La expresión de Lea se volvió ligeramente más irritada, en respuesta puse mi mano sobre la suya.
- … Lo siento… Me dijo cambiando a una expresión culpable.
- No necesitas disculparte, a nadie le resulta extraño que haya tensiones entre ese hombre y yo.
- …
Mi respuesta no parecía ser suficiente, pero si digo que lo hacía por ella solo estaría agregando una innecesaria carga sobre sus hombros.
- … Todavía hay otra cosa que debo preguntarte.
- … Adelante.
Molly ya no me miraba, de hecho, ahora había un aire incomodo entre nosotros. Lea también notó esto, y se mantuvo en silencio, insegura de qué decir.
- Los héroes, ¿Por qué impides que se relacionen con el reino?
- Yo no eh impedido nada, solo les eh aconsejado ser prudentes.
- Una prudencia basada en la desconfianza y la manipulación. ¿Verdad?
- Ouch, tantas sospechas van a romperme el corazón.
- No lo negaste.
Parece que mi intento de aligerar el aire fue tan efectivo como arrojar un vaso de agua a un mar de fuego.
- Olvídalo… Ehem* A lo que me refiero es que no lo hago con la intención de perjudicarlos, soy de los que piensan que el conocimiento tiene que ser compartido con todos para acercarnos a la verdad, y con suerte, a la dignidad.
- Tus acciones demuestran lo contrario.
Este corto asalto verbal de verdad dolía en muchos aspectos.
- … B-Bueno, déjame terminar…
- Lo hago, fuiste tú quien se detuvo.
- …
- M-Molly…
A pesar de que la llamaban no volteo a mirar a Lea, al menos no de una manera que pudiese ser apreciada a simple vista.
- Haaah* Lo siento… Estoy algo cansada... Continúa, terminemos con esto para que ambos descansemos un rato.
- ... Bien.
Si la incomodidad tuviese un hogar, estoy seguro que sería éste cuarto en éste momento.
- … Como decía… El conocimiento debería ser compartido, especialmente cuando hablamos de otros mundos. Es un alivio saber que Lafonía no ha monopolizado los avances tecnológicos y científicos que obtuvieron de los anteriores héroes. Y quiero que se mantenga de esa forma ahora que hay héroes de diferentes partes de mí mundo, pero para asegurar la imparcialidad y la sana competencia, me di la tarea de decirle a los demás héroes que, si van a agregar algo importante o interesante a éste mundo, tienen que hacerlo con todos los reinos antes de escoger un favorito.
Lafonía ha sido el punto clave para la invocación de los héroes desde hace años, por ello han sido los primeros en gozar y manipular los beneficios que conlleva el invocar un héroe. Gracias a eso se han mantenido como el mayor bastión contra los demonios durante la guerra.
Actualmente no hay mucho problema con ello, pero creo que la preparación a un futuro donde las guerras sean entre las razas restantes tampoco es una mala decisión.
- ¡Ya veo! ¡De esa forma, aunque alguno de ellos decida vivir en éste mundo, habrá una competencia donde todos tengan un punto de partida similar!
Lea había captado la esencia de ésta decisión.
- Exacto. Además de eso, hemos acordado que información que pueda ser implementada para el uso militar queda prohibida hasta el fin de la guerra contra los demonios. Ninguno de nosotros quiere ser recordado por entregar la receta de un arma de destrucción masiva.
Incluso con intenciones así, un rey sabio usara todos los nuevos conocimientos que obtenga primero para el ejército, esto porque la fuerza militar de un país siempre se tiene que mantener en un crecimiento constante, ya que no se sabe quién será la siguiente amenaza a repeler o exterminar.
En éste mundo de valores semi medievales, tener la confianza de que tu ejercito es más fuerte que la mayoría podría impulsar una campaña por conquistar otras tierras con el apoyo suficiente.
Con esa razón como premisa pasé algo de tiempo hablando con los héroes acerca de su posición y poder político en éste mundo, y tras discutirlo un poco se llegó a esa decisión.
