Me encontraba en mi cama escuchando música eran como la 1:30 pm, ni siquiera me había cambiado de ropa, mi papá trabaja todos los días hasta tarde, así que estaba solo, ¿Mi madre? Ella falleció hace tan sólo 2 años, así que mi padre tiene que trabaja hasta tarde para poder pagar todos los gastos.
Bueno, tuve que levantarme de mi cómodo lugar por una molestia que provenía de mi estómago al parecer tenia hambre, ¡Estúpido estómago! No me quería levantar, fui a la cocina y para mí mala suerte se me había olvidado el día de ayer ir al supermercado, ¡Maldición! Bueno tengo que salir porque si no mi papá no tendrá nada para comer al rato y eso no sería bueno ya que trabaja hasta tarde para darme todo, lo mínimo que puedo hacer es tener comida en la casa, aunque sé que de cualquier manera sus compañeros de trabajo lo invitan a comer, me dirigí a mi cuarto me bañé lo más rápido que pude me vestí y salí.
El día de hoy había muchas personas, primero fui a comer algo así que me dirigí al área de comida rápida pedí un refresco y una hamburguesa, sé que es lo típico que uno pide ¡pero vamos!, no quería pensar mucho solo quería comer algo. Cuando termine decidí comprar las cosas que necesitaría para hacer algo de comer, minutos después estaba pagando todos los productos que escogí con anterioridad.
Estaba cansado revise mi celular ya eran las 3:32 pm, algo a lo lejos llamó mi atención cuando pasaba por el parque, una chica de corto y castaño cabello esa chica se parecía mucho a mi madre y sin darme cuenta ya frente a ella, mi sorpresa fue…
-¿Roxana? -se veía triste- ¿Qué tienes? ¿Puedo ayudarte en algo? -¡Rayos! ¿por qué me acerqué a esta chica? Ni siquiera la conozco, debo irme, no debo de meterme en donde no me llaman.
-¡H…hola Sam! -respondió limpiándose a toda prisa las lágrimas de su rostro- ¿Qué haces aquí?
-Solo salí a comprar algunas cosas -le mostré la bolsa- ¿Y tú porque estás aquí sola y llorando? -Vamos Sam no seas chismoso, como si ella te fuera contar todo lo que le suce…
-Solo quería…...sentir un poco de aire fresco -trato de sonreír, de alguna manera eso me dolió, sentí que pedía a gritos un abrazo.
Así que sin preguntar más, la abracé aunque no me dijera que era lo que le sucedía solo quería que se sintiera mejor, a los segundos correspondió mi abrazo dejando caer unas cuantas lágrimas en mi pecho, así estuvimos por mucho tiempo hasta que por fin dijo algo…
-Muchas gracias Sam -se veía más tranquila- pero ya debo regresar a casa.
-Te acompañó -me miro sorprendida, pero después sonrió y asintió-
Sin duda no sabía por qué lo hacia, pero algo en mi pecho decía que no la dejará sola, caminamos aproximadamente una media hora hasta que se colocó cerca de una linda casa de color rojo con blanco, hizo una reverencia y cuando se disponía a entrar, la detuve -enserio que rayos me estaba sucediendo- la abracé.
-Yo te estaré siempre contigo, yo te protegeré, quiero que siempre sonrías Roxana -me separé un poco de ella- aunque no sepa el motivo de tu tristeza quiero que cuentes conmigo yo estaré para ti.
-¿Qui…quieres ser mi amigo? -sonrió algo nerviosa- Me gustaría que seas mi amigo Sam.
-Si -sonreí- seré tu amigo.
Aunque jamás pensé que las palabras que había dicho me causarían tanto daño.