En el palco de La Triada de Dioses...
- Bueno, decidme qué opináis. ¿Os estáis entreteniendo?
Preguntó el Dios Kaos a sus hermanos.
El Dios Rhoncus, que observaba como salía de la Arena el King Emperor Asats, miró a su hermano Kaos, afirmando con la cabeza.
- He de reconocer que para ser solo unos Vasdal, algunos se saben manejar.
Respondió el Dios Rhoncus complacido.
Además, el público parece que está fascinado con el evento. Buen trabajo hermano, has logrado entretenerme, hasta tengo ganas de ver quien se alza con la victoria al final.
El Dios Kaos, sonreía a su hermano Rhoncus. Luego fijó la mirada en su hermano Entum. Inconscientemente, dejó de sonreír. Su hermano Entum, seguramente empezaría a quejarse de nuevo.
- Bueno, a mí, no es que me entusiasme. Además, el ver tantos seres poderosos usando tan bien la Energía Oscura... No me cabe duda, de que todo esto del evento ya lo tenías planeado. Por lo que mi único interés es ver si algún ser justo y bondadoso, gana el Evento de Poder y te quita esa ridícula sonrisa de la cara.
Dijo el Dios Entum haciéndole una mueca.
Por un momento el Dios Kaos se sorprendió y su típica sonrisa, volvió a salir a la luz.
- ¡Eh, Entum! A pesar de que intentas acusarme de manipular el Evento de Poder, no noto malestar en tu tono. Sé que, aunque pienses que tu noble hermano ya lo tenía todo preparado, no estás molesto por ello. ¿No será que por mucho que trates de hacerte el santurrón, te está gustando el evento?
El Dios Kaos sonreía mientras provocaba a su hermano pequeño Entum.
- Olvídalo hermano, no vas a lograr molestarme.
El Dios Entum, ya ni miraba a su hermano.
Además, el Ente Oscuro, que seguramente, si no era el mejor luchador que tenías, estaría cerca de serlo, ha quedado fuera. No importa lo que prepararas de antemano, no vas a ganar.
El Dios Rhoncus, miraba a sus hermanos negando con la cabeza. No sabía si algún día se llevarían bien, pero bueno, si no pelearan quizá no se divertiría tanto con ellos.
El Dios Rhoncus se veía contento y no lo disimulaba. Sonreía mientras miraba a sus hermanos. Ambos le notaron de buen humor.
- Que rarito eres hermano ¿de qué te ríes? ¿Te cuentas chistes?
El Dios Kaos, vacilaba a su hermano mayor y el Dios Entum, reía ante el descaro que tuvo su hermano mediano, en su intento de arruinar el momento de felicidad del Dios Rhoncus. Todos reían.
- Me alegro de haber aparcado el Cultivo de Poder por un rato.
Dijo el Dios Entum, llamando sus palabras la atención de ambos hermanos mayores.
Puede que no todo vaya como esperaba, pero son por estos momentos con vosotros, que sabré que mereció la pena habernos divido cuando éramos uno. Aunque sólo sea, por haber podido compartir y disfrutar de todo esto juntos.
- No te nos pongas tierno, hermano.
Dijo el Dios Kaos, arruinando también la alegría de su hermano Entum.
Espero que ahora no quieras fundirte con nosotros en un incómodo abrazo eterno.
- ¡Tú siempre estropeando el momento!
Dijo el Dios Entum, dando a su hermano Kaos por perdido.
- JAJAJAJAJA...
El Dios Rhoncus, reía a carcajadas.
Todos volvieron a reír. Aunque sabían que el Dios Entum tenía razón. Eran muy diferentes entre sí, pero disfrutaban estando juntos.
Quizá la sensación de soledad de Origen, fue transmitida a los tres dioses, ya que desde que fueron formados, aun con sus diferencias, no han pasado ni un día separados y el evento les proporcionaba un rato, en el que disfrutar juntos, sin preocupaciones.
Ellos siempre permanecían juntos, pero mientras cultivaban, apenas comentaban algo entre ellos. Si eso, exponían algunos aspectos de su Cultivo de Poder.
También el Dios Kaos, de vez en cuando se dedicaba a molestarlos. Sobre todo, al Dios Entum y casi siempre acababan discutiendo.
El Dios Rhoncus, recordaba una ocasión en la que el Dios Kaos, se puso a molestar al Dios Entum incesantemente.
Se puso tan pesado que al final el Dios Entum, acudió a su hermano Rhoncus, para quejarse del Dios Kaos y este, le echó la bronca a su hermano Kaos y le dijo que siguiera Cultivando Poder sin molestar.
El Dios Kaos, se sentó, y se puso a refunfuñar, mientras volvía a la meditación. Todos volvieron a su Cultivo de Poder y al rato, una explosión, volvió a perturbar su meditación.
EL DIos Rhoncus abrió los ojos y vio al Dios Kaos, riéndose a carcajadas y ante su asombro, vio al Dios Entum vencido en el suelo.
Este se incorporó y podía verse claramente donde había impactado la explosión, ya que tenía la cara con restos de 'Escarcha Oscura' y podía apreciarse un ligero rastro de vapor, producido por la propia escarcha que se derretía por el calor que emanaba el Dios Entum y al ver la cara del Dios Entum, el Dios Kaos, reía más fuerte aún.
El Dios Rhoncus, se disponía a levantarse, para pegarle un capón a su hermano Kaos, pero como un destello de luz, el Dios Entum, se lanzó a por su hermano Kaos, golpeándole con contundencia sin parar, más rápido que la velocidad de la luz y el Dios Kaos, que no podía ni incorporarse y estaba empezando a ser incrustado en el duro suelo de Patnali, pedía ayuda al Dios Rhoncus desesperado.
