serian 40 cobres por uno de baja calidad" Dentro de una tienda femenina, detrás de un mostrador estaba una mujer de unos 80 años cobrándole a una chica que acababa de cortarse el cabello.
"¿Para cuándo lo puedes tener y cuánto tiempo duran?"(Agustín)
Estaba vestida con ropa cotidiana, una camisa de algodón y pantalones ajustados de jean, su cabello parecía una obra de arte, miles de trenzas hermosas y bien definidas atadas como una corona dorada en su cabeza y luego cayéndole hasta la espalda.
"Tengo tinte de color negro ahora, me sobro y puedo vendértelo por 30 cobres, probablemente te dure... ¿2 semanas? Y si no te bañas con mucha frecuencia entonces 2 semanas y media" Claramente fue una forma de burla pero Agustín la ignoro por completo y tomo el tinte dejando 30 cobres exactos.
"¿Qué le pasa a ese rarito?, ¿Alguna lo conoce?" La encargada sucumbió y comenzó a chismorrotear con las chicas que ya había dentro, todas parecían quedarse y reírse de la situación.
Aún tengo 50 cobres, me debería dar para 1 semana o más dentro de una posada, el sol todavía está en lo alto así que puedo incluso ir e inscribirme en el gremio de aventureros, de esa manera ya mañana podría ir a buscar misiones.
Mientras caminaba por las calles Agustín vio una casa de 3 pisos hecha de madera y con una fachada decente con un cartel, siendo fácil de ver a la distancia entre todas las casas y tiendas hechas de piedra, la posada tenía un nombre extraño, Fismatica.
A entrar había una clientela que parecía habitual en el primer piso donde se servía comida y bebida, algún que otro viejo hablando sobre tiempos antiguos y aventureros de bajo rango descargando sus penurias en el alcohol de manera tranquila en una esquina.
"Hola, ¿Vienes por comida o estadía?" Un hombre de altura similar a la de Agustín apareció desde detrás de una puerta corrediza que daba hacia la cocina, estaba vestido como un chef con el gorrito blanco y el delantal pero sus músculos parecían los de un fisicoculturista con esteroides por lo que le genero asombro a Agustín.
"Es un gusto, vengo por ambas"(Agustín)
Pelo medio corto marrón y una barba que aunque estaba afeitada se notaba en su rostro
"Justo ahora estábamos haciendo la comida de los huéspedes, si lo deseas puedes comer, el precio por semana es de 30 cobres y si quieres incluir las comidas diarias puedes pagar 40 cobres... Ah, sí cierto, mi nombre es Marcus, ¿Y el tuyo?"(Posadero)
El hombre era energético y alegre pero Agustín se mostró un poco distante y retraído, prefería evitar el contacto pero aun así se presentó correctamente para no generar desagrado.
"Agustín, soy un aventurero y voy a optar por pagar con comidas diarias"(Agustín)
"Genial, genial, entonces acompáñanos"(Marcus)
Agustín fue hasta la caja y un chico de su edad estaba sentado con sus pies sobre otro asiento mientras estaba jugando con un triángulo movedizo (Cubo de rubik hecho triangulo).
Su cabello era largo y lacio hacia los lados, de color marrón claro y en sus orejas tenia aretes de cobre, sus ojos color café y su piel morena, era casi como si pudiese naturalmente camuflarse en el bosque, pasaba muy desapercibido pero cuando se le notaba daba la impresión de aplastarte.
"Tengo que pagarte a ti, ¿Correcto?"(Agustín)
"Correcto, mi nombre es Benjamín, dime Benja" Sin molestarse por Agustín, Benja siguió tratando de completar el triángulo movedizo y cuando vio el dinero sobre el mostrador lo deslizo hacia su lado y lo guardo en una bolsa más grande.
Luego de hacerlo quito la vista del triángulo el cual apoyo en sus piernas y anoto un montón de cosas en el cuaderno.
"Nombre, ocupación y edad"(Benja)
"Agustín, guerrero de 23"(Agustín)
"No tienes mucha pinta de guerrero"(Benja)
"Y tú de posadero"(Agustín)
Con solo un vistazo se podía ver que su rango era al menos G+ y su especialidad probablemente luchador por su masa corporal y atención constante al entorno.
"Tienes razón, ya estas inscripto por una semana.... Hoy es lunes, tienes hasta el próximo lunes si pagas antes se suman desde el lunes y así, no parece que necesites una explicación larga"(Benja)
¿Noto mi capacidad de razonar tan fácilmente? O puede que solo no muestro mucho interés en algo tan sencillo... Da igual, sus sentidos son 10 veces más afilados que los míos y no parece débil en lo absoluto, tengo que tener cuidado.
