Minutos antes…
El hombre de traje negro observó a la familia, a pesar de ser un asesino se consideraba a sí mismo como alguien generoso y piadoso, mataría primero a la niña y luego a la mujer, así evitaría que sufrieran más al ver morir al hombre, sin embargo, justo antes de dar un paso, la imponente mirada de Aron lo detuvo.
Era curioso, pero al ver los ojos de Aron, el hombre del traje sintió un escalofrío por su espalda, no había forma que ese simple karateca le pudiera infundir miedo, sin embargo, ¿por qué se había quedado petrificado justo en aquel lugar?, de pronto Aron miro a las chicas y les dijo
- Por favor espérenme en mi oficina, debo dialogar algunas cosas con este hombre
Rouse alzo a su hija, mientras Aron entraba a la oficina, decidido a encarar al sujeto de traje negro
- ¿quién eres y qué quieres?
- ¡Impresionante! eres la primera persona que siente mi instinto asesino
- Tu lo dijiste primero, estoy seguro que se sintió incluso a una cuadra de distancia
Aron analizó al hombre, parecía un agente estereotipado de alguna mala película de espías. Su forma de caminar y de moverse mostraban un exceso de confianza, era mejor tener cuidado, nadie podía ser tan confiado sin alguna razón aparente, sin embargo, su cuerpo se veía como el de un hombre levemente entrenado, por algún motivo no sentía que ese sujeto fuera un peligro.
- Bueno - dijo el hombre quitándose sus lentes oscuros mientras hablaba - seré franco y directo, he venido a matarte a ti y lamentablemente a los testigos que escondiste en esa oficina
- ¿Por qué habrías de matarme? ¡no me he metido con nadie!
El sujeto de negro se sorprendió, su instinto le gritaba dos cosas, la primera era que no se enfrentara a ese hombre y la segunda le susurraba que el hombre era inocente. En el fondo lo sabía, no era él quien había matado a los porteros, sin embargo, había algo que temía más que a su propio instinto y era a Weifon, el hombre vestido de blanco (su jefe). Ese sujeto era lo más aterrador que había conocido hasta ese día, en otras palabras, sin importar que fuera inocente o no, aún así tenía que cumplir sus órdenes o el sería quien terminaría en un estado peor que la muerte.
- La verdad no creo que tu hayas matado a esos idiotas - dijo el hombre mientras masajeaba sus sienes - pero mi trabajo es mi trabajo, lo siento...
- ¿Matado a quién?
Antes que Aron pudiera decir algo más, el sujeto de negro se lanzó contra el mientras empuñaba un cuchillo,
- Él tiene experiencia con los cuchillos, sin embargo, no parece un profesional - analizó Aron para sí mismo
La velocidad del hombre y la forma de atacar, le recordaron a la de un jabalí, no había técnica, era como si confiara únicamente en su fuerza bruta, la cual aparentemente no merecía mérito alguno.
El hombre de negro fue frustrado tan sólo con dar unos pocos pasos, pues este no entendió que había pasado. Aron había desaparecido ante sus ojos. Era como si hubiera sido atacado por un tornado y su cuerpo hubiese sido azotado con una increíble fuerza contra una de las paredes. El pobre hombre sintió sus costillas romperse y no puedo evitar toser sangre debido a sus heridas internas.
Miró a Aron, quien apenas se había movido, pero tenía su cuchillo en la mano, ¿cómo era posible que un humano ordinario fuera tan fuerte?
- Si realmente quieres matarme - le dijo Aron de forma calmada - una pelea uno a uno no funcionará
Aron tiró el cuchillo a un lado sin darle importancia, para sorpresa de Aron el sujeto de negro se puso de pie, lo había golpeado con la intención de enviarlo a un hospital, pero por la forma en que se movía era como si no hubiese recibido un daño importante, aún así había tosido sangre, no debería poder ponerse de pie.
