Aún así se mantuvo firme y le juro que jamás lo retrasaría, este aún incomodó le pregunto si conocía de el libro de los muertos, no era tan poderoso como ese libro y el necronomicón pero de igual manera necesitaba ese libro.
Puede que Margaret fuera poco inteligente e ignorante pero si recordaba esos nombres y había oído de su ubicación, por primera vez en la vida había sido de algo de utilidad, ella accedió en llevarlo a cambio de que fuera con el a donde el fuera. Busco una ropa más adecuada y consiguió unas parecidas a las que le regalo Haidar y luego de vestirse se fue con el.
A pesar del trayecto ella le conseguí a comida y bebida por voluntad propia, no podía ver su rostro pero sus ojos como el color de sol en el atardecer le hacía intuir que era muy poderoso.
Luego de un largo viaje llegaron al día 3 desde la partida, ella como ya había ido, le pidió que dejará todo en sus manos, aunque eso lo hizo reír el sólo le dijo
Hombre misterioso: haz lo que te de la gana humana.
Entró a la casa y actuó con naturalidad indicando que había ocurrido algo en el Palacio y la habían mandado para ese lugar, al llegar donde la esposa de Ahmed le contó con lujos y detalles de como este murió por un motín, Margaret había sido tan explícita que la mujer logró imaginar todo, como su hubiera estado allí y se devastó entre gritos y lanzada de objetos, eso a Margaret le dio en parte ventaja y rompió la caja de cristal donde estaba el otro libro.
Cuando la mujer reaccionó quiso matarla pero Margaret al apenas tocar el libro una magia obscura la rodeo y asesino a la mujer con varios cortes, cuello, cintura, piernas junto con los órganos de la mujer se desplomaron frente a Margaret.
Asombrada y asqueada salió de el cuarto y al estar frente a ese demonio le contó lo ocurrido, este hombre sólo vio y noto que el libro pedía ser sólo leído por ella, el sólo la miro fijo y le dijo que si lo retrasaba no se iba a detener por ella, así que hiciera lo que hiciera no lo retrasará.
Margaret sólo asintió y siguieron el camino hasta el Cairo y detrás de la Esfinge había un portal que sólo con una llave especial y un conjuro se abría del todo el portal, le indicó a la mujer que entrará y a los segundos entro el, Margaret iba a dudar pero apretó el libro y entró con determinación, había cortado los lazos con la humanidad y accedió a crear un odio con ellos al punto de querer matarlos; Cuando este le pregunto que esa mirada le daba curiosidad ella dijo
Margaret: odio mi raza y desearía que todos sufrieran de manera lenta hasta morir y pagar por todo los daños que he pasado -apretando su puño-.
El hombre sólo río a carcajadas y esa mirada le había llamado tanto la atención y pensó que podía usarla a su antojo para cumplir algo que ambos habían creado por esas palabras; Dominar la raza humana y luego destruirla del todo.