- … Asi que es por eso...
Molly al fin parecía un poco satisfecha, ante esto no pude evitar una sonrisa débil seguida de un suspiro aliviado.
- La verdad no me esperaba una razón asi.
- Seguro que no. Hasta donde entiendo, ustedes piensan que soy una especie de genio maligno que quiere tomar el control de todo.
- ¿Estamos equivocados?
- Al menos en la parte de genio maligno lo están.
- Hmm… Dependiendo de cómo lo veas, el deseo de querer controlar todo puede tener connotaciones bastante malignas, ¿No te parece?
- Puede ser… Lo que puedo decirte es que no soy un ferviente aliado de Lafonía, pero tampoco soy su enemigo. Voy a mantenerme tan neutral como pueda respecto a los reinos del mundo y sus conflictos.
- … Ya veo…
La canica que Molly tenía en su mano perdió su brillo y regreso a su bolsillo.
- Eso es todo por el momento. Lea, puedes ponerlo al tanto de la situación, voy a entregar esto.
- ¡E-Entendido!
Sin más que decir, Molly se levantó con intenciones de salir de la habitación.
Cuando llegó frente a la puerta detuvo sus pasos y volteó a vernos.
- Todavía hay otras cosas que discutir, y muy probablemente tendrás que encarar al rey y la familia real en directo para aclarar otros asuntos. También se incrementará la vigilancia a tu alrededor, ya no te será posible moverte tanto como lo hacías antes.
Eso era un problema que no estaba dispuesta a dejar pasar.
- Discutiré eso con el rey después, ahora mismo solo quiero escuchar la condición de los elfos y descansar por un buen rato.
- Sí, supongo que eso quieres…
Molly abrió la puerta y salió de la habitación, supuse que todavía tenía algo que decir ya que no dejo de mirarnos desde el otro lado de la puerta.
- ¿Hay algo más?
- … No… No es nada…
Tras esa respuesta casi inaudible comenzó a cerrar la puerta.
- ¡Molly!
Antes de que la puerta nos separara, Lea alzó la voz mientras se dirigía junto a la gata.
En un movimiento brusco volvió a abrir la puerta.
Tanto Molly como yo estábamos confundidos por el cambio de actitud tan repentino.
- ¿Q-Qué pasa?
- …
Ambas mujeres estaban frente a frente, Molly viéndose como la más pequeña. Desde mi posición no podía ver el rostro de Lea, aunque el tono de su voz y el volumen de sus pasos hicieron notoria su molestia por algo.
- Haaaah*
Lea inhaló y exhaló aire, como si tratara de prepararse para su siguiente frase.
Al notar esto el cuerpo de Molly se tensó al mismo tiempo que su mirada se desplazaba sin rumbo por el espacio.
Las manos de Lea sostuvieron los hombros de la sirvienta, ambas intercambiando miradas como resultado.
- Nosotros… No estamos saliendo…
- … ¿Eh?...
Cuando me preguntaba qué era lo que diría, soltó esas palabras.
El rostro de Molly se llenó de incredulidad, pero también podía ver ligeros rastros de alivio.
Por mi parte yo estaba tratando de lidiar con la incomodidad en mi pecho. Había una desagradable sensación extranjera rigiendo su doloroso mandato.
Esto debería darme alivio… Pero se siente como la mierda…
Justo en este momento me di cuenta de lo idiota que había sido respecto a los sentimientos de Lea, y de los míos.
De cualquier forma, no tenía el derecho de quejarme, ni tampoco la energía.
- No estamos saliendo… Al menos no todavía…
Una nueva bala llego por el mismo lugar que la anterior, creando una nueva herida.
- Yo ya eh decidido lo que haré, y estoy preparada para cualquier resultado. Somos amigas… No… ¡Yo te considero una hermana! ¡Y precisamente por eso no voy a ceder aquí! ¡Mucho menos contigo!