- ¡Qué bien! - dijo el hombre quitándose la corbata para arrojarla a un lado - ¡hace mucho no podía hacer esto! activar regeneración automática, activar paso raudo, activar agilidad, activar fuerza, activar maestría en artes marciales, activar piel de roca
Aron no entendía que decía ese sujeto, sin embargo, lo podía sentir, entre más murmuraba más peligroso se hacía, al punto que sin darse cuenta Aron cambio su relajada posición sin guardia a una guardia sería de las que sólo usaba cuando se enfrentaba a otros maestros de artes marciales
El hombre lo atacó de nuevo pero su velocidad, movimientos, fuerza y precisión parecían los de otra persona, aún con la experiencia y fuerza de Aron le costó evitar ser golpeado en un punto vital, aunque no recibió ningún daño importante, aun así, recibió un par de golpes que le confirmaron que el poder de sus puños estaba al nivel de un peleador experto, en esta ocasión fue Aron el que terminó golpeando la pared tras el
- ¿Impresionado? - le pregunto el sujeto de traje negro a Aron, cuando activaba todas sus habilidades era imposible que un simple humano le diera batalla, sin embargo, un escalofrió recorrió la espalda del hombre de negro, el tipo de miedo que sólo le podía producir Weifon… Aron se puso de pie con una sonrisa
- Para mi también ha pasado mucho tiempo - dijo Aron - ¡desde que alguien me golpeara de esta forma!
Aron se movió estirando su cuerpo, quizás fuera impresión del sujeto de negro, pero parecía que los músculos de Aron ahora eran más grandes.
No sólo eso, sus ojos ardían con una tenebrosa llama, cuando empezó a caminar hacia él, el hombre de negro instintivamente empezó a retroceder, la presión que sentía, le recordaba a los monstruos que habitaban El Castillo de las Damas Muertas.
- ¿Dime cómo lo hiciste? - pregunto Aron- ¿cómo te hiciste tan fuerte con solo murmurar unas palabras?
- No lo entenderías…
Dijo el hombre de negro quien decido no pensar en eso y atacó a Aron con todas sus fuerzas, mientras se movía activaba todas las habilidades que le quedaban, sin embargo, la enorme mano de Aron tomó su rostro y con una fuerza aplastante estrello su cara contra el suelo rompiéndolo con su cráneo, aunque eso causo un importante daño al tipo de negro no era sufriente para dejarlo inconsciente. Sin embargo, cuando la mano de Aron se separó de su cara, casi inmediatamente un puñetazo se clavó en su rostro con tanta fuerza que sus mandíbulas superiores, tabique y varios otros huesos del cráneo se rompieron dejándolo completamente noqueado.
- Que mal - dijo Aron- y yo que pensé que tu si aguantarías un round contra mí.
- Pero qué inútil resultaste ser- la voz detrás de Aron no lo sorprendió - había percibido la presencia de varios sujetos esperando afuera para luego ingresar al dojo.
Aron, tomo una pata rota de las gafas el hombre de negro y lentamente se puso de pie y se giró.
Eran al menos seis personas las que ahora tenía enfrente, sin embargo, eso no le preocupó. En ese instante un hombre apareció con un cuchillo en el cuello de Rouse mientras Vivian lloraba.
- Tu - dijo el hombre ahora hablándole a Aron- haremos esto, si soportas 3 minutos nuestros golpes sin defenderse ni poner tus rodillas en el suelo, dejaremos ir a la mujer y si después de 5 minutos aún no has muerto dejaremos ir a la niña.
Aron analizó la situación, miró a Rouse quien asintió con la cabeza. Este en un movimiento tan rápido que ninguno de los presentes pudo ver, lanzó la pata que había recogido del hombre de negro directo al ojo derecho de quien tenía prisionera a su novia.
Un grito de dolor se escuchó detrás de Rouse, al tiempo que el cuchillo del hombre caía de su mano, Rouse no desaprovecho la oportunidad, y con todas sus fuerzas golpeó los testículos del hombre que ahora gritaba de dolor también a causa de su entrepierna, Rouse tomó a su hija y corrió al lado de Aron.
- No dejes que Vivían vea esto por favor.
Le pidió Aron a Rouse, sin embargo, la pequeña respondió
- Yo quiero ver como papá Aron pone en su lugar esos tipos malos
"Papa Aron" tanto Rouse como Aron miraron a la niña sorprendidos, ella jamás había llamado papá a Aron. Una enorme sonrisa se dibujó en la cara de Aron, quien no pudo evitar rascarse detrás de la nuca algo apenado, pero de inmediato se giró contemplando a sus oponentes.
Decidió complacer a su pequeña "hija" y darle una lección a los malos, con la mínima violencia posible por supuesto.