Como en todo principio, los ciclos tienen pocas cosas ordenadas, hay vacío y tinieblas sobre lo que crees que es, puedes estar tan cerca de un abismo, aunque pienses que flotarás sobre las aguas…
—Estoy divagando sobre principios eternos, pero es el camino a andar; como si se me anunciaran los procesos a seguir. —supuso, Bierny.
La consigna fue dada a Bierny, en siete días habrá un diluvio, pero de que árbol se me decía algo, que le hicieron: ¿con los restos del árbol hicieron una cama?, —Hay lógica en todo esto, dijo: Bierny.
—Entonces hay una clave para los ciclos, en adelante: (1) desorden, (2) vacío, (3) tinieblas. —Concluyó, Bierny.
—Entiendo, el pasado de la humanidad es desordenado, vacío y tenebroso ¿Qué pasó? —se preguntaba, Bierny—: ¿Qué cambio su presente? ¡El desorden qué lo provocó! Si este mundo antes estaba lleno que lo vació ¿De qué estaba lleno?
—El desorden y el vacío, producen la oscuridad. Y estas tinieblas: que ocultan, ¿qué se necesita saber y para qué? Al menos, el solo hecho de razonar, ya es indicativo de saber. Una tenue luz puede alumbrar un primer día, intentaré separar más cosas negativas de mi vida: 'hechos, estoy seguro por un proceso de mejora que en su momento hará que crezca la luz.
La razón de un primer día no radica en lo que se ve, sino en el orden de ver. Un hágase la luz, bastó decir: Y se vio que era bueno. —Ese es el principio del primer día en el ciclo de todas las cosas.
El ideal de un primer día es dejar de buscar, para evitar sentirse vacío.
Y separar lo que vas descubriendo de lo que no se entendía. Así tienes ya algo con que volver a buscar, recuerda tienes todo un día para lograrlo.
En algún momento sentirás dudar, talvez un poco de temor, y dardos de dolor, la ansiedad puede nublar tu vista y mas de un deseo impulsivo te producirá ira, te herirás a ti mismo si das lugar al rencor por la impotencia; no tendrás explicación de lo que estas experimentando. Sólo el enojo cubrirá tu deseo bueno, espero que sea hasta ponerse el sol. ¡Bástale a tu vida la oscuridad de la noche! No duermas con reproches, porque oportunidades hubo.
Llama a las cosas que dan luz a tu vida por sus nombres, no oscurezcas el brillo de tu entorno, cada persona a tu alrededor aporta y tiene su luz propia. Si logramos armonizar nuestras luces, para muchos la oscuridad se disipará.
Un diálogo aparte…
Cuando veas que un corazón se apaga, porque alguien lo partió; cito lo que hoy una conversación aportó a sus: 'Andanzas del Amar'.
Por andar despacio,
me arrancaron el corazón…
Ella, va al parque para correr entre las flores.
Yo, sembraba: Rosas, y esperaba crezcan en nuestro jardín.
Pedía a mis amigos consejos del cultivo de las flores.
Esperaba junto a ellos las primeras semillas:
¿Hay tantas semillas para escoger?
Esperaba las de buen color y de mejor aroma de hogar.
Si: Ella sale, y vos te quedas,
luego todos los tuyos quieren irse también...
Y si: ella vuelve, y no hay nadie.
¿Qué te haces?
La casa la compraste por ella…
El carro por los hijos para llevarlos a la escuela.
Las flores las sembraste para tenerla ahí.
¿¡No pensaste que llueva fuerte!?
No te fijaste en las estrellas,
En los tiempos del amar.
¿El amor ya no es de rutinas?
¡El vaivén de sus senderos los anuncian en redes sin fin!
Desconectado del mundo virtual: ¡Perdí!
—Creo entender, amigo, —dijo: Bierny, al nuevo practicante de hogar—: Creo que divagas entre: 'quiero que todos vivan como yo' a 'debemos vivir nuestras vidas tolerando las vidas de otros.
—¿Tendría que ver con la edad? —dijo el poeta.
—¡Claro! Si vos cansado de vivir a la aventura, ahora prefieres ser sedentario. Equivocado serás: al punto que creerás que todos son nómades. Ese pensar retrogrado, prehistórico ya no existe. No lo tomes a mal: me refiero no precisamente en la etapa juvenil. Donde todo es aventura, descubrir la realidad, experimentándola: Por uno mismo. Nadie quiere que le digas como vivir su vida. Debemos aprender a seguir el paso o a caminar e invitar caminar al compás de los trazos de cada uno; a veces los senderos se cruzan, otras veces los caminos van en paralelo. Justo sería que todas las veredas salgan y vuelvan al mismo hogar. —Argumentó Bierny.
—¡Espera!, —expresó, Bierny—: con la idea de haber descubierto una verdad en este trance de la vida de su interlocutor. —Añadiendo:
—No será que tu escribes narrando la vida de otro y a veces confundes las cosas. Y te crees lo que inventaste y terminas haciendo un desorden entre tus ideas propias y las ideas del personaje de tu libro. —asuntó Bierny.
—Ahora entiendo, y aprendo de lo que escribiste, —dijo Bierny, y extendió el argumento inicial para profundizar—: Ella, sale y ¿Por qué tú no? ¡Claro! Toma ese método de relajación, es como una pausa, entre todo el vaivén diario. Ella no te rehúye ella huy de si misma. Al final desintoxicando sus pensamientos, tonifica los músculos; libera toxinas como si fueran ideas ya escritas ya definidas, esperando mejores ideas o relaciones entre ellas.
—Eres de los hombres rumiantes, —habló Bierny, metafóricamente.
—¡Ajá! Me gusta la frase, explicarme lo que significaría para mí. —Dijo el escritor, ahora más humanos, mas propenso a verse como en un espejo, antes de rehusar los consejos de un amigo, Prefería darse por vencido y ceder para lograr armonizar su ser y facilitar la persistencia paternal.
Razonar con un mentor sobre futuros problemas familiares ayuda a despejar las dudas, no permite dar lugar al auto rechazo y previene el ahogamiento personal.
Pertinente es escucharse así mismo; —pues Bierny—: citando, lo que el poeta escribía sin discernir lo que vivía; sin visualizar lo que sentía. —Le dijo—: no estás alineado con lo que piensas a solas. Necesitamos hablar en voz alta en el hogar. Para qué, quienes nos oigan acudan a tiempo; así no se apagará tu voz, sino que tendría replica y así mismo ser hará con las otras voces. Dado su tiempo de menos luz, pero no de total oscuridad. Si a uno le falta luz o insumos para brillar, el otro alumbrará por ambos y todos por uno.