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Chapter 29 - PRIMER ATAQUE parte 1

Las gotas de lluvia chocaban fuertemente contra la ventana de la habitación principal de la casa Tepes, abriendo fuertemente los ojos el dolor se esparció por todo su cuerpo; intento ponerse de pie mientras se tambaleaba y su delicada mano toco una superficie fría y áspera que era un mueble que estaba hecho de un material duro como si fuera piedra. Antes de preguntarse dónde estaba una fuerte tos arremetió contra ella haciendo que ella expulsara un poco de sangre, llevo sus manos a la boca evitando que la sangre no se esparciera por los alrededores.

Cerro fuertemente los ojos e intento abrirlos sin embargo sintió la presencia de algo frente a ella y se sintió estupefacta por un escalofrío que recorrió todo su cuerpo.

Algo estaba respirando cerca. ¿Pero por qué aquella respiración cubría todo su cuerpo?

Podía decir ciertamente que la presencia delante de ella era un ser absolutamente gigantesca, lleno de ira y orgullo pero sin maldad alguna, sin embargo por la mirada que estaba haciendo era obvio que la observaba como un alimento.

El colosal dragón rojo se mantenía a distancia mientras sus ojos nunca la perdieron de vista.

Entonces....

—¡RRRRRRRRRRRRRRROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRR!

*¡ROMPER! * ¡ROMPER! *

Un gigantesco agujero fue creado en el cielo gracias a su brutal rugido, sintió incluso que sus tímpanos explotarían si no se cubría sus oídos con las manos y magia. Entonces, algo apareció dentro del agujero.

—Que....

Se quedó tan sorprendida que su boca se abrió, porque lo que apareció en el agujero la alarmo.

Su respiración se agito y volvió errática mientras sus ojos nadaban en todas las direcciones posibles, quería huir inmediatamente; no, tenía que salir de ese lugar. Sin embargo su cuerpo no podía moverse, era como si estuviera atada a este lugar. Gotas de sudor frio del tamaño de frijoles se escurrían por todo su cuerpo.

—Lucy...

Su corazón estaba congelado por el miedo. Y aun así el calor atravesaba su cuerpo; el aire que inhalaba era pesado era como si estuviera respirando veneno y con solo sentirlo un dolor enroscaba en todo su cuerpo, sin embargo los seres delante de ella nunca intentaron ponerle las manos encima.

Lucifer que estaba flotando unos cuantos metros arriba del gigantesco dragón rojo extendió su par de alas blancas y un halo de luz ilumino todo su cuerpo mostrándose majestuosamente, sin llamarle la atención el dragón simplemente se quedó ahí hasta que de la nuca de este un intenso vapor surgió de su nuca atrás de su cabeza, entonces una figura femenina de cabello rojo surgió de este dejando como un cadáver frio al dragón de unos momentos.

Entonces Lucifer descendió y se paró en la frente del dragón a su lado la Diosa Dragón simplemente la observaba mientras su radiante cabello rojo danzaba, entonces el abrió su boca y se comunicó con ella.

Y esas palabras fueron grabadas en su mente y en su piel como si dejaran una marca permanente en ella.

—Esto no es ni un sueño ni la realidad, simplemente es la nada. Suéltalo Gabi… no debes olvidar tu propósito, la venganza solo trae consigo dolor, solo mírate. No has conseguido nada, estas vacía… deja de lamentarte, deja de llorar… no es el momento para que estés triste, tienes una misión. Sé que te sientes completamente destrozada, sé que quieres rendirte. Todos tus aliados te han traicionado, algunos incluso fueron masacrados. No sabes que hacer o a quien recurrir. Sé que duele. Y que quisieras gritar mientras dejas todo de lado.

Mientras escuchaba con atención sintió algo sucio, lleno de podredumbre sujetándola por los brazos, criaturas horripilantes parecidas a los no muertos comenzaron a surgir del suelo mientras ella trataba de liberarse; sin embargo el número de no muertos que salió del suelo rápidamente le jugaron en contra.

