Ioritz llegó al pasillo oscuro y húmedo, llegó donde estaba el viejo cuando sacó una botella lanzándola en el otro lado de la habitación, cogió un taburete y se sentó apoyado a la pared. "habla" el viejo se rió un poco notándose sus dientes podridos en su sonrisa, "parece que acerté jovencito" siguió riéndose un rato más cuando Ioritz golpeó fuertemente con el suelo "habla tengo prisa" "está juventud... bueno la historia es larga así que..." "date prisa y empieza" "AAA vale joven espera que me acuerde... a ya está" se aclaró la garganta se sentó y empezó a contar una historia "dicen unos canticos antiguos que cuando tres personas que surgirán en diferentes épocas algo pasará nadie sabe el que ni el por qué pero el destino lo decidirá así, el primero en llegar llegó hace décadas el segundo parece que ya llegó y el tercero vendrá en un futuro próximo" miró un momento a Ioritz y vio que tenía una expresión seria y que quería que siguiese "bueno Eeee siempre me falla la memoria a sí, ellos tendrán que ir a un lugar específico en uno de los cuatro puntos cardinales, lo siento joven pero no me acuerdo más jajaja" Ioritz suspiro sacando un manojo de llaves de su bolsillo liberando al viejo, cuando miro de nuevo a la misma celda el había desaparecido sin ningún rastro, miró dentro si había algún rastro pero parecía como si nunca hubiera estado nadie, no sabía lo que acababa de pasar pero el volvió al punto de encuentro ya que estaban ahí los demás.
Salió y las estrellas estaban tapadas por un manto de nubes negras, siguió andando hasta el momento que empezó a llover no lo tomo mucho en cuenta y siguió andando el estaba pensando si decírselo a Alain, llegó al callejón entrando directamente cuando entro todo estaba bastante animado, la gente estaba animada después de haber salido de aquella celda mugrienta. Se dirigió a la sala donde estábamos nosotros, yo no podía moverme y me pusieron tumbado mientras se reían de mi, yo me enfadaba pero ya que no podía moverme se reían más de mí pero al final yo también me empezé a reír de mí mismo, estábamos tranquilos hasta que llegó Ioritz que tenía cara de preocupado yo que estaba mirando a la otra dirección no me enteraba que pasaba, yo intenté mover el cuello hasta ver la cara de Ioritz "pasa algo?" dije "luego lo hablamos me dais algo de beber..." no preguntamos más sobre eso y le dieron algo de beber, se animó un poco diciendo unas puyas "que no te puedes mover" todos nos reímos, además ya que íba a ver mucha vigilancia por lo ocurrido dormimos allí.
Ya de noche ya me podía mover y me levanté para estirarme un poco para luego volver a la cama cuando no vi Ioritz. Salí de la habitación rascándome la espalda y bostezando, la gente dormía en sillones poco cómodos para dormir pero mejor que el suelo, en la barra estaba con una luz morada encima Ioritz que están tocando el dedo la esquina del vaso, me senté al lado suyo golpeándo su espalda y pregunte "que te pasa" el me miró con cara de no haber dormido hasta ahora eran las tres de la madrugada en ese momento además parecía que el había bebido alcohol... "no sé si creerle a un viejo loco, gracioso no" entonces dio un gran tragó "derrepente había desaparecido como un puf, pero sin ningún ruido" "y que decía?" "que no vayas al oeste" se rasco la cabeza "algo de una leyenda o algo así, pero parece la típica historia cliché de esas de , unos héroes salvan el mundo y blablabla" al lado de él tenía una gran botella de algo que no sabía que era y se lo hecho al vaso, luego señalándome siguió hablando "decía que el que buscabas había estado hace décadas o no sé qué y no puedo quitármelo de encima, y tampoco su sonrisa que asco" entonces escupió al suelo y dirigí mi mirada a el "tú crees que yo sé que van a estar allí No, pero es una posibilidad" Cruze mis brazos "una cosa está clara antes de nada quiero ir al oeste" me miró un poco y volvió a andar con el vaso pensativo, se levantó me golpeó el hombro y dijo "me voy a dormir" suspiro y se fue a la habitación, no tenía mucho que hacer así que hice lo mismo "buenas noches Ioritz" bostezando, el no respondió y volví a dormir profundamente.
Los ruidos abundaban en la habitación circundante, se oían gritos y desprecios además de otras cosas, yo todavía estaba dormido debajo de unas sábanas mal puestas. Me despertaron media hora después de que empezarán la discusión, estos se habían alterado, tenían que irse de la ciudad varios de los supervivientes que deje, habían llamado a tropas imperiales y iban a buscar a cada uno de ellos por todo rincón. Estaban nerviosos no querían volver a la celda o aún peor sufrir la pena de muerte por traición.