Molly y yo estábamos sin palabras, de repente Lea había comenzado a bombardearnos con su extraña determinación.
- Nosotros… Y-Ya…
Su voz antes poderosa se estaba volviendo débil, lo que sea que quería decir no salía fácilmente de su garganta.
- ¡N-Nosotros ya hicimos "e-eso"!
- ¡Oye!
- …
Las 3 personas dentro de esta habitación entendíamos bien lo que "eso" significaba. Especialmente cuando mi piel tenía los rastros de la marca hecha por Lea.
- … ¿Es eso verdad?...
- B-Bueno…
Ya era innecesaria la pregunta, pero conociendo a Molly una respuesta directa y concisa era necesaria para mantenerla satisfecha.
Los ojos de Molly eran tan fríos como los de un pez muerto, las palabras se atoraron en mi garganta junto con un intenso rubor cubriendo mi rostro.
- ¡E-Es verdad! ¡I-Incluso nos bañamos juntos! ¡T-También nos besamos un montón y-y salimos a una cita!
- ¡!
¡¡¡¡WOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!!!! ¡¡¡¡CALLATE IDIOTAAAAAAAAAAAAAA!!!!
Solo en mi mente podía gritar tan alto.
La vergüenza apoderándose de mi ser eran tanta que solo pude esconderme debajo de las cobijas como método de defensa.
Por un pequeño orificio miré como el rostro de Lea estaba tan rojo como un tomate, pequeñas lágrimas formándose en sus ojos con su tembloroso cuerpo.
¡Si también vas a sentir vergüenza no lo digas!
Ahora estaba seguro de que sus pensamientos deberían de ser muy parecidos a los míos.
- Haha.... Vaya hermana tengo. Incluso si me cuentas todo esto… No tiene nada que ver conmigo… Ambos pueden hacer lo que quieran…
Su voz tenía el mismo impacto que una pluma cayendo a un lago.
- ¡Oh por el amor a Aurora! ¿¡No puedes dejar esa maldita actitud por una vez y ser honesta!?
Otro cambio repentino de actitud, esta vez más intenso que el anterior.
- ¡M-Mi actitud no tiene nada de malo!
Una excusa débil y algo cobarde por parte de Molly, solo su creciente mal humor podía respaldar algo asi.
- ¡Tiene un montón de cosas malas! ¡Empezando por el hecho de que no puedes decir lo que quieres por más que se te incite a hacerlo! ¡¿Qué tiene que pasar para que madures un poco dejes de actuar como una niña?!
Los colmillos de ambas comenzaron a asomarse, pequeños gruñidos volando por el aire.
- ¡No quiero escuchar eso de alguien que no puede defenderse por sí sola frente una mentira estúpida!
- ¡!
Pensé que una lluvia de insultos caería sobre nosotros, sin embargo, un tema mucho más delicado fue puesto entre sus garras.
Lea ahora no solo estaba furiosa, sino ofendida. Siendo honesto, yo también había desarrollado un poco de desagrado por lo que dijo Molly.
- ¡¿Qué carajo esperabas que hiciera?! ¡Es el maldito príncipe! ¡No puedo desafiar a la familia real sin poner el acuerdo en peligro! ¡Tú sabes eso!
- ¡Igual pudiste haberlo intentado! ¡Pudimos haber hecho un gran cambio juntas!
La conversación había tomado otro giro extraño, nuestro circo de vergüenza y confesiones ya no podía percibirse en absoluto. Ahora había un ambiente tenso con mucha hostilidad. Y, de alguna forma, un poco de tristeza.
Bam*
Siguiendo dicha descripción, ambas mujeres unieron sus palmas en una competencia de fuerza física.
Lea teniendo la ventaja.
- ¡No podemos hacer nada sin pruebas contundentes! ¡Ni si quiera tú siendo la próxima líder puedes modificar el acuerdo tan fácilmente!