Para comer había pan con guiso... Sin carne, solo vegetales, haaaaaaaa, no puedo quejarme, el precio de la carne es alto y estoy comiendo una semana entera por solo 10 cobres extra, era imposible que me diesen carne.
Mientras Agustín mojaba el pan en el caldo y comía, tenía un rostro un poco calmado y más relajado a la anterior tensión, se sentía en un lugar agradable, cada quien en su mesa sin molestar, todos calmados y sin ninguna discusión o peligro cerca.
Ni en la casa principal de los Teck se podía encontrar tal paz, mientras estaba calmado y razonando sus asuntos, Agustín abrió los ojos y parecía haber tenido una idea magnifica.
¿Cuánto dinero me queda?... 10 cobres, mierda, bueno... Solo necesito 2 cobres para inscribirme en el gremio de aventureros y mañana por la mañana puedo hacer alguna que otra misión para alcanzar lo que quiero.
Cuando termino de comer, Marcus vino y levanto los platos para llevarlos a la cocina, Agustín se levantó y salió pero justo cuando estaba en la puerta una llave le cayo sobre la cabeza
"Tercer piso, habitación 12"(Benja)
"Gracias"(Agustín)
Sin decirse nada más cada uno siguió a lo suyo, Benja con su triangulo movedizo y Agustín saliendo hacia el gremio de aventureros, este mismo no quedaba muy lejos, más o menos 200 metros hacia la salida que da hacia el Jardín Oscuro.
Era un edificio de piedra de 4 pisos, con ventanas limpias y hermosamente adornadas, las puertas estaban hechas con madera tratada y el suelo era de mármol, nada más entrar lo primero que se podía ver era una fila de casi 30 personas para ver a una recepcionista.
Pero al parecer había otra cabina a la izquierda, una era para consultas y adquirir misiones específicas y la otra era de inscripción... La vacía era la de las misiones por lo que toco esperar décadas para llegar hasta ver a la chica.
La recepcionista estaba dentro de un cubo de cristal con un mostrador de madera adornada y justo al lado de su puerta había otra puerta para entrar a una sala que estaba al lado de las escaleras.
"Haaaaa, bienvenido"(Recepcionista)
Vestida con una camiseta blanca con una camisa azul con el cuello verde y un pantalón negro medio ajustado como si fuese un jean, los ojos grises muertos de la chica estaban posados sobre los de Agustín y sin ánimos de nada.
"Quiero inscribirme"(Agustín)
"¿Cuál es tu nombre y edad?"(Recepcionista)
"Agustín, 23 años"(Agustín)
El cabello castaña de la chica le caía en la cara pero se lo soplaba y quitaba del medio para poder escribir correctamente.
"Ven conmigo a la sala a continuación para crear la tarjeta"(Recepcionista)
Mientras decía esto la chica salió de su cubo donde atendía y justo detrás de ella había un cuadrado al lado de las escaleras donde entro y Agustín le siguió, le explico cómo debía posicionarse y un montón de cosas para luego crear la tarjeta.
Con solo poner su mano en una esfera azul, un lente debajo de esta comenzó a escribir todo en la tarjeta la cual la chica por suerte no se molestó en ver, entre el cansancio y el hecho de que era un "plebeyo".
"Gracias, hasta luego señorita"(Agustín)
Con una corta reverencia Agustín se despidió y entonces salió del gremio, el sol ya estaba en sus últimos momentos y las calles se estaban oscureciendo, la mejor opción era ir a su habitación para teñirse el cabello luego de haberse bañado.
Al llegar vio 3 cubos de agua llenos y un jabón partido en ¼ de lo que era, con eso se lavó el pelo y cuerpo, luego con mucho cuidado tiño su cabello dando prioridad a los mechones celestes pero al terminar se le paso una idea sensacional por la cabeza.
Podría tan solo teñir los mechones celestes y ya no parecer un Teck, se ahorraría una fortuna si lo hiciese y además el pelo de blanco y negro le quedaría genial.
Termino de hacer todo lo que tenía para hacer y por primera vez en un mes se acostó en una cama y se sintió humano... De hecho, desde hace años que su hogar no era un hogar así que nunca había alcanzado a la satisfacción que encontró en esta posada.
"Este sitio... Es... fantástico..."(Agustín)
Con un cansancio sin igual Agustín cayo dormido demanera profunda en un solo suspiro y concilio el sueño de manera tan agradableque parecía estar en el paraíso