Giorno entró a la oficina de la arquitecta como si fuera su casa, la recepcionista trató de detenerlo, pero curiosamente y para su sorpresa la arquitecta no se quejó
- Señor de Santoro bienvenido
La mujer aún se veía muy golpeada, él sonrió para sí mismo, sin embargo el sonido de la tv llamo su atención, un enorme monitor de 80 pulgadas empotrado en la pared mostraba las noticias, lo que llamó la atención de Giorno fue que hablaban y mostraban un lugar que le resultaba curiosamente familiar
- El incidente - decía un periodista narrando los hechos - ocurrió el día de ayer a altas horas de la noche, varios hombres desconocidos habían entrado en la compraventa y luego de torturar a su propietario lo asesinaron, lo más sospechoso es que no se llevaron nada de valor, ni siquiera el dinero…
-" Esa es la compraventa donde vendí las cosas de esos maleantes" pensó Giorno, luego recordó la actitud del dueño de ese local ante el reloj, pero no había sido el único, el alcalde también pareció reaccionar de forma muy evidente cuando lo vio. Pensar que eso era una simple coincidencia sería muy descuidado, así que decidió quitárselo cuando estuviera solo, hacerlo en ese momento llamaría la atención, solo trataría que nadie más lo viera mientras podía quitárselo. No era buena idea caminar con el exhibiéndolo, hasta obtener más información de los hechos.
- ¿Y a qué debo su visita señor de Santoro?
Habló la arquitecta al ver a Giorno embelesado por las noticias
- Puede llamarme Giorno, - contestó dándose la vuelta y mirándola a los ojos - después de todo somos socios
- Se equivoca - dijo la mujer de forma cortante - digamos que aún está en los 15 días de prueba, donde se comprometió a vender todo el proyecto usando solo el 2% del presupuesto, en otras palabras, aún no es mi socio
- De hecho, de eso vengo a hablarle
La mujer sonrió para sí misma, así que después de todo el gran Señor de Santoro y Vega había recapacitado y se había dado cuenta de lo imposible que era su afirmación de vender todo en 15 días y sin presupuesto
- Por favor adelante - dijo casi en un tono burlesco ansiosa de saber qué diría a continuación, ¿algún plan disparatado, o solo se rendirá?
Giorno sacó una botella de vidrio con un líquido rojizo de su maleta y le dijo
- Le daré las instrucciones exactas de cómo invertir el 2% del presupuesto, sólo haga lo que yo le diga y verá cómo vende todo en menos de 15 días
Yumiko no sabía si reír o enfadarse, aunque fuera amigo del alcalde, una cosa era hacer lobby y otra era vender más de 20 millones de dólares en apartamentos en tan solo 15 días, además ¿qué demonios era esa bebida?, ¿algún producto de venta por catálogo? Eso no importaba, ella quería escuchar las brillantes y revolucionarias ideas de ese sujeto
- Bien, ¡ilústreme! ¿qué debo hacer señor de Santoro?
- Una fiesta
- ¿qué?
- Lo que escuchó, adecue un espacio de la construcción para una fiesta de máscaras, quiero que invite a las familias más ricas de la ciudad
- "oh pero que novedoso"- pensó para sí misma la arquitecta de forma sarcástica, "¿cree que con una fiesta podrá vender un edificio entero?, pobre iluso"
Giorno continuó mientras dejaba el frasco sobre la mesa y lo acercaba a Yumiko.
- Pero es importante que invite a los más ancianos y enfermos de dichas familias, facilíteles todo lo que necesitan para moverse, incluso médicos si es necesario. En las invitaciones por favor recalque que será un evento como nunca lo han experimentado.
- ¿A qué se refiere? - le pregunto Yumiko ahora confundida, ¿acaso pensaba estafar un grupo de ancianos? no podía arriesgarse a insultar a los patriarcas de las familias más poderosas de la ciudad, continuó preguntando - ¿acaso planea hacer un show de magia?
- Ya lo verá, - respondió Giorno mirándola fijamente - dos cosas más: primero, la fiesta debe ser en 10 días, no olvide que el alcalde será un invitado especial y segundo, aumente diez veces el valor de los apartamentos
- ¿qué? - la mujer se sobresaltó tanto que al moverse de forma descuidada sintió un dolor increíble - ¡está loco! ¿quién pagaría tanto por un apartamento en este sector?
Giorno se rio a carcajadas ante la reacción de la mujer, quien hasta ahora había ignorado por completo el frasco frente a ella
- Dentro de unos pocos minutos - dijo Giorno con una sonrisa que rayaba lo desquiciado y una llama de pasión en sus ojos dio un manotazo en el escritorio de la arquitecta asustándola por sus acciones - no sólo entenderá que yo puedo vender esos apartamentos incluso a 10 veces más de su valor real, si no a cien o mil veces su valor y aun así se pelearían por comprarlos.
