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La última oportunidad

alexandra_vargas
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Synopsis
Después de ver la multitud frente a la guillotina en la que me encontraba, ver la mirada de la persona en la que más había confiado, y por último, ver como se aferraba al brazo de mi prometido mientras fingía estar terriblemente afligida, rogué a los dioses que me dieran la oportunidad de vengarme, ya sea que les cayera un rayo en la cabeza, o su carruaje se cayera por un barranco, solo pedía que sufrieran de la manera más dolorosa posible, al momento en que sentí la cuchilla tocando mi cuello; desperte en un cuerpo mucho más pequeño...
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Chapter 1 - Prologo

Todo lo que logro ver es suciedad, inmundicia y unos barrotes de hierro que me separan de los demás. Me encontraba comiendo una barra de pan que es más duro que una piedra, junto con lo que se podría decir una sopa, en la cual no se siente el sabor ni se pueden reconocer los ingredientes.

Me preguntaba porque había dejado que las cosas llegaran hasta este punto, obligándome a retroceder entre mis recuerdos para ver en qué punto había tomado una mala decisión, pero cada vez que lo hacía llegaba a la misma conclusión, fue el día en que la conocí a ella, mi supuesta hermana, y ahora me encontraba en una celda acusada de traición a la familia real, de provocar una rebelión, e intento de asesinato a la prometida del segundo príncipe, todo esto por su culpa, la de Reia Michelson de Retuo, por lo cual yo, Danica Michelson de Retuo, se encontraba en un rincon de esta sucia celda.

Mientras mi cerebro recordaba el pasado, escuché unos pasos, por lo que inconscientemente me hice más pequeña en la esquina en la que estaba, luego escuche una pequeña risa burlona que nunca podría olvidar, abri mis ojos llenos de ira y me obligue a extender mis brazos para intentar golpear a la otra persona, ella solo dio un paso hacia atrás mientras me veía con satisfacción y dijo, — Ni siquiera lo intentes hermana mayor, solo harás daño a ese miserable cuerpo — dijo mientras retrocedía un paso más y volteaba a ver el pasillo por el que se volvían a escuchar pasos.

—...Demonio— dije después de esforzar mi garganta por no haber hablado por tanto tiempo. —Así que lo sabías querida hermana mayor, eso lo hace más facil— dijo con una mirada de indiferencia mientras chasqueaba los dedos,— ahora podrás despedirte de las personas que más quisiste, no tienes que agradecerme, solo hago lo que debería hacer una hermana menor por su familia— dio pase mientras se reía a un hombre de cabello omdulado negro con ojos nublados verdes oscuros como los profundos bosques del reino de Alani del sector este, el segundo principe, mi ex prometido Nil Mircenis Von Alani, el cual sostenía un pequeño bebé de 2 meses de nacido con cabello rizado pelirrojo, y grandes ojos de diferentes colores, uno rojo rubí y el otro verde bosque.

Al ver a la pareja que recién había entrado no pude evitar que las lágrimas se derramaran de mis ojos, mientras sollozaba escuche un bufido por parte de Reia, que se iba acercando a nosotros, —no te preocupes hermana, como ya sabes esta bajo un lavado de cerebro pero, como hoy es tu último día se lo voy a retirar para que te puedas despedir— dijo mientras volteaba hacia ellos y colocaba su mano sobre los ojos de Nil, al momento siguiente la retiro y pude ver que sus ojos se encontraban brillantes nuevamente, al inicio el se encontraba confundido, pero luego me vio en el piso, demacrada y torturada y se alejó de mi con una mirada de completo asco, mientras volteaba a ver a Reia menciono como si no fuera la gran cosa, — ¿No te había dicho que no quería verla y que para eso bloquearas mi mente con el lavado? —cuando lo escuché quede completamente paralizada, cuando reía le contesto — si pero, quería que ella supiera por completo que dolo jugaste y la utilizaste— se escucho el suspiro de Nil— bueno de todas maneras va a morir en unas horas, no importa que lo sepa ahora, no quiero tener a Eos acá más tiempo, antes de que reconozca por completo a su verdadera madre me lo voy a llevar.

— N-No te lo llev-lleves... mi hijo.. mi bebe— dije mientras sollozaba y estendia mis manos hacia el, el solo me dio una última mirada de desprecio y se fue de la celda, escuché la risa de Reia,— que pena hermana, hice todo lo posible pero no funcionó, bueno de todas maneras ya lo escuchaste, ¿verdad?, morirás en unas horas, es hora de que me vaya a preparar, disfruta tus últimas horas en el mundo, culpa todo este resultado a tu propia estupidez, te veo en la plaza.

La escuche irse mientras seguía pensando en el rostro de Nil y sus palabras, y rezaba a los dioses por una oportunidad de venganza.