Salimos del carro en dirección a la casa, cuándo llegamos al porche el señor de traje se nos acerca.
—Buenos días señora Adams soy Alejandro Smith y trabajo para la inmobiliaria del pueblo, esperaba su llegada para hacerle entrega de la casa y terminar de firmar unos documentos que faltaban—dice el señor de traje con mucha serenidad y una gran sonrisa.
—Si ya me habían dicho que alguien nos estaría esperando para hacernos entrega de la casa y terminar de firmar unos documentos—
—Vayan sacando las maletas del coche mientras yo termino lo que hay que hacer con el señor y enseguida los ayudo—nos dice mamá y entra en la casa con el señor Smith.
Nos dirigimos hacía el carro yo y Teresa, nos pusimos a sacar las maletas y ir llevándolas hasta la casa mientras la abuela nos observaba desde el interior de la casa. Cuando casi terminábamos de sacar las maletas del coche el señor Smith salió de la casa y se subió al auto y se marchó.
Terminamos de guardar las maletas y entramos a la casa, mamá nos esperaba con la abuela en la sala de estar y cuando nos vieron entrar a mi y a Teresa mamá nos preguntó.
—Les gusta la casa nos pregunta mamá—con voz muy alegre.
—Si es muy bonita y parece que es más grande que la antigua casa.—
Le contesto y mi hermana me dedica una mirada de esas que si las miradas mataran ya estaría muerto.
—Si es más grande que la nuestra está tiene 4 habitaciones y la nuestra sólo dos. Así que ya no compartirás más habitación con tu hermana.—
—Vamos para enseñarles cuál será su nueva habitación a cada uno—dice mamá levantándose del sofá y subiendo por las escaleras.
La primera habitación en la que entramos resulto que era la mía, era muy espaciosa y con una gran ventana que daba una vista muy bonita del bosque. Decidí empezar a instalarme ya, así que baje por mis maletas a la sala y las lleve a la habitación y empecé a desempacar.
Después de media hora ya había terminado y bajé hacia la sala en busca de mamá y mi hermana pero no las encontré, escuché unas voces que provenían de la cocina y ahí estaban mi mamá, Teresa y mi abuela Lourdes.
—Daniel pedimos pizza para almorzar quieres una porción.—me
pregunta mi madre nada más de verme entrar en la cocina.
—Si claro—le conteste a mí madre.
Ella me sirvió la porción de pizza y decidí sentarme con ellas a comerme la rebanada de pizza, mientras las escuchaba a ella y a la abuela hablar sobre todo lo que le había sucedido en todo este tiempo que no se habían visto.
Después de un rato Teresa se marchó a su habitación y yo me quedé con mamá y la abuela y así transcurrió el resto del día.
Al llegar la noche fui a darme una ducha y después que termine baje a cenar, la cena transcurrió en silencio y tan pronto termine de cenar me subí a la habitación por qué ya estaba un poco cansado, todo esto del viaje y la mudanza me habían agotado.
Nada más de entrar en la habitación me tumbe en la cama vinieron a la mente mis amigos y lo mucho que los extrañaría. Lo mejor fue que mamá nos dejara terminar el año antes de mudarnos por qué por lo menos así tendríamos las vacaciones para adaptarnos al nuevo pueblo. Después
de un rato el sueño pudo conmigo y
me quedé dormido.
Me despertó el sonido de alguien tocando la puerta.
—Daniel ya estás despierto—Me pregunta mi madre desde atrás de la puerta de mi habitación.
—Si mamá ya estoy despierto, pasa— Le digo para que se decidiera a entrar.
Mamá entró en la habitación y se paró junto a mi cama.
—Vas a bajar a desayunar con nosotras—me pregunta mamá con voz de duda.
—Si nada más me cambié y me lave los dientes bajó—le contesto y la observó como abre las las cortinas para que la luz entre por la venta.
—Bueno te dejo para que no tardes más te espero en el comedor—dice mi madre y sale de la habitación.
Después de acearme y cambiarme bajé al comedor y allí estaba mamá y la abuela esperando por mi para desayunar. Me senté en la mesa y después de unos minutos me sirvió un plato con huevos y beicon y sirvió uno para ella y otro para la abuela .
—¿Mamá y Teresa dónde está?—le pregunto antes de empezar a desayunar.
—No quería bajar a desayunar, creo que todavía está enfadada conmigo por lo de habernos mudado aquí—me explica mamá con la voz un poco triste.
—Ya se le pasará ya sabes cómo es Teresa—le digo para tratar de animarla un poco.
Termine de desayunar y decidí que hoy iría a dar una vuelta por el pueblo para conocerlo un poco.
—Daniel que tienes pensado hacer hoy me pregunta mamá—como si supiera en lo que estaba pensando.
—Quería salir a dar una vuelta por el pueblo para conocerlo un poco—
—Que bueno Daniel que tu por lo menos intentas adaptarte al pueblo ya que este será tu nuevo hogar—me dice mamá con voz un poco más alegre.
Salgo de la casa y me dirijo hacia al pueblo.
El pueblo es muy bonito, si mi hermana le diera una oportunidad tal vez le gustaría y asi haría feliz a mamá.
Me percate de que una chica estaba a punto de cruzar la calle, pero estaba muy entretenida con su celular y no se dio cuenta de que por la calle venía un auto en su misma dirección.