"Lo que hice no fue por placer sexual ,en realidad, me trajo paz mental ."
Andréi Chikatilo
(Psicópata asesino)
10:00 AM del día domingo...
Aquel día abrí los ojos y lo primero que oí fueron las gotas caer. Sin duda era un día lluvioso.
Tomé el móvil,
MENSAJE DE MAMÁ : HIJA TE ESPERAMOS PARA EL ALMUERZO HOY. NO LO OLVIDES!
- Carajo! Era el cumpleaños de Eloy… Lo había olvidado por completo y claro era lógico después de todo lo que me venía sucediendo.
Me apresuré a levantarme, abrí las cortinas y el día estaba perfecto para quedarse en casa.
Luego de alistarme le envié un mensaje a mamá :
-ESTOY SALIENDO PARA ALLÁ! NOS VEMOS MA...
Tomé el paraguas y sali de casa, antes de llegar a la esquina escuché frenar abruptamente un auto justo a mi lado, me giré y pude notar que era aquel auto negro que había visto días atrás, de su interior salió un hombre con el rostro tapado,intenté correr y pedir ayuda pero fue imposible, en segundos tenía su mano sobre mi boca y me desvanecí.
Aquellas raras sensaciones y sucesos comenzaban a tomar forma …
No sabía cuánto tiempo había pasado hasta que desperté, me costaba abrir los ojos, me sentía mareada, intente mover mis manos y noté que estaban atadas, fue ahí cuando la desesperación se apoderó de mi.
¿Que está pasando? ¿Donde estoy?
No lograba visualizar bien el lugar donde me encontraba. ¿Estaré soñando?
De pronto escuché una voz masculina un tanto familiar :
-Al fin estas aquí Janice! - exclamó
-¿Qué está pasando? ¿Quién eres tú? -pregunté nerviosa.
-Tranquila! Solo quiero amarte! Disfruta tu estadía - finalizó
Lo escuché retirarse del lugar y al cabo de unos minutos pude ver con claridad a mi alrededor. Me encontraba en una especie de habitación, acostada sobre una polvorienta cama, tenía cadenas que sujetaban mis muñecas. Al girar a la derecha no podía creer lo que estaba viendo, justo ahí, colgado de una percha en la pared estaba mi vestido (sí, aquel vestido que tanto había buscado) un poco más allá sobre una cómoda se hallaba mi perfume.
Todo este tiempo me había estado engañando a mi misma,todo era real, estaba segura...
Él había sido aquel extraño hombre del auto negro, él había sido a quien había visto en mi jardín y en la esquina de casa, él se había llevado mis cosas. Pero... ¿Quién era el y por qué lo hacía?
Dirán que es una locura decir que en ese momento me sentí un poco aliviada, a pesar del miedo y la desesperación, sabía que no me estaba volviendo loca. Todo era real, aquellas sensaciones no eran más que mi instinto advirtiéndome que algo andaba mal.
Recordé aquella tarde cuando había sentido ese extraño aroma al entrar a casa. ¡Él había estado allí! Estuvo vigilándome todo este tiempo. ¡Había estado en mi casa! ¿Como puede ser que no lo haya notado? ¿Por qué no lo había pensado antes? Quizá podría haber evitado estar aquí ahora.
- Sácame de aquí! Por favor! - comencé a gritar - Ayuda!
De repente él irrumpió en la habitación nuevamente...
-Cállate! Cállate! Cállate! - repetía una y otra vez mientras tapaba sus oídos con las manos.
Quedé completamente sin habla, no podía describir lo que sentía en aquel instante.
¡Su cara! ¡Era él! ¡Era Marcus Brenner!
Las lágrimas comenzaron a caer por mi rostro ,sentía algo frío que bajaba desde mi garganta hasta mi estómago, era indescriptible lo que sentía en aquel momento, todos los recuerdos lindos que tenía con aquella familia se desvanecieron en segundos. Jamás lo habría imaginado, ¿Por qué? Nunca había notado nada raro en el, excepto aquel día que parecía estar en otro mundo... ¿Por qué? Me preguntaba miles de veces.
-Sorprendida!? - preguntó con una mueca de malicia.
-¿Por qué estás haciendo esto? ¿Por qué? - le gritaba en medio del llanto.
-Te lo dije anteriormente y te lo vuelvo a decir TE AMO DESDE SIEMPRE! Sí! Yo fui quien envió aquella rosa con la nota y luego la carta del sobre rojo. Te amo desde el primer instante, aquel día que llegaste a mi casa me volví loco por ti! siempre tuve que ocultarlo, sabía que éste amor no sería correspondido, pero no podía seguir aguantando. Cuando me contaste que tu estúpido amor volvería de viaje, sabía que debía hacer algo, tenía que impedir que se reencontraran. Tu debes ser solo mía...
La otra noche intente liberar aquellos malos pensamientos que me atormentaban, no quería hacerte daño a ti... Pero no lo logré, ella no eras tú, aunque disfruté su sufrimiento no bastó para calmar esta sed que tengo de ti.
Ahora serás mía por siempre o al menos hasta que mi mente lo diga.
Todos estos días debí conformarme con tu vestido y tu perfume, lo he abrazado miles de veces respirando tu rico aroma.
Te lo advertí! PRONTO TE AMARÉ! Y ese día llegó, voy a amarte con locura.
Podía notar en su rostro que no era aquel Sr. Brenner que había conocido un tiempo atrás.
¿Él era el asesino de Melody Wilson?
- Si me amas déjame ir! Por favor! - le supliqué.
-No, es que no entiendes, ésta es ahora mi manera de amar, solo de ésta manera podré saciar mi sed de ti.
- Libérame por favor malnacido!! - grité con todas mis fuerzas.
Se acercó y me golpeó …
- Cállate de una vez!
Empezó a acariciar mi rostro, intentaba esquivarlo pero era imposible, olfateaba mi pelo y mi cuello...
-Basta por favor! - supliqué una vez más.
- Tu no entiendes! De ahora en más eres mía! Puedo hacer contigo lo que me plazca. -dijo mientras jalaba mi cabello.
Salió nuevamente de la habitación...
No dejaba de llorar, mi vida pasaba por mi mente como una película, mis seres queridos, no tenía noción de cuanto tiempo había pasado. Quería irme a casa, quería a Maurice y a mi madre, quería mi vida de vuelta.
Estaba asustada y decepcionada, de quien menos lo esperaba, había obtenido lo peor.
Así fueron pasando los días, en los cuales él ha abusado de mi cuantas veces quiso, estaba cansada, ya no tenía fuerzas para seguir.
Uno de esos días ese ser que me había arrebatado casi todo encendió la TV, seguramente lo había hecho a propósito, disfrutaba hacerme sufrir.
Escuché a la reportera decir :
-Han pasado siete días y aún no sabemos el paradero de Janice Brown . Si tiene alguna información útil por favor no dude en comunicarse con la policía.
Luego le siguió la voz de mi madre :
-Por favor si alguien tiene a mi hija que la libere! Se lo suplico! La necesito conmigo! - decía casi sin voz - Hija no pararé hasta encontrarte!
Comencé a llorar...
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Siete Días de un infierno que parecía interminable...