Ese día, era recordado por el Dios Rhoncus como uno de los días, que más se pudo reír. Sin embargo, no se podía comparar con lo que estaba disfrutando este día.
Jamás había disfrutado tanto como el día de hoy, en toda su existencia. Estos momentos, quedarían en su memoria por siempre. Sin duda estaba bastante feliz.
Pensando en ello, esta podría ser la primera vez que estaban compartiendo un rato juntos, lejos de las obligaciones. Algo así, como su primer día libre. Y en verdad lo merecían.
Después de todo, el Cultivo de Poder, iba mejor de lo esperado y tenían tiempo para disfrutar un poco, sin sus preocupaciones.
Parecía que las cosas, aun con sus opuestos hermanos peleando cada rato, iban muy bien. Pensaba el Dios Rhoncus.
Sus hermanos, desde hacía rato se habían fijado en la jubilosa cara que había estado poniendo el Dios Rhoncus, al pensar en todas estas cosas y de nuevo, los Dioses Kaos y Entum, empezaron a reírse del Dios Rhoncus que, al darse cuenta, también reía con ellos.
- Definitivamente...
Comenzó a decir el Dios Kaos, mientras recuperaba la compostura.
Tienes que contarnos alguno de esos chistes que te cuentas, porque esa cara de felicidad, de verdad que no es normal.
De nuevo, estallaron en risas los tres hermanos.
Los Custodios y La Égida, que estaban en los palcos de atrás, miraban atónitos a sus creadores. Ninguno se atrevía a arrimar la oreja para saber de qué hablaban. Pero todos y cada uno de ellos, sentían una enorme curiosidad por saber, que podía estar sucediendo, para que la suprema Triada de Dioses, se estuvieran descojonando de risa.
Unos minutos más tarde...
- ¡Que entre en la Arena el Quinto Grupo!
El Égida Serusec, dio paso al grupo cinco y seis luchadores salieron entre aplausos.
Había un guerrero de Quinta Generación (5ª/4º) de la Raza Midrats, llamado Generalis (General) Rakues.
Un ser de un metro y noventa y siete centímetros de alto y tres metros y veintidós centímetros de largo, cuatro patas y cola puntiaguda con la que podía envenenar a sus víctimas, su cuerpo era de una dureza asombrosa, y tenía una corteza protectora y su boca, tenía cuatro fauces exteriores.
Ya habían salido varios seres arbóreos carnívoros, que disponían de estas bocas extras para agarrar a sus presas mientras los devoran. Sin duda todas estas razas son temibles. También tenía lianas como cabellera, que maneja y endurece a voluntad y dota a sus puntas de veneno.
Había otro ser de Sexta Generación (6ª/71º), con aspecto humanoide, con una altura de cuatro metros y sesenta y ocho centímetros, un par de alas, cara felina con grandes colmillos y con cola fina que le proporciona un perfecto equilibrio y le da mucha agilidad. Parecido a los Milats, pero a dos patas.
La Raza es llamada Milatuib. El guerrero que los representaba era el 2129º Rey Sherib. Ambos resaltaban entre los participantes a ganar este grupo.
Habían otros guerreros algo conocidos en las Tierras del Sur, que participaban en el Quinto Grupo. Obviamente no partían como favoritos, por su desconocimiento de la Energía Espiritual. Pero en la lucha a melé, eran auténticos monstruos.
De Sexta Generación (6ª/2º), estaba este ser de la Raza Bopider, llamado Decider.
Este Vasdal medía dos metros y noventa y cuatro centímetros. De cintura para arriba tenía el torso de un humanoide, con piel de dureza arbolea, sin boca con lianas en la cabeza y dos apéndices punzantes y serrados al final, le salían de la espalada, medio arácnido en su parte inferior, con piel peluda y una boca bajo la cintura con grandes dientes. Era capaz de tejer redes de seda muy potentes y con resinas pegajosas, con la que captura a sus víctimas.
Otro participante era este Vasdal de Sexta Generación (6ª/12º), de la Raza Sierpe, llamado Sheitz.
Cuerpo serpenteante, de doce metros y cuarenta y un centímetros de largo, la cabeza con cabello, tres pares de ojos, y unas fauces que se dividían en cuatro partes exteriores y un orificio triturador en el interior. Era una salvaje ser que devora a sus presas enroscándose en ellas, agarrándolas con sus cuatro bocas y acercando a sus víctimas a la boca interior que va triturando todo.
El Siguiente Vasdal, era un guerrero de Sexta Generación (6ª/19º), de la Raza Boludile, llamado Codile.
De cuerpo arbóreo, forma humanoide, de seis metros y treinta y dos centímetros de altura, con cabeza de reptil, con pequeños cuernos en la parte superior, una larga y poderosa mandíbula, llena de afilados dientes curvados. Fuertes garras y cuatro apéndices en la espalda flexibles, pero bastante duras como todo su cuerpo, y coraza de robusta corteza por casi todo el cuerpo.
Y el último participante, también de Sexta Generación (6ª/26º), de la Raza Mitro, era Nosag. Un ser de un metro y sesenta y dos centímetros de alto, camina a cuatro patas, tiene largas garras, cabeza reptil con finas lianas y astas puntiagudas, cuatro bocas exteriores y un gran aguijón de picadura mortal.
Hubo otro participante, que viendo el nivel exigido abandonó la competición antes del inicio.
De Sexta Generación(6ª/47º) de la Raza Cefagon, un ser llamado Carpodo.
De tres metros y veintidós centímetros de altura, de cintura para arriba humanoide, pero cabeza dracónica, con fauces muy dentadas y cuernos a cada lado...