- ¡Rgh! ¡Incluso si no es fácil todavía podemos hacer algo al respecto! ¡Ahora que Samanta será quien herede el trono tenemos una mejor oportunidad para hacer cambios dentro del clan y del acuerdo! ¡Podemos hacer que ese príncipe pagué por lo que te hizo!
En medio del forcejeo, Molly desvió las manos de Lea para luego sostener su ropa, la gata enrolló su cuerpo levantando a Lea del suelo.
- ¡RGHAAA!
¡Thump! *
- ¡¿Gah?!
- ¡Santa mierda!
Lea fue enviada al suelo con un movimiento de judo. El golpe fue tal que incluso sentí las vibraciones del suelo desde mi cama alejada de la puerta. Era un milagro arquitectónico que el suelo no se haya destrozado.
- ¡Ahora tenemos una buena oportunidad! ¡Desperdiciarla solo sería una estupidez! ¡¿Woah?!
Desde el suelo Lea revoluciono sobre su propia espalda, lanzando una patada giratoria que destruyo el balance de Molly y la llevo al suelo junto a ella.
La leona recobró su postura y sostuvo una de las piernas de Molly.
- ¡Si puedes pensar en hacer algo asi en contra de la corona deja de ser tan cobarde con esto!
La fuerza centrífuga que generaba afecto enormemente la posición de muchos objetos dentro de la habitación de Molly.
Iba a ser un lanzamiento bastante fuerte.
- Espera, estamos en un edificio bastante alto, no pensaras-
- ¡RAAAAHH!
¡Boom! *
Antes de que pudiese intentar detenerla, Lea lanzó a Molly en dirección al exterior. Su cuerpo destrozó la pared y comenzó a caer al vergel del territorio.
En medio de la caída, Molly llevó sus manos dentro de uno de los bolsillos en su cinturón y saco un pequeño pergamino.
- Aliento de Buda.
Una nube condensada de aire dorado amortiguó su caída, permitiéndole aterrizar con seguridad. Solo pasaron un par de segundos antes de que la espada de Molly se materializara a partir de los pétalos rosados en los alrededores.
- ¿E-Esto es necesario?
Yo solo podía ver como esta absurda situación se desarrollaba desde la nueva ventana en la pared.
- Descuida hemos hecho esto antes, solo que ahora la razón es un poco diferente. Es tiempo de que Molly aprenda que los mejores soldados no siempre siguen las reglas.
- ¡¿Y aprenderá eso siendo lanzada desde un tercer piso?!
- Asi somos los hombres bestia. Me respondió Lea con una sonrisa pícara.
- …
Y fue en este momento donde supe… Que estas mujeres estaban más jodidas de lo que pensé…
De la nada un par de guanteletes se materializaron y cubrieron los brazos de Lea mientras caminaba al hoyo gigante creado junto con Molly.
- No te preocupes, resolveremos esto sin ser demasiado destructivas.
- … De alguna manera eso solo me preocupa más…
- Ahaha…
Justo después de esa pequeña risa Lea saltó, sus guantes disparando cadenas que se envolvieron en las ramas de los árboles y otros puntos de apoyo que le permitieron bajar sin problemas.
- ... Muy bien, me rindo, hagan lo que quieran.
Derrotado y sin la posibilidad de detenerlas o entender la lógica de sus acciones salí de la habitación.
- ¡Ah! ¡Roberto!
- ¿Hm?
Una de las sirvientas me llamó, era linda y tenía orejas y cola de zorro, no recordaba su nombre.
- ¡¿Qué demonios está pasando?! ¡¿Por qué esas dos están peleando?!
- No lo sé y no me importa. Voy a dormir por aquí. Por favor no me molesten.
- ¿Q-Qué?
Ignoré por completo su presencia y entré a un cuarto cualquiera, después cerré la puerta y me dirigí a la cama más cercana donde dejé que la fatiga mental y física se apoderaran de mi ser para embarcarme en un profundo sueño.
Espero que no hagan nada demasiado estúpido…
En lo profundo de mi corazón sabía que eso era esperar por mucho, de igual forma no perdí las esperanzas.