Me levanté confundido los gritos resonaban en mi cabeza, haciendo que sea difícil acomodarme al sitio, con un poco de dolor de cabeza y confundido salí de la habitación donde un gran grupo de personas estaban gritando a mis amigos que estaban encima de la barra, al abrir la puerta un gran ruido surgió en toda la sala las miradas se dirigieron a mí y ahí vieron la persona que dejó vivas a aquellas personas. Sin pensarlo mucho se abalanzaron a mi diciendo cosas como "por que no los mataste" "por tu culpa estamos así" "mejor que te hubieran atrapado" por cada insulto que me propiciaban me ponía más nervioso, como más de una vez he dicho las situaciones así no se me dan muy bien y menos recién levantado con unos gritos como esos. Rápidamente Ioritz se dio cuenta y golpeó fuertemente el pie contra la mesa volviendo dirigir toda a la atención a él, con cara de querer pegarles a esas personas empezó a hablar "vosotros sois tontos o que, que hubiera mejorado haber matado unos guardias de la ciudad, además de que esos no eran los únicos hubiéramos sufrido cosas peores que la muerte por eso y además este es el único resultado bueno posible" todos pensaron bien las palabras de su salvador, algunos querían oponerse a aquellas palabras pero no podían decirlo, por que al final sabían que no tenían la razón solo no querían admitirlo, en la sala volvió el silencio y yo me enteraba menos de lo que estaba pasando "bueno voy a descansar un poco más, todavía estoy cansado" me despedí de mis amigos y volví a la habitación con un portazo, me senté lentamente en el colchón tocando el cuero y intentando despertarme. Al fondo todavía se escuchaban ruidos pero no eran tan fuertes como los de antes, tampoco me quería meter y creo que no sería de gran ayuda sin mucho que hacer, empecé a dibujar para entretenerme y tranquilizarme mientras me alejaba de la realidad, no había estado tan concentrado en un dibujo desde los ocho años, dibujando unas verdes montañas ubicadas en la zona donde vivo, encima de un pueblo marítimo que su economía fluye gracias a su puerto y al turismo, mientras estaba dibujando los ruidos seguían pero a mí me daba igual y seguía dibujando mientras las lágrimas pasaban a través de mi rostro, pensando si alguna vez podría volver a apreciar aquellas vistas, en un momento tocaron la puerta rápidamente me seque las lágrimas y la congestión de la nariz "pasa!", entraron los tíos viendo el dibujo a medio terminar, sin prestar mucha atención a este se dirigieron a mí "estás bien" "no tranquilos son sólo unos ji(insulto)" dije mientras agitaba la mano, se sentaron en los sillones yo seguía con mi dibujo aunque no podía disfrutar como antes de que estuvieran ellos.
"que dibujas" no me fijé en quién era pero respondí "un monte de mi ciudad natal" Ioritz lo reconoció rápidamente ya que lo siguiente que dibuje fue el instituto al que íbamos antes de llegar, no me sentía cómodo así que guarde el lienzo que tenía y mire a Ioritz "como ya te dije me voy a ir al oeste si quieres puedes ir conmigo" "no puedes esperar un poco!?" "no, no puedo" hubo un silencio por unos segundos dando tiempo a que empezará a sudar del ambiente "lo siento no puedo" iba a decir por qué, pero sabía que tenía sus intenciones pero sin esperar mucho y al ver mi expresión prosiguió hablando "la gente está muy nerviosa y tenemos que salir de aquí además no tenemos pensado ir al oeste es demasiado peligroso" con un poco de incomodidad, me levanté toque su hombro dos veces y alejándome de el "lo entiendo" entonces salí de la habitacion, de nuevo las miradas se dirigían hacia mí pero no duraron mucho, rápidamente salí del bar volviendo a las calles de la ciudad.
Hacia nublado las nubes eran grises tirando a blanco y hacía bastante humedad, al fondo del callejón se oía ruidos de armaduras y armas patrullando, deduciendo que nos estaban buscando salí del pequeño callejón mirando a las dos direcciones del lugar buscando una salida de aquella ciudad amurallada. Lo bueno de ella era la abundancia de calles y callejuelas por todos lados, los guardias no podían estar en todos lados y eso me daba la oportunidad de escapar sin que le empiecen a perseguir, por ahora no quería pelear más mentalmente no estaba preparado para una ni por mucho menos y tampoco es que quería entorpecer la huida de los demás.
Pronto llegue a una de las pocas salidas que conocía de la ciudad el gran portón estaba vigilado por bastantes guardias, además del portón patrullando por las cercanías. Yo no podía ir sin más y que me dejasen salir sin más necesitaba hacer algo, no pensé mucho hasta llegar a un plan además de los guardias varios montones de mercaderes con carruajes pasaban al lado del pequeño callejón del que me ubicaba, solo necesitaba la oportunidad de subirme a uno, sin que los guardias ni el mercader se enterase.
Después de esperar varios minutos di la oportunidad subiéndome al carruaje, el oio el ruido rápidamente pero la gran montaña de manzanas tapaba mi figura. Lo que no había tenido en cuenta era que seguramente registrarían el carruaje que tonto soy bueno, pronto se paró el carruaje, al fondo se oían dos guardias discutiendo sobre el trabajo "por que siempre nos tocará estos trabajos no vamos a encontrar a nadie" dijo el primero "como alguien como nosotros fue mandado por el mismísimo emperador a un pueblucho de las afueras bua" dijo el otro, ya que estaban discutiendo afortunadamente no se fijaron en mi y pude salir sin grandes problemas de aquella ciudad, y por fin volver al viaje en busca de mi amigo... lo malo es que no pregunte el camino...