Había tenido suficiente con esta escuela, con las clases sociales, con el tipo de personas que se creen superiores.
Había decidido hacer lo que me gusta sin importar lo que digan los demás, sin importarme lo que esperen de mí, sabía que no tenía que hacerlos felices, la única felicidad que importaba es la mía.
Faltaban minutos para ganar el campeonato nacional de vóley, yo hacía el primer movimiento.
No sentía presión porque soy buena en este deporte y, aparte de vóley también practicaba boxeo, y eso no es solo para hombres.
Alcé ambas manos y en mi mano izquierda tenía el balón mientras la soltaba en el aire y con la derecha tirarla hacía el equipo contrario. Teníamos más puntos que el otro equipo pero querían respetar el tiempo el cual ya era poco. El equipo respondió apenas lancé el balón. Mitchie, mi compañera de equipo y mejor amiga respondió segundos después que nos lanzaran la pelota.
Pasó tan rápido que Alice respondió antes de que pudiera parpadear, el otro equipo se distrajo y dejaron caer la pelota.
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No celebraba cuando ganábamos y no era porque no estuviera feliz de haber ganado, las fiestas no era más mi estilo, antes hubiera organizado por yo misma la fiesta y había pasado tiempo desde que fui a una.
Pero de alguna manera Mitchie me convenció de ir a la que estaba organizando Alice en su casa. No tenía idea que mi hermana estaría aquí y mucho menos con Tyler, el chico más idiota que conozco. Bonnie es demasiado ingenua para darse cuenta que tipo de persona era Tyler.
Me abría paso desde la entrada hasta la cocina en donde se encontraba felizmente conversando con ese tarado.
Me recosté en el muro cerca a la puerta. "Bonnie, ¿Qué estás haciendo aquí? Creí que papá te había castigado" Alcé ambas cejas. Miró incomoda alrededor.
Bajó la voz una vez que se acercó a mí. "Talía, no te me acerques en público" Rodé los ojos. Agarró a Tyler de la mano y se lo llevó por la puerta trasera, el tarado guiñó el ojo haciendo que aprete mis puños en ambos lados clavándome las uñas.
Sentí una mano apretar mi hombro. "Hey, déjalos irse. Disfrutemos nuestro triunfo, nunca lo hacemos juntas" Escuché a Mitchie a mi lado. Asentí con la cabeza.
"Hoy no seré su niñera, Bonnie puede cuidarse sola" Le resté importancia y seguí a Mitchie con el propósito de emborracharme esta noche.
Mitchie agarró dos vasos del mostrador sirviéndonos tequila, me entregó uno y agarro el otro.
"Por nosotras, porque malditamente lo merecemos" Chocamos nuestros vasos y de un golpe tomamos el tequila. Sintiendo mi garganta quemar, aclaré mi garganta. "Dios, esto está muy fuerte. Otro." Rellenó otra vez nuestros vasos y otra vez lo terminamos de golpe.
Había perdido la cuenta cuantos vasos de tequila habíamos tomado juntas a este punto. Podía seguir de pie y tenía energía suficiente para cuando Mitchie y yo nos subimos a la mesa de billar a bailar. Escuchábamos chillidos y gritos pero lo único que podía pensar era que merecía estar celebrando por el triunfo de nuestro equipo.
Sentí un apretón en el brazo, miré desorbitada hacia Mitchie. Parpadee para verla mejor.
"Talía, necesito ir al baño, ven conmigo." Bajamos con dificultad de la mesa, dos chicos que no recuerdo si van a nuestra misma escuela nos ayudaron a bajar.
Nos abrimos paso entre la multitud hasta el segundo piso en donde estaba el baño.
"Espérame aquí, salgo en-en un minuto" Le hice un ademan con la mano restándole importancia.
Me apoye en la pared hasta sentarme en el suelo, miré el piso pensando cuantas estrellas se pueden ver desde la ventana del baño.
Escuché pasos a lo lejos restándole importancia seguí pensando en las estrellas, sin darme cuenta que habían unos pies justo enfrente de los míos. Levanté la mirada poco a poco haciendo una mueca porque sentía la cabeza pesada.
Botas negras, pantalones negros, camiseta blanca, cabello ondulado hasta los hombros. Alcé ambas cejas en interrogación. Escuché su voz ronca a lo lejos.
"¿No estás un poco o demasiado borracha para seguir tomando tequila como si fuera agua?" Fruncí mis cejas.
"¿Qué?" Susurre. Alcé con dificultad mi brazo para tocarle la puerta a Mitchie. Un "salgo en un momento" se escuchó desde adentro.
El tipo seguía mirándome con curiosidad o burla, podría apostar por el segundo. "¿Quién eres? De-deja de m-mirarme" Lo miré molesta. Escuché reírse.
"Lo más divertido que he visto"
Rodé los ojos. "No soy comediante". Trate de levantarme despacio al mismo tiempo que Mitchie salía del baño. Juro que la vi ponerse blanca.
"Jesucristo."
"¿Te llamas jesussscristo?" Lo miré. Escuché otra vez su risa. Me empezaba a molestar su risa.
"Mamá dijo que venga por ti. Qué manera de hacerme sentir en casa apenas bajé del avión"
"Qu-e... ¿Qué? M...chie no me dijiste de tu hermano. No sé si debería sentirme ofendida por esto" Hice un mohín levantando mis manos.
"Medio hermano." Dijeron al mismo tiempo.
"Como sea"
"Necesito llevarte a casa. Mamá vio tu video en la mesa de billar y quiere que estés en casa rápido. Alguien está en problemas" Cantó las últimas palabras. Tragué saliva.
Mitchie asintió con la cabeza con pesar. "Talía ira con nosotros, pijamada" Ella caminó primero por las escaleras, su hermano sin nombre me hizo un gesto para que avance primero, hice una mueca siguiendo a Mitchie.
Salimos al aire libre acercándonos al auto de su hermano que aun tenía maletas en el asiento de atrás.
De camino a casa de ambos, Mitchie estaba plácidamente dormida en el asiento delantero. Podía sentir que el alcohol estaba saliendo de mi sistema poco a poco, también podía sentir los ojos de su hermano en mi por el espejo retrovisor. Estaba molestándome un poco esas miraditas pero antes de que pudiera decirle algo había parado el auto deteniéndose en casa de Mitchie.
La ayudé a subir por las escaleras hasta su habitación en donde ambas nos arrojamos a su cama hasta quedarnos profundamente dormidas.