El dolor atravesaba cada parte de su cuerpo al sentir como las uñas y las puntas de los dedos de quienes la sujetaban perforaban su piel mientras algunas partes de sus brazos eran quemados a causa de la baba toxica que desprendían haciendo que el hedor de la carne quemada llenara su nariz.

Su cuerpo se entumeció al sentirse aprisionada, mirando a su alrededor todo el mundo era oscuro y toda luz desaparecía del mismo, el único faro que quedaba estaba frente a ella, no entendía lo que sucedía con claridad, muchos pensamientos atravesaron su mente mientras intentaba analizar las cosas rápidamente.

Lagrimas recorrieron sus mejillas mientras la impotencia y la intención de gritar se apoderaban de ella, repetidamente, cada vez que intentaba algo, solamente podía observar un horrible final y cada vez era más difícil proteger lo que ella quería; se sintió pequeña ante el mundo, nadie esperaba algo de ella, ella ya no esperaba nada de si misma.

—… tal vez lo mejor sería desaparecer…

Este es el mundo que se encuentra al borde entre los sueños y la realidad no sabía qué hacer.

—Te comprendo… por desgracia el tiempo ya no puede retroceder y cambiar las cosas a tu alrededor. Siente la ira. Siente tu poder. Siente lo que dice tu corazón. Siente la idea incontenible de no poder perdonar a tus enemigos, deja que tu energía te guie para pelear. La fragilidad y la bondad no te ayuda a proteger nada ni tampoco a salvar algo y mucho menos podrá ayudarte a vengarte de esos malditos. Es un esfuerzo abrumador pero constante para vencer a esos demonios…

Una ligera sonrisa se formó en los labios de Lucifer que empezó a desaparecer en partículas de luz junto a esa mujer de cabello rojo.

El mundo comenzó a distorsionarse mientras frente a ella aparecía la figura de un imponente miguel que tenía una sonrisa burlona.

—¡Ha!

Sus labios se movieron para dejar escapar una risa burlona y sínica.

—¡Hahahahahahaha!

La risa se hacía más fuerte mientras los ojos de Gabriel se volvieron agudos, de pronto sintió un insoportable dolor en todos su cuerpo, bajo su mirada para ver como su piel comenzaba a derretirse poco a poco dejando al descubierto su carne al rojo vivo mientras la sangre comenzaba a ser devorada por los no muertos que la sujetaban sin intención de dejarla ir.

A pesar de no querer pelear, viéndose forzada a entrar en esta guerra solo podía sentir una inmensa ganas de proteger aquello que su padre creo, aquello que su hermano quiso reformar, aquello que le da sentido a su existencia, a ese gran balance universal.

—¡AHAHAHAAHAHA!

Seguía riéndose como loco mientras caía a cuatro patas en una posición de "ORZ" alzo su mirada y estas se encontraron y lo único que podía observar era una locura fanática incontrolable.

*Splat*Splat*

Cuando abrió la boca para reírse nuevamente un torrente de sangre comenzó a caer de su boca salpicando todo a su alrededor, sus globos oculares explotaron exponiendo sus cuencas vacías, de su nariz y oídos la sangre se filtró, a pesar de su horrible aspecto su risa macabra parecía no tener intención de detenerse.

—¡AHAHAHA!

El cuerpo de Gabriel por primera vez en mucho tiempo comenzó a temblar con miedo por la horrorosa anormalidad de Miguel.

Sus ojos se volvieron agudos mientras una intensa intención asesina broto desde lo más profundo de su corazón, observando con ganas de exterminar toda existencia de Miguel poco a poco comenzó a llenarse de pensamientos pesimistas nublando todo raciocinio dentro de ella.

Los hombros de Gabriel caían abatidamente mientras pequeñas lágrimas recorrían sus mejillas, todo parecía inútil, sin saber que hacer mordió la parte inferior de su labio con frustración para evitar seguir llorando, no quería darse por vencida pero que más podía hacer.