Yumico estuvo tentada en llamar a seguridad, sin duda ese sujeto estaba completamente loco, pero quería escuchar que otras tonterías podía decir
- N sólo los más ricos de la ciudad, sino del mundo entero querrán uno de esos apartamentos, incluso si tuvieran que ceder toda su fortuna para adquirirlo
- De acuerdo señor De Santoro -dijo la arquitecta, tratando de recuperar el control de la situación - Podría decirme ¿por qué pagarían diez, cien o mil veces el valor de un apartamento?
- La razón está frente a usted - Giorno tomó la botella de vidrio, la abrió y luego la extendió a la arquitecta - beba un poco y lo entenderá
- No beberé ni loca - dijo cortante la mujer - seguramente es una nueva droga y quiere involucrarme en su tráfico
La mujer se llevó la mano a la frente lamentando el día en que se había involucrado con ese sujeto, mientras Giorno insistía en que bebiera, cosa que ella no haría.
Giorno sabía que era muy probable que ella lo rechazara, así que había venido preparado, sacó un bisturí de su maleta, abrió su mano y la cortó.
La sangre cayó sobre el escritorio ante la horrorizada mirada de Yumico, quien sin dudarlo llamó a seguridad, sin duda ese hombre estaba loco.
Sin embargo, Giorno de forma tranquila y sin cerrar la mano tomó la botella y bebió un poco, en solo un segundo la herida de Giorno cerró ante los ojos de la mujer, quien no entendía qué estaba pasando
- Si toma de este líquido - dijo Giorno - entenderá por usted misma de que estoy hablando, se lo puedo prometer.
Ok, el truco había sido bueno, no sabía cómo lo había hecho, pero sabía que no era imposible hacer algo así con bolsas de sangre falsas o algún truco barato de magia.
Pero tenía curiosidad, ¿qué se supone que entendería al beber de esa botella?, de todas formas, su escolta privada estaría en unos segundos en la oficina, si ellos la veían drogada, desmayada o en algún tipo de problema la ayudarían de inmediato, decidió arriesgarse y probar aquel líquido.
Ella tomó la botella de la mano de Giorno y dio un pequeño sorbo, sintió su cuerpo estremecerse y acto seguido todos los dolores que ni los más fuertes calmantes eliminaban desaparecieron, bebió un poco más, y lo que sucedió la dejo sin palabras, sus cicatrices, heridas y moretones dejados por el choque de su auto se desvanecieron como si nunca hubiesen estado
- Pero qué diablos… - en ese momento la puerta se abrió de golpe y varios hombres armados entraron en la oficina, inmediatamente apuntaron a Giorno, quien simplemente con una sonrisa levantó las manos rindiéndose
- ¡Quieto ahí!
Rugió uno de los hombres, quien tomó a Giorno con rapidez de su brazo y con un movimiento de jiu jitsu arrojó a Giorno violentamente al suelo y lo inmovilizó.
- Pero ¡¿qué diablos haces?!
Grito Yumico al guardia, se apresuró a toda velocidad a ayudar a Giorno empujando al guardia lejos de él.
Mientras pensaba de dónde provenía aquella botella, pues su hombro dislocado, el tobillo maltratado, incluso su brazo roto se habían curado por completo.
- Pero señorita- dijo el guardia completamente confundido
- ¿es qué estás loco? - le gritó Yumico- ¡cómo te atreves a tratar a mi socio de esa forma!
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Un hombre vestido con traje y anteojos negro se encontraba sentado en una silla enfrente de un viejo dojo, miro un documento en su mano, la fotografía de Aron, el nuevo novio de la ex de Giorno aparecía en el documento
- Aron Dalí - dijo el hombre leyendo para sí mismo en voz alta - campeón de artes marciales mixtas, su carrera fue arruinada por no perder una pelea arreglada - el sujeto se rio para sí mismo - no podría ser más cliché
Un hombre se acercó a él, vestía como alguien normal usando una gorra y de forma discreta le dijo
- Por muy campeón que sea, no podrá evadir una bala
- ¿Es que eres imbécil? - dijo el de negro – ¿crees que las balas sirven de algo?, en este mundo y en el otro, lo único que importa es el poder propio, te mostrare como doblegar a un excampeón de artes marciales usando una sola mano
El hombre de traje se puso de pie y cruzó la calle directo al dojo, no había muchos artistas marciales que hubiesen caído en "desgracia" o fueran indigentes, de hecho, el único artista marcial en todo el país que cumplía esas características era el dueño de ese viejo dojo.
Al entrar en el dojo, noto que, a pesar de estar viejo, todo estaba sumamente bien cuidado, vio al sujeto a quien iba a matar y caminó hacia él, pero la puerta por donde acababa de entrar se abrió nuevamente, una mujer y una niña entraron, la niña corrió hacia el dueño del dojo, quien la levantó y le dio vueltas, la mujer lo saludó amablemente al pasar por su lado, luego la mujer beso tiernamente al dueño del Dojo
El sujeto maldijo para sí mismo, si había dos cosas que odiaba con toda su alma era matar mujeres o niños y ahora tendría que hacer ambas cosas el mismo día.