Liam
Me marcho de su edificio para dirigirme a unos de mis almacenes, esa chica no sale de mi cabeza. Es tan atractiva es como una invitación al irte a la mismísima perdición, su cuerpo, su personalidad, toda ella es una gran obra de arte que seguramente pocos saben apreciar.
Soy una persona encubierta bajo mi trabajo, mi hermano me reemplaza en muchas cosas, pero eso no significa que unos y otros hayan dado con mi verdadera persona. No he hecho cosas buenas, no soy un santo, eso es claro, pero muchas cosas del pasado me empujaron a hacer lo que soy hoy.
Con un gran muro entre otras personas y yo, no suelo relacionarme íntimamente con una persona, me refiero a platicar. De qué me complazco con mujeres, pues si, soy un ser humano que tiene deseos.
Pero más allá nunca ha habido una mujer importante en mi vida, dejando fuera a mi madre. Nunca una mujer a llamado mi atención por quien es, y lo que la hace ser ella. Donde me rodeo no existen esas clases de personas, buenas y puras, no existen las cosas buenas en si.
Llego al almacén, saludos a varias personas en mi recorrido. Duro una media hora verificando la mercancía y hablando con mi representante, hasta que decido marcharme a casa. Creo que tomaré unas merecidas vacaciones, y poder descansar y reordenar mis pensamientos, lo necesito.
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Decidí irme a una isla privada que tengo al sur de América. Voy pocas veces pero es un total paraíso, se respira aire puro, y totalmente paz. Siempre me prometí que llevaría a ese lugar a la mujer que algún día se gane mi corazón, la isla representa una pequeña parte importante de mi. De qué no soy todo lo que creen, de que ese lugar puedo ser yo totalmente.
Arreglo mis maletas, prefiero prevenir que una persona me haga un daño con la mínima cosa, nunca he sido vago en cuanto a esas cosas, mi madre me dio una muy buena educación que la vagancia no se próspera. Aprendí a ganarme las cosas aunque no de la mejor manera, pero lo hice. Soy esto ahora pero no fue opción, no fue lo que decidí.
Voy en mi jet privado, le otorgue el nombre de ross a la isla, tiene una enorme historia ese nombre. Solo despejó mi mente y me olvidó de mis problemas, y totalmente de ella.