Gabriel comenzó a pensar a un ritmo acelerado intentando llegar a una decisión. Sintió que podía pedir un favor a su padre, sin embargo sabia e incluso intuía que era estúpido hacer algo como eso, después de todo su padre fue quien en primer lugar le dio la tarea de derrotar a Miguel y para ella regresar sin nada más que perdidas debería de ser altamente vergonzoso

Pero la rabia en su corazón le quitaba su razonamiento lógico impulsándola querer cometer actos sangrientos e imprudentes para obtener un mejor resultado.

Bajo su mirada cuando sintió algo pegajoso que le dio un sentimiento desagradable e asqueroso, observo como una melaza viscosa de color azabache se posó en hombro derecho y sin pensarlo sintió una picadura que desgarro parte de su musculo, trago saliva nerviosamente al sentir un increíble calor desplegándose en todo su cuerpo, de un momento a otro su garganta se secó, su corazón comenzó a palpitar con fuerza como si fuera un tambor de guerra.

Abrió sus parpados fuertemente mientras sus ojos viajaban en todas las direcciones posibles, su cuerpo se tensó, tembló frenéticamente como si hubiera sufrido un ataque, su hombro ardió sintiendo como si su piel estuviera a punto de derretirse.

De su boca la saliva y sangre se combinaron saliendo a borbotones, sus músculos se expandieron y sus venas de color verde comenzaron a sufrir espasmos severos mientras sus venas se retorcían como si fueran gusanos en la tierra.

Sus hermosos ojos azules se inyectaron en sangre mientras lágrimas de sangre caían del mismo recorriendo toda su mejilla, sus ojos se pusieron en blanco por el dolor que sentía, sabía que estaba a punto de perder el conocimiento así que apretó tan fuerte sus dientes que incluso empezaron a rechinar.

Los huesos de su cuerpo crujieron mientras estos se destruían solamente para ser reconstruidos momentos después, sus pechos se agitaban fuertemente por sus jadeos mientras el dolor continuaba carcomiendo todo su cuerpo,

Sus rodillas cojeaban mientras se arrodillaba, sus pechos se agitaban fuertemente por jadeos de aliento mientras un intenso dolor se apoderaba de su cuerpo mientras continuaban los furiosos espasmos. Podía sentir que la esencia de sangre se extendía por todas partes a su cuerpo, cambiando continuamente la estructura interior.

No podía gritar, no podía moverse, no podía hacer nada, al mismo tiempo que por el blanco del ojo noto que Lucifer estaba a su lado mientras la observaba con una mirada cálida.

Queriendo decir algo el dolor se intensificó haciéndola desear la muerte.

Las lágrimas de sangre seguían cayendo de sus ojos vidriosos, queriendo liberarse de los no-muertos que la sujetaban celosamente desgarrándole la piel a cada movimiento que hacía, así que ella solo pudo soportar y esperar el resultado, de pronto ese sentimiento de calor que sentía en una parte de su cuerpo se extendió haciéndola sentir como si estuviera ardiendo en llamas.

La melaza negra se desintegro en partículas de polvo, la picadura que dejo hizo que el hombro de Gabriel cambiara de color pareciendo que estuviera envenenada.

El calor y los sentimientos de aprensión gradualmente se calmaron haciéndola sentir débil, poco a poco su color natural de su piel regreso mientras aparecía una marca de un dragón devorando su propia cola, una mezcla de sentimientos se apoderaron de ella haciendo que su cuerpo inmóvil se convulsionara con fuerza.

Los no-muertos la arrodillaron con fuerza mientras ella empezaba a golpear su cabeza contra el suelo.

—¡HAHAHAHAHAHA!

Cuando volvió a alzar su mirada la horripilante risa de Miguel la perturbo mientras comenzaba a golpearse nuevamente, más de diez golpes directos de su frente contra el suelo ocasionaron que un corte no tan profundo apareciera regando su sangre.

Su cabeza parecía un martillo golpeando el piso como si tuviera la intención de romperlo.

—¡AHHHHHHHH!

No pudo evitar rugir de dolor al sentir que su cráneo estuvo a punto de partirse por la mitad.

