Desperté con la respiración agitada, mi pecho subía y bajaba rápidamente, era de nuevo ese sueño, y es que, me tenía sumamente aterrado, en específico, ese sueño. Este era el más concurrido que tenía, no era tan aterrador, pero siempre vivía rodeado de temores y este sueño tenía todos, comenzaba a cansarme.
"Ey, pequeño, ¿De nuevo?"
Sí, comienzo a cansarme...no sé que hacer, me siento absurdo.—Respondí en un murmuro, volteé a mirarlo, tenía una mirada aterrada y llena de angustia, pedía ayuda a gritos silenciosos.
"Sé que pasará, es difícil afrontarlo, pero lo harás. Ven, te doy un abrazo."
Gracias...—Me acerqué abrazándolo, recargué mi cabeza sobre su pecho, sentía como comenzaba a acariciar mis cabellos.
"Sé exactamente lo que piensas, nadie valora lo suficiente su vida, es frustrante que tú lo hagas, comienzas a cuestionarte de todo...no pienses."
¿Cómo no hacerlo? Siempre lo hago. Todos toman agua simple, y afirman que no tiene sabor, ¿A caso la han saboreado bien...?—Pregunté confundido, tenía las cejas levemente fruncidas.
"Es agotador hacerlo, vivir es muy difícil, lo sé, pero si te das cuenta y miras bien, no hay respuesta para nada."
¿Cómo lo haces? El entenderme, siempre dicen que soy muy abstracto, quisiera ser como tú...—Me aparte un poco, alzando la vista para mirarlo, mis ojos brillaron en la penumbra.
"No, espero que nunca tengas una respuesta, espero que nunca estés calmado...tienes que pagar por ello. Recuérdalo."
¿Siempre dices todo tan difícil? Es decir, entre difíciles rimas...—Miré a la ventana, observando la poca luz que se colaba por entre las cortinas, apoyé mi mejilla en su pecho.
"Si, es más fácil que lo comprendas así. Porque solo tú lo llegas a comprender, por eso tenemos está plática."
Lo sé, pero...¿Por qué exactamente yo...?—Me acomodé mejor, sentándome en la cama, lo miré con cierto temor en la mirada.
"Es mejor estar muerto, ¿No?."
Ey, ¿Con quién hablabas? Son las dos y media de la mañana, ¿Qué hacías?—Su mamá estaba parada en el marco de la puerta, observandolo sentado en la cama.
Estaba, hablando...—Volteé a mirar al lado de mí, estaba vacio, no se encontraba nada, regresé la mirada a ella.—¿Qué hacías tú despierta?
Unos susurros se escucharon hasta mi habitación, vine a verte, por favor, duerme Lev, sino luego tendrás ojeras.—Hizo una mueca y tomó la perilla de la puerta, cerrandola, se escucharon sus pasos alejarse.
"Es mejor estar muerto, ¿No?."
Las palabras resonaron en su cabeza, se acostó acomodándose, se tapó con la manta hasta la cabeza, cerró los ojos tratando de conciliar el sueño.
—"3:30 A.M."