—¡HAHAHAHAHAHA!

En el momento en el que escuchó la risa descontrolada de Miguel su brazo exploto dejando caer solo carne, huesos y piel destrozada antes de que otro brazo emergiera mostrando la marca del dragón ahora de un tono rojo.

Los no-muertos por fin la soltaron haciendo que ella cayera al suelo boca abajo, sin embargo una onda expansiva hizo explotar a los no-muertos, una luz dorada se apodero de ella, poniéndose de pie lentamente del suelo ensangrentado su par de alas emergieron de su espalda mientras sus ojos se veían más feroces como si fueran los de un dragón, brillando con un tono azul rey irradio un poder inmenso que comenzó a destruir el espacio donde se encontraba.

—Nunca olvides este sentimiento, porque te encontraras con ello nuevamente y temo que será muy pronto…

Un insoportable dolor atravesó su pecho que se sentía como si le hubiesen clavado agujas, la hizo cerrar los ojos con fuerza, y con un sentimiento de que su sangre ardía como si le hubiesen prendido fuego ella se despertó.

Las ganas de gritar de dolor comenzaron en la parte baja de su espalda y subió todo su cuerpo únicamente para atascarse en su garganta, se quedó inmóvil, ahogada por el incontrolable sufrimiento que sentía en todo su cuerpo.

La sensación de sus cinco sentidos desapareció y regreso instantáneamente mientras respiraba con gran dificultad, podía sentir claramente como no había aire en sus pulmones, comenzó a temblar involuntariamente solo para llevar su mirada al techo donde había una pequeña luz y calmándose gradualmente recupero el aire que le faltaba mientras su pecho subía y bajaba al ritmo de su respiración.

—¡Hermana! ¡Hermana!

—¿¡Ariel!?

—¿Estas bien? Te escuche gritar y estas empapada en sudor, yo…

—N-no no pasó nada, simplemente tuve una pesadilla

Gabriel dio una sonrisa algo rígida mientras Ariel inflaba sus mejillas en insatisfacción, intento decir algo pero antes de que fuera capaz de articular alguna palabra una fuerte explosión sacudió los alrededores.

*Ka-Boooooooooooooooooom*

El par de hermanas se observaban mientras un claro miedo e incluso incredulidad abordo sus corazones, mientras partes del castillo comenzaban a caerse a pedazos ambas decidieron saltar al vacío, haciendo un salto de fe.

Ariel agarro por la cintura a Gabriel quien se sorprendió bastante de las acciones de su hermana, antes de que pudiera decir algo Ariel salto y antes de tocar el suelo libero su par de alas de su espalda amortiguando la caída, los escombros volaban en todas las direcciones el fuego y las cenizas se esparcieron, los ladrillos y piedras que conformaban el castillo comenzaban a achicharrarse por la fuerte oleada de calor.

Ambas rodaron por el suelo violentamente, Gabriel alzo su mirada mientras podía sentir la pegajosa sensación de la sangre en su boca, Ariel estaba tirada a unos cuantos metros de su posición actual, dejo escapar un suspiro de alivio y comenzó a caminar donde estaba una Ariel reincorporándose.

A unos cuantos pasos de Ariel sintió como todos sus sentidos le exclamaban peligro, antes de poder hacer o decir algo sintió como era atravesada por una lanza en la espalda. Ariel quien se quedó en estado de shock intento ayudar a Gabriel simplemente para ser recibida por un derechazo que la obligo a mantenerse en el suelo.

Sintió como un pie aplastaba su cabeza haciéndola gritar miserablemente a causa del dolor.

—¡Protejan a las señoritas! ¡Peligro! ¡Rápido!

Cientos de seres con figuras humanas comenzaron a acercarse rápidamente intentando ayudar a Gabriel y Ariel, sin embargo rápidamente fueron detenidos, un soldado destacado se transformó en un murciélago gigante, gracias a eso logro acercarse y con un chirrido se acercó al cuello del ser que estaba aplastando la cabeza de Ariel, unos segundos después de succionar furiosamente dejo totalmente seco a ese ser, toda su sangre había sido filtrada hasta dejarlo como un cascaron vacío.

Otro ser apareció de la nada y cortó la cabeza del enemigo que sostenía la lanza que atravesaba a Gabriel, la espada roja absorbió la sangre que fluía por el suelo como si nada hubiera pasado.

*Ka-booooooooooooom*

Gabriel sintió como sus oídos zumbaban a causa de otra explosión, el cielo y el suelo como las estrellas daban vueltas ante sus ojos mareándola en el acto, su cuerpo estaba en el suelo como una muñeca.

—¡Mierda…!

Apretó los dientes en frustración mientras observaba como su hermana se acercaba a ella, antes de notarlo todo su mundo se apagó.

—Después de la pelea de Gabriel—

Después de recuperar y traer de regreso a Gabriel el señor de este castillo brindo atención medica de primera usando a sus sanadores de luz, Vlad Tepes espero la cena junto a Hasan bin Sabbah y Ariel, repasaron todo lo que había sucedido hasta el momento y llegaron a la conclusión de esperar la recuperación total de Gabriel antes de tomar alguna decisión.

Ariel regreso donde estaba su hermana y agradeció con gracia a Vald mientras se retiraba, el empalador y el primer maestro asesino intercambiaron información, ambos sabían que tenían traidores acechando bajo sus narices y lo más seguro es que sean atacados pronto.

Si bien sus fuerzas no eran pequeñas sabían que no podían bajar la guardia, con esto Hasan partió a su lugar de origen intentando proteger a los suyos. Y Vlad salió personalmente a vigilar los alrededores y ambos hicieron la promesa de que se reunirían después y si aún estaban vivos.

La brisa de la mañana era un poco fría y el mismo resplandor era rojo como la sangre del cielo daba un momento hipnótico para cualquiera que lo observara, así era el encanto de estas tierras bañadas con sangre, después de la batalla de ayer en la noche, inmediatamente después de que Gabriel fuera llevada a su castillo, casi cinco mil ciudadanos murieron, él sabía muy bien que alguien dentro de su territorio vendió información.

Su cabello blanco revoloteaba a causa del viento, su mirada se dirigió hacia las mujeres, hombre, niños y ancianos que habían sido empalados desde la parte baja de sus cuerpos hasta la cabeza. Dejo todo a su subordinado de confianza.

Comenzó a caminar en la dirección donde había un pequeño lago de agua cristalina, después de aproximadamente veinte minutos de caminata se percató de algo inusual; la hierba en el suelo estaba seca, algunos árboles habían sido talados y algunos otros marcados, prestando atención se dio cuenta de que se podía ver humo cerca de lo que parecía un campamento. Frunciendo el ceño se entendió que el ruido provenía de seres entre apariencia angelical y sus mismos súbditos.

—Esto es extraño, no muchas personas saben sobre este lago, ¿Qué hacen tantos seres en este lugar? ¿oh…? Ya veo…

Mirando de cerca se percató que en el brazo de cada uno de esos ángeles había una pequeña cinta de color rojo, la mayor parte de los alrededores ya habían sido ocupados, estaba un poco sorprendido por la rapidez de estos seres, después de todo apenas hace unas horas atrás su vanguardia había sido destruida por Gabriel.

Vlad noto que habían muchas trampas rastreras en los árboles y en el suelo, estaba a punto de acercarse para dar el primer golpe y asesinarlos rápidamente. Pero, justo en ese momento

*Swish*

Una flecha llena de una mucosidad como si fuera oxido salió volando en su dirección, esquivándola saltando a una rama de un árbol noto rápidamente que otras flechas habían sido disparadas en su dirección desde una distancia incierta, sus ojos se volvieron rojos y ágilmente marco a su enemigo el cual se ocultaba en un matorral a unos cien metros de su posición.

Antes de poder atacar fue sorprendido por una ráfaga de aire que lo derribo del árbol cayendo al suelo con un ruido sordo, simplemente salto apoyándose en sus hombros y comenzó a limpiarse el polvo mientras tenía una expresión cansada.

Un dominante y fuerte grito llego desde un árbol.

Sin embargo había algo extraño para él. Vlad se sorprendió fuertemente al notar que el ser que grito eso, era un humano que se había presentado ante el hace unos meses atrás, de apariencia pobre ese pequeño humano no entro en sus ojos pero ahora se dio cuenta de su estupidez.

—Aunque dije que no bajaría la guardia…

—¡Este territorio pertenece a la hueste celestial! ¡A menos que hayas venido a inclinarte y aceptar la muerte es mejor que te vayas lejos de aquí! ¡Vlad Tepes! ¡No quiero ensuciar mis manos sagradas con la asquerosa sangre de alguien como tú! ¡Es por eso que te doy la opción del exilio, sal de aquí y nunca vuelvas!

Una vena en la frente de Vlad empezó a palpitar a causa de la rabia que sentía, tal advertencia era popular. Al parecer todos los ángeles de alto rango dirían algo como eso antes de comenzar una batalla, aunque las palabras pronunciadas fueron groseras, eran razonables y en su caso amables desde su punto de vista, pero para Vlad fue imprudente, estúpido y descortés que un pequeño grupo de ángeles intentaran pasar sobre él.

Su orgullo y su cara como noble fue manchada por la estupidez de un ser inferior.

La cara de Vlad cambio de inmediato, su cuerpo tembló incontrolablemente, cerro sus ojos, sostuvo con fuerza sus puños enterrando sus uñas en las palmas de su mano, tomando una bocanada de aire fresco, abrió abruptamente los ojos los cuales irradiaban una incontrolable ira, la luz de color rojo que desprendía sorprendió a todos los presentes.

—Aliados de Miguel… Entraron sin permiso a mi territorio, entreguen sus pequeñas vidas como una humilde disculpa por tu descortesía

—¡Blasfemia! ¡Toda tierra o territorio pertenece a nuestro señor! ¡Incluso una monstruosidad como tú!

—Cuida tus palabras niño, estas muy lejos de casa… y este es mi territorio. Estés de acuerdo o no

Hueste angelical.

Solo esas dos palabras para Vlad representaban un enorme dolor de cabeza y para sus súbditos una pesadilla aterradora.

En todos estos años, los plebeyos bajo su cargo siempre tuvieron miedo a los ángeles, para ellos son unos seres infame cuyo nombre se extendió por cada reino dado que son un grupo que siempre ponen por encima de ellos el nombre del señor y harían cualquier cosa para complacerlo, un grupo de fanáticos idiotas en otras palabras; y matarían a cualquiera en nombre de la salvación. Alguien que no muestre respeto al nombre de dios será rápidamente ejecutado.

En palabras de Vlad no había algo más misericordioso en el mundo que la incapacidad y la pequeñez del cerebro humano. Sus contenidos, sus emociones; de vez en cuando uno se encuentra con ironías de la vida incluso en el horror y la muerte, inclusive en la alegría y eternidad, después de todo estos seres viven en una ignorancia llena de nubes y arcoíris rosas, esa es su pobre mentalidad, su creencia desmedida es asquerosa por sí sola, las ciencias o en la religión da una orientación marcando de manera sutil la opción de crear nuestro propio destino, pero el fanatismo que ellos tienen da a conocer lo terriblemente paranoico que son; en otras palabras lo lejos y desapegados que estan de la realidad, es por ello que son temibles, estos seres enloquecen como consecuencia cuando la realidad los impacta de frente, la revelación o la mentira; entonces lo que queda es su triste y patético final. Estos tipos están más lejos del camino de la paz, la luz y la seguridad del ser que tanto profesan. En cambio lo único que tendrán al final será la mortífera oscuridad que los seres de la noche podemos causar.

Nada en la vida es casualidad, toda forma parte de una cadena de sucesos, una trama escrita por el dedo de Dios, mientras uno trata de vivir y acatarse a la posición fortuita de estar en el lugar o momento correcto.